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ARGUMENTO: "Los animales no tienen moralidad"

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RESUMEN:¿Qué es la moral y en qué se diferencia de la Ética? ¿sólo los humanos tienen moral? ¿si alguien no tiene moral entonces debe ser explotado y matado? Éstas son las principales preguntas a las que aquí se debe responder.

Moral y Ética no son lo mismo. En teoría, hay una moral por cada grupo o sociedad, que vendrían a ser normas tradicionalmente aceptadas por dicho grupo para mantener el grupo unido; en cambio la Filosofía moral o Ética es la reflexión racional sobre las diferentes morales. Aunque quienes no son humanos no tienen capacidad para hacer complejos razonamientos éticos, sin embargo muchos de ellos respetan normas grupales para relacionarse con quienes consideran sus semejantes, es decir, tienen una moral.

Palabras clave: moral animal

Algunas personas no conocen la diferencia entre moral y Ética, por eso suelen utilizar dichas palabras como si fueran sinónimos. Sin embargo, moral y Ética no son lo mismo. En teoría, hay una moral por cada grupo o sociedad, que vendrían a ser normas tradicionalmente aceptadas por dicho grupo para mantener el grupo unido; en cambio la Filosofía moral o Ética es la reflexión racional sobre las diferentes morales[1]. Por ejemplo, en las sociedades antropocentristas en las que vivimos es moralmente correcto matar a quienes no son humanos para alimentación, para vestimenta, para ocio, etc., sin embargo la reflexión ética nos muestra que éstas son actividades éticamente incorrectas y las va poniendo en duda. La reflexión ética produce cambios individuales y puede llegar a cambiar la moral de una sociedad, por eso en las sociedades más conservadoras, como las teocracias, la reflexión ética es castigada y en su lugar se promueve la tradición[2].

Algunas personas dicen que los animales no humanos no tienen moralidad, es decir, que no tienen normas sociales que regulan el comportamiento de los individuos. Por ejemplo, Charles Darwin (1809-1882) dice en su libro «El Origen del Hombre» lo siguiente: «Comparto enteramente el criterio de los escritores que afirman que, entre todas las diferencias existentes entre el hombre y los animales inferiores, el sentido moral o conciencia es el más importante [...] Carecemos completamente de razones para suponer que los animales inferiores están dotados de semejante capacidad, y, por consiguiente, cuando el perro de Terranova saca del agua a un niño, o un mono arrastra peligros por salvar a un compañero, o toma a su cargo la tutela de mono que yace en la orfandad, no llamamos "morales" a estas acciones». Quizás Darwin confundía moral con Ética. Aunque quienes no son humanos no tienen capacidad para hacer complejos razonamientos éticos, sin embargo muchos de ellos respetan normas grupales para relacionarse con quienes consideran sus semejantes, es decir, tienen una moral. A continuación, enumeraré algunos estudios y libros que afirman la existencia de moralidad no humana:

- En 2009, Jessica Pierce y Mark Bekoff publicaron el libro «Wild justice. The moral lives of animals» (Justicia salvaje. La vida moral de los animales), en el que hablan sobre la vida moral de los animales no humanos desde la perspectiva de la psicología y desde la perspectiva de la etología respectivamente. Los autores afirman en los animales no humanos sociales pueden observarse los siguientes comportamientos morales:

- Cooperación: altruísmo, reciprocidad, honestidad y confianza.
- Empatía: compasión, simpatía, aflicción y consuelo.
- Justicia: compartir, equidad, juego limpio y perdón.

En el prólogo de «Justicia salvaje. La vida moral de los animales» podemos leer lo siguiente:

«Es bastante posible que exista [...] una cantidad de hombres y mujeres inteligentes que no conozcan aún el hecho de que los animales tienen códigos morales y que, en general, los respetan mejor de lo que los hombres respetan los suyos». William Hornaday, The Minds and Manners of Wild Animals (La mente y las actitudes de los animales salvajes)

«Una joven elefante hembra con una pata herida es atacada por un macho alborotado, borracho de hormonas. Una elefanta mayor que es testigo espanta al macho, regresa junto a la joven y le toca la pata dolorida con la trompa. Once elefantas rescatan a un antílope cautivo en KwaZula-Natal; la matriarca rompe con la trompa los pestillos que cierran el recinto y deja la puerta abierta para que el antílope pueda escapar. Una rata en una jaula se niega a presionar una palanca para conseguir comida cuando ve que otra rata recibe una descarga eléctrica si lo hace. Un mono diana macho que ha aprendido a insertar una ficha en una ranura para obtener comida ayuda a una hembra que no lo consigue, insertando la ficha por ella y permitiéndole comer luego. Una hembra de murciélago frugívoro ayuda a otra que no es de su familia a dar a luz, mostrándole cómo colgarse del modo adecuado. Una gata llamada Libby guía a Cashew, un perro amigo que es ciego y sordo, para que evite los obstáculos y llegue hasta la comida. Varios miembros de un grupo de chimpancés del zoo de Arnhem, en los Países Bajos, castigan a los que llegan tarde a cenar, porque nadie come hasta que todos están presentes. Un gran perro macho quiere jugar con otro más joven y sumiso; al hacerlo se contiene, mordiéndole con suavidad y permitiendo que el otro le devuelva los mordiscos. ¿Demuestran estos ejemplos que los animales tienen comportamientos morales y que pueden ser compasivos, empáticos, altruistas y justos? ¿Tienen los animales algo parecido a una inteligencia moral? 
Estamos en un momento en que los animales ganan protagonismo. El historiador Dominick LaCapra, de la Universidad de Cornell, asegura que el siglo XXI será el siglo de los animales. Las investigaciones sobre inteligencia animal y emociones animales interesan a disciplinas que van desde la biología evolutiva y la etología cognitiva hasta la psicología, la filosofía, la antropología, la historia y los estudios religiosos. Existe un gran interés en los aspectos emocionales y cognitivos de los animales y cada día se hacen descubrimientos que sorprenden e, incluso, echan por tierra algunas de nuestras suposiciones acerca de cómo son los animales. Por ejemplo, los peces son capaces de deducir su propio estatus social con respecto a otros peces observando las interacciones dominantes entre ellos. Además, se ha observado que tienen personalidades únicas. Sabemos también que los pájaros planifican futuras comidas y que muchas veces su habilidad para utilizar herramientas supera a la de los chimpancés. Los roedores pueden utilizar una herramienta parecida a un rastrillo para acercar comida que está fuera de su alcance. Los perros clasifican las fotos del mismo modo que los seres humanos. Los chimpancés saben lo que han visto otros chimpancés y tienen mejor memoria para los juegos electrónicos que los seres humanos. Muchos animales, desde las urracas hasta las nutrias o los elefantes, sufren por sus crías; y los ratones sienten empatía. Para cualquiera que siga las publicaciones científicas o la información que aparece en los medios sobre el comportamiento animal, es obvio que estamos avanzando de forma extraordinaria en este terreno». Prólogo de Justicia Salvaje. La vida moral de los animales


Viviendo con lobos - National Geographic - Parte 1 de 5 (Link)

Los estudios de primatólogos, como Frans de Waal y otros científicos, muestran una línea de continuidad entre los comportamientos de los primates antropoides y los humanos. Frans de Waal habla de ello en sus libros divulgativos: en «El mono que llevamos dentro» (2005) y en «Primates and philosophers» (2007). En ellos se defienden las siguientes ideas: (a) la moralidad es anterior a la humanidad, (b) los antropoides y humanos somos grupales; (c) el comportamiento moral más sofisticado y pacífico dentro del propio grupo contrasta con el carácter más agresivo y cruel del comportamiento entre grupos, y (c) la base evolutiva de la moralidad está más apoyada en las emociones que en la racionalidad. En 2011, Frans de Waal concedió a TED una conferencia titulada «Comportamiento moral en los animales» en la que explica que aunque erróneamente algunas personas creen que la empatía, la cooperación, la equidad, la reciprocidad y cuidar del bienestar de otros son exclusivas de seres humanos, la realidad es que muchas de estas actitudes morales las compartimos todos:


Frans de Waal: Comportamiento moral en los animales (Link)

La neurociencia apoya la idea de que quienes no son humanos también tienen moral. Cuando los humanos afrontan dilemas morales, las zonas del cerebro que se activan son áreas emocionales antiguas en términos evolutivos y que también han están presentes en animales no humanos.

Algunas personas que no reconocen que la moralidad está presente en animales no humanos, dicen que es éticamente correcto explotar y matar a quien no tiene moralidad. Estas personas suelen pensar en términos de grupo en lugar de en términos individuales, por eso suelen usar la falacia ecológica[3], asumiendo que todos los humanos tienen moral sin indicar cuál es la manera para demostrar que un determinado humano la tiene. Por ejemplo, desconocemos qué moralidad tiene un humano recién nacido o un humano con sus facultades mentales mermadas; según el argumento que utilizan estas personas sería éticamente correcto explotarles y matarles.





ARGUMENTO: "Los animales no tienen lenguaje"

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RESUMEN:¿El lenguaje es lo que crea la conciencia? ¿todos los humanos tienen lenguaje? ¿tienen lenguaje los animales no humanos? Éstas son algunas de las preguntas a las que aquí vamos a responder.

La conciencia no sólo está compuesta por enunciados, también está compuesta por imágenes, emociones y sentimientos. La ciencia reconoce la existencia de conciencia en animales no humanos sin necesidad de que tengan un lenguaje. Existen millones de humanos que no tienen lenguaje y animales no humanos que tienen uno.

Palabras clave: lenguaje, zoosemiótica

Quienes no son humanos poseen muchas características[1], pero ya explicamos que la característica que diferencia éticamente a las personas de las cosas es «tener una conciencia» y que el uso de dicho criterio se llama «sensocentrismo»[2].

Algunas personas dicen que tener lenguaje es lo que «activa» la conciencia. Existe una línea vaga de pensamiento filosófico, derivada quizá de algunas doctrinas asociadas con Ludwig Wittgenstein (1889–1951) y el «giro linguístico», según la cual no podemos «significativamente» atribuir estados de conciencia a seres sin lenguaje, es decir, que si un ser no tiene un lenguaje entonces no puede pensar. Está muy extendida la creencia de que la conciencia «se activa» con la capacidad de formar conceptos abstractos, de planificar el futuro o de usar un lenguaje. Esta idea es errónea. La conciencia no sólo está compuesta por enunciados, también está compuesta por imágenes, emociones y sentimientos. En 1997, la zoóloga y etóloga Temple Grandin (1947–) publicó un artículo titulado «Hay que pensar como los animales» en el que explica como su autismo sólo le permite pensar en imágenes: «Yo carezco de todo tipo de pensamiento basado en el lenguaje. Mis pensamientos son en imágenes, como si tuviera una cinta de video en la mente. Cuando rescato algo de mi memoria, solamente veo imágenes. Durante mucho tiempo, pensé que todo el mundo pensaba así, hasta que comencé a hablar con otras personas sobre la forma en que pensaban. Comprendí que hay una escala muy amplia en los estilos de pensamiento, desde el pensamiento totalmente visual, como el mío, hasta el pensamiento totalmente verbal. Los artistas, los ingenieros y los buenos entrenadores de animales, tienden a tener un pensamiento muy visual; los contadores, los banqueros y la gente que opera en los mercados de futuros tienden a desarrollar un pensamiento muy verbal, y sus procesos mentales contienen escasas imágenes». Además, la ciencia reconoce la existencia de conciencia en animales no humanos sin necesidad de que tengan un lenguaje[3].

Algunas personas que erróneamente dicen que quienes no son humanos no tienen conciencia, dicen que tampoco tienen lenguaje. Estas personas suelen decir que todos los humanos tienen lenguaje (conciencia), haciendo uso de la falacia ecológica[4], pues existen millones de humanos que no tienen lenguaje: bebés y humanos con afasia. La afasia es una disfunción en los centros o circuitos del lenguaje del cerebro que imposibilita o disminuye la capacidad de comunicarse mediante el lenguaje oral, la escritura o los signos, conservando la inteligencia y los órganos fonatorios; también los niños ferales (criados por animales no humanos o confinados) pueden no tener lenguaje. Muchos animales no humanos presentan comunicación, ya sea mediante la estructura de un lenguaje o mediante ciertas señales. Se han realizado experimentos que han mostrado la capacidad comunicativa de animales no humanos. A continuación los iremos enumerando.






ARTICULO: Hay que pensar como los animales (Temple Grandin, noviembre 1997)

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Temple Grandin
Departamento de Ciencia Animal
Colorado State University
Fort Collins, Colorado 80523-1171
Publicado en Western Horseman, noviembre de 1997, pp.140-145
Traducción del Dr. Marcos Giménez-Zapiola

Temple Grandin es profesora asistente de Ciencia Animal en Colorado State University. Es autora del libro Thinking in Pictures. Sus presentaciones televisivas incluyen los programas 20/20, CBS This Morning y 48 Hours. La Dra. Grandin padece de autismo, y su propia experiencia le ha servido para entender la psicología y el comportamiento de los animales no humanos. Sin embargo, Temple Grandin es una antropocentrista que erróneamente dice que matar a quienes no son humanos para producir alimentos es ético siempre que tegan una «vida que merezca vivirse». Grandin imparte en la Universidad cursos sobre explotación de animales y es consultora sobre el diseño de instalaciones de mataderos. Publico este artículo porque presenta una explicación, de una persona dotada de una comprensión singular, sobre cómo piensan los animales no humanos.



Siendo una persona que padece de autismo, me resulta fácil entender cómo piensan los animales, pues mis procesos de pensamiento son similares a los de ellos. El autismo es un trastorno neurológico con que nacen algunas personas. Los investigadores científicos del autismo creen que es causado por el desarrollo inmaduro de algunos circuitos cerebrales, junto con el desarrollo excesivo de otros circuitos. Es un trastorno complejo, cuya gravedad varía entre las versiones leves (como la mía) y las graves, en las que el niño está incapacitado para aprender a hablar. La película Rain Man describe a un hombre que sufre de una versión bastante grave de la enfermedad

Yo carezco de todo tipo de pensamiento basado en el lenguaje. Mis pensamientos son en imágenes, como si tuviera una cinta de video en la mente. Cuando rescato algo de mi memoria, solamente veo imágenes. Durante mucho tiempo, pensé que todo el mundo pensaba así, hasta que comencé a hablar con otras personas sobre la forma en que pensaban. Comprendí que hay una escala muy amplia en los estilos de pensamiento, desde el pensamiento totalmente visual, como el mío, hasta el pensamiento totalmente verbal. Los artistas, los ingenieros y los buenos entrenadores de animales, tienden a tener un pensamiento muy visual; los contadores, los banqueros y la gente que opera en los mercados de futuros tienden a desarrollar un pensamiento muy verbal, y sus procesos mentales contienen escasas imágenes.

La mayoría de las personas usan una combinación de ambas herramientas, las visuales y las verbales. Varios años atrás, ideé un pequeño test para descubrir qué estilo de pensamiento tiene una persona. La consigna era pensar en campanarios de iglesias. La mayoría de las personas tendrán en mente la imagen de un campanario genérico. Yo sólo puedo pensar en campanarios específicos, no puedo formarme una imagen genérica de campanario. Las imágenes de campanarios que mi memoria guarda comienzan a fluir por mi mente como si fueran diapositivas que uno pasara muy rápidamente, o como imágenes en la pantalla de una computadora. En el otro extremo, los pensadores altamente verbales llegan a «ver» la palabra «campanario», o ven una imagen simplificada con forma de campanario.

Una vez, en una estación de radio, hablé con una persona que me dijo que jamás había tenido una imagen en su mente. Ella pensaba en términos de emociones y de palabras. He comprobado que las personas cuyo pensamiento es muy verbal y que trabajan en profesiones abstractas, como los agentes de bolsa o los vendedores, suelen tener dificultad para entender a los animales. Dado que sólo piensan en palabras, les resulta difícil imaginar que un animal pueda pensar. He descubierto que los entrenadores de animales que son realmente buenos tienden a imaginar campanarios más detallados. Me resulta claro que las aptitudes para el pensamiento visual son indispensables para el entrenamiento de caballos, pero suele suceder que los pensadores visuales no tienen la capacidad para verbalizar y explicar a otros qué es lo que ellos «ven».

El pensamiento asociativo

Una vez, un entrenador de caballos me dijo: «Los animales no piensan, solamente hacen asociaciones». Yo le respondí a esto diciéndole «Si hacer asociaciones no es pensar, entonces debería llegar a la conclusión de que yo no pienso». Tanto la gente que padece de autismo como los animales piensa mediante asociaciones visuales. Estas asociaciones se asemejan a fotografías de sucesos, y tienden a ser muy específicas. Por ejemplo, un caballo puede tenerle miedo a los hombres con barba cuando los ven dentro del galpón, pero tolerarlos en la pista de equitación. El animal teme a los barbudos en el galpón porque en el pasado tuvo una mala experiencia con un barbudo en un galpón. Los animales también tienden a hacer asociaciones que son específicas para un lugar determinado. Esto significa que si un caballo tuvo anteriormente malas experiencias en un galpón con claraboyas, quizás le tenga miedo a todos los galpones con claraboyas pero no tenga problemas en un galpón de techo cerrado. Por esta razón es muy importante que la primera asociación de un animal con algo nuevo sea una buena experiencia.

Hace unos años, un científico llamado N. Miller descubrió que si una rata recibía un choque eléctrico la primera vez que entraba a un pasillo de un laberinto, jamás volvería a entrar a ese pasillo. Lo mismo puede suceder con los caballos, Por ejemplo, sin un caballo se cae al suelo la primera vez que se lo sube a un acoplado de transporte, posiblemente le tome miedo a todos los acoplados en que se lo quiera hacer subir. En cambio, si se cae en un acoplado para que viajen dos caballos lado a lado, la vigésimo quinta vez que es embarcado en uno de ellos, es probable que haga una asociación más específica. En vez de asociar a todos los acoplados con una experiencia dolorosa o atemorizante, podrá tenerle miedo a los acoplados dobles, o a una persona asociada con el «acoplado malo». Ya ha aprendido, en experiencias previas, que los acoplados son seguros, de modo que es difícil que desarrolle un miedo genérico hacia ellos.

El miedo es la principal emoción

En los autistas, el miedo es la emoción más importante, y también lo es en los animales de presa, como los caballos y las vacas. Las cosas que asustan a equinos y bovinos también asustan a los niños autistas. Cualquier cosa que parezca fuera de lugar, como un pedazo de papel llevado por el viento, puede causar temor. Los objetos que se mueven bruscamente son los que más miedo provocan. En la vida salvaje, los movimientos bruscos son temibles porque los predadores hacen movimientos bruscos.

Tanto los animales como las personas que padecen de autismo también tienen miedo a los ruidos agudos. Yo misma todavía tengo problemas con estos ruidos. La alarma que tienen los camiones recolectores de basura cuando marchan hacia atrás aún hoy me acelera el pulso si me hace despertar en medio de la noche. El estruendo de los truenos, en cambio, no me afecta. Las especies de presa, como los vacunos y los equinos, tienen oídos muy sensibles, y un ruido fuerte puede hacerles doler. Cuando era niña, el sonido del timbre en la escuela era como un torno de dentista en mi oído. Es posible que el sistema de altavoces en una exposición equina tenga un efecto similar en los oídos de los caballos.

La gente que tiene autismo posee emociones, pero son más simples y más parecidas a las emociones de un miembro de una especie animal de presa en estado de vigilancia. Los investigadores en neurología han localizado los circuitos del miedo en el cerebro de los animales. Cuando un animal fija un recuerdo del miedo, éste se almacena en la amígdala, que está ubicada en la parte inferior, más primitiva, del cerebro. J.E. LeDoux y M. Davis han descubierto que los recuerdos del miedo no pueden ser borrados del cerebro. Por eso es tan importante impedir la formación de recuerdos de miedo asociados a ser montados por un jinete o subir a un acoplado, etc.

Para que un caballo que ya ha sufrido miedo a los acoplados pueda superarlo, es preciso que los centros superiores de la corteza cerebral envíen a la amígdala una señal supresora del miedo. Esto se denomina sobreimposición cortical, y es una señal que bloqueará el recuerdo del miedo, pero no lo borrará. Si el animal se torna ansioso, el viejo recuerdo del miedo puede aflorar nuevamente, pues la corteza cerebral deja de enviar la señal supresora del miedo.

Los comportamientos basados en el miedo son complejos. El miedo puede hacer que un caballo luche o huya. Por ejemplo, muchas veces cuando un caballo patea o muerde, se debe al miedo y no a la agresión. En una situación atemorizante en la que el caballo no tiene posibilidades de huir, aprende a luchar. Los entrenadores de perros han descubierto que cuando castigan una conducta basada en el miedo, la reacción puede ser peor. Cuando un caballo retrocede, patea o se porta mal durante el entrenamiento, puede hacer que el entrenador se enoje, y piense, equivocadamente, que el caballo también está enojado. Pero es mucho más probable que el caballo esté asustado. Por eso es importante que los entrenadores equinos sean personas tranquilas. Un entrenador enojado puede darle miedo al caballo. Hay muchas situaciones donde un caballo puede ser realmente agresivo hacia la gente, pero cuando retrocede, patea o se desboca mientras es entrenado o montado, es mucho más probable que tenga miedo.

El efecto de la genética

En todos los animales, tanto los factores genéticos como la experiencia determinan cómo se comportarán ante una situación que les provoque miedo. La temerosidad es un rasgo estable de la personalidad y el temperamento de los animales. Los animales de temperamento levantisco, nervioso, son generalmente más temerosos, y forman recuerdos del miedo más fuertes que los animales de temperamento calmo y plácido. Las investigaciones sobre porcinos realizadas por Ted Strong y sus estudiantes en Texas A&M University han demostrado que algunos cerdos se habitúan a un procedimiento forzado pero no doloroso, mientras que otros se tornan cada vez más miedosos ante el mismo. Por ejemplo, se puso a los cerdos en un estanque donde tenían que nadar por un breve tiempo. Al principio, esta tarea era atemorizante para todos los cerdos, y hacía que les subiera el nivel de adrenalina, que es una sustancia que segregan tanto animales como humanos cuando tienen miedo. Luego de varias pruebas de natación, algunos cerdos se habituaban y ya no sentían miedo, mientras que otros seguían teniendo miedo en las pruebas sucesivas. En los cerdos que no se acostumbraban, el nivel de adrenalina seguía siendo alto, lo que demuestra que seguían teniendo miedo.

Es posible que los caballos podrían responder de manera similar a distintos métodos de entrenamiento. Los caballos de carácter plácido y sereno tendrán más probabilidades de adaptarse a métodos rudos de manejo y de entrenamiento que aquellos que tengan un carácter tenso y fogoso. Estos, en cambio, pueden ser arruinados por los métodos de manejo rudos, pues adquieren tanto miedo que no logran aprender o habituarse.

En igual sentido, un animal dotado de un sistema nervioso calmo y poco reactivo se habituará más fácilmente a una serie de prácticas de entrenamiento forzosas pero indoloras, a las que el animal huidizo, tenso y nervioso quizás no logre adaptarse nunca. Los caballos que están constantemente sacudiendo sus colas aunque no haya moscas, o que mantienen levantadas sus cabezas, suelen ser animales temerosos. En la vida salvaje, los equinos alzan sus cabezas para detectar el peligro.

Los efectos de la novedad

Como criatura de fuga que es el caballo, sus reacciones ante situaciones novedosas o inusuales, o cuando se encuentra en lugares que no conoce, pueden servir para captar su verdadero temperamento. El científico francés Robert Dantzer descubrió que una novedad súbita, arrojada sin preámbulos en la cara del animal, puede ser muy estresante. Un caballo de naturaleza tensa y temerosa puede ser tranquilo y bien educado cuando se lo monta en su hogar. Sin embargo, su verdadero temperamento está oculto, pues se siente distendido y seguro en su entorno familiar. Cuando se lo enfrenta bruscamente con las imágenes y los sonidos desconocidos de una exposición equina, puede estallar sin aviso previo. Los caballos que tienen más dificultades en situaciones novedosas son los más tensos y temerosos. En la exposición, habrá muchas imágenes y sonidos que no son habituales, como los globos y los altavoces, que jamás han sido vistos u oídos en su hogar. Un animal nervioso está en calma mientras permanece en un entorno familiar, que ha aprendido a reconocer como seguro, pero probablemente entre en pánico cuando se lo enfrente súbitamente con cosas nuevas. Lo paradójico de la novedad es que puede ser extremadamente atractiva a un animal cuando éste puede acercarse voluntariamente a ella. Un pedazo de papel en un pastizal puede hacer que un caballo curioso se acerque a verlo, pero el mismo papel, tirado en la senda de equitación, puede inhibirlo. La gente que trabaja con caballos y otros animales necesita pensar más sobre la forma en que ellos perciben las situaciones en que los ponemos.



NUTRICIÓN VEGETARIANA PURA: Ácidos grasos (lípidos)

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1. INTRODUCCIÓN A LOS ÁCIDOS GRASOS

2. LOS ÁCIDOS GRASOS EN LA ALIMENTACIÓN VEGETARIANA PURA

3. NECESIDADES DIARIAS DE ÁCIDOS GRASOS

4. ABSORCIÓN DE ÁCIDOS GRASOS

5. DEFICIENCIA DE ÁCIDOS GRASOS

6. EXCESO DE ÁCIDOS GRASOS

7. FUENTES DE ÁCIDOS GRASOS EN ALIMENTACIÓN VEGETARIANA PURA



Todo sobre el Omega 3 en dietas veganas (Link)





ARGUMENTO: "El budismo no dice nada sobre respetar a los animales"

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RESUMEN:¿Qué dice el budismo sobre quienes no son humanos? Éstas son algunas de las preguntas a las que aquí vamos a responder.

El budismo considera que comer carne es éticamente correcto, pero éticamente incorrecto el hecho de matar en sí, por lo que además de oponerse a matar directamente a otros seres sintientes, también se opone a pagar a otros para que les maten por nosotros o a aceptar como regalo carne de animales matados para nosotros.

Palabras clave: budismo

El budismo es una religión no teísta perteneciente a la familia dhármica y, según la filosofía hindú, de tipo nastika. El budismo ha ido evolucionando en la historia hasta adquirir la gran diversidad de escuelas y prácticas hoy presentes.

Algunas personas dicen que el budismo no dice nada sobre respetar a quienes no son humanos. Sin embargo, el mismo Buda ya decía que se dejara de matar animales: «Amad a todo ser viviente y pacificad vuestros espíritus dejando de matar y comer animales; he ahí la verdadera prueba de religiosidad pues el verdadero sabio y hombre de Dios no sólo no matará ni comerá a ninguna criatura sino que amará, conservará y potenciará la vida en todas sus manifestaciones». El budismo considera que comer carne es éticamente correcto, pero éticamente incorrecto el hecho de matar en sí, por lo que además de oponerse a matar directamente a otros seres sintientes, también se opone a pagar a otros para que les maten por nosotros o a aceptar como regalo carne de animales matados para nosotros. En el artículo «Budismo y Vegetarianismo» podemos leer:

«Cualquier persona que haya tenido la oportunidad de conocer en menor o mayor medida sobre el Budismo podría llegar a pensar que dada la naturaleza de su ideología es preciso que sus devotos sean vegetarianos, y la realidad es que no es así; si bien muchos Budistas toman la decisión de no comer carne, no fue un requerimiento por el Buda y dentro del aspecto social-religioso no es necesario ser vegetariano para ser Budistas.

El primer precepto, que atañe tanto a laicos como a monjes, consiste en no matar a ningún ser sintiente, más sin embargo la ingesta de carne no es considerada como matar en sí misma. Al comer los alimentos solo existe la intención de alimentar y nutrir el cuerpo, dentro de este marco no existirá ninguna carga karmica proveniente del acto de comer. Es por esta razón que el Buda no prohibio a los monjes el consumo de carne, y les exhortó que en caso de haber visto, escuchado o sospechado que algún ser sintiente fue matado específicamente para realizar un plato para ellos, que en dicho caso no lo aceptasen, de esta manera no incidían directamente a la muerte de dicha criatura. Si analizamos la esencia de dicha exhortación podemos ver que si bien el acto de comer la carne no es reprochable en sí mismo ni genera ninguna carga karmica, el acto de matar [o mandar a matar (independientemente del motivo, sea para carne o no)] sí genera una carga karmica y debería de evitarse dentro de lo posible, desde el punto de vista del monje su alimentación está condicionada a cualquier cosa que sea ofrecida por el laico en buena fé, por la misma naturaleza de la mendicidad que no es exigente sino que es abierta, pasiva y flexible. Desde el punto de vista del laico, la adquisición de la alimentación es más activa, este si puede decidir en mayor amplitud cómo o de donde adquiere su alimentación; y desde este punto de vista lo ideal es realizar el intento de reducir dentro de lo posible cualquier incidencia negativa directa que esté generando mediante su fuente de alimentación seleccionada.

No obstante, es importante no obsesionarnos demasiado con esta idea; podríamos pensar y es cierto que al comprar carne contribuimos de manera indirecta a la muerte de un ser sintiente, pero debemos tener en cuenta que este hecho se cumple no solo para la ingesta de carne sino también para la de vegetales, considerando que para poder consumir este alimento muchos animales mueren en el proceso, por el efecto de insecticidas y venenos utilizados para la preservación de dichos alimentos, así también como muchas muertes que están involucradas en la ropa que utilizamos, el terreno en donde vivimos y en muchas de las cosas que utilizamos en el día a día, todo esto es (cabe mencionar) otro ejemplo de la primera noble verdad, toda existencia ordinaria es sufrimiento y es insatisfactoria. Cuando adoptamos el primer precepto de no matar nos comprometemos a evitar, dentro de nuestras posibilidades y nuestra consciencia, ser responsables directos en la muerte de seres sintientes.»



Canción aconsejando dejar de comer carne 1/2 (Link)



Canción aconsejando dejar de comer carne 2/2 (Link)


"Todas las carnes comidas por seres vivos son las de sus propios familiares" -Lankavatara Sutra (Tripitaka No. 671)




Matthieu Ricard: "Ser vegetariano es mejor para todos" (Link)





ARGUMENTO: “Sólo los humanos tienen dignidad”

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RESUMEN:¿Qué es la dignidad? ¿qué relación existe entre dignidad y respeto? ¿quienes no son humanos tienen dignidad? Éstas son algunas de las preguntas a las que aquí voy a responder.

Decir que alguien tiene dignidad es similar a decir que ese alguien es merecedor de respeto, lo cual implica tener en consideración sus intereses para tratarle bien. Por lo tanto, cuando alguien dice que los humanos tienen dignidad está diciendo que son merecedores de respeto, lo cual es cierto, pero la razón para respetarles no es que sean humanos, como erróneamente dice el antropocentrismo, sino porque son seres que sienten y que por lo tanto tienen intereses (sensocentrismo). No existe ningúna razón por la que no se deba tratar con dignidad a quienes no son humanos, pues todos ellos, a priori, merecen respeto por el hecho de tener intereses.

Palabras clave: dignidad, respeto

Algunas personas dicen que los humanos, y sólo ellos, poseen dignidad. La palabra «dignidad» (Del lat. dignĭtas, -ātis) significa en su primera acepción «1. f. Cualidad de digno», y «digno» (Del lat. dignus) significa «1. adj. Merecedor de algo». La dignidad no es una carácterística poseída por los sujetos, sino que se refiere a cómo alguien merece o debe ser tratado por los demás. Decir que alguien tiene dignidad es similar a decir que ese alguien es merecedor de respeto, lo cual implica tener en consideración sus intereses para tratarle bien[1]. Por lo tanto, cuando alguien dice que los humanos tienen dignidad está diciendo que son merecedores de respeto, lo cual es cierto, pero la razón para respetarles no es que sean humanos, como erróneamente dice el antropocentrismo[2], sino porque son seres que sienten y que por lo tanto tienen intereses (sensocentrismo)[3]. No existe ningúna razón por la que no se deba tratar con dignidad a quienes no son humanos, pues todos ellos, a priori, merecen respeto por el hecho de tener intereses. Sin embargo, los antropocentristas afirman que quienes no son humanos no tienen dignidad, es decir, afirman que cada uno de ellos es algo y no alguien, consideran que son cosas, no personas. Por ejemplo, el concepto de «dignidad» es muy utilizado por la teología judeo-cristiana para discriminar arbitrariamente a quienes no son humanos, pues les considera cosas, no personas. En el Catecismo de la Iglesia Católica puede leerse lo siguiente: «Por haber sido hecho a imagen de Dios, el ser humano tiene la dignidad de persona; no es solamente algo, sino alguien. Es capaz de conocerse, de poseerse y de darse libremente y entrar en comunión con otras personas; y es llamado, por la gracia, a una alianza con su Creador, a ofrecerle una respuesta de fe y de amor que ningún otro ser puede dar en su lugar».



ARGUMENTO: "Los animales no pueden crear arte"

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RESUMEN:¿Qué es el arte? ¿sólo tenemos el deber de respetar a quienes son artistas? ¿quienes no son humanos pueden crear arte? Éstas son algunas de las preguntas a las que aquí voy a responder.

El arte son creaciones mediante las cuales se intenta reflejar alguna parte de la realidad pasada, presente o futura del planeta Tierra o de otras partes del Universo, y/o transmitir algún tipo de sentimiento. Debemos respetar a los demás seres sintientes, por eso es éticamente irrelevante que un ser sintiente pueda crear arte o no. Algunos humanos, no todos, tienen la capacidad de crear arte, así como también existen algunos animales no humanos que pueden crearlo.

Palabras clave: arte

Sobre qué es el arte. La noción de arte continúa sujeta a profundas disputas, dado que su definición está abierta a múltiples interpretaciones, que varían según la cultura, la época, el movimiento, o la sociedad para la cual el término tiene un determinado sentido. Sin embargo, voy a dar una definición de lo que es el arte (iré mejorando la definición). El arte son creaciones mediante las cuales se intenta reflejar alguna parte de la realidad pasada, presente o futura del planeta Tierra o de otras partes del Universo, y/o transmitir algún supuesto sentimiento de la realidad interior. De esta manera, el arte abarcaría una gran cantidad de creaciones que contendrían una determinada carga de realidad exterior (objetividad, claridad) y/o otra determinada carga de realidad interior (subjetividad, sentimientos). La diferencia estaría en que unas creaciones artísticas son más bellas que otras, pudiendo llegar a ser horribles algunas de ellas.


Algunas personas dicen que si alguien no puede crear arte entonces no debe ser tratado como persona, sino como cosa. Sin embargo, ser sintiente es la principal característica a tener en cuenta a la hora de mostrar respeto ético por un ser[2], no la capacidad para crear arte.

Algunas personas dicen que los humanos, y sólo ellos, pueden crear arte. Este argumento es usado por antropocentristas que afirman erróneamente que todos los humanos pueden crear arte, haciendo uso de la falacia ecológica[3]. Existen millones de humanos como los bebés y los disminuidos psíquicos profundos que carecen de capacidad artística. Por otro lado, existen casos de animales no humanos que han pintado cuadros que serían catalogados como arte si se afirmara que fueron pintados por humanos. A continuación iré recopilando algunos ejemplos(1):





ARGUMENTO: “Tener conciencia no es lo que hace que un ser deba ser respetado”

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RESUMEN:¿Qué característica diferencia a las cosas (seres para usar: cortar, golpear, etc.) de las personas (seres para respetar)? ¿qué es el sensocentrismo? ¿qué argumentos usan algunas personas contra el sensocentrismo? Éstas son las principales preguntas a las que aquí se debe responder.

Un rasgo esencial de la Ética es utilizar un criterio que diferencie a los seres que son personas (seres para respetar) de los seres que son meras cosas (seres para usar: cortar, golpear, etc.). Si no se utiliza dicha diferenciación entonces se llega a la contradicción de afirmar que uno mismo es una cosa usable cuyos intereses no deben ser considerados. Lógicamente, el criterio que diferencia éticamente a las personas de las cosas es «ser sintiente» o lo que es lo mismo «tener una conciencia», pues la capacidad para sentir permite sufrir y disfrutar y por lo tanto tener intereses respecto a dichas experiencias; a usar este criterio se llama sensocentrismo. La Ética nos lleva al sensocentrismo mediante el uso de la Lógica. La Ética utiliza la Lógica para inferir normas sobre lo que no se debe hacer, y dicho deber se origina en los intereses, que a su vez pertenecen a seres sintientes. Es por ello que la Ética es sensocentrista. Para ser coherente con el sensocentrismo se debe defender y practicar el veganismo. Quien exige a los seres sintientes una característica o capacidad extra para considerarles como personas viola el Principio de Igual Consideración de Intereses. El deber ético no se puede inferir lógicamente de características que no sean los intereses.

Palabras clave: algo-alguien, cosa-persona, concienciasensocentrismo

Un rasgo esencial de la Ética es la utilización de un criterio mediante el cual se pueda diferenciar a las personas de las cosas. En las sociedades antropocentristas en las que vivimos es habitual usar la palabra «persona» como sinónimo de «humano», por eso está recogida esa acepción en el diccionario. Sin embargo, en Ética se usa la palabra «persona» para diferenciar a los seres que deben ser respetados de los seres que son meras cosas.Peter Singer lo explica así: «el uso del término persona es, en sí mismo, susceptible de despistar, ya que es una palabra que se usa con frecuencia como si quisiera decir lo mismo que ser humano. Sin embargo, los términos no son equivalentes; podría existir una persona que no fuera miembro de nuestra especie. También podrían existir miembros de nuestra especie que no fuesen personas». Por ejemplo, en el debate sobre el aborto inducido de embriones humanos se pone en cuestión en qué momento del embarazo un embrión humano se convierte en una persona[1]. Por lo tanto, primero se utiliza un criterio para diferenciar éticamente a los seres que son personas de los seres que son cosas, y es después cuando se "gestionan" dichas personas mediante normas éticas. En la actualidad, la mayoría de sociedades humanas son antropocentristas, es decir, el criterio que se usa en ellas para diferenciar a las personas de las cosas es «pertenecer a la especie humana»[2], aunque el liberalismo empuja a la sociedad hacia el egocentrismo[3], convirtiendo también en mercancías a los humanos que no son ricos. La consecuencia de aceptar el antropocentrismo es el especismo antropocéntrico[4] que convierte a quienes no son humanos en cosas, es decir, considera éticamente correcto explotarles y matarles. A continuación voy a demostrar que el criterio para diferenciar a personas de cosas es ser sintiente.


Algunas personas dicen que no debemos usar un criterio para diferenciar a las personas de las cosas. Si se rechaza utilizar un criterio éticamente relevante que diferencie a las personas de las cosas entonces o todo son cosas, y por lo tanto todo es utilizable, o todo son personas, y por lo tanto debemos «respetar todo». En ambos casos, rechazar una diferenciación iguala a todos los seres por la característica que todos comparten: son materia. Por ejemplo, según dicho argumento, una mesa, un perro y un humano ocuparían la misma categoría ética: todos ellos serían cosas, o todos ellos serían personas. Si todos los seres fueran considerados éticamente como cosas entonces no tendría sentido hablar de Ética, pues todos los seres serían utilizables, incluido quien defendiera dicha idea, lo cual contradeciría sus intereses, rebatiéndose a sí mismo, pues lógicamente un interés no puede ser autofrustrado[5]. No es casualidad que la Regla de Oro de la Ética se origine en los intereses de cada conciencia[6], pues la materia por sí sóla no impone ningún deber. Por lo tanto el criterio que diferencia a las personas de las cosas es «ser sintiente» y todo lo sentido lo siente alguien (una conciencia); a usar dicho criterio se le llama sensocentrismo, y sensocentristas a quienes lo defienden. Tampoco es cierto que «todo son personas», como si cada átomo y electrón fuera una persona, pues para que exista un conflicto de intereses tiene que haberlos y la materia por sí sóla no los tiene, por lo que es éticamente correcto usarla. Por ello no tiene sentido afirmar que «el sensocentrismo discrimina arbitrariamente a los seres que no tienen una conciencia», pues los seres que no tienen conciencia no tienen intereses que frustrar. El sensocentrismo es una idea que no discrimina arbitrariamente a nadie, ni considera éticamente a las cosas como si fueran personas.Daniel C. Dennett (1942-) en su libro «Tipos de Mentes» dice lo siguiente:


Algunos veganos se inventan ideas erróneas sobre qué es el sensocentrismo. Por ejemplo, en el artículo «No hay centro», «La perversión del veganismo: el sensocentrismo» (y en otros) se rechaza el sensocentrismo y se le atribuyen unas ideas que son ajenas a éste. Como expliqué en el anterior párrafo, el sensocentrismo únicamente es la idea que afirma que los seres sintientes no son meras cosas, sino que son personas en un sentido ético. La Ética nos lleva al sensocentrismo mediante el uso de la Lógica. La Ética utiliza la Lógica para inferir normas sobre lo que no se debe hacer, y dicho deber se origina en los intereses, que a su vez pertenecen a seres sintientes. Es por ello que la Ética es sensocentrista y que su Regla de Oro es: «a priori los intereses no deben ser frustrados»[6].

Algunas personas dicen que «como según el sensocentrismo debemos respetar a las conciencias entonces sería éticamente correcto matar a quienes están inconscientes». Estas personas confunden la «conciencia» con el estado de la conciencia llamado «conSciencia», por eso creen erróneamente que según el sensocentrismo es éticamente correcto matar a quien está en estado inconsciente. El sensocentrismo considera éticamente a todo aquel ser que tiene una conciencia, aunque dicha conciencia se encuentre en un estado inconsciente. Algunas personas que entienden esto se preguntan por qué razón le hacemos un mal a alguien que matamos cuando está inconsciente o a quien estando consciente le matamos instantáneamente sin causarle sufrimiento; estas personas están respondidas en otro artículo[5]. En otras ocasiones se argumenta diciendo que el sensocentrismo no considera personas a quienes padecen una enfermedad que les impide sentir dolor físico, sin embargo esta idea sobre el sensocentrismo es errónea porque dichas personas siguen siendo seres sintientes con intereses que según el sensocentrismo deben ser consideradas.

Algunas personas dicen que el criterio «tener una conciencia» no es suficiente para que un ser sea catalogado como persona. Quienes dicen esto acusan al sensocentrismo de catalogar como personas a más seres de los que se debería. Dicen que sólo son personas los seres con conciencia que ADEMÁS poseen una/s determinada/s característica/s que no todos los humanos y no humanos poseen. Por ejemplo, Hugo Tristam Engelhardt (1941-) en su libro «The Foundations of Bioethics» («La Fundación de la Bioética»), publicado en 1991, dice lo siguiente: «Lo que caracteriza a las personas es su capacidad de ser autoconscientes, racionales e interesadas por el mérito de reprobación y elogio. […] no todos lo seres humanos son personas. No todos los seres humanos son autoconscientes, racionales y capaces de concebir la posibilidad de la reprobación y del elogio. Los fetos, los recién nacidos, los impedidos mentales mentales muy profundos y quienes están en coma sin esperanza [y podríamos agregar los seniles] constituyen ejemplos de no-personas humanas. Son miembros de la especie humana, pero no tienen en sí y por sí mismos un lugar en la comunidad moral laica». Esta idea errónea llevó en 2012 a la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia (AAAS), la sociedad científica más grande del mundo y propietaria de la revista Science, a defender que delfines y ballenas deben ser tratados como personas no humanas con derecho a la vida, en lugar de defender lo mismo para todos los seres sintientes. El error de estas personas es que no infieren el deber ético de los intereses[6], sino de otras características innecesarias que exigen a los seres sintientes. Debido a ello violan el Principio de Igual Consideración de Intereses[7], pues discriminan arbitrariamente a quienes supuestamente no poseen dichas características éticamente irrelevantes. Por ejemplo, apelan a características éticamente irrelevantes como «ser autoconsciente», «ser racional», «ser capaz de concebir la posibilidad de la reprobación y del elogio», etc. Toda conciencia es autoconsciente de sus propias sensaciones e intereses[8] pues lo sentido siempre lo siente alguien. Además, toda conciencia es necesariamente racional en cuanto a que reconoce el Principio Lógico de Identidad: «lo que es, es» (A=A) para poder relacionarse con la realidad y así sobrevivir. En cuanto a «ser capaz de concebir la posibilidad de la reprobación y del elogio», de ello tampoco se infiere lógicamente ningún deber, sino que el deber ya venía dado antes por los intereses. A pesar del error que cometen estas personas, parece una buena estrategia apoyar de manera temporal campañas como la de Proyecto Gran Simio con el objetivo de conseguir el reconocimiento legal de personas no humanas, rompiendo la barrera de especie y dando así un golpe mortal al antropocentrismo.


New Scientist: When is an animal a person? (Link)






SUFRIMIENTO Y MATANZA: Perros usados como guías

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Quien dice que «los humanos deben ser respetados porque son humanos» no está dando ninguna razón, está defendiendo una ética hueca, pues ya sabemos que «los humanos son humanos», «los blancos son blancos» y los «hombres son hombres». La razón por la que un humano debe ser respetado es porque tiene una conciencia[1] gracias a la cual puede sufrir y disfrutar, y por lo tanto tiene intereses respecto a dichas experiencias que deben ser éticamente considerados. Quienes no son humanos deben ser respetados exáctamente por esta misma razón. Discriminar a alguien porque es una determinada especie es especismo[2]. El especismo es una discriminación arbitraria que sigue el mismo patrón que siguen todas las discriminaciones arbitrarias, como lo son el racismo, el sexismo, etc.



HISTORIA DE LOS PERROS GUÍA

Los primeros perros que fueron convertidos en perros guías, fueron adiestrados en Austria en el siglo XVIII. Leopold Chimani relató en un libro cómo Joseph Resinguer, nacido en 1775 y ciego desde los 17 años, había adiestrado a los tres perros con los que convivía para que le sirvieran de guías.

Más tarde, en 1819, Johann Wilkelm Kleim escribió un libro explicando técnicas que las personas ciegas podían usar para adiestrar a las perras, perfeccionando las técnicas de Reisinger. En él hacía referencia a «…un arnés rígido y previamente adiestrado, con gran esmero, por una persona vidente» (Coon, 1959, pag 45). En 1845, el alemán Jacob Birrer publicó otro libro describiendo las técnicas que utilizó para adiestrar a perras.

Casi cien años después, y movido por la cantidad de soldados alemanes que quedaron ciegos tras la Primera Guerra Mundial, el Dr. Gerhard Stalling abrió el primer centro de domesticación del mundo dedicado al adiestramiento de perras para personas con ceguera. El proyecto empezó a funcionar en 1916, en Oldenburg. Después se abrieron más centros en otras ciudades de Alemania.

En 1927, Dorothy Harrison Eustis (1886-1946), que trabajaba en Suiza como adiestradora en la sección de perros de rescate de la Cruz Roja, se interesó junto a su marido George por el centro de adiestramiento de Alemania y fue allí para estudiar sus técnicas. Dorothy y George se dedicaban a la cría de perras. Su criadero «Fortunata Fields» estaba en Vevey, Suiza, y serviría más tarde para proveer de perras al centro de adiestramiento ‘L´Oeil Qui Voit’, que fue fundado en 1929 por Dorothy y Morris Frank (quien solicitó a Dorothy que le adiestrara una perra). A partir de 1934, la cría se comenzó a realizar desde el mismo centro de adiestramiento. En principio, estos centros utilizaban perros de raza pastor alemán, pero tras la Segunda Guerra Mundial esta raza de perro fue utilizada por el ejército, así que empezaron a usar otras.

A día de hoy en todo el mundo hay alrededor de 68 centros donde se entrenan a perros para ejercer como guías.

HISTORIA DEL PERRO GUÍA EN ESPAÑA

Las primeras perras guía reconocidas en el Estado español llegaron en 1963 y provenían de la escuela de Rochester, en Detroit. La Organización Nacional de Ciegos de España (ONCE) y la Asociación Club de Leones (fundadora de la escuela Leader Dogs) llegaron a un acuerdo para que las españolas pudieran obtener los perros en EEUU (116 desde 1991 a 1995). En la actualidad, entorno a 24 perros por año proceden de Rochester.

En 1972 se crea en España el primer centro de adiestramiento de perros guías, la Escuela de Perros-Guía para ciegos General Óptica, en Sant Joan (Mallorca). Este centro entregó alrededor de 150 perras y cerró sus puertas en 1987. Actualmente en el Estado español hay un único centro donde se adiestran a perros para convertirlas en guías. Lo fundó la ONCE en Mostóles en 1990, aunque en 1999 pasó a estar en Boadilla del Monte. La finca tiene 110.000 metros cuadrados y cuenta con una residencia canina, sala de partos, clínica, bloque de cachorros, perrera, entrenamiento, aislamiento y pista de ejercicios.

La FOPG adiestra alrededor de 100 perras anuales, aunque tienen como objetivo superarse y pasar a las 120. Las razas de perro que utiliza principalmente la Fundación ONCE del Perro Guía (FOPG) son labrador, golden retriever y pastor alemán. A lo largo de sus más de 20 años, ha llegado a dar 1.876 perras. El 77% de estos animales han sido adiestrados en el mismo centro de la FOPG y el resto en la escuela «Leader Dogs For The Blind», en Rochester. En 2013 se entregaron 143 perros guía, con lo que en el Estado español, a través de la FOPG, hay 1007 perros que son utilizados como guías. La FOPG también suele hacer eventos donde lleva a perros guías para mostrarlos en una exhibición.

CRIADEROS DE PERROS GUÍA

El uso de perros guía también fomenta la cría de animales para conseguir un buen «ejemplar» con unas determinadas características. Esto va de la mano con el comercio de estos perros. En España los perros guía provienen de un criadero propio de la FOPG. Según una entrevista hecha a la FOPG, «los reproductores» viven con familias de acogida y acuden al centro para la reproducción y los partos.

En la selección de la raza se tiene muy en consideración la salud de los progenitores, la ausencia de taras genéticas en el temperamento, la talla y el pelaje, así como la adaptabilidad, grado de dominancia, concentración, motivación y grado de agresividad. La selección se lleva a cabo fundamentalmente realizando pruebas de comportamiento, observando la conformación anatómica, y descartando la presencia de patologías congénitas y otras enfermedades.

La razas más utilizadas como perros guía en la actualidad son (puestos en orden de resultados efectivos para las personas): El cruce entre labrador y golden, el labrador retriever, el golden retriever y el pastor alemán. Estas razas también cuentan con buena capacidad de aprendizaje, así es más fácil su adiestramiento y sumisión. En menor número se utilizan o han utilizado border collie, flat coated, curly coated, leonberger, pastor belga, boxer, collie rough, caniche gigante, rodesian, perros mestizos, etc. En el España incluso se ha intentado con el Pastor Vasco, pero sin éxito. Se les exige tener el pedigrí acreditativo de pureza. Ya que quieren conseguir un animal con unas características físicas y psíquicas concretas lo que hacen es criarlos únicamente para ese fin.

Las hembras y machos que utilizan como reproductores tienen que tener entre 2 y 4 años de edad y un tamaño medio de entre 28 y 45 kilos.

En el caso de la hembra, el control se basa en el siguiente proceso: la detección de celo, la monta natural o inseminación artificial, el diagnóstico de gestación y el control de éste y del parto. Respecto a las pruebas de comportamiento, se busca que tengan alta capacidad de aprendizaje, sean disciplinadas, inteligentes y cariñosas. Se excluyen a las perras que presenten agresividad, miedo a ruidos, a personas extrañas y a aquellas que no sean del todo sociables.

En el caso del macho, el control se basa fundamentalmente en el análisis de la calidad de su esperma. En concreto, la FOPG está llevando a cabo un programa de congelación de semen con el fin de conservar los individuos mejorantes. Es esencial realizar una correcta selección de los sementales. Esta selección tiene lugar sobre el año de edad, y normalmente se hace una línea de cría: se suelen seleccionar descendientes de machos ya probados. Las pruebas de comportamiento, conformación anatómica y ausencia de patologías congénitas y otras enfermedades son las mismas que en el caso de la hembra de cría.

En cuanto a la conformación anatómica, se pretende mantener el estándar de cada una de las razas anteriormente mencionadas en altura, peso, capa y aparato genital. Además, se necesita superar una serie de pruebas clínicas de cadera, codo y hombro; alergias, enfermedad congénita cardíaca, enfermedad oftalmológica y cualquier otro problema que le impida realizar su función de animal de trabajo durante el mayor tiempo posible.

Toda esta búsqueda de perfección conlleva el rechazo a las perras que no salgan con las características que buscan, el futuro de estas perras es cuanto menos incierto.

ADIESTRAMIENTO DE LOS PERROS GUÍA

Los intereses de los perros que son utilizados como guías se ven constantemente frustrados: cuando salen a la calle no pueden relacionarse ni jugar con otros perros, ni correr, ni curiosear el ambiente que les rodea, ni interactuar con otros humanos más allá de la persona a la que sirve, etc. Estas perras son obligadas a trabajar casi todo el día, entendemos que el único momento que tienen de descanso es cuando la persona a la que sirven descansa.

Desde que nace hasta que tiene 7 semanas de edad: en el criadero

El adiestramiento de los perros comienza casi desde su nacimiento. Se les someterá a un test inicial para saber si vale para perro guía. Si el cachorro no supera el test desconocemos qué ocurre con él.

Desde los 7 meses al año de edad: con una familia

Una vez pasado un test inicial, a las 7 semanas de vida, si se considera que es apto para que le conviertan en perro guía, el cachorro es entregado a una familia de acogida para que se habitúe a las situaciones cotidianas en el hogar y alcance un objetivo de obediencia mínima. Esto se hace mediante un contrato que tiene que firmar la familia en el que se tienen que comprometer a educar al cachorro según instrucciones concretas y a devolverlo a la escuela cuando lo necesiten.

Con la familia aprenderá a ser limpia y sumisa, a ser sociable, a desarrollar su autocontrol, a no tirar del arnés ni ser destructiva, a viajar en los transportes públicos, entrar en establecimientos y aceptar la obediencia como algo natural, algo curioso es que les prohíben jugar con cualquier pelota, ya que si lo asumen como algo normal más tarde eso podría poner en peligro la vida de la persona invidente.

Durante los primeros cuatro meses de adiestramiento se le enseña a obedecer comandos y desobedecerlos para salvaguardar su vida y la de su amo. A los 8 meses se le hace un reconocimiento completo (escáner, radiografía, etc. para detectar alguna posible enfermedad física), así como también un estudio psicológico para descartar a las que no les resulten útiles. El instinto de caza, protección y guarda tiene que quedar totalmente anulado.

Desde el año de edad hasta los 18-22 meses de edad: adiestramiento

Al cumplir un año de edad, cuando la perra ya se ha habituado a estar con la familia se lo llevan de nuevo a la fundación, donde seguirá con su adiestramiento. Según palabras textuales de la FOPG, «los cachorros comparten con las familias adoptivas la única fase de su vida en la que pueden ser simplemente perros».

La fase de adiestramiento suele durar entre 6 y 10 meses. En esta etapa se sigue reforzando la obediencia básica que ya le inculcó la familia y se introduce el arnés especial que llevarán más tarde cuando estén con la persona con ceguera, cuando esto ya esta normalizado en la perra se le adiestra para cosas como cruzar la calle en línea recta, evitar obstáculos, marcar puertas, escaleras o bordillos. Según la FOPG, se refuerzan los buenos comportamientos de la perra con premios y castigan los malos, aunque dicen que nunca utilizan la violencia física.

En esta etapa se hace también una selección descartando aquellos perros que parezcan miedosos o «excesivamente decididos». Se realiza también una prueba de detonación, por una parte para conocer su sensibilidad auditiva y por otra para prescindir de aquellos que no se recuperen fácilmente del susto. No dejan claro a que tipo de detonación se les somete, pero en un vídeo de su página web podemos ver que se trata, al menos, de un disparo con un arma de fuego.

Al final de esta etapa, según los entrenadores, el 20% de los perros son descartados.

Desde los 18-22 meses de edad hasta que dejan de ser considerados útiles: con un ciego

Después del entrenamiento, empieza la etapa llamada «fase de acomplamiento», que es cuando entra en escena la persona invidente. En esta etapa, esa persona tiene que hacer un curso durante 3 semanas para aprender a manejar al perro. Más tarde se continúa el curso en casa de la persona, y se trabajan sus rutas y necesidades concretas, y a partir de ese punto ya convivirán juntos.

Como si se tratase de un bien material, la persona adquiere en usufructo a la perra, a través de un contrato de cesión con la FOPG, en el que se detallan derechos y obligaciones de ambas partes. La FOPG facilita a la persona invidente un manual donde dan indicaciones, consejos, derechos, obligaciones, etc., entre ellos hablan de las órdenes llamadas «control en movimiento» que sirve básicamente para conseguir que la perra haga lo que la persona quiere, es realmente llamativo como hay una orden llamada «haz» que sirve para marcar a la perra cuando debe de hacer sus necesidades.

Los perros guía dejan de ser considerados perros normales y son convertidos en instrumentos de movilidad personal (intransferible y monoplaza). El precio que le ponen a estos perros (cría, mantenimiento, entrenamiento, gastos veterinarios, etc.) es de alrededor de 35.000 € por perro, es decir, son considerados cosas. El perro-guía es convertido en una herramienta de trabajo, un instrumento con unos fines muy marcados. Así como la taladradora es para hacer agujeros, el «perro guía» es para guiar, como si fuera un robot. Como esta «trabajando» se prohíbe que otras personas le saluden, le den de comer e incluso que le toquen. De hecho, es frecuente ver cómo a estos perros les cuelgan un cartel en el que pone: «No me toquen, estoy trabajando».

Perros guías inservibles: una vida usada

Cuando llegue el momento en que el perro enferme o pierda capacidades, entre los 8 y 10 años, no será útil para el ciego, por lo cual será reemplazado por otro perro y le «jubilarán», le llevarán de nuevo a las instalaciones de la FOPG donde tendrá que esperar para ser adoptado o quedarse en el centro si no encuentra una nueva familia. Como durante muchos años estos perros han estado acostumbrados a no actuar como un perro si no como un instrumento, aún cuando encuentre una familia que le quiera cuidar después, los daños psicológicos que pueda sufrir son desconocidos, es decir, al estar reprimidos durante tantos años es probable que no actúen con normalidad.

ALTERNATIVAS A LOS PERROS GUÍA

En ningún momento quiero menospreciar las dificultades que tienen los humanos con problemas de visión en su día a día, pero debemos evitar que el bienestar de unos sea a costa del malestar de otros, independientemente de la especie a la que alguien pertenezca. Por eso debemos buscar alternativas al uso de «perros guía». Más aún cuando esta misma labor la podrían realizar otras personas con las que las personas con ceguera se podrían comunicar mejor para expresar sus carencias y necesidades. De hecho, las sordociegas llevan un acompañante humano proporcionado por la Fundación Once para la Atención de Personas con Sordoceguera (FOAPS), por lo que lo mismo podría hacerse con los ciegos. Aún así, también es conocido que hay muchísimas personas con ceguera que pueden desarrollar su vida con normalidad solo con la ayuda de un bastón.

Es curioso que en un país como España, en el que cientos de miles de españoles se ven obligados a emigrar para encontrar un trabajo bien pagado o para encontrar simplemente un trabajo, el Estado esté gastando 35.000 euros para que un perro tenga un trabajo que podría y debería realizar un humano.


Este artículo está basado en el artículo «Perros utilizados como guías», añadiéndole actualizaciones personales.



ARGUMENTO: "Los veganos respetan a los animales por egoísmo, el altruísmo no existe"

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RESUMEN:¿Qué es el altruismo? ¿qué es el egoísmo psicológico? ¿los veganos son veganos por su propio interés o porque es su deber? Éstas son algunas de las preguntas a las que aquí voy a responder.

Del supuesto hecho de que los humanos siempre se comportaran de manera egoísta no se puede inferir lógicamente la norma «debemos comportarnos de manera egoísta», razón por la cual responder a la cuestión de si actuamos siempre por egoísmo o si por el contrario existen las conductas altruistas tiene un interés meramente psicológico, no ético. El egoísmo psicológico dice que las personas siempre actúan por egoísmo, por lo tanto niega la existencia de altruismo. El egoísmo psicológico es una teoría no falsable, lo cual la rebate instantáneamente. Por si esto fuera poco, el egoísmo psicológico puede ser rebatido por el hecho de que no es incompatible ser feliz con ser altruista y por otras razones.

Palabras clave: altruismo, egoísmo psicológico


El egoísmo.La conducta egoísta es aquella que menosprecia los intereses de los demás en circunstancias en las que dichos intereses no deberían ser menospreciados. El egoísmo está ampliamente extendido en las sociedades antropocentristas, pues en ellas los humanos menosprecian el interés a la salud/vida de quienes no son humanos, incluso de humanos en aquellas sociedades antropocentristas que están influenciadas por el egocentrismo.

Algunas personas argumentan que «los humanos siempre actuan por egoísmo, POR LO TANTO deben ser egoístas». Este argumento usa la falacia lógica, la cual consiste en el error de inferir una conclusión normativa a partir de una descripción[1]. Por lo tanto del supuesto hecho de que los el comportamiento humano siempre tuviera una razón egoísta no se puede inferir lógicamente la conclusión normativa «debemos comportarnos de manera egoísta». Responder a la cuestión de si actuamos siempre por egoísmo o si por el contrario existen las conductas altruistas tiene un interés meramente psicológico, no ético.

Algunas personas afirman que «los humanos SIEMPRE actúan movidos por egoísmo», es decir, niegan la existencia de altruismo. Esta idea se llama «egoísmo psicológico». La teoría del egoísmo psicológico fue propuesta originalmente por Jeremy Bentham (1748-1832), pero se encuentran posibles antecedentes en la obras de Thomas Hobbes (1588-1679) y en François de La Rochefoucauld (1613-1680). El egoísmo psicológico es la teoría sobre una supuesta «naturaleza humana» según la cual la conducta siempre está impulsada por motivaciones autointeresadas, y niega la existencia de conductas verdaderamente altruistas. La teoría más importante de egoísmo psicológico es el hedonismo psicológico, que asegura que el deseo de experimentar placer o de evitar el dolor es el motivo que guía todas las acciones humanas voluntarias. Por ejemplo, según el egoísmo psicológico, quienes practican el veganismo lo hacen por egoísmo («salud», satisfacción personal, reconocimiento social, placer, poder, protección personal, etc.), no por el deber de beneficiar a otros respetándoles.


Sin embargo, la teoría del egoísmo psicológico queda rebatida por las siguientes objecciones:

(i) El egoísmo psicológico no es una teoría falsable.
(ii) Incluso si no existiera el altruismo, la teoría del egoísmo psicológico es falsa porque existen conductas no egoístas: conductas por interés propio y conductas por placer.
(iii) Hacer siempre lo que más queremos hacer no demuestra el egoísmo psicológico.
(iv) Ayudar a otros porque nos sienta bien, o porque nos produce placer, o porque calma nuestra conciencia no demuestra el egoísmo psicológico, sino el altruismo.
(v) Existen casos de altruísmo que dificilmente se pueden explicar mediante la teoría del egoísmo psicológico.

A continuación desarrollo dichas objecciones:


Por tanto, el argumento según el cual «los humanos SIEMPRE actúan movidos por egoísmo, POR LO TANTO deben ser egoístas» está mal en casi todas las formas en que un argumento puede estar mal: las premisas no son verdaderas, y aun si lo fueran, la conclusión no se seguiría de ellas.





ARGUMENTO: “Es racional decir que quienes me perjudican por egoísmo actúan racionalmente”

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RESUMEN:¿Cuál es la relación existente entre la Ética, la universalidad y la racionalidad? ¿Se puede fundamentar la Ética en la racionalidad?, es decir, ¿una acción éticamente correcta es racional y una acción éticamente incorrecta es irracional? ¿es racional que alguien nos perjudique por su propio interés? ¿El egoísmo es racional? Éstas son algunas de las preguntas a las que aquí voy a responder.

El principio del egoísmo puro es «todos deben ir a favor de mis intereses», por lo tanto no es una ley universal, sino particular, arbitraria. El principio del egoísmo puro puede ser universalizable diciendo que «Todos deben ir a favor de sus propios intereses», pero dicha afirmación es contradictoria con los propios intereses de cada sujeto. Lo racional es afirmar que, en la medida de lo posible, los intereses de todos los individuos deben ser tenidos en cuenta: «todos deben tener en cuenta todos los intereses».

Palabras clave: egoísmo racional

El egoísmo y la racionalidad.El egoísmo es «mirar por los propios intereses frustrando intereses más importantes de otros en circunstancias en las que dichos intereses no deberían ser frustrados». Es importante no confundir «mirar por los propios intereses», por ejemplo divertirse, o consumir una medicina, con «mirar por los propios intereses frustrando intereses más importantes de otros» (egoísmo), por ejemplo divertirse a costa de la salud/vida de otros seres sintientes, o no dar medicinas a quienes las necesitan. La cuestión es la siguiente: ¿el egoísmo es racional? Para responder a esta pregunta debemos tener en cuenta que la racionalidad es la capacidad de llegar a una conclusión lógicamente correcta a partir de unas premisas. Además, lo que describen dichas premisas debe ser cierto (real), para que éstas no nos lleven a una conclusión lógicamente válida, pero falsa. Por lo tanto, el egoísmo será racional si podemos llegar lógicamente a la conclusión de que «debemos ser egoístas» ó «debemos mirar por los propios intereses frustrando intereses más importantes de otros» a partir de unas determinadas premisas que sean ciertas. En otro artículo demostré que, en cualquier caso, frustrar los intereses de alguien es hacerle un mal y que por lo tanto frustrar un interés es hacer el mal en menor o en mayor medida[1]. Lo que es malo para alguien y el mal son parte de la realidad, sin embargo son hechos meramente descriptivos. En otro artículo demostré que la Ética crea normas razonando a partir del deber, y que el deber se origina en los intereses. Razonando llegamos a una norma esencial de la Ética llamada «Regla de Oro de la Ética», la cual es la siguiente: «a priori, los intereses no deben ser frustrados»[2]. El «a priori» de la Regla de Oro quiere decir que no debemos hacer el mal, debemos respetar a los demás, excepto si estimamos que no hacer un determinado mal producirá un mal mayor; esto es así porque existe una relación causa-efecto entre lo que se elige no hacer y lo que ocurre debido a dicha omisión[3]. Por lo tanto, un comportamiento egoísta siempre es éticamente incorrecto y sólo será racional en aquellos casos en los que se pueda estimar que ser egoísta tendrá unas consecuencias menos malas para el avance hacia un mundo ético que si no se es egoísta, lo cual parece un caso poco probable. Estas conclusiones que acabo de comentar son racionales, negarlas es irracional. A continuación voy a analizar lo que algunas personas dicen sobre la relación entre el egoísmo y la racionalidad.

Algunas personas afirman que la norma «todos deben ir a favor de MIS intereses» es racional. Esta teoría es llamada «egoísmo puro». Por ejemplo, según el egoísmo puro, «todos deben ir a favor de los interses de B». Pero, ¿por qué todos deben estar a favor de los intereses de B y no a favor de los intereses de A, de C o de D? No hay ninguna razón, por lo tanto el egoísmo puro es una norma arbitraria y por lo tanto irracional.
 
Algunas personas afirman que la norma «todos deben ir a favor de sus propios intereses» es racional. Esta teoría es llamada «egoísmo puro universalizable». Según el egoísmo puro universalizable, «A debe favorecer sus intereses sobre los intereses de los demás», «B debe favorecer sus intereses sobre los intereses de los demás», «C debe favorecer sus intereses sobre los intereses de los demás», «D debe favorecer sus intereses sobre los intereses de los demás», etc. Por ejemplo, Peter Singer afirma en «¿Por qué actuar moralmente?» que: «todo agente racional aceptaría que la actividad puramente egoísta de otros agentes racionales es racionalmente ustificable. El egoísmo puro podría ser adoptado racionalmente por todos». Por lo tanto, Peter Singer afirma que el egoísmo puro universalizable es racional y ético. Sin embargo, anteponer los intereses propios sobre los intereses de otros siempre es hacer el mal y éticamente incorrecto[1]. Además, como ya expliqué, el deber ético se origina en los intereses: «a priori, los intereses no deben ser frustrados»[2], por lo que a priori lo racional es no frustrar los intereses de los demás, es decir, a priori lo racional es respetar a los demás, excepto si se estima que respetarles tendrá peores consecuencias para el avance de una realidad en la que los intereses no sean frustrados[3].

Algunos egoístas dicen que el egoísmo tiene mejores consecuencias para todos, como si esa fuera la razón por la que son egoístas. El «egoísmo racional» o egoísmo es el estándar de comportamiento postulado por la teoría de la elección racional en ciencia política y por la economía neoclásica, es la base teórica en la que se fundamenta racionalmente el liberalismo y su sistema económico capitalista. El egoísmo no es vendible políticamente, pues ¿quién votaría a una persona que dice que su finalidad es mirar por sus propios intereses? Para evitar esto, los egoístas dicen que «el egoísmo beneficia a todos». Por ejemplo, Robert G. Olson, en su libro «The Morality of Self-Interest» (1965), dice: «Es más probable que el individuo contribuya al mejoramiento social cuando procura racionalmente sus mejores intereses de largo plazo». También podemos remontarnos a la obra «Un estudio sobre la naturaleza y causa de la riqueza de las naciones» (1776), escrita por el liberal Adam Smith (1723-1790), en la que defiende la «libertad» de los empresarios para perseguir su propio interés, es decir, sus beneficios económicos, por los métodos adecuados (según su criterio) de producción, contratación, ventas, etc., no obstaculizado por la limitación legal o ética autoimpuesta de proteger el bien de los demás. Según Adam Smith, el egoísmo es la manera más eficaz de fomentar el bien común(3) porque dice que existe una «mano invisible» (los efectos dominantes del propio sistema de libre empresa) que coordina estas actividades económicas individuales no coordinadas. Según Adam Smith: «Cada individuo en particular pone todo su cuidado en buscar el medio más oportuno de emplear con mayor ventaja el capital de que puede disponer. Lo que desde luego se propone es su propio interés, no el de la sociedad en común; pero estos mismo esfuerzos hacia su propia ventaja le inclinan a preferir, sin premeditación suya, el empleo más útil a la sociedad como tal». Un político egoísta debería decir «votadme porque como miro por mis intereses eso mejorará vuestro bienestar y eso me beneficiaría», pero no dirá eso. La idea de poner como objetivo el bien de la sociedad contradice la idea esencial del egoísmo, pues la finalidad del egoísmo no es respetar los intereses de los demás, sino satisfacer ilimitadamente los intereses propios aunque ello frustre los intereses más importantes ajenos. Podemos deducir claramente que afirmar que «el egoísmo beneficia a la sociedad» se trata de un medio mediante el que el «egoísta racional» pretende conseguir sus objetivos. Según Ayn Rand (1905-1982), como el sistema económico de libre mercado (capitalismo) se basa en el egoísmo (obtener el máximo beneficio para uno mismo al menor costo posible), es éticamente superior al sistema de economía planificada del socialismo.(4)








Algunas personas dicen que el egoísmo es racional. Por ejemplo, en el capítulo «¿Por qué actuar moralmente?» (léase «Razón y ética») del libro Ética práctica, Peter Singer admite las dos siguientes premisas sobre qué es la Ética y qué es la racionalidad:

1. Es esencial para la ética algún requisito de universalizabilidad o imparcialidad.

2. La razón es universal u objetivamente válida. Si, por ejemplo, de las premisas «Todos los humanos son mortales» y «Sócrates es humano», se desprende que Sócrates es mortal, esta deducción debe regir de forma universal. No puede ser válida para unos e inválida para otros. Esta es una cuestión general sobre la razón, bien sea teórica o práctica.

Pero Singer dice que de estas dos premisas no se concluye que:

3. Sólo un juicio que satisfaga el requisito descrito en (1) como condición necesaria de un juicio ético será un juicio objetivamente racional de acuerdo con (2). Pues no podemos esperar que ningún otro agente racional acepte como válido para él un juicio que no aceptaríamos si estuviéramos en su lugar; y si dos agentes racionales no pudieran aceptar los juicios, cada uno del otro, no podrían ser juicios racionales por la razón expuesta en (2).

Decir que aceptaríamos los juicios que hacemos, incluso si estuviéramos en la posición de otra persona y esa otra persona en la nuestra, es, sin embargo, simplemente afirmar que nuestro juicio es tal que podemos plantearlo desde un punto de vista universal. Tanto la ética como la razón nos exigen que nos alcemos por encima de nuestro punto de vista particular y que adoptemos una perspectiva desde la cual nuestra propia identidad personal —el papel que nos haya tocado desempeñar— no sea importante. De ahí que la razón nos exija actuar sobre juicios universalizables y, en esa medida, actuar de forma ética.

También David Hume (1711-1776) indicó que la razón en la acción se aplica sólo a los medios, y no a los fines. Los fines deben estar dados por nuestros intereses, por ello David Hume llegó a afirmar que «No es contrario a la razón el preferir la destrucción del mundo entero a tener un rasguño en mi dedo. No es contrario a la razón que yo prefiera mi ruina total con tal de evitar el menor sufrimiento a un indio o cualquier persona totalmente desconocida». Para cualquier interés sería racional, pues es lo que uno desea, dice. Esta idea está relacionada con la siguiente.

El egoísmo puro puede ser universalizable, pero es irracional. Decimos que algo es universal cuando se aplica a todos los casos. Encontrar reglas válidas para todos los casos (leyes) es el objetivo de la ciencia. Por ejemplo, la Ley de la Gravitación Universal dice: "La fuerza ejercida entre dos cuerpos de masas m1 y m2 separados una distancia r es proporcional al producto de sus masas e inversamente proporcional al cuadrado de la distancia", esto quiere decir que dicha ley es aplicable a todas las masas, todas las masas se atraen unas a otras, si esto no fuera así entonces no sería una ley porque no sería universalizable. Una prescripción universal es aquella que se aplica a todos elementos involucrados. Por ejemplo, "todos deben ser respetados" es una prescripción universal.

El debate sobre qué seres pertenecen al conjunto "persona" es anterior a éste, pero aquí defendemos que el conjunto "persona" está compuesto por todos los seres sintientes[2]. Si las prescripciones no son universalizables para todas las personas entonces aparece la discriminación, por ejemplo, "sólo yo debo ser respetado". Esta prescripción no es universal, pues discrimina a las personas que no son "yo", a no ser que quien la defienda esté considerando que sólo él es una persona y el resto son cosas. Como aquí asumimos que el conjunto "todos" no está compuesto sólo por un único individuo sino por muchos más, y como no existe ninguna razón para discriminar a quienes no son dicho individuo entonces decimos que la norma "solo yo debo ser respetado" es una discriminación arbitraria, en este caso una discriminación egoísta, que parte de creer que "todos" es el conjunto C compuesto sólo por uno mismo (egocentrismo). Por lo tanto, dado un conjunto C de elementos éticamente considerados (seres vivos, individuos sintientes, humanos, raza blanca, uno mismo, etc.), toda prescripción que se realice sobre dicho conjunto debe ser aplicada a todos los elementos implicados, es decir, debe ser universalizable: "todos los individuos del conjunto C deben ser respetados".

A la aplicación de una regla universal se la pueden agregar otras reglas que crean una mayor complejidad, describiendo o prescribiendo con mayor nivel de detalle. Por ejemplo, la ley científica "todas las masas se atraen unas a otras" es de aplicación universal, pero parece que los imanes que se repelen no la cumplen, esto no es debido a que la Ley de la Gravitación Universal sea falsa, sino a que sobre la masa también pueden operar leyes del magnetismo. En Ética ocurre algo similar, aplicamos sobre todos los individuos involucrados una ley, y luego podemos aplicar otras leyes más específicas, siempre que también sean de aplicación universal. Por ejemplo, podemos decir que "todos los seres sintientes deben ser respetados", pero también podemos añadir una excepción de aplicabilidad universal: "pero todo aquel ser sintiente que no respete a otros será castigado en función de su responsabilidad".

Diferencia entre egoísmo puro y egoísmo universalizable. Si un individuo B expresa la prescripción "Todos deben ir a favor de mis intereses" eso es egoísmo puro, pero no es universalizable porque sólo se aplica a un individuo, a Juan. Podemos convertir esta prescripción de egoísmo puro en egoísmo puro universalizable diciendo: "Todos deben ir a favor de sus propios intereses".

Las discriminaciones arbitrarias son incoherencias en la aplicación de reglas, ya sean éstas científicas o éticas. Para evitar las discriminaciones arbitrarias, las reglas deben ser universalizables, es decir, aplicables a todos los elementos que son objeto de ellas. A continuación hablaremos sobre qué es lo racional.


El egoísmo universalizable es irracional. Lo racional es aquello que es aceptado por todos (objetivo), ya sean descripciones ("La Tierra gira alrededor del Sol") o prescripciones ("No se debe..."), es decir, lo racional es aquello que si es negado contradice la realidad. Por eso es tan importante pensar y actuar de manera racional, lo que no quita que podamos divertirnos con cosas irracionales inofensivas. El principio del egoísmo universalizable es: "Todos deben ir a favor de sus propios intereses", pero ¿éste es un principio racional? Este principio sólo será racional si es aceptado por todos, es decir, si es objetivo.

Cuando alguien dice "debo ir a favor de mis propios intereses" eso quiere decir que los intereses de los demás no deben ser tenidos en cuenta si eso es beneficioso para satisfacer los intereses propios.

Un individuo A puede considerar que satisfacer sus propios intereses a costa de ignorar los intereses de un individuo B es racional. Igualmente, dicho individuo B puede considerar que satisfacer sus propios intereses aun a costa de ignorar los intereses del individuo A es racional. Esto genera un conflicto entre el individuo A y el individuo B, pero lo racional no es lo que cada individuo crea o acepte por sí mismo (lo subjetivo) sino lo que todos deben creer o aceptar (lo objetivo) mediante comprobación material o lógica. El individuo A no puede aceptar racionalmente el principio del egoísmo puro universalizable porque aceptarlo supone aceptar que B ignore sus intereses para perjudicarlo cuando esto sea posible, lo cual es contradictorio con su propio interés, y es algo que tampoco puede aceptar el individuo B ni ningún otro individuo con intereses. El principio del egoísmo puro universalizable no debe ser aceptado porque es contradictorio, independientemente de que su aplicación beneficie o no beneficie a los propios intereses.

Lo racional es que el individuo A, además de sus propios intereses, también tenga en cuenta los intereses del individuo B y que el individuo B, además de sus propios intereses, también tenga en cuenta los intereses del individuo A. Por lo tanto, lo racional es afirmar que, en la medida de lo posible, los intereses de todos los individuos deben ser tenidos en cuenta: "todos deben tener en cuenta los intereses de todos los demás", según el principio de igual consideración de intereses[3]. Por lo tanto, el egoísmo puro puede convertirse en universalizable, pero es irracional.

La Teoría del Equilibrio de Nash demuestra matemáticamente que lo mejor para la sociedad no es el egoísmo, sino la cooperacion coordinada. La teoría del egoísmo racional afirma, usando categorías universales, que “siempre es racional que cada individuo actúe buscando su propio interés, pues eso le proporcionará mayor bien que si no lo hace”. El equilibrio de Nash, en la teoría de juegos, es un “concepto de solución” para juegos con dos o más jugadores que demuestra que para maximizar las ganancias de todos no hay que competir, sino cooperar de manera coordinada. Un ejemplo de aplicación del equilibrio de Nash es el dilema del prisionero:



Además, aunque el mayor bien para uno mismo se obtuviera actuando de manera egoísta, ya sea individualmente o mediante colusión, en lugar de actuando cooperativamente(2), eso seguiría siendo irracional, pues se antepondría el sentimiento de amor a uno mismo sobre los intereses legítimos de otros individuos. Además, se buscaría maximizar el bien de manera parcial en uno mismo, en lugar de maximizarlo de manera absoluta en todos.

El egoísmo es arbitrario, pues viola el Principio de Igual Consideración de Intereses. Al decir que lo racional es mirar siempre por los propios intereses se está diciendo que es racional negar los intereses básicos de los demás. La razón que da el egoísmo racional para negar los intereses básicos de los demás es que “los demás no son yo”, lo cual es una discriminación arbitraria llamada egoísmo. Los intereses de otras personas deben importarnos por la misma razón por la que nos importan nuestros propios intereses; porque sus necesidades y deseos son comparables a los nuestros. Darse cuenta de esto, de que estamos en igualdad de condiciones unos con otros, es lo que constituye la razón más profunda de por qué la Ética debe incluir algún reconocimiento de las necesidades de otros, y de por qué, entonces, el egoísmo ético fracasa como teoría moral. Lo racional es defender que, a priori, los intereses no deben ser frustrados[4], independientemente de que sean intereses propios o ajenos.





ARTÍCULO: El veganismo no es una dieta

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En este artículo voy a hablar sobre si existe una relación entre el veganismo y la búsqueda de la propia salud.

El veganismo es poner en práctica la idea ética de respeto a los demás seres sintientes[1] y dicha idea ética se llama sensocentrismo[2]. Por tanto un vegano que no defienda el sensocentrismo no será vegano. Y por coherencia, quien defiende el sensocentrismo practicará el veganismo.

Una vez que se ha comprendido qué es el veganismo, se llega a la conclusión de que el «vegano por motivos de salud» no existe porque el veganismo se practica para respetar a los demás seres sintientes, no se practica por beneficio propio. La única excepción a lo anterior podría darse en una sociedad vegana en la que estuviera prohibido no respetar a los demás seres sintientes y, por lo tanto, existiera una minoría que practicara el veganismo por obligación legal.

Veganos a los que no les importa su salud

Debido a que el veganismo no se practica por salud, sino por respeto a los demás seres sintientes, es totalmente compatible ser vegano con comer comida poco sana (bollos, grasas, etc), con fumar, con beber alcohol, con no hacer deporte, etc. Sin embargo, el lógico que quien practica el deber de defender a los seres sintientes deba cuidar su propia salud (física y psicológica) para poder defenderles y también para dar una mejor imagen.

La alimentación vegana

Las personas que practican el veganismo intentan respetar a los seres sintientes en todos los ámbitos. Debido a ello, en el ámbito de la alimentación, los veganos siguen una alimentación que respete a los demás seres sintientes, por eso siguen una alimentación sin productos de origen animal. La alimentación sin productos de origen animal se llama «alimentación vegetariana estricta» o «alimentación vegetariana pura» pero, a partir de la invención de la palabra «vegano» en 1944, también se la llama «alimentación vegana», pues es la alimentación de los veganos.

Si bien es correcto que a la alimentación vegetariana estricta que siguen los veganos se la llame «alimentación vegana», no es correcto proceder de igual manera en el sentido contrario: no es correcto llamar «vegano» a quien sigue una «alimentación vegana» por salud, por ecologismo o por religión, pues estas personas no son veganos, sino vegetarianos estrictos.

El crudiveganismo

El crudivorismo es la práctica alimentaria consistente en comer cosas crudas, es decir, sin cocinar. Quien practica el crudivorismo es crudívoro. La comida cruda puede incluir productos de origen animal. Una alimentación vegetariana estricta cruda se llamará «alimentación crudivegetariana escricta» o, para abreviar, «alimentación crudivegetariana».

El crudiveganismo sería la suma de dos prácticas: el veganismo y el crudivorismo. Esta unión en la denominación de dos prácticas cualitativamente diferentes resulta conflictiva.

Los términos «crudiveganismo» y «crudivegano» añaden el prefijo alimentario «crudo» a las palabras éticas «vegano» y «veganismo». Esto puede llevar al error de pensar que las parabras «veganismo» y «vegano» sólo se refieren a la alimentación vegana, la cual busca el respeto a los seres sintientes. Sin embargo, las palabras «vegano» y «veganismo» no se refieren sólo a la alimentación, sino a todo tipo de actividades. Por esta razón no tiene sentido «ser crudo en el rechazo a la tauromaquia», «ser crudo en el rechazo a las pieles», etc. Por lo tanto, añadir el prefijo «crudo» a las palabras «veganismo» y «vegano» nos lleva a la errónea idea de pensar que el veganismo es un tipo de alimentación cruda.

«(..) me gustaría que separáramos las dietas crudas del veganismo. El veganismo es una decisión basada en una ética de justicia por los animales. El crudivorismo es una dieta basada en creencias (no corroboradas) acerca de salud. Cuando la gente dice que el crudivorismo es el “paso a seguir” después del veganismo, básicamente están hablando acerca de algo que no tiene nada que ver con ayudar a la gente a adoptar un estilo de vida que considere los derechos animales. También promueve una manera de comer que no es apropiada para los niños o la gente mayor. El veganismo debe ser promovido de una manera que sea apropiado para todos.» —Ginny Messina, nutricionista

En lugar de llamar «crudiveganos» a estos veganos, deberíamos llamarles «veganos crudos», «veganos crudívoros» o «crudívoros veganos», así como existen veganos bailarines y veganos de muchos tipos. Y en el caso de que no sean veganos, sino que sólo siguen una alimentación vegetariana estricta cruda entonces no les deberemos llamar «crudiveganos», sino crudivegetarianos.

Con esto creo que es suficiente. Si se me ha pasado algo, actualizaré el artículo.



ARGUMENTO: “Es racional decir que quienes me perjudican por egoísmo actúan racionalmente”

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RESUMEN:¿Cuál es la relación existente entre la Ética, la universalidad y la racionalidad? ¿Se puede fundamentar la Ética en la racionalidad?, es decir, ¿una acción éticamente correcta es racional y una acción éticamente incorrecta es irracional? ¿es racional que alguien nos perjudique por su propio interés? ¿El egoísmo es racional? Éstas son algunas de las preguntas a las que aquí voy a responder.

El principio del egoísmo puro es «todos deben ir a favor de mis intereses», por lo tanto no es una ley universal, sino particular, arbitraria. El principio del egoísmo puro puede ser universalizable diciendo que «Todos deben ir a favor de SUS propios intereses», pero dicha afirmación es contradictoria con los propios intereses de cada sujeto. Lo racional es afirmar que, en la medida de lo posible, los intereses de todos los individuos deben ser tenidos en cuenta: «todos deben tener en cuenta todos los intereses».

Palabras clave: egoísmo racional

El egoísmo y la racionalidad.La conducta egoísta es aquella que, con el objetivo de satisfacer los propios intereses, menosprecia los intereses de los demás en circunstancias en las que dichos intereses no deberían ser menospreciados. Es importante no confundir «mirar por los propios intereses», por ejemplo divertirse, o consumir una medicina, con «mirar por los propios intereses frustrando intereses más importantes de otros» (egoísmo), por ejemplo divertirse a costa de la salud/vida de otros seres sintientes, o no dar medicinas a quienes las necesitan. Por ejemplo, David Hume (1711-1776) afirmó que la razón en la acción se aplica sólo a los medios, y no a los fines. Según Hume, los fines deben estar dados por nuestros intereses, por ello éste llegó a afirmar que: «No es contrario a la razón el preferir la destrucción del mundo entero a tener un rasguño en mi dedo. No es contrario a la razón que yo prefiera mi ruina total con tal de evitar el menor sufrimiento a un indio o cualquier persona totalmente desconocida». Según Hume, cualquier interés es racional, pues es lo que uno desea. Sin embargo, la racionalidad es la capacidad de llegar a una conclusión lógicamente correcta a partir de unas premisas. Además, lo que describen dichas premisas debe ser cierto (real), para que éstas no nos lleven a una conclusión lógicamente válida, pero falsa. Por lo tanto, el egoísmo será racional si podemos llegar lógicamente a la conclusión de que «debemos ser egoístas» ó «debemos mirar por los propios intereses frustrando intereses más importantes de otros» a partir de unas determinadas premisas que sean ciertas. En otro artículo demostré que, en cualquier caso, frustrar los intereses de alguien es hacerle un mal y que por lo tanto frustrar un interés es hacer el mal en menor o en mayor medida[1]. Lo que es malo para alguien y el mal son parte de la realidad, sin embargo son hechos meramente descriptivos. Por ello en otro artículo demostré que la Ética crea normas razonando a partir del deber, y que el deber se origina en los intereses. Razonando llegamos a una norma esencial de la Ética llamada «Regla de Oro de la Ética», la cual es la siguiente: «a priori, los intereses no deben ser frustrados»[2]. El «a priori» de la Regla de Oro quiere decir que no debemos hacer el mal, debemos respetar a los demás, excepto si estimamos que no hacer un determinado mal producirá un mal mayor; esto es así porque existe una relación causa-efecto entre lo que se elige no hacer y lo que ocurre debido a dicha omisión[3]. Todo ello debe hacerse considerando todos los intereses por igual, según el Principio de Igual Consideración de Intereses[4]: los intereses de otras personas deben importarnos por la misma razón por la que nos importan nuestros propios intereses; porque sus necesidades y deseos son comparables a los nuestros. Darse cuenta de esto, de que estamos en igualdad de condiciones unos con otros, es lo que constituye la razón más profunda de por qué la Ética debe incluir algún reconocimiento de las necesidades de otros, y de por qué, entonces, el egoísmo ético fracasa como teoría ética. Por lo tanto, un comportamiento egoísta siempre es éticamente incorrecto y sólo será racional en aquellos casos en los que se pueda estimar que ser egoísta tendrá unas consecuencias menos malas para el avance hacia un mundo ético que si no se es egoísta, lo cual parece un caso poco probable. Estas conclusiones que acabo de comentar son racionales, negarlas es irracional. A continuación voy a analizar lo que algunas personas dicen sobre la relación entre el egoísmo y la racionalidad.

Algunas personas afirman que la norma «todos deben ir a favor de MIS intereses» es racional. Esta teoría es llamada «egoísmo puro». Por ejemplo, según el egoísmo puro, «todos deben ir a favor de los intereses de B». Pero, ¿por qué todos deben estar a favor de los intereses de B y no a favor de los intereses de A, de C o de D? No hay ninguna razón, por lo tanto el egoísmo puro es una norma arbitraria y por lo tanto irracional.
 
Algunas personas afirman que la norma «cada uno debe ir a favor de SUS propios intereses» es siempre racional. Esta teoría es llamada «egoísmo puro universalizable». Según el egoísmo puro universalizable, «A debe favorecer sus intereses sobre los intereses de los demás», «B debe favorecer sus intereses sobre los intereses de los demás», «C debe favorecer sus intereses sobre los intereses de los demás», «D debe favorecer sus intereses sobre los intereses de los demás», etc. Por ejemplo, Peter Singer afirma en el capítulo «¿Por qué actuar moralmente?» de su libro «Ética Práctica» que: «todo agente racional aceptaría que la actividad puramente egoísta de otros agentes racionales es racionalmente justificable. El egoísmo puro podría ser adoptado racionalmente por todos». Por lo tanto, Peter Singer afirma que el egoísmo puro universalizable es racional y ético. Sin embargo, anteponer los intereses propios sobre los intereses de otros siempre es hacer el mal y éticamente incorrecto[1]. Además, como ya expliqué, el deber ético se origina en los intereses: «a priori, los intereses no deben ser frustrados»[2], por lo que a priori lo racional es no frustrar los intereses de los demás, es decir, a priori lo racional es respetar a los demás, excepto si se estima que respetarles tendrá peores consecuencias para el avance de una realidad en la que los intereses no sean frustrados[3].

Algunos egoístas dicen que «el egoísmo universalizable tiene mejores consecuencias para todos», como si fuera la razón por la que son egoístas. El «egoísmo racional» o egoísmo es el estándar de comportamiento postulado por la teoría de la elección racional en ciencia política y por la economía neoclásica, es la base teórica en la que se fundamenta racionalmente el liberalismo y su sistema económico capitalista. El egoísmo no es vendible políticamente, pues ¿quién votaría a una persona que dice que su finalidad es mirar por sus propios intereses? Para evitar esto, los egoístas dicen que «el egoísmo beneficia a todos». Por ejemplo, Robert G. Olson, en su libro «The Morality of Self-Interest» (1965), dice: «Es más probable que el individuo contribuya al mejoramiento social cuando procura racionalmente sus mejores intereses de largo plazo». También podemos remontarnos a la obra «Un estudio sobre la naturaleza y causa de la riqueza de las naciones» (1776), escrita por el liberal Adam Smith (1723-1790), en la que defiende la «libertad» de los empresarios para perseguir su propio interés, es decir, sus beneficios económicos, por los métodos adecuados (según su criterio) de producción, contratación, ventas, etc., no obstaculizado por la limitación legal o ética autoimpuesta de proteger el bien de los demás. Según Adam Smith, el egoísmo es la manera más eficaz de fomentar el bien común(3) porque dice que existe una «mano invisible» (los efectos dominantes del propio sistema de libre empresa) que coordina estas actividades económicas individuales no coordinadas. Según Adam Smith: «Cada individuo en particular pone todo su cuidado en buscar el medio más oportuno de emplear con mayor ventaja el capital de que puede disponer. Lo que desde luego se propone es su propio interés, no el de la sociedad en común; pero estos mismo esfuerzos hacia su propia ventaja le inclinan a preferir, sin premeditación suya, el empleo más útil a la sociedad como tal». Un político egoísta debería decir «votadme porque como miro por mis intereses eso mejorará vuestro bienestar y eso me beneficiaría», pero no dirá eso. La idea de poner como objetivo el bien de la sociedad contradice la idea esencial del egoísmo, pues la finalidad del egoísmo no es respetar los intereses de los demás, sino satisfacer ilimitadamente los intereses propios aunque ello frustre los intereses más importantes ajenos. Podemos deducir claramente que afirmar que «el egoísmo beneficia a la sociedad» se trata de un medio mediante el que el «egoísta racional» pretende conseguir sus objetivos. Según Ayn Rand (1905-1982), como el sistema económico de libre mercado (capitalismo) se basa en el egoísmo (obtener el máximo beneficio para uno mismo al menor costo posible), es éticamente superior al sistema de economía planificada del socialismo.(4) Además, a continuación demuestro que el egoísmo universalizable no lleva a una sociedad mejor.

La Teoría del Equilibrio de Nash demuestra matemáticamente que lo mejor para la sociedad no es el egoísmo universalizable, sino la cooperacion coordinada. Como expliqué antes, el «egoísmo racional» afirma erróneamente que el egoísmo universal es racional y ADEMAS afirma que el egoísmo universal crea un mundo mejor para todos. Sin embargo, el la teoría del equilibrio de Nash demuestra que el egoísmo universal no crea un mundo mejor. El equilibrio de Nash, en la teoría de juegos, es un “concepto de solución” para juegos con dos o más jugadores que demuestra que para maximizar las ganancias de todos no hay que competir, sino cooperar de manera coordinada. Un ejemplo de aplicación del equilibrio de Nash es el dilema del prisionero:


Además, aunque el mayor bien para uno mismo se obtuviera actuando de manera egoísta, ya sea individualmente o mediante colusión, en lugar de actuando cooperativamente(2), eso seguiría siendo irracional, pues se antepondría el sentimiento de amor a uno mismo sobre los intereses legítimos de otros individuos. Además, se buscaría maximizar el bien de manera parcial en uno mismo, en lugar de maximizarlo de manera absoluta en todos.





ARGUMENTO: “El bien y el mal existen, pero de ello no se deduce que debamos hacer el bien y evitar el mal”

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RESUMEN:¿Se debe evitar hacer el mal? ¿se debe hacer el bien? es decir, ¿existe alguna razón lógica que fundamente el deber de respetar a los demás o tanta razón tiene el que hace el mal como el que hace el bien? Éstas son algunas de las preguntas a las que aquí vamos a responder.

Una cosa es una descripción (hechos) y otra cosa es una prescripción o norma (deber). Inferir una conclusión normativa (un 'DEBE') a partir de premisas descriptivas (un 'ES') es ilógico, es una falacia llamada «falacia lógica». La única manera de llegar lógicamente a una conclusión normativa es si hay una norma entre las premisas, pero entonces es necesario una premisa que contenga una norma autoevidente para no caer en una regresión infinita frente a la pregunta «¿por qué?». Si alguien tiene un interes entonces lógicamente no quiere que dicho interés sea frustrado, sino que quiere que sea satisfecho. Por lo tanto si alguien tiene un interés entonces lógicamente es contradictorio que diga «mi interés debe frustrarse», lo coherente es que diga «mi interés no debe frustrarse». El deber se origina en cada interés de cada sujeto y en base a que dicho deber es universalizable entonces inferimos la norma: «los intereses no deben ser frustrados». Como la Ética es inevitablemente consecuencialista eso añade un «a priori» al principio de dicha norma, quedando la «Regla de Oro de la Ética» como sigue: «A priori, los intereses no deben ser frustrados».

Palabras clave: falacia lógica, fundamentación racional de la Ética, lógica deóntica, problema del ser y el deber ser

En un artículo anterior demostré que existen lo bueno universal (el bien) y lo malo universal (el mal)[1]: a cualquiera que le satisfagan un interés lo considera bueno, y a cualquiera que le frustren un interés lo considera malo, independientemente de las buenas o malas consecuencias posteriores a dicha satisfacción y a dicha frustración. Por lo tanto existe una base objetiva en la que fundamentar las normas (tambien llamadas «prescripciones» o «deberes») que impone racionalmente la Ética, pero:

Algunas personas dicen que del HECHO de que existan el bien y el mal no se puede inferir lógicamente la conclusión de que DEBAMOS hacer el bien y evitar el mal. De esta manera denuncian la ilegitimidad del paso del ES al DEBE, también llamada falacia lógica o Ley de Hume, pues fue denunciada originalmente por David Hume (1711-1776) en su libro «Tratado de la naturaleza humana» (1739) de la siguiente manera: «En cada uno de los sistemas de moralidad con que hasta la fecha me he tropezado he observado que invariablemente el autor procede, durante un cierto tiempo, razonando a la usanza ordinaria (estableciendo, por ejemplo, la existencia de Dios, o haciendo observaciones relativas a los asuntos humanos) pero, de pronto, me encuentro sorprendido al comprobar que, en lugar de la cópula ES que, usualmente interviene en las proposiciones, ha dejado paso al verbo DEBE. El cambio es casi imperceptible, pero reviste, sin embargo, la máxima importancia. Porque, dado que dicho DEBE expresa una relación de nuevo cuño, es menester tomar nota del mismo y explicarlo». Es decir, de una descripción no se puede inferir lógicamente una norma, dice correctamente Hume. Por ejemplo, el siguiente argumento (premisas y conclusión) usa la falacia lógica:

(P1) Existen humanos que tienen un útero. (descripción)
(P2) El útero es un órgano del aparato reproductor. (descripción)
(C) Los humanos que tienen útero deben tener hijos. (norma que usa la falacia lógica)


A continuación voy a explicar en 5 pasos cómo se fundamenta la Ética sin caer en la falacia lógica:

PASO 1) Podemos llegar a una conclusión normativa si hay una norma entre las premisas. David Hume denunció correctamente que es falaz inferir lógicamente una conclusión normativa a partir de premisas no normativas. Para poder inferir lógicamente una conclusión normativa es necesario que al menos una de las premisas sea normativa: para que un «debe» aparezca en la conclusión de un razonamiento lógico es necesario que al menos exista un «debe» entre las premisas. Por ejemplo, el siguiente argumento normativo no usa la falacia lógica porque hay una norma entre las premisas (P4); por lo tanto es un argumento lógicamente válido o coherente, pero el error que presenta es que las premisas P1 y P2 son falsas y por lo tanto la conclusión C también es falsa. Además, la premisa P4 es obediencia a «alguien», lo cual no es racionalidad, sino arbitrariedad[4]. Por ejemplo, Lane Craig defiende la arbitrariedad del mandato divino para no usar la falacia lógica.

(P1) Podemos deducir racionalmente la existencia de un dios. (Irracionalidad)
(P2) Dios creó a algunos humanos con un útero. (Creacionismo)
(P3) La finalidad del útero es la reproducción. (Teleología)
(P4) Los humanos deben obedecer a la voluntad de Dios. (Mandato divino) (norma)
(C) Los humanos que tienen útero deben tener hijos. (norma)

PASO 2) Es necesario que el deber en las premisas sea autoevidente para no caer en la arbitrariedad ni en una regresión infinita frente a la pregunta «¿por qué?». Como expliqué antes, es necesario que una premisa sea normativa para poder inferir lógicamente una conclusión normativa, pero si preguntamos ¿por qué debemos hacer lo que dice esa premisa? eso nos llevará a una norma anterior y así consecutivamente ad infinitum. Para poder parar dicha regresión infinita necesitamos una norma autoevidente, es decir, indudable de manera absoluta. En un artículo anterior expliqué que es un hecho autoevidente que toda persona siempre quiere que no se frustren sus intereses, es decir, todos quieren que se satisfagan sus intereses, es decir, los intereses no pueden ser autofrustrados[1], pues sería contradictorio. Si alguien tiene un interes entonces lógicamente no quiere que dicho interés sea frustrado, sino que quiere que sea satisfecho. Pues si quisiera que dicho interés fuera frustrado entonces no tendría ese interés. A continuación voy a demostrar que este hecho autoevidente es en sí mismo un deber autoevidente:

PASO 3) El deber se origina en cada interés de cada sujeto. En un artículo anterior expliqué que los intereses no pueden ser autofrustrados[1]. Ahora voy a explicar cómo el «debe» está implícito en cada interés. Si alguien tiene un interes entonces lógicamente no quiere que dicho interés sea frustrado, sino que quiere que sea satisfecho. Por lo tanto si alguien tiene un interés entonces lógicamente es contradictorio que quiera y diga: «mi interés debe frustrarse», lo coherente es que quiera y diga: «mi interés no debe frustrarse». Debido a ello, en la medida de sus posibilidades intentará impedir que su interés X sea frustrado, a no ser que previamente se frustre su interés en no ser coaccionado y entonces ceda, o que no le merezca la pena tenerlo, dejando de tener el interés X. Todo esto nos muestra que la existencia de un interés implica la existencia de una norma a nivel subjetivo. Hay que tener en cuenta que aún me encuentro analizando al individuo desde un punto de vista egocentrista[5], totalmente subjetivo, es decir, desde un punto de vista «ético» limitado a uno mismo, no importa que existan otras personas porque no se usa la racionalidad: importarán intereses ajenos sólo si le importan al egocentrista. A partir de la norma «mi interés no se debe frustrar» y a que lógicamente defiende dicha norma para todos sus intereses, inferimos la siguiente conclusión irrebatible: «mis intereses no deben ser frustrados».

(P1) Si «quiero que ocurra algo» entonces eso significa que «tengo ese interés».
(P2) No puedo autofrustrar mis intereses, pues eso viola el Principio Lógico de No Contradición.
(P3) Si tengo un interés entonces lógicamente considero que dicho interés no debe ser frustrado.
(C) Mis intereses no deben ser frustrados. (Regla de Oro Egocentrista o Psicópata)

PASO 4) La racionalidad universaliza la «Regla de Oro egocentrista», llevándonos a la «Regla de Oro», que es la norma esencial de la Ética. El deontologismo usa la lógica deóntica para llegar a conclusiones normativas. En base a la norma individual autoevidente «MIS intereses no deben ser frustrados» y a que dicha norma autoevidente es defendida por todas las personas, se llega lógicamente a la conclusión de que «LOS intereses no deben ser frustrados». A continuación formalizamos el argumento:

(P1) Mis intereses no deben ser frustrados. (Regla de Oro Psicópata)
(P2) Lógicamente todos afirman: «mis intereses no deben ser frustrados».
(C) Los intereses no deben ser frustrados.  (Regla de Oro de la Ética No Consecuencialista)

PASO 5) Añadimos consecuencialismo a la Regla de Oro. Como «Los intereses no deben ser frustrados» es una norma que comparte más de una persona, y como la Ética es inevitablemente consecuencialista[6] porque también existe una relación causa-efecto entre lo que elegimos no hacer y lo que ocurre por dichas omisiones, entonces puede que las circunstancias nos obliguen a elegir que ocurra la frustración que se estima como menos mala (el mal menor). Esto añade un «a priori» al principio de dicha norma, quedando la «Regla de Oro de la Ética» así: «A priori, los intereses no deben ser frustrados».
(El consecuencialismo entra en juego a nivel egoísta en el PASO 3: «a priori, mis intereses no deben ser frustrados» y luego se universaliza, pero lo he colocado al final por una pura cuestión divulgativa).

A partir de la «Regla de Oro de la Ética» se infiere lógicamente el Principio de Igual Consideración de Intereses (PICI). Como debemos respetar a todos los seres que tienen intereses entonces no considerar los intereses de alguno de ellos viola dicha Regla de Oro, lo cual puede estar originado por una discriminación arbitraria (racismo, sexismo, especismo, homofobia, egoísmo, etc.). Para no ser arbitrarios, «intereses iguales deben ser considerados por igual», es a esto a lo que llamamos «Principio de Igual Consideración de Intereses»[7]. Por ejemplo, la «Regla de Oro egocentrista» por sí sola es arbitraria, es una norma irracional, pues el hecho de «ser uno mismo» no es una razón que justifique que los intereses propios deban ser considerados de manera diferente a los intereses de los demás.

Algunas personas dicen «debes tratar a los demás como quieres que te traten» o, en su forma negativa, «no debes tratar a los demás como no quieres que te traten». Estanorma es lo que se ha venido a llamar hasta ahora «Regla de Oro de la Ética», y es un fraude intelectual. George Bernard Shaw (1856-1950) denunció dicha norma errónea afirmando: «no hagas a los demás lo que deseas para ti; los demás pueden tener gustos diferentes». Tanto si no hacemos a otros lo que no queremos que nos hagan, como si les hacemos lo que queremos que nos hagan, podemos estar yendo contra los intereses de los demás. Por ejemplo, un médico que está en contra de las transfusiones de sangre no quiere que le hagan transfusiones y por lo tanto, según la «Regla de Oro de la Ética», dicha persona tampoco debe hacer transfusiones a los demás. Lo importante es considerar éticamente los intereses de las personas, no lo que nos gusta o disgusta a nosotros personalmente, y esto lo consigue la verdadera Regla de Oro: «a priori, los intereses no deben ser frustrados». Por ejemplo, si el médico no quiere que le hagan transfusiones entonces no se las deben hacer a él, pero a prioriél debe hacer tranfusiones a quienes las necesitan y quieren recibirlas.


Algunas personas hacen la pregunta «¿por qué debo cumplir la Regla de Oro?». Como hemos demostrado, la Regla de Oro de la Ética es «a priori, los intereses no deben ser frustrados» y ésta es una norma que se infiere lógicamente de manera irrebatible, es decir, es racional. Por lo tanto si alguien pregunta «¿por qué debo cumplir la Regla de Oro?» está preguntando «¿por qué debo ser racional?», y ésta es una pregunta lógicamente incorrecta porque nos pide razones para ser racionales: presupone racionalidad al solicitarnos justificar la racionalidad. La justificación resultante de la racionalidad sería circular, lo que demuestra, no que la racionalidad carezca de una justificación necesaria, sino que no necesita justificación, pues no se puede preguntar de forma inteligible a menos que ya se presuponga. Por lo tanto es redundante preguntar por qué debo cumplir con una norma que debo cumplir. Además, se debe respetar a los demás, o él tampoco será respetado.





ARGUMENTO: “El bien y el mal no existen, sólo existen intereses relativos a sujetos”

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RESUMEN:¿Qué es un deseo? ¿qué es un interés? ¿qué es la voluntad? ¿un interés puede ser autofrustrado? ¿qué es "lo bueno" para alguien? ¿qué es "lo malo" para alguien? ¿existe "lo bueno" para cualquiera, es decir, existe el bien? ¿existe "lo malo" para cualquiera, es decir, existe el mal? Éstas son algunas de las preguntas a las que aquí vamos a responder.

Es importante diferenciar entre imaginación, deseo, interés y voluntad. Alguien puede imaginar millones de cosas y de situaciones, y lo que imagina puede convertirlo en un deseo, pero puede tener interés o no tener interés de que dicho deseo se convierta en realidad. Podemos clasificar los intereses de acuerdo a su estado: no existente, insatisfecho, satisfecho y frustrado. Si un interés de alguien es satisfecho entonces dicha persona considera que eso que ha ocurrido es bueno. Si un interés de alguien es frustrado entonces dicha persona considera que eso que ha ocurrido es malo. Según el relativismo ético, no existe algo que sea bueno o malo para cualquiera (el bien y el mal), es decir, no existe un principio ético objetivo, y por lo tanto universal, que sea independiente de época y lugar, mediante el cual se pueda fundamentar racionalmente la Ética. Sin embargo, es un hecho que siempre se produce un mal cuando se frustra un interés de alguien, por lo tanto podemos afirmar que es un hecho objetivo que cuando alguien frustra el interés de otro hace el mal. De la misma manera podemos afirmar que siempre se produce un bien cuando se satisface el interés de alguien, independientemente de las consecuencias que dicha satisfacción produzca. Un mundo éticamente ideal sería aquel en el que gobernara el bien, es decir, sería un mundo lleno de satisfacción, eso quiere decir que todos satisfacerían sus intereses y no habría frustración. Cuando se crea el interés de hacer el mal a otros se crea un interés que va contra el bien, es decir, contra la Ética.

Palabras clave: bien, bueno, deseo, éticamente correcto, éticamente incorrecto, mal, malo, interés, relativismo moral/ético, subjetivismo moral/ético, Teoría del bien, voluntad

En un artículo anterior demostré que existe una realidad externa a propia conciencia, y que dicha realidad está compuesta por materia/energía y Lógica (A=A)[1]. Por lo tanto, independientemente de la propia subjetividad, existen otros sujetos que poseen sus propios cuerpos materiales, y tienen sus propios intereses. En el presente artículo sólo me ocupo de describir cómo son los sujetos en la realidad, las conclusiones a las que llego en él son la base en la que se apoya el siguiente artículo en el que explico cómo aparece la normatividad ética[2].

Algunas personas confunden «idea», «deseo», «interés» y «voluntad». En otro artículo expliqué que la conciencia es un fenómeno natural que emerge de la materia (de un cerebro)[3]. Por lo tanto, los seres sintientes están compuestos de materia y de conciencia. La conciencia puede sentir dolor/placer físico, miedo, etc. Además, la conciencia tiene intereses respecto a lo que siente. Utilizo la definición según la cual un interés es la «Inclinación del ánimo hacia un objeto, una persona, una narración, etc», es decir, «querer que ocurra algo». Si un interés es frustrado entonces la conciencia sufre en menor o mayor grado. Si un interés es satisfecho entonces la conciencia disfruta en menor o mayor grado. La conciencia contiene ideas (palabras o imágenes) que pueden estar asociadas a materia/energía real o imaginada, pudiendo ser ésta objetos, situaciones, etc. Por ejemplo, si una conciencia percibe por los sentidos una manzana entonces puede aparecer la idea «manzana», «apple», etc. en dicha conciencia, pero ésta también puede crear la idea «manzana» imaginándola. Una conciencia puede desear o rechazar una idea, por ejemplo desear comer una manzana. Si una conciencia tiene interés en que una idea deseada (un deseo) se convierta en realidad entonces actuará coherentemente para intentar satisfacer dicho interés en un determinado momento, limitado por la realidad, por ejemplo coger la manzana y comerla. Por último, la «voluntad» es un interés que se hace presente en el ahora, no en segundo plano.

Podemos clasificar los intereses de acuerdo a su estado: no existente, insatisfecho, satisfecho y frustrado. La conciencia puede elegir crear un interés por necesidad (interés de comer, etc.) o sin necesidad (interés de comer chocolate, etc.), y también puede elegir eliminarlo. Cuando una conciencia crea un interés, es un interés insatisfecho, y quiere satisfacerlo de una determinada manera, en un lugar y en un determinado momento, pero si se produce un retraso entonces dicho interés insatisfecho se frustra, generándose nuevamente ese mismo interés insatisfecho, y así repetidamente; así es como la impaciencia y los retrasos producen sufrimiento. Un interés insatisfecho se frustra si es físicamente imposible satisfacerlo de una manera, en un lugar y en un momento determinado, lo cual produce sufrimiento en menor o mayor grado. Por lo tanto, sufrir implica necesariamente que al menos exista un interés frustrado. Si un interés insatisfecho se satisface entonces producirá disfrute en menor o mayor grado, con una duración limitada por la muerte.

Algunas personas dicen que el dolor y el sufrimiento no son malos o éticamente incorrectos, sino buenos.  Por ejemplo, Luis Tovar en su artículo «Derechos Animales & El mito del trato humanitario» cita a Tom Regan diciendo que «lo incorrecto no es el dolor o el sufrimiento animal». Esto ya lo dijo años atrás en su artículo «Vindicación del dolor»:  «no es razonable creer que el dolor es malo. Mas bien al contrario. Podríamos decir que es bueno. Es bueno para nosotros puesto que nos resulta indispensable para sobrevivir. Decir que el dolor es malo es simplemente falso, a todos los niveles», dice. Estas personas dicen que es mala y éticamente incorrecta la acción de producir dolor físico y sufrimiento a alguien, pero dicen que el dolor y sufrimiento son buenos en sí mismos, aunque después no dudan en comer analgésicos y en solicitar que les pongan una anestesia para eliminar el dolor que les es innecesario para seguir viviendo. Es un error confundir el dolor con la capacidad de sentir dolor. Es cierto que, para seguir satisfaciendo el interés en seguir viviendo, es bueno que el cuerpo disponga de una estructura material que le avise cuando está dañado, es decir, que tenga capacidad para sentir dolor. Lo que es malo es el medio para lograr detectar dichos daños: la experiencia de dolor; pero hoy en día es el único medio del que disponemos, por lo que lo aceptamos como un mal menor para seguir viviendo. Sin embargo, aunque lo habitual es que los seres sintientes sufran con el dolor físico, algunos quieren sentir dolor porque disfrutan con él. Por lo tanto el dolor no siempre es malo. En cambio, todo ser sintiente tiene interés en no sufrir para poder satisfacer su interés de disfrutar lo máximo posible, por lo tanto padecer sufrimiento siempre es malo para los seres sintientes.

Algunas personas dicen que cuando se mata a alguien sin sufrimiento, no se le hace un mal. Podemos llamar a este argumento como el «argumento de matar sin sufrimiento». Este argumento es usado por los «bienestaristas» para intentar justificar éticamente la matanza de quienes no son humanos[4], pero como son antropocentristas[5] rechazan que se use este mismo argumento para justificar la matanza de humanos. En cambio, otras personas utilizan el «argumento de matar sin sufrimiento» de manera no especista y dicen que es una conclusión a la que se llega si basamos la Ética en el respeto a intereses. Según este argumento, la muerte no causa un mal a quien es matado imprevista e instantáneamente, pues desaparecen todos los intereses: no hay intereses que se puedan frustrar ni satisfacer, no hay sufrimiento ni disfrute, pues está muerto. Dicha idea deriva en la idea de «la infidelidad jamás descubierta», según la cual si engañas a tu pareja y nunca se entera, no le habrías hecho un mal. El error que cometen estas personas es entender «frustración» como una experiencia equivalente al sufrimiento, en lugar de como un concepto lógico (frustración de intereses). El interés en seguir viviendo(0) se puede frustrar porque es un interés lógico, es un interés «sobre el papel», no es sólo un interés psicológico. Por eso podemos afirmar que si se mata imprevista e instantáneamente a quien quiere seguir viviendo entonces lógicamente se le hace un mal, aunque no se le haga un mal una vez muerto. El mal no sólo se hace presente mediante la experiencia del sufrimiento (el mal sentido y que se tiene interés en dejar de sentir), sino también cuando ocurre algo que una persona no quiere que ocurra (el mal lógico), aunque dicha persona no se entere de lo sucedido. La Ética Basada en la Realidad es preferencialista, se fundamenta lógicamente en los intereses, pero desde una ética no preferencialista así explica Óscar Horta por qué matar sin sufrimiento es un mal:


Algunas personas dicen que «la Ética es relativa»: dicen que no existe algo que sea objetivamente malo ni algo que sea objetivamente bueno, sino que todo es opinable. Es un hecho objetivo que cada cultura o sociedad tiene tradiciones y normas diferentes, según lo que consideran que es bueno o malo(2); a dicha descripción se la llama relativismo cultural. Algunas personas, basándose en el relativismo cultural, dicen que «la Ética es relativa», que viene a ser lo mismo que decir «la Ética es una opinión o gusto de cada uno»; a esta idea se la llama relativismo ético o relativismo moral(3), a veces también llamado «escepticismo moral» o «antirrealismo». Según el relativismo ético, no existe algo que sea bueno o malo para cualquiera (el bien y el mal), es decir, no existe un hecho objetivo, y por lo tanto universal, que sea independiente de época y lugar, mediante el cual se pueda fundamentar racionalmente la Ética. Por lo tanto los relativistas éticos rechazan que los derechos legales se deban fundamentar en la Ética, y en su lugar se basan en algún tipo de relativismo ético:


Algunas personas dicen que «la Ética es relativa cuando me interesa». No debemos confundir a los relativistas éticos con aquellos que dicen que «la Ética es relativa» sólo cuando otras personas condenan algo que a ellos les parece éticamente correcto, pero que no dicen «la Ética es relativa» cuando se les pregunta por aquello que les parece éticamente incorrecto. Por ejemplo, si alguien les dice que es éticamente incorrecto matar a quienes no son humanos entonces dicen que «la Ética es relativa», pero no dicen «la Ética es relativa» cuando se les pregunta por matar a humanos. Por lo tanto estas personas quieren imponer sus normas «éticas» haciéndose pasar por relativistas éticos cuando les interesa, es decir, engañándonos.

Algunas personas que dicen que la Ética no es objetiva defienden el internismo de la motivación «moral». El internismo afirma que la Ética no es objetiva (antirrealismo moral), por lo tanto, según este argumento, lo que alguien hace es siempre lo que considera éticamente correcto y si consideramos que dicha persona está equivocada entonces podemos intentar convencerla mostrándola incoherencias en lo que defiende, por ejemplo, mostrándole que es especista, racista, sexista, etc. Por ejemplo, si alguien considera eticamente incorrecto matar perros, pero considera éticamente correcto matar cerdos, podemos mostrarle esa incoherencia para que sea coherente. Óscar Horta en su artículo titulado «Las actitudes ante el especismo y el debate en psicología moral entre internismo y externismo» explica el internismo y el externismo con más detalle. En cambio, el externismo afirma que la Ética es objetiva (realismo ético), tal y como defiendo y demuestro en este artículo, por lo tanto es posible que alguien actúe de manera éticamente incorrecta. Por ejemplo, siempre es éticamente incorrecto matar a quien quiere seguir viviendo, aunque quien lo hace crea que es éticamente correcto.

Algunas personas dicen que los intereses pueden ser autofrustrados. Decir que «una persona tiene un interés» significa que «una persona quiere que ocurra algo» (no confundir con los deseos, pues los deseos no se quieren satisfacer), por lo tanto es una contradicción lógica que alguien diga: «tengo el interés de frustrar mi interés» o «quiero que ocurra lo que no quiero que ocurra», pues eso viola el Principio Lógico de No Contradicción: un interés no puede ser una cosa y su contrario al mismo tiempo (A ≠ ¬A). Por lo tanto, nadie tiene interés en que se frustren sus propios intereses, es decir, un interés no puede ser autofrustrado.(4) Por ejemplo, en el caso de la eutanasia y del suicidio[10], es contradictorio decir «tengo el interés de frustrar mi interés de seguir viviendo» o «no me importa que mi interés de seguir viviendo sea frustrado»: si alguien tiene un interés entonces lógicamente no quiere que éste se frustre. Alguien podría objetar que podemos dar a otra persona la orden «frustra mis intereses», pero al hacer esto no estaríamos autofrustrando un interés, pues dicho interés sería «frustrado» por otras personas, lo cual también es contradictorio, pues su interés es que le hagan eso, por lo tanto no puede haber frustración. Otro tema es si alguien da a otra persona la orden «si hago X cosa (por drogas, por enfermedad mental, etc.) entonces frustra mis interés», lo cual no quiere decir que esa persona considere bueno que frustren su interés, sino que dice que: «si quiero hacer X entonces evítalo (hazme algo malo)».

Algunas personas dicen que bien y el mal son relativos porque lo que puede ser bueno para uno, puede ser malo para otro. Es cierto que lo que es bueno para los intereses de uno, puede ser malo para los intereses de otro, pero también es cierto que para cualquiera es malo que sus intereses sean frustrados (los intereses no pueden ser autofrustrados), independientemente de que dicho mal sea necesario para evitar un mal mayor. Por lo tanto es un hecho que siempre se produce un mal cuando se frustra un interés de alguien, es decir, podemos afirmar que es un hecho objetivo que cuando alguien frustra el interés de otro hace el mal. De la misma manera podemos afirmar que siempre se produce un bien cuando se satisface el interés de alguien, independientemente de las consecuencias que dicha satisfacción produzca. Por lo tanto el bien y el mal existen. Por ejemplo, si alguien tienen el interés de cortar el cuello a un cordero (o a quien sea) entonces al satisfacer dicho interés se produce objetivamente un bien, pero también objetivamente se produce un mal, pues a quien es degollado se le frustra el interés de no sufrir para disfrutar de su propia vida: alguien hace un gran mal a otro para obtener un bien, ese es el hecho objetivo.

Un mundo/Universo éticamente ideal es aquel en el que no hay mal y el bien se ha expandido y aumentado al máximo grado posible, es decir, un mundo/universo sin frustración y con la máxima satisfacción posible. El hecho de que la idea de un mundo/Universo ético pueda parecer utópica no la rebate. Además de las dificultades físicas (caídas, cortes, etc.) y biológicas (enfermedad, envejecimiento, muerte) existentes, también se crean dificultades para llegar a un mundo ético cuando alguien se crea el interés de frustrar el interés de otro, es decir, cuando alguien se crea el interés de hacer el mal. Por ejemplo, alguien actúa contra un mundo ético cuando crea el interés de que corten el cuello a alguien para comer su carne, no cuando alguien tiene el interés de seguir disfrutando de su vida. Cuando se crea el interés de hacer el mal a otros se crea un interés que va contra el bien, es decir, contra un mundo/Universo ético.





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ARGUMENTO: “Los animales no tienen conciencia ni autoconciencia”

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RESUMEN:¿Qué es la conciencia? ¿qué estructura material origina la conciencia? ¿cómo sabemos si otros seres, a parte de nosotros mismos, tienen una conciencia? ¿qué es «ser autoconsciente»? Éstas son algunas de las preguntas a las que aquí vamos a responder.

Por experiencia propia, cada conciencia puede conocerse a sí misma, pero no existe ninguna manera de que dicha conciencia compruebe empíricamente la existencia en otros seres, no podemos «poner una conciencia sobre una mesa» y decir «ahí tienes una conciencia», como podemos hacer con los minerales. Lo máximo que una conciencia puede hacer es inferir lógicamente la existencia de otras conciencias mediante el uso de analogías. Sabemos que la conciencia se origina en el cerebro y por analogía deducimos que los demás humanos también tienen conciencia, no porque sean humanos, pues hay humanos que deducimos que no tienen conciencia, sino analizando las estructuras cerebrales y reforzando dicha idea mediante otras observaciones. El 7 de julio de 2012 tuvo lugar un evento histórico en el Colegio Churchill de la Universidad de Cambridge, en Reino Unido; durante una Conferencia sobre Conciencia en Animales Humanos y no Humanos se hizo pública la Declaración de Cambridge sobre la Conciencia, en la cual neurocientíficos del más alto nivel reconocen públicamente la conciencia en animales no humanos.

Palabras clave: autoconciencia, conciencia, emergentismo


Algunas personas dicen que la conciencia no es un fenómeno natural. Sin embargo, en otro artículo demostré que todo es naturaleza y natural[1]. Los seres sintientes estamos compuestos de materia (cuerpo) y de conciencia, ésta tambien es llamada «mente». La conciencia («awareness» en inglés) es un fenómeno natural que emerge de la materia, en concreto de un sistema nervioso centralizado (de un cerebro). A esta idea se la llama «materialismo emergentista». Esto es explicado por Rodolfo Llínas Riasco en su conferencia  «Las Bases Físicas de la Conciencia» que dió el 30 de agosto de 2007 en la Universidad EAFIT.

«El materialismo emergentista afirma que las funciones mentales son funciones de ciertas partes del cerebro del vertebrado superior (mamífero o ave). No se puede desprender la mente del cerebro, del mismo modo que no se puede disociar el caminar de las piernas, la circulación sanguínea del sistema cardiovascular, la respiración de los pulmones, o la digestión del sistema digestivo. Lo que existe en realidad no es ni el órgano sin función, ni la función sin el órgano, sino el órgano funcionante. La digestión es la función específica del sistema digestivo, la circulación sanguínea la del sistema cardiovascular, y las funciones mentales son funciones específicas del cerebro, es decir, procesos que sólo el cerebro puede realizar. En suma, percibimos, aprendemos, pensamos, nos emocionamos y desvariamos con el cerebro. Sin cerebro vivo y despierto no hay mente». —Mario Bunge, «Mente y Sociedad» (1989)


Música Para Ateos. Sinfonía de la Ciencia. Una Oda al Cerebro (Link)

Algunas personas confunden «conciencia» con «consciencia». La conciencia es un fenómeno emergente de la materia que dota al ser de subjetividad. Cuando un ser tiene una conciencia entonces es alguien, no algo. Por desgracia, existen otros significados de la palabra «conciencia», pero no son los que usaré aquí. La conciencia puede sentir dolor/placer físico, miedo, etc. Además, la conciencia tiene intereses respecto a lo que siente.  La conciencia puede estar en un estado activo (consciente) o en un estado inactivo (inconsciente). Cuando una conciencia pierde la consciencia decimos que está inconsciente. Por ejemplo, John Searle dice que «la consciencia se refiere a un estado de "darse cuenta" que comienza cuando despertamos del dormir y continua durante el día hasta que volvemos a dormir, morimos o en otras palabras cuando nos volvemos inconscientes. Los sueños son también una forma de consciencia, aunque en muchos aspectos es muy distinta de los estados normales de alerta»[1].

La existencia de la conciencia de los demás no se puede demostrar empíricamente, sólo se puede inferir lógicamente estableciendo analogías respecto a la propia conciencia. Por experiencia propia, cada conciencia puede conocerse a sí misma, pero no existe ninguna manera de que dicha conciencia compruebe empíricamente la existencia en otras conciencias: no podemos poner una conciencia sobre una mesa y decir «ahí tienes una conciencia», como podemos hacer con la materia. Lo máximo que una conciencia puede hacer es inferir lógicamente la existencia de otras conciencias mediante el uso de analogías. Sabemos que la conciencia se origina en el cerebro y por analogía deducimos que los demás humanos también tienen conciencia, no porque sean humanos, pues hay humanos que deducimos que no tienen conciencia, sino analizando las estructuras cerebrales y reforzando dicha idea mediante otras observaciones.

Algunas personas dicen que sólo los animales de la especie humana tienen conciencia. Por ejemplo, Mauricio-José Schwarz en una respuesta de ask.fm dice que «todos los humanos tienen conciencia porque son humanos», sin indicar el criterio científico que utiliza para llegar a dicha conclusión; y también dice que «todos los animales no humanos no tienen conciencia porque no son humanos», haciendo uso de esta manera de la falacia circular, cuya finalidad es discriminar arbitrariamente a quienes no son humanos[2]. Estas personas deben aportar datos científicos como los que aquí voy a aportar. De la misma manera que en base a evidencias podemos deducir que otros humanos (no todos) también tienen una conciencia en la que pueden sentir dolor y placer, y por lo tanto tener intereses respecto a las mismas: intereses que frustrados les producen sufrimiento y que satisfechos les producen disfrute; también podemos hacer esa misma dedución con individuos no humanos.

En su artículo "Animales humanos y no humanos: de la discriminación  al respeto", Óscar Horta nos enumera tres indicadores mediante los cuales se puede deducir que un ser tiene una conciencia en la que siente cosas: conducta, fisiología y lógica evolutiva:


Las neurociencias reconocen la existencia de conciencia en animales no humanos. En este sentido destaca la Declaración de Cambridge sobre la Conciencia, hecha pública el 7 de julio de 2012.

DECLARACIÓN DE CAMBRIDGE SOBRE LA CONCIENCIA

El 7 de julio de 2012 científicos prominentes de diferentes ramas de las neurociencias se dieron cita en la Universidad de Cambridge para celebrar la Francis Crick Memorial Conference 2012[3], que trató sobre la conciencia en los animales humanos y no-humanos. Al finalizar las conferencias, todos los ponentes participantes firmaron la "Declaración de Cambridge sobre la Conciencia", que resumió los hallazgos más importantes de la investigación allí expuesta y discutida.



 La Cambridge Declaration On Consciousness (Declaración de Cambridge sobre la Conciencia) no puede dejar indiferente a nadie, y tal como declararó Philip Low en su presentación de la declaración: "decidimos llegar a un consenso y hacer una declaración para el público que no es científico. Es obvio para todos en este salón que los animales tienen conciencia, pero no es obvio para el resto del mundo. No es obvio para el resto del mundo occidental ni el lejano Oriente. No es algo obvio para la sociedad."


Declaración Cambridge de la Conciencia (07/07/2012) (Link)




El 16 de julio de 2012, y en referencia a la Declaración de Cambridge sobre la Conciencia, se publicaba en Veja.com una entrevista al neurocientífico canadiense Philip Low, titulada "Não é mais possível dizer que não sabíamos, diz Philip Low", la cual fue traducida por Anima Naturalis:


El 6 de septiembre de 2013 se publicó un artículo titulado «After 2,500 Studies, It's Time to Declare Animal Sentience Proven (Op-Ed)» en el que Marc Bekoff habla de más de 2500 artículos sobre conciencia en animales no humanos.

Citas sobre conciencia

- "La conciencia es una propiedad del cerebro. Y digo del cerebro. No añado humano. Es una propiedad del cerebro que los humanos consideramos propia de nuestra especie, pero probablemente hay otros animales que disponen de grados de conciencia tan evolucionados como el humano."Nolasc Acarín, profesor de neurología de la universidad Pompeu Fabra

- "Hay buenas razones para suponer que los [demás] animales poseen una conciencia parecida a la nuestra. (...) Según mi hipótesis, no sólo tienen conciencia los demás hombres, sino también los animales". Karl Popper, El porvenir está abierto

- "Al contrario de la opinión pesimista, ampliamente extendida, de que el contenido del pensamiento animal es, sin remisión, inaccesible a la investigación científica, los signos comunicativos usados por muchos animales proporcionan datos empíricos sobre la base de los cuales podemos razonablemente, inferir muchas cosas acerca de sus experiencias mentales subjetivas. Dado que la mentalidad es una de las capacidades más importantes que distinguen a los animales vivos del resto del universo conocido, tratar de entender las mentes animales es incluso más estimulante y significativo que elaborar nuestra imagen de la adaptación inclusiva o descubrir nuevos mecanismos moleculares. La etología cognitiva nos presenta uno de los supremos retos científicos de nuestro tiempo, y nos reclama nuestros mejores esfuerzos de investigación crítica e imaginativa."Donald R. Griffin [12]

Algunas personas que reconocen que no sólo los humanos tienen conciencia, dicen que ella no les permite ser conscientes de sí mismos (autoconscientes). Aunque no es necesario, pues se ha explicado que el criterio éticamente relevante es la conciencia, no ser consciente de uno mismo, se dará una respuesta que rebate lo que dicen estas otras personas. Sin embargo, como ya expliqué, los seres que tienen una conciencia son alguien, por lo tanto deben ser respetados (sus intereses deben ser considerados), no necesitan poseer ninguna otra característica para ello[1]. Aunque no es necesario, a continuación vamos a explicar por qué la conciencia permite ser consciente de muchas cosas, entre ellas ser consciente de uno mismo (autoconsciencia). Tener conciencia implica tener autoconciencia del propio cuerpo porque es necesario para diferenciar el propio cuerpo del resto de cosas de las que se es consciente.

Donald R. Griffin (1915-2003) fue el creador del campo conocido como etología cognitiva, la cual es una disciplina centrada en el estudio de la mente animal. Así explica Griffin la autoconciencia de quienes no son humanos:

"Como ha observado el biólogo de Donald R. Griffin en el libro Animal Minds, si los animales son conscientes de algo, "el propio cuerpo del animal y sus propias acciones deben quedar dentro del ámbito de su conciencia perceptiva". Aún así, se niega la autoconciencia de los animales afirmando que "no pueden pensar pensamientos tales como 'Soy yo el que corro, o subo a este árbol, o persigo a esta polilla'".

Griffin observa correctamente que "cuando un animal percibe conscientemente que otro animal corre, sube o persigue a una polilla, también debe tener conocimiento de quién está haciendo esas cosas. Y si el animal es consciente perceptivamente de su propio cuerpo, es difícil excluir el reconocimiento similar de que él, por sí mismo, es el que corre, sube o persigue".

Griffin concluye que "si se admite que los animales tienen conciencia perceptiva, negarles algún nivel de conocimiento de sí mismos sería una restricción arbitraria e injustificada". Gary Francione, Introducción a los derechos animales, capítulo V

Griffin señaló además que el hecho que se observen conductas complejas en animales que envuelven su capacidad de comunicarse, de resolver problemas y la utilización de herramientas, implican la utilización de conciencia. Durante mucho tiempo se ha sostenido que la conciencia ha promovido la supervivencia de los humanos ya que permite anticipar las consecuencias de sus acciones, entonces la conciencia puede igualmente promover la supervivencia de otras especies[2].

"Este es otro argumento, decir que somos diferentes de los [demás] animales porque no tienen conciencia propia. Sí tienen conciencia, tienen un esquema de su propio ser. Saben que son distintos de los otros". Jordi Sabater Pi, "Es una cuestión de grado",Cara a cara con la vida, la mente y el Universo, Capítulo XI




ARGUMENTO: "Un software también puede tener una conciencia"

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RESUMEN:¿Qué es la conciencia? ¿cómo se origina? ¿puede tener conciencia un ser inerte? ¿es posible que un software de inteligencia artificial tenga conciencia? Éstas son algunas de las preguntas a las que aquí vamos a responder.

Cada ser que tiene conciencia sólo puede demostrársela a sí mismo, razón por la cual las conciencias ajenas se infieren lógicamente mediante el uso de analogías. Mientras que podemos inferir la existencia de conciencia en seres biológicamente similares a uno mismo (existencia de SNC, respuestas fisiológicas, respuestas químicas, encefalograma, etc.), existe un abismo entre una conciencia humana y un software de inteligencia artificial, por lo que toda inferencia de conciencia en un software es arbitraria y se reduce a afirmar la existencia de conciencia en simuladores de conciencia.

Palabras clave: conciencia, emergencia, inteligencia artificial, mecanicismo, robótica

La ciencia afirma que la conciencia se origina en estructuras físicas del cerebro. Sólo puede ser demostrada empíricamente la existencia de la propia conciencia a uno mismo. Yo, como conciencia que soy, compruebo que existo empíricamente, pero no puedo demostrar la existencia empírica de las demás conciencias. La existencia de conciencias ajenas se infiere lógicamente a partir de la existencia de la conciencia propia mediante el uso de analogías: si la conciencia emerge de una determinada estructura del cerebro y dicha estructura la poseen otros entonces se infiere lógicamente que esos otros también tienen conciencia. Es así como la ciencia ha encontrado en el cerebro humano y en cerebros no humanos las estructuras que generan la conciencia[1].

Existen dudas sobre cómo se origina la conciencia a partir del cerebro biológico, lo cual genera diferentes teorías sobre si es posible que un software de inteligencia artificial adquiera conciencia.Roger Penrose se ha ocupado del problema de la realidad física de la conciencia y ha analizado diversas pretensiones teóricas por parte de la inteligencia artificial de simular o construir artefactos que tengan conciencia. Penrose clasifica las cuatro posturas actuales ante la cuestión de si la conciencia es o no es computable algorítmicamente:

A. Inteligencia Artificial Fuerte. Según dicha teoría, todo pensamiento es un proceso de computación, es decir, en particular la percepción de uno mismo y la autoconciencia son procesos emergentes que son resultado directo de la computación o de un algoritmo adecuado. Es decir, un programa de ordenador podría adquirir conciencia.
B. La conciencia es una consecuencia del tipo de acción física que ocurre en el cerebro, y aunque cualquier acción física puede simularse apropiadamente a través de medios computacionales; el hecho de que se lleve a cabo un proceso de simulación computacional del cerebro no comportaría, por sí mismo, la aparición auténtica de la autoconciencia. John Searle sería un partidario de la postura.

C. La realización de cierta actividad física en el cerebro es lo que lleva a la aparición de la autoconciencia; sin embargo, aunque puede ser reproducida artificialmente, dicha acción no puede simularse algorítmicamente. Roger Penrose ha argumentado fuertemente esta postura, relacionándola con otros problemas abiertos de la física como la teoría cuántica de la gravedad.


D. La conciencia de tipo humano no puede entenderse propiamente en términos físicos, computacionales o científicos de otro tipo. Ésta es la postura que normalmente adoptan las religiones.

Algunas personas dicen que la conciencia se origina de la materia si existe la suficiente complejidad de procesamiento de información, aunque la base material no sea biológica. Según estas personas, la conciencia(1) no es un fenómeno emergente de la materia, sino que dicen que «Es el procesamiento de información lo que produce la experiencia» si ésta alcanza «una determinada complejidad», independientemente del sustrato material en el que se realiza dicho procesamiento. Por ejemplo, podemos encontrar esta idea en el artículo «Why Digital Sentience is Relevant to Animal Activists», escrito por Brian Tomasik, publicado el 3 de febrero de 2015 en la web Animal Charity Evaluators. También la organización antiespecista Ética Animal, en referencia al proyecto Robobee de la Universidad de Harvard, publicaba el 28 de mayo de 2015 una nota en Facebook sobre su posicionamiento respecto a esta cuestión: «si fabricas una réplica exacta del sistema nervioso de un ser sintiente, esa réplica será capaz de realizar exactamente las mismas funciones que tal sistema nervioso». Según este planteamiento, lo único relevante para generar un nuevo fenómeno físico es la estructura, no la materia. Esto queda rebatido por el hecho de que para crear un nuevo fenómeno físico, por ejemplo una reacción nuclear, es necesaria tanto una determinada estructura como un determinado material: si se simula una bomba nuclear pero en lugar de usar plutonio se usa hierro, no se generará una reacción nuclear. Por lo tanto, es ingenuo pensar que usando materia inorgánica (electrónica) en lugar de materia orgánica (cerebro) es posible generar una conciencia. La premisa según la cual el sustrato material es irrelevante en la producción de nuevos fenómenos es errónea.



Robot conversacional Jules (Link)





ARGUMENTO: "Según el diccionario de la RAE, un animal no es alguien, no es una persona"

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RESUMEN:¿Según el diccionario de la RAE sólo los humanos son personas? ¿Según el diccionario de la RAE un animal que no es humano no puede ser alguien? Éstas son algunas de las preguntas a las que aquí voy a responder.

Según el DRAE, si un animal, humano o no humano, tiene capacidad para resolver problemas entonces es inteligente, y si es inteligente entonces ese animal es una persona. Los humanos no son los únicos animales que tienen capacidad para resolver problemas. Según el DRAE, si un animal no humano es una persona (porque es inteligente) entonces también es alguien.

Palabras clave: alguien, diccionario, persona, RAE

En otro artículo demostré que es un hecho científico que cuando la materia adquiere una conciencia entonces ésta puede sentir y tiene intereses respecto a dichas experiencias, es decir, dicha materia se convierte en un ser subjetivo, y por lo tanto deja de ser algo y se convierte en alguien. La ciencia reconoce la existencia de conciencia en los animales de la especie Homo sapiens (humanos) y también en animales de otras especies[1].

En cuanto a la Ética, ésta nos dice que debemos diferenciar entre el trato que le damos a algo y el trato que le damos a alguien. Por lo tanto, todo ser que tiene una conciencia debe ser tratado con respeto, pues no es algo, sino alguien.[2].

Lo que viene a continuación es la respuesta a quienes pretenden negar las evidencias científicas y éticas usando definiciones del diccionario de una determinada sociedad y época; en este caso concreto usando el diccionario de la RAE (DRAE) existente en las sociedades antropocentristas actuales. Les respondo usando ese mismo diccionario defectuoso.

Algunas personas citan el diccionario de la RAE y dicen que un animal no humano no es una persona y que por lo tanto no es alguien, sino algo. Estas personas usan el diccionario de la RAE (DRAE) como fuente de realidad, cuando es la RAE la que está subordinada a la realidad. Sin embargo, vamos a ver qué dice el DRAE sobre este tema. La séptima acepción para la palabra «persona» es: «Supuesto inteligente». Veamos entonces qué significa «inteligente». La primera acepción para la palabra «inteligencia» es: «Capacidad de entender o comprender». Y la segunda acepción para la palabra «inteligencia» es: «Capacidad de resolver problemas». Por lo tanto, según el DRAE, si un animal, humano o no humano, tiene capacidad para resolver problemas entonces es inteligente, y si es inteligente entonces ese animal es una persona. Los humanos no son los únicos animales que tienen capacidad para resolver problemas: no son los únicos animales inteligentes[3]. Por lo tanto, según el DRAE, existen personas humanas y personas no humanas. Además, según el propio DRAE, cada una de dichas personas humanas y no humanas es alguien, pues la primera acepción para la palabra «alguien» es: «Designa una o varias personas cuya identidad no se conoce o no se desvela. Parece que viene alguien por el pasillo. Te quiero presentar a alguien esta tarde». Por lo tanto, según el DRAE, si un animal no humano es una persona (porque es inteligente) entonces también es alguien.



ARGUMENTO: "Debemos extinguir a los animales domésticos"

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RESUMEN:¿Debemos extinguir a los animales domésticos? Éstas son algunas de las preguntas a las que aquí voy a responder.

Los animales domésticos pueden satisfacer sus intereses fundamentales dependiendo de los humanos, y no hay nada malo en dicha dependencia. Por lo tanto, no tiene sentido plantear que los animales domésticos vivan de manera salvaje, pues además se enfrentarían a peligros que pueden frustrar sus intereses fundamentales, incluso frustrar ellos los de otros. No existe ninguna razón para extinguir a los animales domésticos, excepto si una raza presenta problemas congénitos de salud.

Palabras clave: animales domésticos, dependencia

En otro artículo demostré que para salvar la vida de los animales domésticos que hay en las perreras debemos adoptarlos, no comprarlos[1]

El veganismo es poner en práctica la idea ética de respetar a los demás seres sintientes. Por lo tanto, uno de los problemas es que los seres sintientes mueran, no que no se puedan reproducir.

Algunas personas dicen que deberíamos extinguir a los animales domésticos: perros, gatos, vacas, cerdos, gallinas, etc. porque aunque son felices no es «natural» o «normal». Por ejemplo, en su artículo «“Pets”: The Inherent Problems of Domestication»Gary Francione dice: «Podemos hacerlos felices en un sentido, pero la relación nunca puede ser "natural" o "normal". No pertenecen a nuestro mundo, independientemente de lo bien que los tratamos». En otro artículo demostré que todo lo existente es natural[2]. Además, la convivencia entre humanos y animales domésticos es normal, pues está normalizada, y aunque fuera un hecho minoritario, es una falacia decir que por hacerlo una minoría es éticamente incorrecto[3].

Algunas personas dicen que deberíamos extinguir a los animales domésticos: perros, gatos, vacas, cerdos, gallinas, etc. porque dependen de los humanos. Por ejemplo, en su artículo «“Pets”: The Inherent Problems of Domestication» Gary Francione defiende la extinción de los animales domésticos porque dependen de los humanos, aunque no especifica cómo hacerlo: «Los animales domésticos dependen de nosotros para todo lo que es importante en sus vidas: cuándo y si comen o beben, cuándo y dónde duermen o se alivian, si reciben afecto o ejercicio, etc. Aunque se podría decir lo mismo acerca de los niños humanos, un abrumador número de niños humanos maduran para convertirse en seres autónomos e independientes». Quienes consideran éticamente incorrecto que exista la dependencia de un individuo hacia otro, es decir, quienes consideran éticamente incorrecta la infancia, deberían ser coherentes y rechazar que tal situación pueda producirse, es decir, deberían rechazar el nacimiento. A veces responden a esto diciendo que los años de dependencia en la etapa infantil son temporales, pero toda dependencia es temporal, pues la vida está limitada en el tiempo. Si bien es cierto que cuando los seres sintientes somos pequeños dependemos de la ayuda de los adultos, también es cierto que dicha existencia puede ser muy satisfactoria, por lo tanto la dependencia no es mala per se. Ser dependiente de otros no implica ser maltratado, así como «no ser dependiente» no implica ser respetado ni poder defenderse satisfactoriamente.

Algunas personas dicen que deberíamos soltar a los animales domésticos: perros, gatos, vacas, cerdos, gallinas, etc. en campos y bosques para que se asilvestraran. Los animales domésticos pueden tener vidas plenas junto a humanos, no prefieren vivir en campos y bosques, ni sería lo mejor para ellos. Muchos podrían acabar de nuevo en perreras, morir de enfermedades, hambre sed, frío o ser atropellados y producir un accidente de tráfico. Independientemente de las consecuencias que produjera dicha «reinserción» (es un abandono), las condiciones de vida de un animal doméstico abandonado son peores que las condiciones que puede tener viviendo junto a humanos en un lugar adecuado a sus necesidades. Debemos habilitar espacios para que los animales domésticos puedan satisfacer sus intereses de movimiento, de relación con otros animales de su propia especie, de alimento, etc.

Excepto casos de razas con problemas congénitos, no existe la necesidad de extinguir a los animales domésticos. En diciembre de 2011, se publicó el libro «Zoopolis: A Political Theory of Animal Rights», cuyos autores, Sue Donaldson y Will Kymlicka, defienden que el necesario cese total de la explotación animal no tendría que suponer necesariamente la extinción de los animales domésticos. Los animales domésticos no tienen el interés de existir como especie, pues no tienen idea de que pertenecen a una especie, sino el interes de vivir sus propias vidas. Aunque a los animales domésticos no les importe que su especie se extinga, existen humanos que no quieren que eso suceda y no hacen mal a nadie. Algunas razas de perros presentan problemas de salud congénitos debido a que han sido diseñadas de mala manera; en estos casos no debería de permitirse que estos seres enfermos se reprodujeran, para así evitar sufrimiento a su posible descendencia.




ARGUMENTO: “El Corán no dice nada sobre respetar a los animales”

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RESUMEN:¿El Corán dice algo sobre el respeto a quienes no son humanos? Éstas son algunas de las preguntas a las que aquí vamos a responder.

No hay ninguna razón para obedecer lo que pone en el libro Corán, pero incluso si alguien obedece coherentemente lo que en dicho libro pone entonces deberá dejar de hacer daño a quienes no son humanos, pues el Corán condena hacerles daño sin necesidad. Practicando el veganismo se evita dañar a quienes no son humanos innecesariamente.

Palabras clave: Corán, Islám

El Corán es el libro sagrado del Islam compuesto por 114 capítulos (azoras) y cada uno dividido en versículos (aleyas). El Corán fue escrito por Mahoma (570-632), ó Muhammad en árabe. Según Mahoma, por intermediación del supuesto ángel Gabriel, un ser sobrenatural bueno (llamado Alá) le transmitió unas normas que los humanos deben cumplir. Mahoma es el último de los profetas enviados por Alá para difundir su doctrina, la cual es la misma que sus predecesores habían sostenido, pero actualizada. Jesus de Nazaret es considerado por el Islam como uno de los profetas de Alá, pero de menor importancia que Mahoma. Sin embargo, en otro artículo explico que no se ha demostrado empíricamente la existencia de dioses[1], ni podemos inferir dicha existencia lógicamente[2], e incluso si un dios existiera no deberíamos obedecerle, sino hacer El Bien[3].

Algunas personas dicen que el Corán no dice nada sobre respetar a quienes no son humanos. Algunos musulmanes incluso muestran odio hacia los perros y hacia los cerdos porque según ellos lo dice el Corán, pero el Corán se limita a decir que no se debe comer carne de cerdo. En el Corán no se dice nada acerca de odiar a los animales, pues son criaturas de Alá. Veamos algunas citas de libros religiosos musulmanes que instan a respetar a quienes no son humanos:



Killing an ant or any living creature is wrong. Why do Muslims then have Non-Veg. food? (Link)


- El Islam acepta la presencia de mente y espíritu en todos los animales. En el Quran Majeed hay varios textos sobre el conocimiento que tienen los animales de la oraciones y los loores, y de la atención que Alá les da como resultado de sus preces[1]. Se explica que todos los animales loan la gloria de Ala, pero que la humanidad no comprende como lo hacen[2] dejando claro que aunque dudemos que los animales puedan hacerlo, ellos sí lo hacen, pero nosotros nunca lo veremos o entenderemos.

- Mahoma dijo en el Alcorán: "¡Oh hombres! Nutríos de todos los frutos de la tierra saludables y permitidos.""Dios os veda comer animales muertos, sangre, carne de puerco y todo animal sobre el cual se haya invocado un nombre que no sea el suyo."(capitulo 2, versículos 163 y 168)

- "Os ha prohibido los animales muertos y aquellos que han sido inmolados ante los ídolos, la sangre y la carne de puerco, pero aquel que por necesidad perentoria falte a esta ley, sin deseo de pecar, sabrá cuán grande es la misericordia de Dios"(capitulo 16, vers. 116)

- "Es Dios quien ha creado las legumbres y los árboles que crecen en vuestros jardines. él es quien ha hecho fructificar a los olivos y a los naranjos y el creador del gran número de frutos cuya forma y cuyo gusto varían hasta lo infinito."(capitulo 6, vers. 142)

- En el libro Así habló Mahoma (traducción hecha del Hadit del Dr. M. Hafiz Syed), los discípulos del profeta Mahoma le preguntaron: “¿En verdad, existen recompensas por hacer el bien a los cuadrúpedos, y darles agua para beber?” Mahoma les contestó: “Hay recompensa para el que beneficia a cualquier animal”.

- De Abu Huraira, radi Allahu anhu, se transmitió que el Mensajero de Allah, salalá ua laihim ua salam, dijo: "Un hombre caminaba sediento y encontró un pozo, al cual bajó y bebió. Después salió y vio un perro jadeando y queriendo lamer la arena de la sed que tenía. Se dijo el hombre: -Este perro ha llegado a un grado de sed como el que yo tenía.-Así pues, bajó al pozo, llenó su bota de agua y agarrándola con la boca pudo subir y salir del pozo para dar de beber al perro. Y de esa forma el hombre obtuvo el agradecimiento y el perdón de Allah. Dijeron: -¡Oh Mensajero de Allah! ¿Hay verdaderamente en los animales recompensa para nosotros si les hacemos el bien?-Y dijo: -En cada ser vivo que se le haga el bien hay recompensa-." (Lo relataron Al-Bujari y Muslim) (Hadiz número 81 del capítulo 13 de riyadus salihin del imam al Nawawi)

- Hadith - Bukhari 3:553, Narró 'Abdullah bin 'Umar Radiallahu anhu (también en Muslim, Narró Abu Huraira): El Apostol de Allah sallalahu allaihi wa sallam dijo: “ Una mujer fue torturada y puesta en el Infierno porque mantuvo un gato encerrado hasta que se murió de hambre”. El Apostol de Allah sallalahu allaihi wa sallam dijo más tarde: (Allah sabe más) Allah dijo(a la mujer), ‘ No lo alimentastes ni le distes agua cuando lo encerrastes, ni lo dejastes libre para comer los insectos de la tierra’”

- Hadith- Muwatta 2.13 : Yahya me contó de Malik de Ishaq ibn Abdullah ibn Abi Talha de Humayda bint Abi Ubayda ibn Farwa que su tía materna Kabsha bint Kab ibn Malik, que era la esposa del hijo de Abu Qatada al Ansari, le contó que una vez Abu Qatada estaba sentado con ella y ella puso algo de agua para él hacer el wudu. En ese momento un gato vino para beber de él, así que él volco la vasija hacia él para dejarle beber. Kabsha continuó, “ Él me vió mirandole y dijo’ ¿estas sorprendida hija de mi hermano?’ dije ‘si’. Él contestó que el Mensajero de Allah sallalahu allaihi wa sallam dijo que los gatos no son impuros. Ellos se mezclan contigo.” Yahya dijo que Malik dijo, “ No hay daño en eso al menos que uno vea una impureza en la boca del gato”

- Dawud ibn Salih ibn Dinar at-Tammar citó su madre diciendo que su señora la envió con algo de pudin (harisah) para Aishah quién estaba ofreciendo el rezo. Ella me hizo una señal para que lo pusiese abajo. Un gato vino y comió algo de el, cuando Aisha acabo su rezo, comió del lugar donde el gato había comido. Ella indicó: El Mensajero de Allah sallalahu allaihi wa sallam dijo: “ No es sucio, es uno de aquellos que van a vuestro alrededor”. Ella añadio: Vi al Mensajero de Allah sallalahu allaihi wa sallam haciendo la ablución en el agua dejado por un gato.

- Hadith - Dawud, Narrado por Jabir ibn Abdullah Radiallahu que el Profeta, sallalahu allaihi wa sallam, prohibió pago por gato.

- Abu Huraira –el padre de la gatita- . En la Yahilía (epoca preislámica) su nombre era ´Abd ash-Shams y cuando se hizo musulmán, Rasûlullâh le puso el nombre de ´Abd ar-Rahmán. Sentía un enorme afecto por los animales y tenía una gata a la que daba de comer, la llevaba siempre consigo, la lavaba, la dejaba dormir a su lado y ella jamás se apartaba de él, como si fuera su sombra.

- Hay hadices en los que se recomienda, en caso necesario de marcar un animal a fuego, hacerlo lo más alejado de la cabeza. En el Noble Corán, Al-láh, subhana wa ta´Ala prohibe hacerles marcas y cortes en las orejas.

- En uno de los dichos del Profeta Muhammad nos es dicho que Dios es más misericordioso con sus criaturas de lo que una madre lo es con su hijo. Narrado en Sahih Muslim, #2754, y Sahih Al-Bujari, #5999


This video investigates the standard stunning procedure (Link)

- Sallallahu Alayhi Wasallam said: "Verily Allah has prescribed proficiency in all things. Thus, if you kill, kill well; and if you slaughter, slaughter well. Let each one of you sharpen his blade and let him spare suffering to the animal he slaughters". (Muslim). Narrated on the authority of Abu Ya'la Shahddad ibn Aus -> Si hay unas formas mejores de asesinar que otras debido a que hacen sufrir menos al animal eso quiere decir que la mejor forma de asesinar es no asesinar, pues todo asesinato produce sufrimiento. Los musulmanes pueden ser misericordiosos siendo veganos.

Si el Corán es amor y no odio entonces los musulmanes deben ser misericordiosos. Si un musulmán quiere ser misericordioso con alguien entonces no debe explotarle ni matarle. Cuando podemos respetar a alguien no existe ninguna manera misericordiosa de matarle, y menos aún si se mata sin aturdirle previamente, lo misericordioso es mirarle a los ojos y comprender que quienes no son humanos también tienen derecho a vivir. El veganismo es el buen camino de cualquier musulmán.


El Halal mata sin aturdimiento previo, llevando el sufrimiento un paso más allá (Link)

En el Corán 16:115 se prohibe comer sangre: "Se os prohíbe lo mortecino, la sangre, la carne de cerdo y lo que haya sido sacrificado en nombre de otro que Allah; sin embargo quien se vea forzado sin que sea por propio deseo ni por transgredir... Es cierto que Alá es perdonador, compasivo". Sabiendo que, independientemente de cómo se deguelle a alguien, toda carne lleva sangre entonces los musulmanes no deberían comer carne porque al comer carne comen sangre[4].

La muerte del profeta Mahoma enfatiza la nocividad de comer carne. La historia cuenta que una mujer no musulmana invitó a Mahoma y a algunos de sus compañeros a una comida y les sirvió carne envenenada. Mahoma intuía que la carne estaba envenenada, porque escupió un pedazo de carne que masticó, pero uno de sus compañeros murió en el acto. Aunque no era su costumbre comer cualquier alimento preparado por un no musulmán, en esta ocasión, misteriosamente, lo hizo. La carne envenenada lo puso en cama enfermo durante unos dos años, y finalmente, en el año 632, murió. Según algunos eruditos, Mahoma comió la carne envenenada sólo para mostrar a las masas tercas la nocividad de comer carne.



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