RESUMEN:¿Es posible dar derechos legales/jurídicos a quien no es humano? ¿es necesario comprender qué es un derecho para tener derechos legales/jurídicos? ¿es necesario tener obligaciones y responsabilidades para tener derechos legales/jurídicos? Éstas son algunas de las preguntas a las que aquí vamos a responder.
Los humanos pueden dar derechos legales a quienes no son humanos de la misma manera que se los dan a quienes son humanos: escribiéndolos sobre un papel y convirtiéndolos en derechos legales, pero algunas personas dicen que eso no debe ocurrir; la razón por la que ocurre esto es porque erróneamente rechazan que quienes no son humanos tengan derechos éticos. Además, para tener derechos legales no es necesario comprender qué es un derecho, ni tener obligaciones y responsabilidades y tampoco es necesario tener la capacidad de emprender acciones legales para hacerlos valer. Existen millones de humanos, los mal llamados «casos marginales», que no comprenden qué es un derecho, que no tienen obligaciones ni responsabilidades y que tampoco tienen la capacidad de emprender acciones legales para hacerlos valer, y sin embargo se les protege mediante derechos legales: bebés, menores de edad, humanos con diversidad funcional intelectual significativa, humanos con enfermedades degenerativas del cerebro, etc. Para tener derechos legales sólo es necesario tener derechos éticos, y no sólo quienes son humanos los tienen.
Los humanos pueden dar derechos legales a quienes no son humanos de la misma manera que se los dan a quienes son humanos: escribiéndolos sobre un papel y convirtiéndolos en derechos legales, pero algunas personas dicen que eso no debe ocurrir; la razón por la que ocurre esto es porque erróneamente rechazan que quienes no son humanos tengan derechos éticos. Además, para tener derechos legales no es necesario comprender qué es un derecho, ni tener obligaciones y responsabilidades y tampoco es necesario tener la capacidad de emprender acciones legales para hacerlos valer. Existen millones de humanos, los mal llamados «casos marginales», que no comprenden qué es un derecho, que no tienen obligaciones ni responsabilidades y que tampoco tienen la capacidad de emprender acciones legales para hacerlos valer, y sin embargo se les protege mediante derechos legales: bebés, menores de edad, humanos con diversidad funcional intelectual significativa, humanos con enfermedades degenerativas del cerebro, etc. Para tener derechos legales sólo es necesario tener derechos éticos, y no sólo quienes son humanos los tienen.
Quienes son humanos deben ser respetados, es decir, tienen derechos éticos, independientemente de que tengan o no tengan derechos legales. Los derechos éticos deben ser defendidos con derechos legales, es decir, mediante las fuerzas de seguridad. Por ejemplo, si una persona o un grupo de personas se disponen a agredir o están agrediendo a un humano entonces las fuerzas de seguridad deben impedirlo para que no se violen los derechos legales de dicho humano. Algunos anarquistas se oponen a los derechos legales porque dicen que «se debe rechazar toda autoridad»; a ellos se les responde en la entrada que trata sobre libertad y prohibición[1].
Quienes no son humanos también deben ser respetados[2], es decir, también tienen derechos éticos, independientemente de que tengan o no tengan derechos legales. Por lo tanto la práctica del veganismo es un deber ético, independientemente de lo que diga una determinada legislación.
De la misma manera que ocurrió durante milenios con determinados humanos, las actuales legislaciones especistas consideran que quienes no son humanos son cosas que pueden ser poseídas, por lo cual estos carecen de derechos legales, pues los derechos legales los tiene el propietario sobre su propiedad. Algunas personas entienden que «tener derechos legales» significa «estar protegido legalmente», pero están equivocadas. Las leyes que «protegen» a quienes no son humanos, por ejemplo aumentando el tamaño de la jaula donde están presos o aturdiéndoles antes de matarles en el matadero, no son derechos legales. Las leyes diferencian entre cosas y personas. Las cosas, como una obra de arte, pueden ser protegidas legalmente, pero no tienen derechos legales. Un derecho legal fundamental es el derecho a no ser una propiedad de otro (a no ser un esclavo), es decir, a no ser tratado como una simple cosa carente de intereses propios. A diferencia de una obra de arte, los humanos no están simplemente protegidos por la ley, sino que tienen derechos legales, es decir, son considerados legalmente como personas, y en eso mismo consiste reclamar derechos legales para quienes no son humanos.
A quienes no son humanos se les pueden dar derechos legales escribiéndolos en un papel e incorporándolos a la ley, pero algunas personas dicen que eso no debe ocurrir. Generalmente, las personas que dicen que quienes no son humanos no deben tener derechos legales es porque erróneamente asumen que quienes no son humanos no tienen derechos éticos. Sin asumir dicho error, suelen usar alguno de los siguientes argumentos:
a) Quienes no son humanos no deben tener derechos legales porque no pueden tener obligaciones legales ni responsabilidades, al no poseer la capacidad de comprender éstas, ni para actuar conforme a ellas.
b) Quienes no son humanos no deben tener derechos legales porque no tienen la capacidad de comprender qué son los derechos, ni pueden exigir su respeto por parte de los demás emprendiendo acciones legales para hacerlos valer.
Formulamos de forma más clara estos dos argumentos que utilizan dichas personas. Las premisas y la conclusión serían las siguientes:
A continuación vamos a mostrar cómo pueden rebatirse estos dos argumentos.
Para tener derechos legales sólo es necesario tener derechos éticos, y los derechos éticos los tienen todos aquellos seres que tienen una conciencia[2]. La conciencia permite sufrir y disfrutar, y por lo tanto tener intereses respecto a dichas experiencias que deben ser éticamente considerados.
Si para tener derechos legales fuera necesario asumir obligaciones y responsabilidades entonces millones de humanos, los mal llamados «casos marginales», no deberían tener derechos legales: bebés, menores de edad, humanos con una diversidad funcional intelectual significativa, humanos con enfermedades degenerativas del cerebro, etc.
Parece cierto que quienes no son humanos no pueden asumir obligaciones ni responsabilidades, pero el hecho es que se les exigen obligaciones y si no las cumplen se les castiga, incluso con la muerte. Así lo explica JF Cuéllar en su blog:
Quienes no son humanos también deben ser respetados[2], es decir, también tienen derechos éticos, independientemente de que tengan o no tengan derechos legales. Por lo tanto la práctica del veganismo es un deber ético, independientemente de lo que diga una determinada legislación.
De la misma manera que ocurrió durante milenios con determinados humanos, las actuales legislaciones especistas consideran que quienes no son humanos son cosas que pueden ser poseídas, por lo cual estos carecen de derechos legales, pues los derechos legales los tiene el propietario sobre su propiedad. Algunas personas entienden que «tener derechos legales» significa «estar protegido legalmente», pero están equivocadas. Las leyes que «protegen» a quienes no son humanos, por ejemplo aumentando el tamaño de la jaula donde están presos o aturdiéndoles antes de matarles en el matadero, no son derechos legales. Las leyes diferencian entre cosas y personas. Las cosas, como una obra de arte, pueden ser protegidas legalmente, pero no tienen derechos legales. Un derecho legal fundamental es el derecho a no ser una propiedad de otro (a no ser un esclavo), es decir, a no ser tratado como una simple cosa carente de intereses propios. A diferencia de una obra de arte, los humanos no están simplemente protegidos por la ley, sino que tienen derechos legales, es decir, son considerados legalmente como personas, y en eso mismo consiste reclamar derechos legales para quienes no son humanos.
"Tal vez se nos podría objetar que nosotros defendemos que cada humano y cada animal tengan los mismos derechos, que los pollos tengan derecho al voto y que los cerdos tengan derecho a recibir clases de baile; pero obviamente nosotros no decimos esto. Lo que estamos diciendo es que esos animales y los seres humanos comparten un mismo derecho moral básico. El derecho a ser tratado con respeto". Tom Regan, extracto de discurso en el Royal Institute
A quienes no son humanos se les pueden dar derechos legales escribiéndolos en un papel e incorporándolos a la ley, pero algunas personas dicen que eso no debe ocurrir. Generalmente, las personas que dicen que quienes no son humanos no deben tener derechos legales es porque erróneamente asumen que quienes no son humanos no tienen derechos éticos. Sin asumir dicho error, suelen usar alguno de los siguientes argumentos:
a) Quienes no son humanos no deben tener derechos legales porque no pueden tener obligaciones legales ni responsabilidades, al no poseer la capacidad de comprender éstas, ni para actuar conforme a ellas.
b) Quienes no son humanos no deben tener derechos legales porque no tienen la capacidad de comprender qué son los derechos, ni pueden exigir su respeto por parte de los demás emprendiendo acciones legales para hacerlos valer.
Formulamos de forma más clara estos dos argumentos que utilizan dichas personas. Las premisas y la conclusión serían las siguientes:
ARGUMENTO A: tener obligaciones y responsabilidades para tener derechos legales
(P1) Para tener derechos legales se deben asumir obligaciones y responsabilidades.
(P2) Quienes no son humanos no tienen capacidad para asumir obligaciones y responsabilidades.
(C) Quienes no son humanos no deben tener derechos legales.
(P1) Para tener derechos legales se deben asumir obligaciones y responsabilidades.
(P2) Quienes no son humanos no tienen capacidad para asumir obligaciones y responsabilidades.
(C) Quienes no son humanos no deben tener derechos legales.
ARGUMENTO B: comprender qué son los derechos y reclamarlos para tener derechos legales
(P1') Para tener derechos legales se debe comprender qué son los derechos.
(P2') Quienes no son humanos no comprenden qué son los derechos, ni pueden emprender acciones legales para hacerlos valer.
(C') Quienes no son humanos no deben tener derechos legales.
(P1') Para tener derechos legales se debe comprender qué son los derechos.
(P2') Quienes no son humanos no comprenden qué son los derechos, ni pueden emprender acciones legales para hacerlos valer.
(C') Quienes no son humanos no deben tener derechos legales.
A continuación vamos a mostrar cómo pueden rebatirse estos dos argumentos.
PREMISA (P1): Para tener derechos legales se deben asumir obligaciones y responsabilidades
Para tener derechos legales sólo es necesario tener derechos éticos, y los derechos éticos los tienen todos aquellos seres que tienen una conciencia[2]. La conciencia permite sufrir y disfrutar, y por lo tanto tener intereses respecto a dichas experiencias que deben ser éticamente considerados.
Si para tener derechos legales fuera necesario asumir obligaciones y responsabilidades entonces millones de humanos, los mal llamados «casos marginales», no deberían tener derechos legales: bebés, menores de edad, humanos con una diversidad funcional intelectual significativa, humanos con enfermedades degenerativas del cerebro, etc.
PREMISA (P2): Quienes no son humanos no tienen capacidad para asumir obligaciones y responsabilidades
Parece cierto que quienes no son humanos no pueden asumir obligaciones ni responsabilidades, pero el hecho es que se les exigen obligaciones y si no las cumplen se les castiga, incluso con la muerte. Así lo explica JF Cuéllar en su blog:
Los humanos obligan a los animales a que cumplan las leyes; sobre todo, aquellas destinadas a garantizar la vida y las propiedades de las personas. Así pues, cuando un tiburón, por ejemplo, ataca a una persona, o cualquier animal roba alimentos o destroza propiedades, se les considera responsables de esos actos y son condenados a muerte; tanto él, como todos los de su especie, que estén por los alrededores. Cuando un humano muere a causa de un cable eléctrico no protegido, nadie responsabiliza al cable ni lo condena a muerte. Un cable no puede ser responsable de nada; al parecer, un animal sí. Los animales domésticos tienen aún más obligaciones: los perros de caza tienen la obligación de cazar, las vacas de superar un mínimo de litros de leche, los caballos de carreras de ganar. Y en todos los casos, cuando un animal de este tipo no cumple sus obligaciones, el castigo es la muerte. En España, todos los años mueren ahorcados cientos de galgos porque, han dejado de cumplir su obligación de ser los mejores cazando liebres. Si responsabilizamos a los animales de sus actos y los condenamos, nada menos que con la muerte, por dejar de cumplir con sus obligaciones, también deberíamos reconocerles sus derechos.
Millones de humanos no tienen capacidad para asumir obligaciones y responsabilidades, son los mal llamados «casos marginales»: bebés, menores de edad, humanos con una diversidad funcional intelectual significativa, humanos con enfermedades degenerativas del cerebro, etc., sin embargo todos ellos tienen derechos legales.
CONCLUSIÓN (C): Quienes no son humanos no deben tener derechos legales
No se puede llegar a la conclusión de que quienes no son humanos no deben tener derechos legales porque para tener derechos legales no es necesario asumir obligaciones y responsabilidades, sino tener derechos éticos.
PREMISA (P1'): Para tener derechos legales se debe comprender qué son los derechos y tener la capacidad de emprender acciones legales para hacerlos valer
Para tener derechos legales sólo es necesario tener derechos éticos, y los derechos éticos los tienen todos aquellos seres que tienen una conciencia[2]. La conciencia permite sufrir y disfrutar, y por lo tanto tener intereses respecto a dichas experiencias que deben ser éticamente considerados.
Si para tener derechos legales fuera necesario comprender qué son los derechos y tener capacidad de emprender acciones legales para hacerlos valer entonces millones de humanos, los mal llamados «casos marginales», no deberían tener derechos legales: bebés, menores de edad, humanos con una diversidad funcional intelectual significativa, humanos con enfermedades degenerativas del cerebro, etc.
PREMISA (P2'): Quienes no son humanos no comprenden qué son los derechos, ni pueden emprender acciones legales para hacerlos valer
Es cierto que quienes no son humanos no comprenden qué son los derechos ni pueden emprender acciones legales para hacerlos valer, pero es lo mismo que ocurre con millones de humanos, los mal llamados «casos marginales»: bebés, menores de edad, humanos con una diversidad funcional intelectual significativa, humanos con enfermedades degenerativas del cerebro, etc., que sin embargo tienen derechos legales.
CONCLUSIÓN (C'): Quienes no son humanos no deben tener derechos legales
No se puede llegar a la conclusión de que quienes no son humanos no deben tener derechos legales porque para tener derechos legales no es necesario comprender qué son los derechos ni es necesario tener la capacidad de emprender acciones legales para hacerlos valer.