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RESUMEN:¿Qué es la moral y en qué se diferencia de la Ética? ¿sólo los humanos tienen moral? ¿si alguien no tiene moral entonces debe ser explotado y matado? Éstas son las principales preguntas a las que aquí se debe responder.
Moral y Ética no son lo mismo. En teoría, hay una moral por cada grupo o sociedad, que vendrían a ser normas tradicionalmente aceptadas por dicho grupo para mantener el grupo unido; en cambio la Filosofía moral o Ética es la reflexión racional sobre las diferentes morales. Aunque quienes no son humanos no tienen capacidad para hacer complejos razonamientos éticos, sin embargo muchos de ellos respetan normas grupales para relacionarse con quienes consideran sus semejantes, es decir, tienen una moral.
Palabras clave: moral animal
Moral y Ética no son lo mismo. En teoría, hay una moral por cada grupo o sociedad, que vendrían a ser normas tradicionalmente aceptadas por dicho grupo para mantener el grupo unido; en cambio la Filosofía moral o Ética es la reflexión racional sobre las diferentes morales. Aunque quienes no son humanos no tienen capacidad para hacer complejos razonamientos éticos, sin embargo muchos de ellos respetan normas grupales para relacionarse con quienes consideran sus semejantes, es decir, tienen una moral.
Palabras clave: moral animal
Algunas personas no conocen la diferencia entre moral y Ética, por eso suelen utilizar dichas palabras como si fueran sinónimos. Sin embargo, moral y Ética no son lo mismo. En teoría, hay una moral por cada grupo o sociedad, que vendrían a ser normas tradicionalmente aceptadas por dicho grupo para mantener el grupo unido; en cambio la Filosofía moral o Ética es la reflexión racional sobre las diferentes morales[1]. Por ejemplo, en las sociedades antropocentristas en las que vivimos es moralmente correcto matar a quienes no son humanos para alimentación, para vestimenta, para ocio, etc., sin embargo la reflexión ética nos muestra que éstas son actividades éticamente incorrectas y las va poniendo en duda. La reflexión ética produce cambios individuales y puede llegar a cambiar la moral de una sociedad, por eso en las sociedades más conservadoras, como las teocracias, la reflexión ética es castigada y en su lugar se promueve la tradición[2].
Algunas personas dicen que los animales no humanos no tienen moralidad, es decir, que no tienen normas sociales que regulan el comportamiento de los individuos. Por ejemplo, Charles Darwin (1809-1882) dice en su libro «El Origen del Hombre» lo siguiente: «Comparto enteramente el criterio de los escritores que afirman que, entre todas las diferencias existentes entre el hombre y los animales inferiores, el sentido moral o conciencia es el más importante [...] Carecemos completamente de razones para suponer que los animales inferiores están dotados de semejante capacidad, y, por consiguiente, cuando el perro de Terranova saca del agua a un niño, o un mono arrastra peligros por salvar a un compañero, o toma a su cargo la tutela de mono que yace en la orfandad, no llamamos "morales" a estas acciones». Quizás Darwin confundía moral con Ética. Aunque quienes no son humanos no tienen capacidad para hacer complejos razonamientos éticos, sin embargo muchos de ellos respetan normas grupales para relacionarse con quienes consideran sus semejantes, es decir, tienen una moral. A continuación, enumeraré algunos estudios y libros que afirman la existencia de moralidad no humana:
- En 2009, Jessica Pierce y Mark Bekoff publicaron el libro «Wild justice. The moral lives of animals» (Justicia salvaje. La vida moral de los animales), en el que hablan sobre la vida moral de los animales no humanos desde la perspectiva de la psicología y desde la perspectiva de la etología respectivamente. Los autores afirman en los animales no humanos sociales pueden observarse los siguientes comportamientos morales:
En el prólogo de «Justicia salvaje. La vida moral de los animales» podemos leer lo siguiente:
Viviendo con lobos - National Geographic - Parte 1 de 5 (Link)
Los estudios de primatólogos, como Frans de Waal y otros científicos, muestran una línea de continuidad entre los comportamientos de los primates antropoides y los humanos. Frans de Waal habla de ello en sus libros divulgativos: en «El mono que llevamos dentro» (2005) y en «Primates and philosophers» (2007). En ellos se defienden las siguientes ideas: (a) la moralidad es anterior a la humanidad, (b) los antropoides y humanos somos grupales; (c) el comportamiento moral más sofisticado y pacífico dentro del propio grupo contrasta con el carácter más agresivo y cruel del comportamiento entre grupos, y (c) la base evolutiva de la moralidad está más apoyada en las emociones que en la racionalidad. En 2011, Frans de Waal concedió a TED una conferencia titulada «Comportamiento moral en los animales» en la que explica que aunque erróneamente algunas personas creen que la empatía, la cooperación, la equidad, la reciprocidad y cuidar del bienestar de otros son exclusivas de seres humanos, la realidad es que muchas de estas actitudes morales las compartimos todos:
Frans de Waal: Comportamiento moral en los animales (Link)
La neurociencia apoya la idea de que quienes no son humanos también tienen moral. Cuando los humanos afrontan dilemas morales, las zonas del cerebro que se activan son áreas emocionales antiguas en términos evolutivos y que también han están presentes en animales no humanos.
Algunas personas que no reconocen que la moralidad está presente en animales no humanos, dicen que es éticamente correcto explotar y matar a quien no tiene moralidad. Estas personas suelen pensar en términos de grupo en lugar de en términos individuales, por eso suelen usar la falacia ecológica[3], asumiendo que todos los humanos tienen moral sin indicar cuál es la manera para demostrar que un determinado humano la tiene. Por ejemplo, desconocemos qué moralidad tiene un humano recién nacido o un humano con sus facultades mentales mermadas; según el argumento que utilizan estas personas sería éticamente correcto explotarles y matarles.
Algunas personas dicen que los animales no humanos no tienen moralidad, es decir, que no tienen normas sociales que regulan el comportamiento de los individuos. Por ejemplo, Charles Darwin (1809-1882) dice en su libro «El Origen del Hombre» lo siguiente: «Comparto enteramente el criterio de los escritores que afirman que, entre todas las diferencias existentes entre el hombre y los animales inferiores, el sentido moral o conciencia es el más importante [...] Carecemos completamente de razones para suponer que los animales inferiores están dotados de semejante capacidad, y, por consiguiente, cuando el perro de Terranova saca del agua a un niño, o un mono arrastra peligros por salvar a un compañero, o toma a su cargo la tutela de mono que yace en la orfandad, no llamamos "morales" a estas acciones». Quizás Darwin confundía moral con Ética. Aunque quienes no son humanos no tienen capacidad para hacer complejos razonamientos éticos, sin embargo muchos de ellos respetan normas grupales para relacionarse con quienes consideran sus semejantes, es decir, tienen una moral. A continuación, enumeraré algunos estudios y libros que afirman la existencia de moralidad no humana:

- Cooperación: altruísmo, reciprocidad, honestidad y confianza.
- Empatía: compasión, simpatía, aflicción y consuelo.
- Justicia: compartir, equidad, juego limpio y perdón.
En el prólogo de «Justicia salvaje. La vida moral de los animales» podemos leer lo siguiente:
«Es bastante posible que exista [...] una cantidad de hombres y mujeres inteligentes que no conozcan aún el hecho de que los animales tienen códigos morales y que, en general, los respetan mejor de lo que los hombres respetan los suyos». William Hornaday, The Minds and Manners of Wild Animals (La mente y las actitudes de los animales salvajes)
«Una joven elefante hembra con una pata herida es atacada por un macho alborotado, borracho de hormonas. Una elefanta mayor que es testigo espanta al macho, regresa junto a la joven y le toca la pata dolorida con la trompa. Once elefantas rescatan a un antílope cautivo en KwaZula-Natal; la matriarca rompe con la trompa los pestillos que cierran el recinto y deja la puerta abierta para que el antílope pueda escapar. Una rata en una jaula se niega a presionar una palanca para conseguir comida cuando ve que otra rata recibe una descarga eléctrica si lo hace. Un mono diana macho que ha aprendido a insertar una ficha en una ranura para obtener comida ayuda a una hembra que no lo consigue, insertando la ficha por ella y permitiéndole comer luego. Una hembra de murciélago frugívoro ayuda a otra que no es de su familia a dar a luz, mostrándole cómo colgarse del modo adecuado. Una gata llamada Libby guía a Cashew, un perro amigo que es ciego y sordo, para que evite los obstáculos y llegue hasta la comida. Varios miembros de un grupo de chimpancés del zoo de Arnhem, en los Países Bajos, castigan a los que llegan tarde a cenar, porque nadie come hasta que todos están presentes. Un gran perro macho quiere jugar con otro más joven y sumiso; al hacerlo se contiene, mordiéndole con suavidad y permitiendo que el otro le devuelva los mordiscos. ¿Demuestran estos ejemplos que los animales tienen comportamientos morales y que pueden ser compasivos, empáticos, altruistas y justos? ¿Tienen los animales algo parecido a una inteligencia moral?
Estamos en un momento en que los animales ganan protagonismo. El historiador Dominick LaCapra, de la Universidad de Cornell, asegura que el siglo XXI será el siglo de los animales. Las investigaciones sobre inteligencia animal y emociones animales interesan a disciplinas que van desde la biología evolutiva y la etología cognitiva hasta la psicología, la filosofía, la antropología, la historia y los estudios religiosos. Existe un gran interés en los aspectos emocionales y cognitivos de los animales y cada día se hacen descubrimientos que sorprenden e, incluso, echan por tierra algunas de nuestras suposiciones acerca de cómo son los animales. Por ejemplo, los peces son capaces de deducir su propio estatus social con respecto a otros peces observando las interacciones dominantes entre ellos. Además, se ha observado que tienen personalidades únicas. Sabemos también que los pájaros planifican futuras comidas y que muchas veces su habilidad para utilizar herramientas supera a la de los chimpancés. Los roedores pueden utilizar una herramienta parecida a un rastrillo para acercar comida que está fuera de su alcance. Los perros clasifican las fotos del mismo modo que los seres humanos. Los chimpancés saben lo que han visto otros chimpancés y tienen mejor memoria para los juegos electrónicos que los seres humanos. Muchos animales, desde las urracas hasta las nutrias o los elefantes, sufren por sus crías; y los ratones sienten empatía. Para cualquiera que siga las publicaciones científicas o la información que aparece en los medios sobre el comportamiento animal, es obvio que estamos avanzando de forma extraordinaria en este terreno». Prólogo de Justicia Salvaje. La vida moral de los animales
Viviendo con lobos - National Geographic - Parte 1 de 5 (Link)
Los estudios de primatólogos, como Frans de Waal y otros científicos, muestran una línea de continuidad entre los comportamientos de los primates antropoides y los humanos. Frans de Waal habla de ello en sus libros divulgativos: en «El mono que llevamos dentro» (2005) y en «Primates and philosophers» (2007). En ellos se defienden las siguientes ideas: (a) la moralidad es anterior a la humanidad, (b) los antropoides y humanos somos grupales; (c) el comportamiento moral más sofisticado y pacífico dentro del propio grupo contrasta con el carácter más agresivo y cruel del comportamiento entre grupos, y (c) la base evolutiva de la moralidad está más apoyada en las emociones que en la racionalidad. En 2011, Frans de Waal concedió a TED una conferencia titulada «Comportamiento moral en los animales» en la que explica que aunque erróneamente algunas personas creen que la empatía, la cooperación, la equidad, la reciprocidad y cuidar del bienestar de otros son exclusivas de seres humanos, la realidad es que muchas de estas actitudes morales las compartimos todos:
Frans de Waal: Comportamiento moral en los animales (Link)
La neurociencia apoya la idea de que quienes no son humanos también tienen moral. Cuando los humanos afrontan dilemas morales, las zonas del cerebro que se activan son áreas emocionales antiguas en términos evolutivos y que también han están presentes en animales no humanos.
Algunas personas que no reconocen que la moralidad está presente en animales no humanos, dicen que es éticamente correcto explotar y matar a quien no tiene moralidad. Estas personas suelen pensar en términos de grupo en lugar de en términos individuales, por eso suelen usar la falacia ecológica[3], asumiendo que todos los humanos tienen moral sin indicar cuál es la manera para demostrar que un determinado humano la tiene. Por ejemplo, desconocemos qué moralidad tiene un humano recién nacido o un humano con sus facultades mentales mermadas; según el argumento que utilizan estas personas sería éticamente correcto explotarles y matarles.