RESUMEN:¿La práctica del veganismo es perfecta? ¿una puesta en práctica imperfecta rebate la teoría en la que se basa dicha práctica? Éstas son algunas de las preguntas a las que aquí vamos a responder.
El hecho de que una teoría se practique de manera imperfecta no rebate dicha teoría. El veganismo es poner en práctica el respeto a los seres sintientes. Actualmente el veganismo es una práctica imperfecta, en gran parte porque vivimos en sociedades que no son éticas, pero cuantas más personas practiquen el veganismo, más alternativas éticas habrá y la práctica del veganismo será cada vez menos imperfecta.
El deber ético se origina en los intereses de los seres sintientes, que universalizados se convierten en la Regla de Oro de la Ética: «a priori, los intereses no deben ser frustrados»[1]. Por lo tanto las normas éticas operan con los intereses, es decir, la Ética es sensocentrista[2]. Discriminar arbitrariamente a alguien por su especie, por su raza, por su sexo, etc. viola el Principio de Igual Consideración de Intereses[3]. Para ser lo más coherente posible con la Ética se debe evitar frustrar los intereses de los seres sintientes, para lo cual se debe practicar el veganismo: el respeto a los seres sintientes[4].
Algunas personas confunden la teoría ética con la práctica de dicha ética. Debemos tener clara la diferencia entre una idea ética y la puesta en práctica de dicha idea. Por ejemplo, alguien que defiende la Regla de Oro de la Ética[1] puede pensar que es arbitrario discriminar a alguien por su raza (se da cuenta del racismo) y puede defender éticamente que dicha discriminación no debe permitirse (defiende el anti-racismo); además, en la práctica puede hacer cambios en su manera de vivir (actuar contra el racismo) para ser coherente con lo que defiende éticamente. Asimismo, alguien que defiende la Regla de Oro de la Ética puede pensar que es arbitrario discriminar a alguien por su especie (se da cuenta del especismo) y puede defender éticamente que dicha discriminación no debe permitirse (defiende el anti-especismo); además, en la práctica puede hacer cambios en su manera de vivir (actuar contra el especismo) para intentar ser coherente con lo que defiende éticamente. Para ser coherentes con la Regla de Oro debemos practicar el veganismo.
Algunas personas que rechazan la Ética atacan a los veganos señalándoles imperfecciones en la práctica para intentar justificar éticamente la explotación y la matanza de quienes no son humanos. Estas personas dicen que quienes se denominan «veganos» matan animales al matar animales en los campos de cultivo[5], al andar, al usar transportes, al comprar productos con ingredientes animales ocultos, al dar dinero a personas que utilizan ese dinero para comprar productos de origen animal, al tener dinero en bancos no veganos, al contaminar con el consumo (producción, transporte, residuos), etc. Por eso alguna de estas personas incluso llega a decir que «los veganos no existen» (ver imágen adjunta), como si no existiesen millones de humanos que ponen en práctica su objetivo ético de acabar con el sufrimiento y la matanza de los seres sintientes. En resumen, estas personas pretenden rebatir la Ética basada en la realidad diciendo que no existen humanos que practiquen el veganismo al 100%, es decir, que vivan sin perjudicar a otros seres sintientes. El error de estas personas es creer que una teoría ética se rebate si alguien la practica de manera imperfecta, ya sea voluntaria o involuntariamente. Actualmente el veganismo es una práctica imperfecta, en gran parte porque vivimos en sociedades que no son éticas, pero cuantas más personas practiquen el veganismo, más alternativas éticas habrá y la práctica del veganismo será cada vez menos imperfecta. Como un fin justo justifica los medios[6] entonces, para avanzar hacia el objetivo de un mundo ético, es menos malo practicar un veganismo imperfecto y promover el veganismo que suicidarse para no perjudicar a otros seres sintientes.
En el mundo cada año mueren 1,2 millones de humanos (el 2,1% de la mortalidad mundial) debido a accidentes de tráfico, es decir, aproximadamente 3.000 muertos diarios a los que hay que añadir 15.000 discapacitados de por vida. La OMS prevé que en el año 2020 se duplique la cifra de muertos. Nadie piensa que sea inútil intentar reducir el número de muertes de humanos en accidentes de tráfico ¿por qué iba a ser inútil reducir el número de muertes de animales sintientes de otras especies?
Decir que «no existen los veganos» es como si ahora ponemos una lista de todo lo que contiene materiales o piezas que hayan sido extraídas o fabricadas por niños o por esclavos en los países empobrecidos, y a partir de eso decimos que «no existen humanos que respeten los Derechos Humanos» porque hay humanos que usan y consumen cosas que contienen materiales o piezas que han sido obtenidas o fabricadas por niños y por esclavos del tercer mundo; y encima decirlo para justificar la violación de dichos derechos.
Existen quienes defienden la injusticia cuando ellos no son las víctimas de ella, pero también existimos quienes queremos acabar con la injusticia y que para ello hacemos todo lo que podemos para lograrlo.
Si bien una práctica puede ser imperfecta, siempre está ahí la voluntad y objetivo de las personas para hacerla lo más perfecta posible. Según explica Inmanuel Kant (1724 - 1804) en su libro "Fundamentación de la metafísica de las costumbres"[3]:
"La buena voluntad no es buena por lo que se efectúe o realice, no es buena por su adecuación por alcanzar algún fin que nos hayamos propuesto; es buena sólo por el querer, es decir, es buena por sí misma. Considerada por sí misma, es, sin comparación, muchísimo más valiosa que todo lo que por medio de ella pudiéramos verificar en provecho o gracia de alguna inclinación y, si se quiere, de la suma de todas las inclinaciones, aun cuando, por particulares enconos del azar o de la mezquindad de una naturaleza madrasta, le faltase por completo a esa voluntad la facultad de sacar adelante su propósito; si, a pesar de sus mayores esfuerzos, no pudiera llevar a cabo nada y sólo quedase la buena voluntad..., sería esa buena voluntad como una joya brillante por sí misma, como algo que en sí mismo posee su pleno valor". Inmanuel Kant
Toda buena voluntad, además, puede ser mejorada si son mejorados los resultados hacia el fin que se dirige.
- food-info.net -> La página web la lleva acabo el departamento de Tecnología de los Alimentos y el grupo de estudiantes internacionales la mayoría de los programas de Master en Ciencias en Tecnología de Alimentos y Seguridad Alimenticia en la Universidad de Wageningen, de Holanda, una de las universidades líderes en Ciencias de Alimentos en el Mundo. Para la parte en Castellano del sitio Food-info, nosotros cooperamos con la Prof. Dra. Beatriz Cancino y sus estudiantes Stephany González y René Ruby de la Escuela de Alimentos de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Chile.
RESUMEN:¿Qué es el biocentrismo? ¿se debe respetar a todos los seres vivos? Éstas son algunas de las preguntas a las que aquí vamos a responder.
Quienes somos sensocentristas defendemos a todos los seres con capacidad para sufrir y disfrutar, es decir, a seres que tienen experiencias e intereses respecto a ellas. Si un ser tiene intereses entonces tiene valor intrínseco, pues se valora a sí mismo.
Tanto el biocentrismo débil, como el biocentrismo duro, dan valor intrínseco a seres que carecen de intereses. El biocentrismo débil dá un valor intrínseco menor a la vida no sintiente, pero el biocentrismo duro cosifica las vidas de los seres sintientes, pues los intereses reales le son éticamente transparentes. La realidad es que los seres vivos que no sienten, como las plantas, los hongos, bacterias, etc. carecen de intereses, por lo tanto no se perjudica a nadie si son dañadas. Los biocentristas dan un peculiar significado a las palabras «respetar» e «intereses», los cuales vienen dados por un planteamiento teleológico rebatido en otro artículo.
Algunos antropocentristas dicen que el veganismo no es coherente porque «las plantas también son seres vivos». Estas personas parecen desconocer que la Ética no está basada en el respeto a los seres vivos, sino que está basada en el respeto a los seres sintientes[1] y que por lo tanto debemos vivir respetando a los seres sintientes, es decir, practicando el veganismo. En un artículo anterior demostré que las plantas son seres vivos no sintientes, pues no tienen una conciencia[2], por lo tanto es éticamente correcto y vegano matar seres vivos no sintientes como lo son las plantas, las bacterias, etc. En cambio es éticamente incorrecto hacer sufrir y matar a seres sintientes como lo son humanos, vacas, perros, gallinas, cerdos, gatos, atunes, etc.
Algunas personas dicen que la Ética se debe basar en el respeto a los seres vivos, independientemente de que sientan o no sientan. Este argumento es el argumento del biocentrismo (del griego βιος, bios, «vida»; y κέντρον, kentron, «centro»), un término aparecido en los años 1970 y relacionado con el «ecologismo». Algunos biocentristas parecen tender hacia el ecocentrismo[3], pues comienzan a hablar de «armonía» y de «equilibrio natural»[4] mediante lo cual pretenden justificar el abuso de unos seres sintientes sobre otros, pero la inmensa mayoría suelen ser antropocentristas que ponen en un lugar privilegiado a los seres humanos. En otras ocasiones, los biocentristas parecen derivar hacia ideas primitivistas[5]. En el biocentrismo, el supuesto valor intrínseco de todo ser vivo puede distribuirse con diferencias de grado (biocentrismo débil) o unifórmemente (biocentrismo duro):
- Biocentrismo débil. Según el biocentrismo débil, todos los seres vivos tienen un valor intrínseco, pero que no todos merecen la misma relevancia ética porque las capacidades de cada ser vivo son muy diferentes y, por lo tanto, debemos dar diferente valor a los seres vivos, es decir, debemos distribuir el valor de la vida con diferencias de grado. Según este tipo de biocentrismo, los seres vivos no sintientes tendrían menor valor intrínseco que los seres vivos sintientes. Un representante del biocentrismo débil es Kenneth E. Goodpaster, del Colegio de Negocios del Opus Dei, en la Universidad St. Thomas. Goodpaster reaccionó en contra de la postulación de la sensibilidad como criterio de demarcación a la hora de dar valor intrínseco a un ser, es decir, contra el sensocentrismo. Según Goodpaster, la sensibilidad (entendida como subjetividad) sólo es un medio para alcanzar el fin superior que atañe a todos los seres vivos: la supervivencia. Según Goodpaster, y apoyándose en Aristóteles, todo ser vivo posee como característica el «interés» por alcanzar una meta: su telos vital (desarrollarse, reproducirse, etc.) y que le puede ser negado por otros organismos, lo cual, según el biocentrismo, es éticamente incorrecto. Es decir, Goodpaster usa el argumento de apelación a la naturaleza para las acciones[10]. Según Goodpaster, todos los seres vivos merecen consideración ética, pero éticamente no todos son de igual importancia. Por lo tanto deja abierta la cuestión de cuánto peso se debe dar a los «intereses» de una planta cuando entran en conflicto con los intereses de un ser sintiente. Otro biocentrista débil es Robin Attfield, quien explica el biocentrismo débil así[3]:
«Del hecho de que las plantas posean relevancia moral no se sigue que la actitud que haya de ser adoptada hacia ellas y las criaturas vivas sea la de “reverencia hacia la vida” tal y como fue defendida por Albert Schweitzer. Pues puede existir la necesidad, preponderante casi siempre, de tratar y valorar a las plantas, y quizás a algunas otras criaturas, como recursos, por muy valorable que sea su propia vida.»
- Biocentrismo duro. Según el biocentrismo duro, todos los seres vivos tienen el mismo valor intrínseco, independientemente de que sean sintientes o no, es decir, distribuye el valor intrínseco de la vida de manera uniforme. Un representante del biocentrismo duro es Paul Warren Taylor (1923-2015), un filósofo estadounidense que fue profesor emérito de Filosofía en el Brooklyn College de Nueva York, y autor del libro «Respect for Nature: A Theory of Environmental Ethics» (Princeton University Press, 1986). En dicho libro, Taylor adopta una perspectiva semejante a la de Goodpaster en cuanto al deber de respetar el «telos» vital[10], pues dice que cada ser vivo «busca su propio bien de su propia manera exclusiva», pero sosteniendo que todos los seres vivos tienen el mismo valor intrínseco. Taylor basa su postura biocentrista en cuatro pilares:
1. Los humanos son miembros de la comunidad viva de la Tierra, en iguales términos que los otros seres vivos. 2. Los ecosistemas naturales de la Tierra son una compleja red de elementos interconectados e interdependientes. 3. Cada organismo individual es concebido como un centro teleológico de vida, que persigue su propio bien de acuerdo a sus parámetros de vida. 4. Los humanos no son superiores a ninguna otra forma de vida.
Aunque Taylor se contradice, pues excluye del respeto ético a la que llama «naturaleza domesticada», lo que él denomina «biocultura», con la finalidad de intentar justificar éticamente la agricultura y la ganadería.
Los biocentristas suelen hablar de manera metafórica y luego plantean sus argumentos como si lo dicho fuera cierto. Por ejemplo, cuando un biocentrista dice que las plantas «buscan» agua o luz para sobrevivir, esto facilita que se piense que estamos aceptando que las plantas tienen el «interés de seguir viviendo», o que las plantas «buscan» su propio bien, pero como hemos asumido que las plantas no sienten, es decir, que no tienen conciencia, entonces todo este lenguaje es metafórico. Usando metáforas también se podría decir que un río «busca» conseguir «su propio bien» y que «lucha» para llegar al mar, o también podríamos decir que el «bien» para un misil es explotar en su objetivo, pero todo esto nos lleva al engaño, pues los seres vivos no sintientes no tienen intereses porque no tienen conciencia, y si un ser no tiene intereses entonces no perjudicamos a nadie si lo dañamos o matamos: es absurdo hablar de respetarlo como hablamos de respetar a las personas. Las plantas, los hongos y las bacterias, al no tener intereses, no pueden valorar nada, ni siquiera «su propia» vida, por ello no son personas, sino cosas (vivas). Los biocentristas suelen crear una teleología y apoyar en ella argumento de apelación a la naturaleza, falacias que rebatí en un artículo anterior[6].
Como hemos explicado en otro lugar, las seres vivos pueden reaccionar a su entorno, toda la materia lo hace, pero esa reacción no es consciente, no es sintiencia[2]. Los intereses existen porque existen individuos con capacidad para sufrir y disfrutar. Una reacción de la materia que no está acompañada de experiencias no es el resultado de un interés. Gracias a la existencia de intereses existe el valor. El valor no está aquí ni allí, el valor solo existe porque existe una conciencia que valora, de acuerdo a sus intereses. Por ello, si en el Universo no existiera ninguna conciencia entonces éste carecería de valor, pues nadie lo valoraría. Para que algo tenga valor intrínseco debe tener intereses, pues de esta forma puede valorarse a sí mismo sin la necesidad de que existan otros individuos que lo valoren. Por ello, la vida no sintiente no tiene un valor intrínseco, sino instrumental, que le es dado por individuos sintientes en forma de valor alimenticio, valor como refugio, valor estético, valor recreativo, valor científico, etc. Dar valor intrínseco a toda vida y actuar éticamente llevaría al suicidio, pues el biocentrismo se viola inevitablemente cada vez que comemos: necesitamos matar células y seres vivos. Por ejemplo, cuando se comen frutos se matan las células vivas del fruto, impidiendo que desarrollen sus funciones, y también se matan las bacterias que éstos contienen. Este punto no refuta al biocentrismo, pues una mala práctica no rebate la teoría en la que está basada, sino que muestra el camino que los biocentristas deberían seguir en la práctica. El mismo Goodpaster escribe en su libro:
«The clearest and most decisive refutation of the principle of respect for life is that one cannot live according to it, nor is there any indication in nature that we were intended to. We must eat, experiment to gain knowledge, protect ourselves from predation... To take seriously the criterion being defended, all these things must be seen as somehow morally wrong.» Kenneth E. Goodpaster, p. 310 Traducción: «La refutación más clara y más decisiva del principio de respeto a la vida es que no se puede vivir de acuerdo a ello, ni hay ninguna indicación en la naturaleza para que nosotros podamos intentarlo. Tenemos que comer, experimentar para adquirir conocimiento, protegernos de los depredadores... Para tomar en serio el criterio que se defendió, todas estas cosas deberían ser vistas como algo moralmente incorrecto.» Kenneth E. Goodpaster, p. 310
Por lo tanto los biocentristas deben elegir entre suicidarse o ser consecuencialistas, considerando que seguir viviendo y promover un mundo biocentrista tendrá unas consecuencias menos malas que el suicidio. Los biocentristas consecuencialistas deberían promover una manera de vivir que rechace el consumo de productos y servicios de origen vivo. Por ejemplo, deberían promover la recogida de nutrientes directamente del suelo y la elaboración sintética de nutrientes, deberían rechazar el consumo de madera y de papel, no pisar la hierba, etc. Por ello, Goodpaster sugiere que al menos podemos respetar los «intereses» de otros seres vivos, cuando no entren en conflicto con «los nuestros». Según Goddpaster, sólo se requiere que «usemos y matemos a los seres vivos con consideración y sensibilidad». El biocentrismo duro iguala el valor de la vida de todos los seres vivos, por lo que hace éticamente irrelevante la capacidad para sentir: cosifica a los seres sintientes (humanos incluidos) para poder sobrevivir.
[EN OBRAS, PUEDE HABER COSAS ERRÓNEAS O QUE SOBRAN]
(vii)La vida no sintiente carece de intereses, por lo tanto, no perjudicamos a nadie si la utilizamos. Tiene tan poco sentido hablar de "intereses" de un ser vivo no sintiente como hablar de los "intereses" de la materia inorgánica, por ejemplo, toda la materia tiende a la erosión, podríamos decir que ese es su telos material, y que por lo tanto tiene "intereses" pero no es así, no media ninguna voluntad ni en el telos de un ser vivo no sintiente, ni en el telos de una piedra. Un ejemplo, lo da Óscar Horta aquí.
2. Respuestas a la defensa de la vida per se:
Respuesta para quienes siguen el biocentrismo gradualista:
Defienden que hay que respetar la vida per se, pero que es más valiosa la vida sintiente. Habría dos grupos:
Hay dos tipos de gradualistas:
- Biocentristas gradualistas veganos: algunos veganos, además de respetar la vida sintiente, defienden el valor de la vida per se. Esto suele ocurrir desde posturas antiabortistas que nacen de ideas ajenas al veganismo, ya que no es contradictorio ser vegano y defender el aborto inducido de embriones no sintientes[14]. Cuando, desde posturas veganas antiabortistas, se defiende que, por ejemplo, un cigoto humano es tan ser humano como un ser humano sintiente, se estaría siendo biocentrista igualistarista, y al no ser especista estaría llegandose a poner al mismo nivel la vida sintiente que la vida no sintiente, contradiciendo de este modo su propia postura de biocentrismo gradualista.
En cambio, pudiera ser que a lo que se refieren con gradualismo del valor de la vida es a la complejidad de ésta, es decir, a la complejidad del ADN. Cabe comentar aquí que existen muchas plantas que poseen un ADN más complejo que el ADN de los animales sintientes, incluidos los humanos. Por ejemplo, el ADN de la planta del maíz (Zea mays) es más complejo que el ADN humano[15].
Teniendo en cuenta que las plantas no sienten, algunos veganos biocentristas gradualistas defienden a las plantas porque son "seres vivos", pero ¿por qué decimos "ser vivo"? ¿es que acaso existen "seres muertos"? Si usamos dos palabras para denominar a algo eso quiere decir que las palabras "ser y "vivo" no son sinónimos sino que se complementan. Todos sabemos que algo "vivo" es lo que conocemos como materia orgánica, pero ¿qué entendemos por "ser"?... ¿en qué se diferencia la cosa viva de "el ser", y por qué debemos respetar moralmente la característica que establece esa diferencia?... Podríamos entender que un 'ser' es un sistema, entonces un "ser vivo" es un sistema vivo que se diferencia de la materia orgánica que no forma un individuo. Un "sistema vivo" no sintiente es sóló algo, no alguien, entonces no parecen claras las razones por las que debemos mostrar respeto moral a un sistema vivo.
- Biocentristas gradualistas no veganos: Son quienes a pesar de aceptar que las plantas no sienten, estarían defendiendo la gradualidad del valor de la vida desde posturas no vegetarianas, lo cual es incoherente, ya que estarían discriminando moralmente a individuos vivos más evolucionados pues poseen un sistema nervioso central.
Respuesta para quienes siguen biocentrismo igualitarista:
(v)El biocentrismo duro cosifica las vidas de los individuos sintientes. Al igualar el valor de todos los individuos vivos, los biocentristas igualitaristas eliminan la capacidad de sentir del plano de la relevancia ética, lo cual tiene como resultado una cosificación de los individuos sintientes, pues ignora sus intereses. Encuentro dos variantes en quienes defienden este argumento:
- Biocentristas duros no especistas: lo cual vendría a decir que quien defiende este argumento considera que moralmente es igual de grave asesinar a un humano que asesinar a un cerdo o que matar a una planta porque los tres están vivos, dado que considera que las demás características que poseen cada uno son moralmente irrelevantes. Ante esta barbaridad, poco más podemos decir.
- Biocentristas duros especistas: si alguien afirma que los humanos son animales[16] pero que no hay que darles una consideración moral similar al del resto de seres vivos, entonces debe explicar primero cuál es el "defecto" de los animales no-humanos, que no sea también el "defecto" de algún grupo de humanos, por el cual se pretende aplicar una consideración moral distinta[17].
Aúnque esta persona sea especista, el argumento seguiría sin sostenerse por dos razones:
1º - A nivel evolutivo, el sentir es una característica que enriquece el valor de la vida. Desde el punto de vista moral ilógico considerar igual de valiosa una vida con mente que una vida sin mente, a no ser que se carezca de empatía[18] y, por lo tanto, se cosifique a los demás.
2º - Cuando alguien asesina a un animal para comérselo (o bebe leche o come huevos), además de a ese animal se está comiendo indirectamente a todas las plantas con las que a ese animal se alimentó durante su vida, por lo cual comiendo animales se matan muchas más vidas de plantas que siguiendo una alimentación vegetariana. En la alimentación 100% vegetariana además de no comerse animales ni derivados (huevos, lácteos), se comen muchos más alimentos que no producen la muerte de plantas, acercándose a la alimentación frugívora, es decir, una alimentación vegetariana a base de frutas, frutos secos y semillas, además de legumbres y cereales que se cosechan cuando la planta se ha secado. También habría que tener en cuenta que el impacto ecológico (deforestación) de la alimentación no vegetariana es mucho mayor que el impacto ecológico de la alimentación vegetariana[19]. Por todo ello, no es coherente que quien afirma que la vida de una planta vale lo mismo que la de un animal no siga una alimentación lo más frugívora posible. Desde Vegan Outreach lo explican así:
"Hay quien justifica el comer animales afirmando que las plantas también pueden sentir dolor. Sin embargo, no existe una evidencia biológica que indique que puedan hacerlo. Además, el dolor no tendría ninguna finalidad en una planta, puesto que no tienen la capacidad de escapar de las amenazas. No obstante, para los que sientan esta preocupación hacia cualquier tipo de ser vivo, una dieta vegetariana requiere menor cantidad de plantas, porque la cría de animales requiere primero alimentarlos a base de plantas antes de matarlos. Y por último, gran parte de la dieta vegetariana está formada por alimentos que no requieren matar a la planta: frutas, semillas y frutos secos, además de legumbres y cereales que se cosechan cuando la planta se ha secado."Vegan Outreach
De todas formas, a día de hoy, la alimentación 100% frugívora o frutariana no está avalada como alimentación sana por la ciencia de la nutrición, al contrario de lo que sucede con la alimentación 100% vegetariana sin restricciones[20], la cual sería el tipo de alimentación más próximo a aquella. En este sentido, y con la finalidad de responder a algunas burlas irracionales que nos acusan de odiar a las plantas, podríamos decir que quienes seguimos una alimentación 100% vegetariana "amamos" más a las plantas que quienes siguen una alimentación no vegetariana, aunque el veganismo no es una cuestión de amor, sino de respeto y consideración moral hacia todos los animales sintientes.
(1) RespuestasVeganas.Org: en biosocialismo.blogspot.com puede observarse un ejemplo de como el ecocentrismo, mezclado con un poco de biocentrismo y animalismo especista, casa muy bien con ideas del nacionalsocialismo. Puede apreciarse como se dá preferencia a la Naturaleza (ente abstracto que engloba a la vida y que inspira al romanticismo nazi, sistema que funciona mediante la ley de los más fuertes, etc.) sobre el valor del individuo sintiente. Puede apreciarse también como se habla de vegetarianismo (tipo de alimentación), pero no se menciona ni al veganismo ni al sensocentrismo (ética hacia individuos sintientes). Lo comentado también puede observarse en la página de ultraderecha PECTA. En el futuro, el ecologismo no vegano va a ser un nido para este tipo de ideologías discriminatorias que lo usarán como cebo, de hecho el nacionalsocialismo de la Alemania de Hitler usaba el ecologismo como parte de su propaganda ideológica pues encaja con ideas como la belleza y con la idea de superioridad de unos sobre otros. El sistema de la Naturaleza está basado en la ley de los más fuertes, algo que el ecocentrismo legitima. En cambio, un antiespecismo coherente nos lleva a los veganos a condenar la injusticia del sistema de la Naturaleza y a promover la intervención en lugar de la indiferencia.
[11] Velayos, Carmen. "La dimensión moral del ambiente natural: ¿Necesitamos una nueva ética?" Granada, 1996. pag. 35. Carmen Velayos es doctora en Filosofía y profesora ayudante de Filosofía Moral en la Facultad de Filosofía de la Universidad de Salamanca, España. [12] Riechmann, J.: "Todos los animales somos hermanos. Ensayos sobre el lugar de los animales en las sociedades industrializadas." Granada. 2003. pag. 601. [15] es.globedia.com - El ADN del maíz es más complejo que el humano
RESUMEN:¿Los humanos son animales omnívoros? ¿ser omnívoro significa que se deben consumir productos de origen animal? ¿qué diferencia hay entre un deber y un deber ético? Éstas son algunas de las preguntas a las que aquí vamos a responder.
Es habitual encontrarse con la siguiente falacia de apelación a la naturaleza: «Los humanos son omnívoros "por naturaleza" (o por obra de un dios), por lo tanto es "natural" ("bueno") que los humanos maten a otros animales para alimentarse de sus cuerpos muertos». Si bien la condición biológica facilita o dificulta que podamos alimentarnos éticamente, de ella no se infiere lógicamente ningún deber ético. En cambio, otras veces nos encontramos con un argumento nutricional según el cual «los humanos son omnívoros, por lo tanto deben comer carne para estar sanos», el cual choca contra la realidad: la ciencia de la nutrición humana avala la alimentación vegetariana equilibrada para todas las etapas de la vida. Las dos variantes de argumentos están rebatidas en dos artículos previos.
Palabras clave: apelación a la naturaleza, carnívoro, falacia, frugívoro, herbívoro, omnívoro
Algunas personas dicen que «los humanos son omnívoros, por lo tanto para estar sanos deben comer productos de origen animal». Estas personas usan el «argumento nutricional omnívoro». Primero debo aclarar que las categorías «herbívoro», «omnívoro», «carnívoro», etc. son simplificaciones rígidas en base a factores morfológicos y fisiológicos, pero no todo es blanco o negro en lo que respecta a la alimentación de los animales. Se llama «carnívoros» a los animales que generalmente comen carne, pero en ocasiones podemos verles comer vegetales. Y se llama «herbívoros» a animales que generalmente comen vegetales, pero en ocasiones podemos verles comiendo insectos e incluso pequeños mamíferos. La adaptación puede hacer que un animal que es biológicamente carnívoro se vuelva «herbívoro», como ocurre con los osos panda; o que un animal herbívoro comience a dar más importancia a comer carne. En eso consiste la evolución biológica. Por eso es más adecuado usar las categorías «generalista» (u oportunista) y «especialista» dependiendo, respectivamente, de si el animal tiene capacidad de cambiar su alimentación para adaptarse a cambios de su entorno, o si por el contrario está especializado en un determinado alimento; éstas son categorías menos rígidas, pues también tienen en cuenta factores etológicos y ecológicos. Si un animal es omnívoro o generalista entonces eso quiere decir que PUEDE obtener nutrientes de fuentes muy diversas para adaptarse y sobrevivir, no quiere decir que DEBA obtener nutrientes de una determinada fuente. Es cierto que la ciencia de la anatomía parece mostrar que los humanos son animales omnívoros, es decir, generalistas: los humanos se pueden adaptar para obtener nutrientes de una amplia variedad de fuentes, sin llegar a comer «de todo»[1]. La ciencia de la nutrición humana afirma que la alimentación vegetariana estricta equilibrada es sana para todas las etapas de la vida[2], por lo tanto el «argumento nutricional omnívoro» ya fue rebatido.
Algunas personas dicen que «la "naturaleza humana" es omnívora, por lo tanto deben consumir productos de origen animal».Estas personas usan el «argumento ético omnívoro» que consiste en combinar una teleología con el argumento de apelación a la naturaleza, lo cual ya rebatí en un artículo anterior[2]. La teleología asigna a cada ser una «naturaleza», dándole ésta una determinada «finalidad» a su existencia. A partir de dicha teleología se usa el «argumento de apelación a la naturaleza para acciones» para identificar el bien, y las acciones éticamente correctas, con el deber de cumplir con dicha «finalidad» asignada. Por ejemplo, en el caso que nos ocupa, estas personas dicen que «la naturaleza humana es omnívora: no comer productos de origen animal va contra la "naturaleza humana", es "antinatural"», llegando estas personas a la errónea conclusión de que los humanos deben consumir productos de origen animal, o que los humanos no deben ser vegetarianos estrictos, no por salud, sino por el deber ético de respetar la «naturaleza humana», o la «naturaleza» de cualquier otro animal[3]. El error de estas personas es creer que ser omnívoro o generalista obliga éticamente a consumir productos de origen animal. Algunos veganos caen en este error, perdiendo el tiempo en debates éticamente irrelevantes sobre si los humanos son herbívoros u omnívoros, quizás buscando la coherencia con creencias religiosas según las cuales un supuesto «dios» creó una «naturaleza humana». Por ejemplo, Gary Yourofsky insiste en que los humanos son «herbívoros por naturaleza» y concluye erróneamente que por eso los humanos deben ser vegetarianos estrictos. El hecho de que los humanos sean biológicamente frugívoros, herbívoros, omnívoros, carnívoros o caníbales, es nutricionalmente relevante, pero es éticamente irrelevante: la condición biológica facilita o dificulta una alimentación ética, no la determina. Incluso aunque los humanos fueran carnívoros estrictos, seguirían teniendo el deber ético de respetar a los demás seres sintientes.
Algunas personas dicen que la alimentación vegetariana no es omnívora. Estas personas confunden la condición biológica con el tipo de alimentación elegida, por eso dicen que ellos siguen una «alimentación omnívora», dando a entender que su alimentación no es una elección, sino la manera «normal» o «natural» como «debemos» alimentarnos, por lo que esta idea tiene su origen en el «argumento ético omnívoro» que rebatí en el párrafo anterior. La realidad es que la alimentación vegetariana es tan omnívora como la alimentación no vegetariana: ambas son elecciones alimenticias realizadas por omnívoros.
Omnívoros. Entonces ¿qué? | #VeganFlash 12 | DAMO (Link)
Los humanos son animales que también están hechos de carne y hueso. Si el hecho de ser omnívoros fuera la razón que justificara matar a quienes no son humanos para comer sus cuerpos entonces ese hecho también justificaría matar a humanos para comerlos. Quien rechaza matar a humanos para comerlos apela a la ética, no a la fisiología; y también son razones éticas las que los veganos ponen encima de la mesa para defender el deber de respetar a quienes no son humanos. Por lo tanto, el debate no es sobre fisiología, pues la fisiología no nos dice lo que debemos y no debemos hacer sino la Ética.
A los humanos les atraen los olores vegetales. El sistema olfativo de cada animal está preparado para ser atraído por los olores de aquello con lo que se alimenta. A los animales carnívoros, como un tiburón, un león o cualquier depredador, les atrae el olor a muerto, vísceras y sangre. En cambio, podemos comprobar que a los humanos les atraen los olores vegetales, les estimulan, por eso las colonias se elaboran con extractos vegetales, frutas y flores, y por eso el olor a cadáver nos da asco.
La sequía y la falta de alimentos vegetales motivó que, a partir del Homo ergaster, por primera vez los alimentos de origen animal crudos (insectos, reptiles, moluscos, pescado y mamíferos) constituyeron una parte importante de la dieta de los homínidos; y esta forma de alimentación, muy pobre en alimentos vegetales y muy rica en alimentos animales, persistió casi un millón y medio de años, hasta hace apenas diez mil años".[2]
La ingesta de animales no-humanos por parte de nuestros ancestros comenzó como una forma de supervivencia, tal y como también se han dado casos de canibalismo por las mismas razones. Nuevos estudios en la cueva de Gran Dolina (Atapuerca) hablan de un periodo de 100.000 años en el cual nuestros antepasados de hace 800.000 años estuvieron practicando canibalismo gastronómico de manera rutinaria[3].
(v)Anatómicamente tenemos mucho parecido con animales hervívoros y frugívoros. Esto no es un argumento sino sólo información para poner en duda que los humanos son omnívoros, aunque parece que si lo son. A continuación dejaremos información que nos acerca más a los animales hervívoros y frugívoros que a los animales omnívoros y carnívoros:
- El naturalista francés George Cuvier (1769-1832) es considerado el creador de la anatomía comparada. En uno de sus artículos dice:
"La anatomía comparada nos permite ver que el hombre se parece en todo a los animales frugívoros, y en nada a los carnívoros. La carne muerta sólo es susceptible de ser masticada y digerida por el hombre si se la disfraza y se la hace más tierna con preparativos culinarios; así, la vista de carnes crudas y sangrantes nos produce horror y repugnancia". George Cuvier
Partiendo de Cuvier, se han realizado diferentes estudios comparativos entre las diferencias anatómicas del hombre y los animales.
- En el siguiente video y en las dos siguientes tablas, el Dr. Milton Mills analiza utilizando la anatomía comparada (según el tipo de alimentación) a carnívoros, a omnívoros, a hervívoros y a los humanos. Los resultados son curiosos[7]:
Milton Mills MD. Are Humans Designed to Eat Meat?
CARNÍVORO
OMNÍVORO
HERBÍVORO
HUMANOS
Músculos faciales
Reducidos para permitir una gran apertura de la boca
Reducidos
bien desarrollados
bien desarrollados
Mandíbulas (ángulo de la V mandibular)
Angulo no expandido (V estrecha)
Angulo no expandido
Angulo expandido (V ancha)
Angulo expandido
Articulación de la mandíbula
En el mismo plano que los dientes molares
En el mismo plano que los dientes molares
Por encima del plano de los molares
Por encima del plano de los molares
Movimientos de la mandívula
Cortante movimiento lateral mínimo
Cortante movimiento lateral mínimo
No cortante y gran movimiento lateral y antero-posterior
No cortante y gran movimiento lateral y antero-posterior
Principales músculos de la mandíbula
Temporales
Temporales
Maseteros y pterigóideos
Maseteros y pterigóideos
Apertura de la boca con relación al tamaño de la cabeza
grande
grande
pequeña
pequeña
Dientes incisivos
pequeños y puntiagudos
pequeños y puntiagudos
anchos, de forma de pala aplanada
anchos, de forma de pala aplanada
Dientes caninos
largos, afilados, puntiagudos y curvos
largos, afilados, puntiagudos y curvos
desafilados, pueden ser pequeños a desarrollados (para defensa) o no tienen
rudimentarios: pequeños y desafilados
Dientes molares
afilados y puntiagudos
formas intermedias entre herbívoros y carnívoro
aplanados con cúspides. Superficies complejas.
aplanados con cúspides
Masticación
No mastica. Traga el alimento entero
traga la comida entera o simplemente la rompe
necesaria una gran masticación
necesaria una gran masticación
CARNÍVORO
OMNÍVORO
HERBÍVORO
HUMANOS
Saliva
sin enzimas digestivas
sin enzimas digestivas
con enzimas para la digestión de carbohidratos complejos
con enzimas para la digestión de carbohidratos complejos
Tipo de estómago
Simple
Simple
Simple o con varias cámaras
Simple
Acidez estomacal
PH menor o igual a 1 medido con la comida en el estómago
igual que carnívoro
PH 4 a 5 con comida en estómago
igual que herbívoro
Capacidad estomacal
60% a 70% del total del volumen del tracto digestivo
60% a 70% del total del volumen del tracto digestivo
Menor del 30% del total del volumen del tracto digestivo
21% a 27% del total del volumen del tracto digestivo
Relación longitud del intestino delgado y el cuerpo
3 a 6 veces la longitud del cuerpo
4 a 6 veces la longitud del cuerpo
10 a 12 veces la longitud del cuerpo
10 a 11 veces la longitud del cuerpo (medida desde la cabeza al extremo de la espina dorsal == 60 a 90 cm)
Colon
simple, corto y liso
simple, corto y liso
largo, complejo y saculado (vermiforme)
largo y saculado (vermiforme)
Higado
Puede detoxificar grandes cantidades de vitamina A
igual que carnívoro
No puede detoxificar grandes cantidades de vitamina A
igual que herbívoro
Riñon
la orina que produce es extremadamente concentrada
igual que carnívoro
orina moderadamente concentrada
igual que herbívoro
Uñas / garras
garras afiladas
garras afiladasuñas
planas o desafiladas
uñas planas
Otras observaciones que realiza Milton Mills son:
CARNÍVORO
HERBÍVORO
HUMANOS
Transpiración
Sin poros en la piel, transpira por la lengua para refrescar la piel.
Transpira por millones de poros en la piel.
Transpira por millones de poros.
Saliva
Tiene saliva ácida, no posee Ptialina.
Tiene saliva alcalina y abundante Ptialina para digerir cereales.
Tiene saliva alcalina y abundante Ptialina para digerir cereales.
Acidos en la digestión
Su estómago segrega ácido clorhídrico muy concentrado para digerir cartílagos, nervios, músculos, etc.
El ácido clorhídrico de su estómago es 20 veces menos concentrado que el de los carnívoros.
El ácido clorhídrico de su estómago es 20 veces menos concentrado que el de los carnívoros.
Heces
Tiene materia fecal escasa y fétida.
Su materia fecal es voluminosa y no fétida.
Su materia fecal es voluminosa y no fétida.
Evacuaciones
Evacua entre las 2 a 4 horas de comer.
Evacua entre las 4 a 8 horas de comer, cuando no en mucho más
Evacua entre las 4 a 8 horas de comer, cuando no en mucho más
Tolerancia al ácido úrico
Tiene mucha tolerancia al ácido úrico, la urea.
No tiene tolerancia al ácido úrico y la urea.
No tiene tolerancia al ácido úrico y la urea.
Dibujos animados que muestran de forma humorística que no estamos anatómicamente preparados para comer carne. (Link)
(vi) Nuestros parientes más cercanos apenas comen carne o son vegetarianos.
Los humanos no descendemos de los monos porque somos dos animales que existen en una misma época, pero pertenecemos al mismo orden (primate) y tenemos un antepasado común con ellos que vivió hace más de 5 millones de años.
Nuestros parientes más cercanos hoy son los llamados grandes simios, y son: el orangután, el gorila, el bonobo y el chimpancé. No todos los grandes simios tienen la misma alimentación, aunque sus dietas están basadas en plantas y frutas. El orangután, y sobretodo el gorila son vegetarianos. El bonobo, primo del chimpancé, complementa su dieta con invertebrados, y el chimpancé, el más carnívoro de los grandes simios, a veces añade a su alimentación animales invertebrados, huevos de aves y miel, a veces también caza y come monos, a otros primates inferiores (incluso practica el canibalismo) y a pequeños mamíferos, pero su alimentación, como los grandes simios anteriores, también está principalmente basada en plantas, los alimentos no vegetales sólo constituyen un 2% del total de su alimentación.
(vii)Existen animales carnívoros que viven perféctamente siendo vegetarianos estrictos. Los genes de los osos panda (Ailuropoda melanoleura) muestran que es un animal carnívoro aunque sólo se alimente con hojas de bambú:
- En 2009, Li Ruiqiang y sus colegas publicaron en la revista Nature un estudio sobre los genes que juegan un papel en la selección de alimento y en la digestión de los osos panda, mostrando que los osos panda tienen todos los componentes genéticos necesarios para ser carnívoros, carecen de los genes la digestión de la celulosa y, por tanto, si es herbívoro se debe más bien a sus microorganismos intestinales.[8]
CONCLUSIÓN: Los humanos son omnívoros pero hay datos anatómicos que muestran que tienen más cercanía a los animales frugívoros que a los animales carnívoros. Si los humanos SON omnívoros entonces eso quiere decir que PUEDEN obtener nutrientes tanto de fuentes de origen animal como de fuentes de origen vegetal, no que DEBAN obtenerlos de ambas fuentes. Pero es que incluso si los humanos fueran carnívoros estrictos, caníbales o vampiros, eso no determinaría éticamente lo que DEBEN hacer. Decir que se debe hacer lo que "naturalmente" se es es apelar a la naturaleza, lo cual es una falacia informal.
RESUMEN:¿Qué es el subjetivismo ético? ¿qué es el subjetivismo simple? ¿qué es el emotivismo ético? Éstas son algunas de las preguntas a las que aquí voy a responder.
El subjetivismo ético es un tipo de relativismo ético basado en los sentimientos. Además de que lo bueno y lo malo existen subjetivamente, lo bueno y lo malo también existen objetivamente, por lo tanto el subjetivismo ético está rebatido. El subjetivismo ético también se rebate a sí mismo por sus propias contradicciones: en su versión llamada «subjetivismo simple», queda rebatido porque no puede explicar nuestra falibilidad y porque no puede explicar los desacuerdos; y en su versión llamada «emotivismo ético» éste entra en contradicción lógica al dar la razón a dos opiniones contrarias derivadas de asumir que las emociones y los sentimientos nos indícan qué es cierto en un sentido ético.
Algunas personas dicen que «las opiniones éticas no están basadas en la razón, sino sólo en los propios sentimientos». Este argumento es un tipo de relativismo ético llamado «subjetivismo ético». El subjetivismo ético es la idea metaética según la cual la Ética no se fundamenta en la razón, sino sólo en los propios sentimientos. Según el subjetivismo ético, en la Ética no existe algo «objetivamente» correcto o incorrecto, es decir, en temas éticos nadie tiene la razón sobre los demás. Algunas personas utilizan este argumento cuando apelan a sus «instintos» o a sus sentimientos para justificar éticamente determinados comportamientos. Sin embargo, guiarse por un «instinto» o por intensos sentimientos propios es contrario a guiarse por la razón. Cuando alguien intenta justificar éticamente un comportamiento apelando a su «instinto» o a sus sentimientos (amor, gusto, etc.) está rechazando la racionalidad y por lo tanto también está rechazando la Ética. En otro artículo demostré que además de que lo bueno y lo malo existen subjetivamente, lo bueno y lo malo también existen objetivamente[1], por lo tanto el subjetivismo ético está rebatido. El respeto a los seres sintientes debe ser por racionalidad, no por gusto ni por amor, aunque apelar al amor puede ser una buena estrategia para convencer a personas poco racionales. Debemos utilizar la razón para controlar nuestras emociones y sentimientos, y así poder reflexionar y comportarnos de manera ética. A continuación explico los dos tipos de subjetivismo ético existentes y cómo están rebatidos por sus propias contradicciones internas:
Ya en el siglo V a. C., Protágoras (485 a. C. - 411 a. C.) decía que cuando alguien afirma «esto es justo», tan sólo expresa una sensación de agrado, y cuando alguien dice «esto es injusto» no hace otra cosa que expresar una sensación de desagrado; y como las sensaciones son variables entre los seres humanos entonces lo justo y lo injusto son relativos: nadie tiene la razón sobre qué es justo y qué es injusto.
En el siglo XVIII, David Hume (1711-1776) defendió en su libro «Tratado de la Naturaleza Humana» (1740) que la razón es incapaz de ayudarnos a discernir lo bueno de lo malo, es decir, defendió que la Ética surge de emociones con las que se pretende provocar actitudes a los demás: «Sea el caso de una acción reconocidamente viciosa: el asesinato intencionado, por ejemplo. Examinadlo desde todos los puntos de vista posibles, a ver si podéis encontrar esa cuestión de hecho o existencia a que llamáis vicio... Nunca podréis descubrirlo hasta el momento en que dirijáis la reflexión a vuestro propio pecho y encontréis allí un sentimiento de desaprobación que en vosotros se levanta contra esa acción. He aquí una cuestión de hecho: pero es objeto del sentimiento, no de la razón».
El subjetivismo ético
El subjetivismo ético tiene dos teorías metaéticas: el subjetivismo simple y el emotivismo ético.
El subjetivismo simple
La versión más simple de subjetivismo ético es el llamado «subjetivismo simple»: cuando una persona dice que algo es éticamente bueno o malo, esto sólo significa que lo aprueba o que lo desaprueba, es decir, según el subjetivismo simple, el lenguaje ético son descripciones sobre la actitud del hablante, describe un hecho, el cual puede ser verdadero o falso dependiendo de si el hablante dice la verdad o miente respecto a sus sentimientos. Por ejemplo, como a Jesulín la tauromaquia le produce buenos sentimientos entonces opina que «la tauromaquia es algo bueno», pero como a María la tauromaquia le produce malos sentimientos entonces opina que «la tauromaquia es algo malo», y según el subjetivismo ético ninguno de los dos tendría la razón sobre el otro, los dos estarían diciendo la verdad, pues ambos dicen lo que sienten.
Y de manera similar:
El subjetivismo simple presenta dos objecciones principales:
- El subjetivismo simple no puede explicar nuestra falibilidad. El subjetivismo simple implica que cada uno de nosotros es infalible en sus juicios éticos, pero a veces las personas se equivocan al juzgar algo y entonces corrigen su opinión. Alguien puede sentir que dice la verdad cuando aprueba o desaprueba un determinado hecho y por lo tanto, según el relativismo simple eso significaría que dice la verdad, pero si esa persona cambia de parecer entonces se contradecería con lo que decía antes, por lo tanto el subjetivismo simple es ilógico.
- El subjetivismo simple no puede explicar los desacuerdos. En el caso de los desacuerdos, cuando una persona dice: «X es éticamente correcto» y otra dice: «X es éticamente incorrecto», no están realmente en desacuerdo. Están, de hecho, hablando de cosas completamente distintas: cada quien está formulando un enunciado acerca de su propia actitud, con la que el otro puede perfectamente estar de acuerdo. Pero, según este argumento, la gente que dice tales cosas está realmente en desacuerdo y, por tanto, el subjetivismo simple no puede ser correcto.
Ante la refutación del subjetivismo simple, algunas personas abandonaron el subjetivismo ético y otras crearon otra teoría metaética más refinada: el emotivismo ético.
El emotivismo ético
La teoría del emotivismo ético fue desarrollada principalmente por Charles L. Stevenson (1908-1979) y también por Alfred Jules Ayer (1910-1989), llegando a ser una de la teorías metaéticas más influyentes del siglo XX. Según el emotivismo, el lenguaje ético no describe hechos, no transmite información, sino que se usa como medio para influir sobre la conducta de la otras personas. Por ejemplo, cuando alguien dice «yo desapruebo la homosexualidad» eso no describe un hecho, sino que es equivalente a decir «la homosexualidad… ¡qué asco!» o «¡no cometas actos homosexuales!» u «ojalá no hubiera homosexualidad». El emotivismo supera las objecciones que se le planteaban al subjetivismo, puesto que las órdenes y las expresiones de actitud no son verdaderas o falsas, por lo tanto la gente no puede ser «infalible» con respecto a ellas. Stevenson llama la atención sobre la diferencia entre un desacuerdo de actitudes y un desacuerdo acerca de actitudes. Dos personas pueden estar de acuerdo en todos sus juicios acerca de sus actitudes: están de acuerdo en que uno se opone a algo y el otro lo favorece, pero están en desacuerdo en sus actitudes. El subjetivismo simple no podía explicar el desacuerdo moral porque, una vez que interpretaba los juicios morales como enunciados acerca de actitudes, el desacuerdo se desvanecía; el emotivismo supera esta prueba.
El emotivismo ético presenta una objección principal:
- El emotivismo no puede explicar el lugar que ocupa la razón en la ética. Para el emotivista un juicio moral es como una orden: es ante todo un medio verbal para tratar de influir sobre las actitudes y la conducta de la gente. La idea de las razones que va naturalmente con esta idea básica es que las razones son cualesquiera consideraciones que tengan el efecto deseado, que influyan sobre las actitudes y la conducta del modo deseado. Pero consideremos lo que esto significa. Supongamos que estoy tratando de convencerte de que Jesulín es un hombre malo (estoy tratando de influir sobre tu actitud hacia él), y tú estás resistiendo. Como yo sé que tienes prejuicios racistas, te digo: «Sabes, Jesulín es judío». Eso funciona; tu actitud hacia él cambia, y convienes en que es un bribón. Parecería que para el emotivista, entonces, el hecho de que Jesulín sea judío es, por lo menos en algunos contextos, una razón que apoya el juicio de que es un mal hombre. De hecho, Stevenson adopta exactamente esta perspectiva. En su clásico libro «Ética y Lenguaje» (1944), dice: «Cualquier descripción acerca de cualquier hecho que cualquier hablante considere que probablemente cambiará actitudes puede aducirse como una razón en favor o en contra de un juicio ético». Obviamente, algo ha salido mal. No cualquier hecho puede contar como una razón para apoyar cualquier juicio. Por una parte, el hecho debe ser pertinente para el juicio, y la influencia psicológica no necesariamente lo hace pertinente. (Ser judío no tienen nada que ver con ser malo, cualesquiera que sean las conexiones psicológicas que estén en la mente de alguien.) Por lo tanto el emotivismo parece defectuoso, y con él la idea del subjetivismo ético queda en duda.
Monólogo de Jim Carrey - Impulsos (subtitulado en español) (Link)
Según el famoso antropólogo estadounidense Marvin Harris, los humanos no tienen instintos y es la cultura la que nos ha hecho lo que somos, aunque ésta signifique reducir nuestras posibilidades de sobrevivir como especie.
EL SENSOCENTRISMO NO ES SENTIMENTALISMO BARATO
Emociones y sentimientos son procesos psíquicos que debemos tener en cuenta para respetar al individuo, pero no debemos confundir sensocentrismo con sentimentalismo barato, ese mediante el cual cualquiera puede sentirse ofendido por cualquier cosa. El sentimentalismo barato es mencionado por Andrew M. Lobaczewski mediante el nombre de «histerización», pero haciendo referencia al peligro que supone, no ya sólo en las relaciones personales, sino en su aspecto social[2]:
«Las características psicológicas de cada crisis son únicas a cada cultura y época, pero un denominador común que existe al comienzo de tales “tiempos malos” es una exacerbación de la condición histérica de la sociedad. El emocionalismo que domina en la vida individual, colectiva y política, combinado con la selección subconsciente y la substitución de datos al razonar, conducen al egoísmo individual y nacional. La manía de sentirse ofendido por nada provoca respuestas constantes, aprovechándose de la hiperirritabilidad y de la hipocresía por parte de los demás. Es esta característica, esta “histerización” de la sociedad, que permite a conspiradores patológicos, a víboras encantadoras, y a otros depravados primarios actuar como factores esenciales en los procesos de creación del mal en la escala macro-social». Andrew M. Lobaczewski
El sentimentalismo barato es un subproducto del liberalismo individual llevado a su grado máximo. El sentimentalismo barato lleva a cada individuo a la imposición, mediante el contagio, de la tiranía emocional personal hacia los otros, a un irracionalismo exacerbado, generador de odio y finalmente de violencia.
RESUMEN:¿La agricultura no vegana mata animales en los campos de cultivo? ¿una alimentación vegetariana tiene como consecuencia un mayor número de muertes de animales en los campos de cultivo que una alimentación no vegetariana? Éstas son algunas de las preguntas a las que aquí vamos a responder.
La Ética es sensocentrista, pues ésta trata sobre la consideración de los seres sintientes, por lo tanto lo éticamente coherente es practicar el veganismo. Aunque la teoría es clara, en la actualidad la práctica del veganismo es imperfecta, pues los vegetales no se producen mediante agricultura vegana. Sin embargo, una mala puesta en práctica no rebate la teoría en la que se apoya: el sensocentrismo no es rebatido por una práctica vegana imperfecta. Pese a dicha imperfección práctica, el área de campo de cultivo necesario para alimentar a quien es vegetariano es menor que el área del campo de cultivo necesario para alimentar a quien no es vegetariano, pues cada animal destinado a la producción de carne necesita una gran cantidad de pienso vegetal durante los años que vive, incluidos los animales que son explotados en ganadería extensiva. Por lo tanto una alimentación vegetariana mata menos animales en los campos de cultivo que una alimentación no vegetariana, además de los animales que no mata en mataderos. Con el aumento del veganismo tal y como lo conocemos irán aumentando las opciones de vegetales producidos por una agricultura vegana.
Palabras clave: agricultura no vegana, área cultivable, campos de cultivo
Los antropocentristas no consideran un problema ético que mueran animales en los campos de cultivo, pero atacan a los veganos con ello para intentar justificar la existencia de granjas y mataderos. En otro artículo rebatí el argumento circular del antropocentrismo, según el cual «los humanos deben ser respetados por ser humanos»[1]. La realidad es que los humanos deben ser respetados porque son seres sintientes, así como también deben ser respetados quienes no son humanos, a esta idea se la llama «sensocentrismo»[2]. La agricultura no vegana mata a seres sintientes en los campos de cultivo, por lo tanto tenemos el deber ético de promover una agricultura que mate al menor número de seres sintientes[3]. Los antropocentristas parten desde una teoría ética equivocada y desde ella pretenden rebatir el sensocentrismo señalando imperfecciones en su puesta en práctica mediante el veganismo, sin embargo una mala puesta en práctica no rebate una teoría[4], lo demostré en otro artículo. Uno de esos casos de mala puesta en práctica ocurre en la compra de vegetales producidos por la agricultura no vegana; sin embargo actualmente ésta es la opción menos mala para promover el avance de la Ética tanto de manera efectiva, pues la alimentación vegetariana necesita un menor área de cultivo que la alimentación no vegetariana, como de manera estratégica, pues si a la sociedad no le importa matar a cerdos, vacas y pollos para comerles entonces difícilmente dará el paso de preocuparse por respetar a los animales que mueren en los campos de cultivo, con los cuales se empatiza menos.
Algunos antropocentristas dicen que la alimentación vegetariana usa un mayor área de cultivo que la alimentación no vegetariana, y que por lo tanto mata más animales.(1) A mayor área de campo de cultivo, mayor es la deforestación, mayor es el consumo de agua, mayor es la contaminación (quema de gasolina, pesticidas, herbicidas, etc.) y hay un mayor número de animales muertos en dichos campos. Las personas que usan este argumento parece que no se han dado cuenta de que los cultivos (los más abundantes trigo, maíz y soja) son comidos directamente por humanos, pero en su gran mayoría se utilizan para la elaboración de piensos para alimentar a los miles de millones de animales que son criados y explotados por su carne. Cada animal destinado a la producción de carne necesita una gran cantidad de pienso vegetal, incluidos los animales que son explotados en ganadería extensiva, ya que en muchas zonas los pastos no están disponibles todo el año y cuando están disponibles también se suplementa su alimentación con pienso. Aunque directamente un vegetariano consume más plantas que un no vegetariano, el consumidor de productos de origen animal consume más plantas indirectamente, pues los productos de origen animal que come han sido producidos con la gran cantidad de piensos que el animal comió durante sus años de vida antes de ir al matadero. La alimentación no vegetariana necesita un mayor área de campo de cultivo que una alimentación vegetariana, por lo tanto mata a un mayor número de animales en los campos de cultivo, además de los animales que mata en los mataderos.
- En abril de 2006, Greenpeace publicó el informe «Devorando la Amazonia», en el que se indica que la mayoría de los cultivos se utilizan para elaborar piensos para la industria ganadera: «El 80% de la producción de soja de todo el mundo se dedica a la elaboración de piensos para la industria ganadera. La creciente demanda de piensos a base de soja por los agricultores europeos está expandiendo las fronteras agrícolas hasta la selva tropical amazónica. Europa compra la mitad de la soja exportada desde el estado amazónico de Mato Grosso, donde se cultiva el 90% de la soja de la selva tropical. Carne alimentada con soja de la selva tropical encuentra el camino hasta los supermercados y cadenas de comida rápida de toda Europa».
Algunos antropocentristas dicen que en ganadería extensiva no se usan campos de cultivo. El «forraje» son todas aquellas plantas que se cultivan con el fin de alimentar a los animales. Estas personas cometen el error de creer que los animales de ganadería extensiva sólo comen pastos, sin embargo la realidad es que en ganadería extensiva se suplementa la alimentación de los animales con forrajes y piensos (cereales, legumbres)(SCP/RAC), para de esta manera acelerar el engorde y mejorar así la productividad. Por ejemplo, la «Asociación Nacional de Criadores de Ganado Vacuno de Raza Morucha Selecta» en su trabajo «Alimentación del ganado vacuno en extensvo como pilar básico de la mejora» podemos leer: «No obstante, es necesaria una alimentación suplementaria, que se realiza con forrajes y concentrados; la variabilidad de los recursos naturales, aunque haya una movilización de reservas por parte del animal, supone una eficiencia reproductiva baja, que hace aconsejable cierta suplementación en épocas de escasez». Por lo tanto la ganadería extensíva también utiliza un determinado área de cultivo para alimentar a cada animal, además de ello utiliza extensas áreas de pastizal para que los animales pasten.
Algunos antropocentristas dicen que una alimentación con animales de ganadería extensiva mata menos animales que una alimentación vegetariana. Primeramente recordemos que en la ganadería extensiva se explota a vacas, ovejas y cabras, forzándolas el embarazo para vender sus hijos como carne, destino que también les espera a sus madres. El error que cometen estas personas es no tener en cuenta que la ganadería extensiva, como su misma palabra indica, necesita extensos terrenos de pastizales para alimentar con pastos a dichos animales; estos se consiguen mediante la quema de bosques, produciendo miles de animales muertos por el fuego, intoxicados, etc. La ciencia ha denunciado cómo la ganadería extensiva deforesta los bosques y extingue numerosas especies animales para abrirse camino:
- El 8 de junio de 2005 la FAO publicó un artículo titulado «La ganadería extensiva destruye los bosques tropicales de suramérica», en el que se culpabiliza a la ganadería extensiva de destruir la selva de sudamérica y de matar a los animales salvajes para extender los pastos para el ganado. El artículo se complementa con las previsiones para el año 2010 mediante un informe titulado «Políticas pecuarias. Ganadería y deforestación» (otro link) en el que se denuncia que en 25 años se ha desforestado una superficie boscosa equivalente al territorio de la India.
La web Mongabay.com es una de las más populares sobre información acerca de los bosques lluviosos tropicales. El el artículo «Pastizales para el ganado» explica cómo la ganadería destruye los bosques y selvas latinoamericanas mmediante pastizales para la ganadería extensiva.
El estudio de Steven L. Davis. En 2003 el Journal of Agricultural and Environmental Ethics (16: 387–394) publicó un estudio titulado «The least harm principle suggests that humans should eat beef, lamb, dairy, not a vegan diet», en el que el profesor de Ciencia Animal Steven L. Davis sugiere que la alimentación vegetariana no reduce el número de animales que mueren en los campos de cultivo. Davis llega a la conclusión de que las poblaciones del ratón de madera se redujeron de 25 ratones por hectárea a 5 ratones por hectárea después de la cosecha (atribuido a la migración y a la mortalidad). Davis estima que 10 animales por hectárea son asesinados por la agricultura cada año, por lo que si los 120.000.000 de acres (490.000 km2) de las tierras de cultivo se utilizan para una alimentación vegetariana/vegana entonces aproximadamente 1200 millones de animales mueren o son asesinados cada año. Según Davis, si la mitad de las tierras de cultivo se convierte en pasto de rumiantes entonces estima que 9000 millones de animales morirían o serían asesinados cada año, suponiendo que se asesinen 8000 millones al año entre aves, carne de vacuno, cordero y productos lácteos. El estudio de Steven Davis fue rebatido por Jason Gaverick:
Respuesta de Jason Gaverick a Steven Davis. En 2003, Jason Gaverick Matheny, un doctorado en Economía Agrícola en la Universidad de Maryland, publicó un artículo titulado «Least Harm: A Defense of vegetarianism from Steven Davis's Omnivorous Proposal» (otro link), en él explica que el razonamiento de Steven Davis contiene varios defectos importantes, entre ellos la reducción de la definición de «daño» a fin de incluir sólo la matanza de animales, y calcular el número de muertes de animales sobre la base de la superficie terrestre en lugar de por consumidor. Se produce una cantidad igual de proteínas a partir de 1 hectárea de tierras de cultivo para producir vegetales, que utilizando 2.6 hectáreas para producir productos lácteos de rumiantes, o que utilizando 10 hectáreas para producir carne de vacuno, por lo tanto, son necesarias menos tierras de cultivo para una alimentación 100% vegetariana que para una alimentación no vegetariana. Según estimaciones de Gaverick Metheny, 0,3 animales mueren en los campos de cultivo por cada persona que sigue una alimentación vegana, 0,39 animales mueren por cada persona que sigue una alimentación vegetariana, y 1,5 animales mueren con el modelo cárnico propuesto por Davis. Matheny concluye que «Después de la corrección de estos errores, el argumento de Davis da una razón fuerte para en lugar de estar en contra, adoptar una dieta vegetariana». (Más información)
Número de animales matados en los campos de cultivo para producir un millón de calorías de algunos alimentos (gráfico interactivo) (Link)
2001: Davis dice, “una alimentación vegana mata más animales que una omnívora selectiva.” 2003: Gaverick Matheny responde, “Umm….eso no es así.” con: ¡ciencia! 2008: Andu Lamey dice, “yeah!” también con: ¡ciencia! 2011: Mike Archer dice, “una alimentación vegana mata más animales que una omnívora selectiva.” 2012: Patrick Moriarty responde, “Umm….eso no es así.” con: ¡ciencia!
Claudio Bertonatti y su confusión sobre el veganismo. El 31 de julio de 2015 se publicó en la web ganadera noticiasagropecuarias.com un artículo viral titulado «La confusión del veganismo», cuyo autor es el antropocentrista «ecologista» Claudio Bertonatti. Poco después le hicieron una entrevista sobre dicho artículo. El artículo, sin basarse en datos ni en referencia científica alguna, afirma que la alimentación vegetariana mata más animales que la alimentación no vegetariana porque «podemos comprobar que en los campos de cultivo no hay animales silvestres y que en los campos usados a la ganadería extensiva los animales silvestres conviven con los animales domésticos», dice; y que por eso «dejó de ser vegetariano en su adolescencia». El artículo no tiene en cuenta que en la ganadería extensiva se deforesta para crear pastizales(FAO, 2005), ni que en ganadería extensiva se suplementa la alimentación de los animales con piensos vegetales(SCP/RAC). El artículo ignora los numerosos datos existentes sobre contaminación de tierra, mar y aire, y sobre deforestación y extinciones que produce el consumo de productos de origen animal(Sciencie, 2015), datos mediante los cuales podemos afirmar claramente que la alimentación vegetariana es más respetuosa con el medio ambiente, y con quienes viven en él, que una alimentación no vegetariana[5]. Desde el blog México Vegano, se dá alguna otra respuesta a dicho artículo; también en este vídeo el Vegano Cordobes le responde directamente y de manera irónica, o en este otro vídeo de Luchi Bonfico, o esta respuesta de DAMO en la web.
LA GANADERÍA Y EL USO DE SUELOS PARA CULTIVO DE PIENSOS
- En 2007, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) publicó un artículo titulado "La diversidad de los animales de granja se encuentra amenazada" en el que se indicaba que la cabaña ganadera a la que hay que alimentar cada día con soja, cereales, etc. para que los animales engorden era el siguiente[7]:
- En Sudamérica, donde 400 millones de hectáreas de cultivos de soya se usan para alimentar animales para el consumo humano, solo se necesitarían 25 millones de hectáreas para alimentar directamente a todos los humanos del mundo.
- El ganado ocupa el 26 % de la superficie terrestre libre de hielo. La ganadería utiliza el 70% de la tierra agrícola del mundo para producir piensos.
SOBREPASTOREO:
Si para alimentar un día a una vaca en ganadería se necesitan de X metros cuadrados de terreno cultivado con soja, para alimentar un día a una vaca en ganadería extensiva se necesitará de X·Y metros cuadrados de terreno con hierba y matorrales. Se están deforestando selvas para plantar soja, pero también se talan y queman bosques para permitir el pastoreo puesto que el terreno que las vacas dejan atrás va quedando desertizado debido a que se mueven en un area muy reducida (en los terrenos que son propiedad del ganadero).
- Del 20 al 70% de la degradación de los pastos en el mundo es el resultado del exceso de pastoreo, la pérdida de suelo, la compactación del suelo y la desertificación (cuando la tierra de pastoreo o agrícola se convierte en desierto infértil). La ganadería es la responsable del 55% de la erosión del suelo en EEUU.
LA CRÍA DE GANADO PARA "CARNE" http://www.foodispower.org/es/la-cria-de-ganado-para-carne/
El ganado pasa sus primeros seis a ocho meses de su vida pastoreando. Si bien ese tiempo de pastoreo satisface algunas de sus necesidades instintivas, el confinamiento artificial expone al ganado a muchos peligros. Al confinárselo a permanecer en un área determinada, el ganado con frecuencia no tiene cómo protegerse de los climas extremos. Muchos de estos animales mueren como consecuencia del intenso calor, de hipotermia o durante las inundaciones estacionales. Cerca de 91,000 cabezas de ganado murieron en Dakota del Norte en 2009 a consecuencia de las inundaciones y por condiciones invernales extremas[1].
El ganado doméstico también es vulnerable a los ataques de los coyotes y otros predadores. Los predadores silvestres mataron a cerca de 190,000 cabezas de ganado en un solo año[2]. Como consecuencia de esto, el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de los Estados Unidos mata a miles de animales silvestres todos los años. Estos predadores son un componente clave e invaluable de los ecosistemas locales, en los que juegan un papel integral para mantener el balance de otras poblaciones de animales. Por otro lado, los animales silvestres deben competir por recursos con los domesticados. La cría de ganado vacuno fue la causa principal de la desaparición de más del 98% de las poblaciones de perros de la pradera durante el siglo 20[3].
(1) Si bien el número de muertes es un criterio objetivo y éticamente relevante para valorar la relevancia de dos tragedias[5], no es suficiente, pues se le añaden otros criterios que también son éticamente relevantes, especialmente la diferente valoración de las vidas, lo cual aumenta la complejidad del problema de tal manera que valorar la relevancia de dos tragedias pasa a ser casi intuitiva[6]. (2) En la declaración de divulgación que precede a su artículo, Mike Archer dice que no trabaja para nadie ni recibe fondos de empresas u organizaciones que se beneficien con dicho artículo, y que no tiene afiliaciones pertinentes. Curiosamente, sin embargo, el artículo fue publicado en la revista The Conversation, financiada principalmente por CSIRO (Commonwealth Scientific and Industrial Research Organisation), que es una agencia que investiga la gestión agrícola incluyendo pastos y el ganado para mejorar la producción.
- biovegan.org -> BioVegaN es una web alemana y austriaca sobre agricultura biológica vegana. - goveganic.net -> Veganic Agriculture Network es una red de agricultura vegánica en norte américa. - pfaf.org -> "Plants for a future" (plantas para un futuro) es una organización del Reino Unido que lleva muchos años trabajando a nivel teórico y práctico sobre los usos de plantas silvestres, tanto raras como comunes, sobre todo a nivel comestible y medicinal, sin olvidar otros usos prácticos como limpieza, tintes y un largo etcétera. Fusionan las prácticas de la permacultura (creación de asentamientos humanos sostenibles) teniendo como filosófia el veganismo (respeto hacia los ánimales, que a nivel práctico es no utilización de animales ni productos de origen animal) todo ello de una manera ecológica, haciendo especial émfasis en la creación de entornos ecológicos sostenibles basados básicamente en plantas perennes. Tienen catalogadas más de 7000 plantas y sus usos. Actualmente el proyecto cuenta con un par de fincas en el sureste de Inglaterra donde muchas de estas plantas son cultivadas y mantenidas. - veganic.arkipelagos.net -> Blog en español sobre agricultura vegánica y permacultura. Abandonado. - veganorganic.net -> Fundada en 1996, la Red Vegan-Orgánica (VON), es una ambiciosa organización benéfica de Reino Unido registrada en una red internacional de colaboradores activos. Sus objetivos son la investigación y promover métodos vegano-orgánicos (también conocido como stockfree orgánicos) de agricultura y horticultura en todo el mundo para que comida egológica, limpia y libre de crueldad esté ampliamente disponible. - vegeculture.net -> Agricultura biológica vegetariana en Quebec y zonas francófonas. - verticalfarm.com -> The Vertical Farm Project.
BIBLIOGRAFÍA
- Stout, Ruth (1998): Gardening Without Work: For the Aging, the Busy, and the Indolent. The Lyons Press; 1st edition (January 1, 1998). - Fukuoka, Masanobu. La revolución de una brizna de paja. - Fukuoka, Masanobu. La senda natural del cultivo. -> Más tecnico y extenso que el anterior.
El 31 de diciembre de 2016 una persona llamada Jessica Fillol publicó en su blog un artículo titulado «“No estás sola”. No, qué va. Lo que he aprendido en el 2016» en el que principalmente habla sobre sus discusiones y polémicas con otras feministas que no voy a comentar. El artículo parece haber tenido cierta repercusión en las redes sociales porque algunas personas me han informado de él y me han solicitado que dé una respuesta a algo que dice sobre el veganismo. El artículo contiene el siguiente párrafo antivegano:
Voy a responder a Jessica desde la Ética Basada en la Realidad (EBR) que yo defiendo[1]; por comodidad y claridad usaré la palabra «Ética» para referirme a ella. El veganismo se practica para intentar ser coherente con la Ética, es decir, para poner en práctica el respeto a todos los seres sintientes. Por desgracia hay personas que practican el veganismo desde éticas defectuosas, aunque es mucho peor no practicarlo y además criticarlo, como ocurre en el caso de Jessica. Comencemos.
Jessica dice: "No soy vegana. Como carne, pescado, huevos y lácteos. Soy el demonio personificado."
Jessica describe una serie de acciones que ella realiza y seguidamente ironiza sobre ellas para justificarlas, autodenominándose «demonio personificado». La estructura del argumento es clara:
Premisa 1: [Enumerar aquí acciones realizadas por uno mismo] Premisa 2: Autodenominarse «demonio personificado». Conclusión: Las acciones enumeradas son éticamente correctas.
Como vemos, la conclusión es errónea, pues no se llega lógicamente a ella a través de las premisas. Es un argumento falaz para persuadir mediante el uso de la ironía. Sigamos con el párrafo.
Jessica dice: "Soy alérgica a los mosquitos y si desaparecieran todos de la faz de la Tierra mis veranos serían más felices. Desparasito a mi perra 3 veces al año, lo que me convierte en una genocida de lombrices, pulgas y garrapatas."
Jessica comienza hablando de los mosquitos, dice que es alérgica a ellos, y continúa hablando de las lombrices, pulgas y garrapatas que parasitan a su perra. No comienza así «por azar», sino «para preparar el terreno»: líneas después intentará justificar éticamente el degollamiento de vacas, cerdos, gallinas, etc., no por alergia o por defensa, sino porque le gusta el sabor de esos cuerpos muertos y sus secrecciones. Voy a respoder al tema de los mosquitos, pero antes aclararé brevemente unas ideas esenciales de la Ética para que se entienda la respuesta que voy a dar después.
A partir de la realidad que compartimos[2], en la que existen el bien y el mal[3], se infiere lógicamente la norma esencial de la Ética y que es la siguiente: «a priori, los intereses no deben ser frustrados»[4]. La Regla de Oro da lugar al Principio de Igual Consideración de Intereses: «intereses iguales deben ser considerados por igual», principio mediante el cual se evita toda discriminación arbitraria[5], incluido el machismo, por eso es sorprendente que existan feministas que lo desconozcan... Por lo tanto, a priori debemos respetar a los demás seres sintientes, es decir, a priori debemos respetar a los seres que tienen una conciencia, excepto si estimamos que hacerlo va a tener peores consecuencias para el avance de la Ética. Ésta es la razón por la que, aunque la defensa propia y ajena sean éticamente incorrectas[6], son acciones que pueden estar justificadas si se estima que no defendernos, o no defender a otros, va a tener unas consecuencias peores para el avance de la Ética. Esto ocurre porque quien elige realizar una acción u omitirla es, en ambos casos, la causa intencional de las consecuencias producidas por dicha elección[7].
No voy a entrar en un debate científico sobre si los mosquitos son seres sintientes o si no lo son (un cerdo sí lo es[8]), pero imaginemos que los mosquitos fueran seres sintientes y que por lo tanto tuvieran intereses. En dicho supuesto, a priori tendríamos el deber de respetarles. Sabemos que los mosquitos hembra acumulan energía extrayendo sangre a otros seres sintientes mediante una picadura, energía que utilizarán para poner huevos, pero lo realmente grave es que son vectores de enfermedades infecciosas. Lo lógico y ético, si fueran seres sintientes, sería capturarles y aislarles en algún lugar para que viviesen ahí durante su mes de vida. Sin embargo, plantear esto es ridículo en una sociedad que explota y mata por sabor a seres que a ciencia cierta sabemos que son sintientes, y que utilizará esto que acabo de decir sobre los mosquitos como una razón para justificar la barbarie existente en las granjas y en los mataderos. Por lo tanto, existen razones defensivas y estratégicas que pueden justificar matar mosquitos, lombrices, pulgas y garrapatas, si es que es cierto que dichos seres sienten.
Una vez que ha «preparado el terreno», Jessica suelta la siguiente frase: "Comer animales me sitúa al mismo nivel que un maltratador, y desayunar café con leche me hace igual que un violador porque para que una vaca de leche hay que violarla y preñarla en contra de su voluntad. A veces se os va un poco la pinza con las comparaciones (...)"
Quienes son explotados y degollados para alimentación (cerdos, vacas, gallinas, etc.) tienen un sistema nervioso central (un cerebro) y la neurociencia ha reconocido públicamente que cada uno de ellos tiene una conciencia[9], es decir, cada uno de ellos es un sujeto, alguien que siente y que tiene intereses propios: no son cosas, no deberían ser considerados propiedades (esclavos). Por lo tanto, a priori tenemos el deber ético de respetar a cerdos, vacas, gallinas, etc. Ellos no existen para que los humanos les utilicen y maten, sino para que disfruten de sus propias vidas. Sin embargo, introducir un brazo por el ano de las vacas al mismo tiempo que se introduce por su vagina una pistola de inseminación artificial es sólo uno de los maltratos rutinarios a los que se somete a las vacas[10] y a otros animales que están en granjas y en mataderos.
En lugar de enfocarse en las horribles consecuencias que determinadas acciones tienen sobre la vida de los demás, Jessica desvía el problema hacia cuál es la palabra correcta para describir a quienes maltratan a las vacas de esa manera. Jessica dice que si un humano fuerza genitalmente o analmente a otro humano entonces se le debe llamar «violador», es decir, es alguien que ha hecho algo muy malo a otro. Sin embargo, Jessica dice que si un humano fuerza genitalmente o analmente a una vaca para que ésta produzca leche entonces no se le debe llamar «violador», y dice esto porque o bien cree que forzar genitalmente a las vacas y matarlas es éticamente correcto, o cree que es éticamente incorrecto, pero que su gusto por la carne y la leche lo justifica. Lo mismo defiende sobre matar a las vacas contra su voluntad. Así es la «ética» que existe en la sociedad actual: las vidas de los demás no importan si no pertenecen a nuestro grupo preferencial, o si importan es para satisfacer nuestros gustos.
Por lo tanto, Jessica intenta justificar, por gusto, el maltrato hacia quienes no pertenecen a su grupo preferencial (compuesto por los humanos), por lo que rechaza la Regla de Oro y viola el Principio de Igual Consideración de Intereses (usa una discriminación arbitraria llamada especismo[11]). El mecanismo utilizado para discriminar arbitrariamente, y para no respetar, siempre sigue el mismo patrón.
El gusto por comer carne y por beber leche no es una razón que justifique éticamente el degollamiento de las vacas y de sus hijos los terneros. Degollar a alguien es una acción éticamente muy grave y la ciencia de la nutrición dice que es innecesario que los humanos se alimenten con productos de origen animal[12]. No, Jessica, no se nos va la pinza a quienes rechazamos hacer a los demás lo que tú defiendes que se les haga.
A continuación Jessica dice: "Curiosamente parece ser que la gente vegana está por encima del resto en la escala moral y pueden utilizar sexismo, racismo y violencia en sus campañas de concienciación que no pasa nada. He visto a veganas utilizar expresiones cargadas de odio misógino y capacitismo contra compañeras con trastornos alimenticios y aquí no ha pasado nada. Puede que algún día llegue a entenderlo, pero no será hoy."
La realidad es que existen acciones éticamente superiores a otras[13]. Por ejemplo, la acción de elegir no violar a alguien es superior a la acción de elegir violar a alguien. Esto es así porque existe una Ética: la violación no es una cuestión opinable, sino que siempre es una acción éticamente incorrecta. Si la Ética que defendemos los veganos es la correcta, que lo es, entonces respetar a los seres sintientes es una acción éticamente superior a no respetarlos.
¿Está justificado utilizar frases sexistas, racistas o violentas con la finalidad de lograr el respeto a la vida de los seres sintientes? La respuesta dependerá de las consecuencias estimadas para el avance de la Ética. No voy a entrar en un debate sobre estrategias, pero existe un abismo cualitativo entre el sonido de las palabras y el tacto de las acciones.
Jessica dice: "De hecho, para tirarme a la piscina no hay día mejor que hoy, así que me voy a mojar: creo que el veganismo es un trastorno de la conducta alimenticia similar a la anorexia oculto tras la excusa de la ética. Otro día, si quieres, te lo desarrollo."
Lo que Jessica demuestra aquí es que no tiene claro qué es el veganismo. Es lo primero que debería estudiar antes de desarrollar su opinión sobre él. El veganismo es poner en práctica el respeto a los seres sintientes, es decir, poner en práctica la Ética[14]. Por lo tanto el veganismo no es sólo una alimentación vegetariana estricta, sino que implica rechazar todo aquello que no respete a los seres sintientes (en alimentación, vestimenta, ocio, etc.), y por esa razón el veganismo no puede ser un trastorno alimentario.
Es posible que alguien responda con un artículo al presente artículo. Adelanto que no voy a escribir otro artículo como respuesta. Si alguien deja un comentario respecto a este artículo, le responderé con otro, pero que antes lea las Normas para comentar en RV.
RESUMEN:¿Dónde se crean las palabras, en el diccionario o en la calle? ¿La palabra «sintiente» está incluida en el DRAE? ¿La palabra «vegano» está incluida en el DRAE? Éstas son algunas de las preguntas a las que aquí vamos a responder.
Las nuevas palabras se crean en la calle y si su uso se extiende socialmente entonces los académicos de la RAE las incorporan al diccionario. Por lo tanto todos los diccionarios están desactualizados respecto a las nuevas palabras. Además, las palabras «sintiente» y «vegano» están incluidas en el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española (DRAE).
Palabras clave: diccionaro, DRAE, RAE
Algunas personas dicen que si una palabra no está incluida en el diccionario de la RAE entonces para hablar de manera correcta no debemos utilizarla. Por lo tanto, según este argumento, son los académicos de la Real Academia de la Lengua Española (RAE) quienes crean y deben crear las palabras, y después la sociedad la que las usa y debe usar. Este argumento es erróneo porque sucede al revés: las nuevas palabras se crean en la calle y si su uso se extiende socialmente entonces los académicos de la RAE las incorporan al diccionario. Por lo tanto todos los diccionarios están desactualizados respecto a las nuevas palabras.
Algunas personas que reconocen que las nuevas palabras las crea la sociedad, dicen que la palabra «sintiente» no está incluida en el diccionario de la Real Academia Española (RAE). En su lugar de la expresión «ser sintiente» dicen que debemos usar las expresiones «animal sensible», «animal con capacidad para sentir» o «animal que siente». La palabra «sintiente» está reconocida en el diccionario de lengua inglesa como «sentience». Aunque el uso aún no es habitual, el adjetivo «sintiente» (con capacidad para sentir) aparece en la cuarta acepción de la entrada «sentir» del Diccionario Panhispánico de Dudas de la Real Academia Española (RAE):
sentir(se).
1. ‘Experimentar [una sensación]’, ‘percibir [algo] por los sentidos, especialmente por el oído o el tacto’, ‘percibir(se) en un determinado estado o situación’ y ‘lamentar’. Verbo irregular: v. conjugación modelo (→ apéndice 1, n.º 53).
2. En todas las acepciones indicadas, es transitivo. Es incorrecto anteponer de al complemento directo (→ dequeísmo, 1b): Sentí de que podía hacer algo.
3. Como otros verbos de percepción, plantea problemas a la hora de seleccionar las formas de los pronombres átonos de tercera persona cuando va seguido de un infinitivo (→ leísmo, 4c).
4. Pertenece a la familia de este verbo el adjetivo sentiente (‘que siente’), forma que deriva directamente del latín sentiens, -entis (participio de presente de sentire) y es la preferida en el uso culto: «La energía estimular solo es potencialmente estimulante; para que de hecho estimule precisa del otro término de la relación, el organismo sentiente» (Pinillos Psicología [Esp. 1975]). No obstante, la variación vocálica que el verbo sentir presenta en su raíz —sentimos, sintió— ha favorecido la creación de la variante sintiente, también válida: «Ponen especial énfasis en no dañar a ningún ser sintiente» (Calle Yoga [Esp. 1990]).
Algunas personas que reconocen que las nuevas palabras las crea la sociedad, dicen que la palabra «vegano» no está incluida en el diccionario de la Real Academia Española (RAE). Las palabras «vegano, na» y «veganismo», fueron incorporadas a la XXIII edición del Diccionario de la Real Academia Española (DRAE) en el año 2014.
Aunque tardaron unos meses en añadir la palabra «vegano, na» a la versión online del DRAE, ya está online:
RespuestasVeganas.Org:"Sintiente" es un adjetivo que se le dá a un individuo que tiene "capacidad para sentir". "Sintiente" es una palabra totalmente válida. Pero a veces, en lugar de decir "capacidad para sentir" para referirnos a dicha capacidad, por comodidad se dice "sintiencia", palabra que no se encuentra recogida en el diccionario.
RESUMEN:¿Qué es un deseo? ¿qué es un interés? ¿qué es la voluntad? ¿un interés puede ser autofrustrado? ¿qué es "lo bueno" para alguien? ¿qué es "lo malo" para alguien? ¿existe "lo bueno" para cualquiera, es decir, existe el bien? ¿existe "lo malo" para cualquiera, es decir, existe el mal? Éstas son algunas de las preguntas a las que aquí vamos a responder.
Es importante diferenciar entre imaginación, deseo, interés y voluntad. Alguien puede imaginar millones de cosas y de situaciones, y lo que imagina puede convertirlo en un deseo, pero puede tener interés o no tener interés de que dicho deseo se convierta en realidad. Podemos clasificar los intereses de acuerdo a su estado: no existente, insatisfecho, satisfecho y frustrado. Si un interés de alguien es satisfecho entonces dicha persona considera que eso que ha ocurrido es bueno. Si un interés de alguien es frustrado entonces dicha persona considera que eso que ha ocurrido es malo. Según el relativismo ético, no existe algo que sea bueno o malo para cualquiera (el bien y el mal), es decir, no existe un principio ético objetivo, y por lo tanto universal, que sea independiente de época y lugar, mediante el cual se pueda fundamentar racionalmente la Ética. Sin embargo, es un hecho que siempre se produce un mal cuando se frustra un interés de alguien, por lo tanto podemos afirmar que es un hecho objetivo que cuando alguien frustra el interés de otro hace el mal. De la misma manera podemos afirmar que siempre se produce un bien cuando se satisface el interés de alguien, independientemente de las consecuencias que dicha satisfacción produzca. Un mundo éticamente ideal sería aquel en el que gobernara el bien, es decir, sería un mundo lleno de satisfacción, eso quiere decir que todos satisfacerían sus intereses y no habría frustración. Cuando se crea el interés de hacer el mal a otros se crea un interés que va contra el bien, es decir, contra la Ética.
En artículo anterior demostré que existe una realidad externa a propia conciencia, y dicha realidad está compuesta por la materia/energía y la Lógica (A=A)[1]. Por lo tanto los demás son otros seres sintientes que existen independientemente de la propia subjetividad, y que por lo tanto también tienen sus propios intereses. En este artículo sólo voy a exponer cuestiones relativas a la descripción de la realidad, no voy a ocuparme de cuestiones normativas (deberes).
Algunas personas dicen que el ateísmo lleva al relativismo ético porque sin la existencia de un dios no pueden existir valores objetivos. Por ejemplo, los Testigos de Jeová en su folleto «¡Despertad!» titulado «¿Una cruzada en pro del ateísmo?» (noviembre, 2010), escrito por Phillip E. Johnson, podemos leer lo siguiente: «la negación de Dios supone no tener ningún compromiso con la autoridad divina, así como no estar bajo la obligación de respetar valores objetivos, en consecuencia la moralidad adquiere un caracter relativo, permitiendo que cada cual establezca sus propias normas, si acaso las desea. No es de extrañar pues que el ateísmo sea una filosofía de vida tan atrayente». En un artículo anterior demostré que la teoría del mandato divino lleva al relativismo ético[2]. La defensa de la religión como salvaguarda de las actitudes y comportamientos correctos y de la paz nos recuerda a la advertencia de Fiódor Dostoievsky (1821-1881) en su obra «Los Hermanos Karamazov» (1880): «Si Dios no existe, todo está permitido». A continuación voy a demostrar la existencia objetiva del bien y del mal mediante el uso de la Lógica.
Es importante diferenciar entre imaginación, deseo, interés y voluntad. La conciencia es un fenómeno que emerge de la materia y que hace posible que un ser pueda sufrir y disfrutar, y que por lo tanto tenga intereses respecto a dichas experiencias[3]. En la conciencia se pueden imaginar millones de cosas a las que llamamos «ideas». Las ideas pueden producirnos emociones (deseo, repulsa, etc.); y podemos tener o no tener interés en convertir una idea en realidad que hay fuera de nuestra conciencia[4]. Utilizo la cuarta acepción de la RAE, según la cual un interés es la «Inclinación del ánimo hacia un objeto, una persona, una narración, etc.». Si alguien tiene interés en convertir una idea en realidad entonces actuará en consecuencia para intentar lograr satisfacerlo en un determinado momento, limitado por sus capacidades físicas y psicológicas. Si un interés pasa del segundo plano a las acciones presentes entonces se hace evidente (primer plano) y lo llamamos «voluntad».
A un nivel lógico, podemos clasificar los intereses de acuerdo a su estado: no existente, insatisfecho, satisfecho y frustrado. La conciencia puede elegir crear un interés por necesidad (interés de comer, etc.) o sin necesidad (interés de comer chocolate, etc.), y también puede elegir eliminarlo. Al crearse un interés se suele generar un sentimiento de esperanza, más o menos intenso, que tiene como finalidad la satisfacción de dicho interés y que puede transformarse en un sentimiento de insatisfacción durante la espera. Un interés insatisfecho se frustra si es imposible satisfacerlo de una manera, en un lugar y en un momento determinado, lo cual, al hacerse consciente, causa un «sentimiento de frustración» más o menos intenso al que llamamos «sufrimiento». Sufrir implica necesariamente que al menos exista un interés frustrado o que está siendo frustrado. Un interés insatisfecho puede satisfacerse y entonces, al hacerse consciente, producirá un sentimiento de disfrute más o menos intenso, con una duración limitada por la muerte.
Algunas personas dicen que el dolor y el sufrimiento no son malos o éticamente incorrectos, sino buenos. Por ejemplo, Luis Tovar en su artículo «Derechos Animales & El mito del trato humanitario» cita a Tom Regan diciendo que «lo incorrecto no es el dolor o el sufrimiento animal». Esto ya lo dijo años atrás en su artículo «Vindicación del dolor»: «no es razonable creer que el dolor es malo. Mas bien al contrario. Podríamos decir que es bueno. Es bueno para nosotros puesto que nos resulta indispensable para sobrevivir. Decir que el dolor es malo es simplemente falso, a todos los niveles», dice. Estas personas dicen que es mala y éticamente incorrecta la acción de producir dolor físico y sufrimiento a alguien, pero dicen que el dolor y sufrimiento son buenos en sí mismos, aunque después no dudan en comer analgésicos y en solicitar que les pongan una anestesia para eliminar el dolor que les es innecesario para seguir viviendo. Es un error confundir el dolor con la capacidad de sentir dolor. Es cierto que, para seguir satisfaciendo el interés en seguir viviendo, es bueno que el cuerpo disponga de una estructura material que le avise cuando está dañado, es decir, que tenga capacidad para sentir dolor. Lo que es malo es el medio para lograr detectar dichos daños: la experiencia de dolor; pero hoy en día es el único medio del que disponemos, por lo que lo aceptamos como un mal menor para seguir viviendo. Sin embargo, aunque lo habitual es que los seres sintientes sufran con el dolor físico, algunos quieren sentir dolor porque disfrutan con él. Por lo tanto el dolor no siempre es malo. En cambio, todo ser sintiente tiene interés en no sufrir para poder satisfacer su interés de disfrutar lo máximo posible, por lo tanto padecer sufrimiento siempre es malo para los seres sintientes.
Algunas personas dicen que cuando se mata a alguien sin sufrimiento, no se le hace un mal. Podemos llamar a este argumento como el «argumento de matar sin sufrimiento». Este argumento es usado por los «bienestaristas» para intentar justificar éticamente la matanza de quienes no son humanos[5], pero como son antropocentristas[6] rechazan que se use este mismo argumento para justificar la matanza de humanos. En cambio, otras personas utilizan el «argumento de matar sin sufrimiento» de manera no especista y dicen que es una conclusión a la que se llega si basamos la Ética en el respeto a intereses. Según este argumento, la muerte no causa un mal a quien es matado imprevista e instantáneamente, pues desaparecen todos los intereses: no hay intereses que se puedan frustrar ni satisfacer, no hay sufrimiento ni disfrute. Dicha idea deriva en la idea de «la infidelidad jamás descubierta», según la cual si engañas a tu pareja y nunca se entera, no le habrías hecho un mal. El error que cometen estas personas es entender «frustración» como una experiencia equivalente al sufrimiento, en lugar de como un concepto lógico (frustración de intereses). El interés en seguir viviendo(0) se puede frustrar porque es un interés lógico, es un interés «sobre el papel», no es sólo un interés psicológico. Por eso podemos afirmar que si se mata imprevista e instantáneamente a quien quiere seguir viviendo entonces lógicamente se le hace un mal, aunque no se le haga un mal una vez muerto. El mal no sólo se hace presente mediante la experiencia del sufrimiento (el mal sentido y que se tiene interés en dejar de sentir), sino también cuando ocurre algo que una persona no quiere que ocurra (el mal lógico), aunque dicha persona no se entere de lo sucedido. La Ética Basada en la Realidad es preferencialista, se fundamenta lógicamente en los intereses, pero desde una ética no preferencialista así explica Óscar Horta por qué matar sin sufrimiento es un mal:
«La muerte es algo negativo debido a que impide que podamos continuar viviendo todas las cosas buenas que la vida nos puede brindar. La vida es un bien para todos los seres con la capacidad de disfrutar. Y es por esto mismo por lo que la muerte es un daño para ellos. Aun y cuando sea una muerte indolora, la muerte daña a los animales. Esta idea no nos debería resultar extraña: cualquiera de nosotros rechazaría, a buen seguro, ser matado de forma indolora, pues ello nos privaría de las cosas positivas, de los disfrutes que la vida aun nos puede ofrecer(1)». Óscar Horta,«Animales humanos y no humanos: de la discriminación al respeto»
Y en otro de sus artículos:
«Ahora bien, hay situaciones, eventos o acciones que pueden beneficiarnos o perjudicarnos no porque en sí mismas constituyan experiencias buenas o malas, sino porque tienen efectos que nos afectan. Nos pueden afectar para bien o para mal. ¿De qué manera? Pues, por ejemplo, si como consecuencia de ellas nos pasen cosas buenas o malas. O también de otra forma: impidiendo que esas cosas buenas o malas nos sucedan.
Por ejemplo, supongamos que sufro un gran dolor y alguien me administra un cierto tratamiento que por lo demás es totalmente inocuo. El tratamiento no me causa en sí mismo ni placer ni dolor, pero gracias a él el gran dolor que sufría desaparece totalmente. Parece claro que podemos decir que el tratamiento fue positivo para mí. ¿Por qué? Simplemente porque evitó que continuase sufriendo el dolor, que es algo negativo.
Supongamos ahora que alguien me envía por correo en secreto un regalo que me hará mucha ilusión y con el que disfrutaré mucho. Sin embargo, el regalo no me llega: alguien lo roba sin que yo lo sepa. Así, nunca me entero ni de que me habían hecho el regalo ni de que me lo han quitado. Aun así, tiene perfecto sentido decir que la persona que me lo roba me ha causado un mal. ¿Por qué? Porque con su robo ha impedido que yo pueda disfrutar de todo lo positivo que ese regalo habría resultado para mí.
Es por esto por lo que aquellos hechos o circunstancias que impiden que podamos disfrutar de cosas positivas nos afectan negativamente. Y es por ello por lo que la muerte es un mal. La muerte impide que podamos tener experiencias positivas en el futuro.
Dado todo esto, ¿quién podemos decir que tiene un interés en vivir? Pues todos aquellos seres que tengan la capacidad de tener experiencias positivas. La muerte es un daño para ellos porque impide que puedan tener esas experiencias.» Óscar Horta, "El argumento de por qué los animales tienen un interés en vivir"
Algunas personas dicen que «la Ética es relativa»: dicen que no existe algo que sea objetivamente malo ni algo que sea objetivamente bueno, sino que todo es opinable. Es un hecho objetivo que cada cultura o sociedad tiene tradiciones y normas diferentes, según lo que consideran que es bueno o malo(2); a dicha descripción se la llama relativismo cultural. Algunas personas, basándose en el relativismo cultural, dicen que «la Ética es relativa», que viene a ser lo mismo que decir «la Ética es una opinión o gusto de cada uno»; a esta idea se la llama relativismo ético o relativismo moral(3), a veces también llamado «escepticismo moral» o «antirrealismo». Según el relativismo ético, no existe algo que sea bueno o malo para cualquiera (el bien y el mal), es decir, no existe un hecho objetivo, y por lo tanto universal, que sea independiente de época y lugar, mediante el cual se pueda fundamentar racionalmente la Ética. Por lo tanto los relativistas éticos rechazan que los derechos legales se deban fundamentar en la Ética, y en su lugar se basan en algún tipo de relativismo ético:
- Subjetivismo ético: considera que lo bueno y lo éticamente correcto son relativos a aquello que nos dictan llos propios sentimientos: si sentimos que algo nos gusta entonces es bueno y éticamente correcto, y se sentimos que algo no nos gusta entonces es malo y éticamente incorrecto. El subjetivismo ético puede ser visto como una ética primitiva. Este tipo de relativismo ético lo rebato en otro artículo[1].
- Egoísmo ético: considera que lo bueno y lo éticamente correcto son relativos a los intereses de cada persona. Va un paso más allá del emotivismo ético, pues no se deja engañar por emociones que pueden ir contra los propios intereses. El egoísmo ético lo rebato en otro artículo[2].
- Convencionalismo ético: considera que lo bueno y lo éticamente correcto son relativos a aquello que es acordado, de acuerdo a los intereses de las personas. Esta idea está relacionada con la derecha liberal, tanto en lo social como en lo económico. El contractualismo ético es un tipo de convencionalismo que considera que lo bueno y lo éticamente correcto son relativos a aquello que un grupo de personas han acordado mediante un contrato o mediante leyes legales. El convencionalismo ético lo rebato en otro artículo[4].
- Conservadurismo ético: considera que lo bueno y lo éticamente correcto son relativos a aquello que se ha venido haciendo siempre en una determinada cultura, es decir, lo éticamente correcto son las tradiciones y eso generalmente incluye a la religión. Esta idea está relacionada con la derecha conservadora, especialmente en lo social, razón por la cual entra en conflicto con el convencionalismo ético de la derecha liberal. El conservadurismo ético lo rebato en otro artículo[5].
- Pragmatismo ético: considera que lo bueno y lo éticamente correcto son relativos a aquello que funciona para lograr un objetivo del individuo o del grupo social. Por lo tanto el pragmatismo es un tipo de estrategia que puede ser usada tanto por un determinado tipo de relativismo ético de los anteriormente descritos, como por la Ética racional. Es por lo tanto consecuencialismo aplicado a una determinada ideología (correcta o incorrecta).
Algunas personas dicen que «la Ética es relativa cuando me interesa». No debemos confundir a los relativistas éticos con aquellos que dicen que «la Ética es relativa» sólo cuando otras personas condenan algo que a ellos les parece éticamente correcto, pero que no dicen «la Ética es relativa» cuando se les pregunta por aquello que les parece éticamente incorrecto. Por ejemplo, si alguien les dice que es éticamente incorrecto matar a quienes no son humanos entonces dicen que «la Ética es relativa», pero no dicen «la Ética es relativa» cuando se les pregunta por matar a humanos. Por lo tanto estas personas quieren imponer sus normas «éticas» haciéndose pasar por relativistas éticos cuando les interesa, es decir, engañándonos.
Algunas personas que dicen que la Ética no es objetiva defienden el internismo de la motivación «moral». El internismo afirma que la Ética no es objetiva (antirrealismo moral), por lo tanto, según este argumento, lo que alguien hace es siempre lo que considera éticamente correcto y si consideramos que dicha persona está equivocada entonces podemos intentar convencerla mostrándola incoherencias en lo que defiende, por ejemplo, mostrándole que es especista, racista, sexista, etc. Por ejemplo, si alguien considera eticamente incorrecto matar perros, pero considera éticamente correcto matar cerdos, podemos mostrarle esa incoherencia para que sea coherente. Óscar Horta en su artículo titulado «Las actitudes ante el especismo y el debate en psicología moral entre internismo y externismo» explica el internismo y el externismo con más detalle. En cambio, el externismo afirma que la Ética es objetiva (realismo ético), tal y como defiendo y demuestro en este artículo, por lo tanto es posible que alguien actúe de manera éticamente incorrecta. Por ejemplo, siempre es éticamente incorrecto matar a quien quiere seguir viviendo, aunque quien lo hace crea que es éticamente correcto.
Algunas personas dicen que los intereses pueden ser autofrustrados. Decir que «una persona tiene un interés» significa que «una persona quiere que ocurra algo» (no confundir con los deseos, pues los deseos no se quieren satisfacer), por lo tanto es una contradicción lógica que alguien diga: «tengo el interés de frustrar mi interés» o «quiero que ocurra lo que no quiero que ocurra», pues eso viola el Principio Lógico de No Contradicción: un interés no puede ser una cosa y su contrario al mismo tiempo (A ≠ ¬A). Por lo tanto, nadie tiene interés en que se frustren sus propios intereses, es decir, un interés no puede ser autofrustrado.(4) Por ejemplo, en el caso de la eutanasia y del suicidio[7], es contradictorio decir «tengo el interés de frustrar mi interés de seguir viviendo» o «no me importa que mi interés de seguir viviendo sea frustrado»: si alguien tiene un interés entonces lógicamente no quiere que éste se frustre. Alguien podría objetar que podemos dar a otra persona la orden «frustra mis intereses», pero al hacer esto no estaríamos autofrustrando un interés, pues dicho interés sería «frustrado» por otras personas, lo cual también es contradictorio, pues su interés es que le hagan eso, por lo tanto no puede haber frustración. Otro tema es si alguien da a otra persona la orden «si hago X cosa (por drogas, por enfermedad mental, etc.) entonces frustra mis interés», lo cual no quiere decir que esa persona considere bueno que frustren su interés, sino que dice que: «si quiero hacer X entonces evítalo (hazme algo malo)».
Algunas personas dicen que bien y el mal son relativos porque lo que puede ser bueno para uno, puede ser malo para otro. Es cierto que lo que es bueno para los intereses de uno, puede ser malo para los intereses de otro, pero también es cierto que para cualquiera es malo que sus intereses sean frustrados (los intereses no pueden ser autofrustrados), independientemente de que dicho mal sea necesario para evitar un mal mayor. Por lo tanto es un hecho que siempre se produce un mal cuando se frustra un interés de alguien, es decir, podemos afirmar que es un hecho objetivo que cuando alguien frustra el interés de otro hace el mal. De la misma manera podemos afirmar que siempre se produce un bien cuando se satisface el interés de alguien, independientemente de las consecuencias que dicha satisfacción produzca. Por lo tanto el bien y el mal existen. Por ejemplo, si alguien tienen el interés de cortar el cuello a un cordero (o a quien sea) entonces al satisfacer dicho interés se produce objetivamente un bien, pero también objetivamente se produce un mal, pues a quien es degollado se le frustra el interés de no sufrir para disfrutar de su propia vida: alguien hace un gran mal a otro para obtener un bien, ese es el hecho objetivo.
Un mundo/Universo éticamente ideal es aquel en el que no hay mal y el bien se ha expandido y aumentado al máximo grado posible, es decir, un mundo/universo sin frustración y con la máxima satisfacción posible. El hecho de que la idea de un mundo/Universo ético pueda parecer utópica no la rebate. Además de las dificultades físicas (caídas, cortes, etc.) y biológicas (enfermedad, envejecimiento, muerte) existentes, también se crean dificultades para llegar a un mundo ético cuando alguien se crea el interés de frustrar el interés de otro, es decir, cuando alguien se crea el interés de hacer el mal. Por ejemplo, alguien actúa contra un mundo ético cuando crea el interés de que corten el cuello a alguien para comer su carne, no cuando alguien tiene el interés de seguir disfrutando de su vida. Cuando se crea el interés de hacer el mal a otros se crea un interés que va contra el bien, es decir, contra un mundo/Universo ético.
[A CONTINUACIÓN HAY ANOTACIONES, PUEDEN SER IDEAS ERRÓNEAS]
- La existencia de intereses implica la existencia de lo bueno y lo malo a nivel subjetivo. Todo individuo con capacidad para sentir quiere que sus intereses sean satisfechos y que no sean frustrados, pues de lo contrario no actuaría de acuerdo a ellos y en su lugar hablaríamos de deseos y de fantasías.
Los intereses de cada individuo pueden ser satisfechos o frustrados dependiendo de que se den o de que no se den ciertas situaciones favorables (buenas) o desfavorables (malas) respectivamente. Por lo tanto, subjetivamente existe una ética mínima: el egoismo ético o moral[6]. Desde una perspectiva puramente egoista sólo deben buscarse situaciones favorables (buenas) para satisfacer los propios intereses aunque éstos vayan en contra de los intereses de otros y rechazar todas aquellas situaciones que son desfavorables (malas) para la consecución de los mismos. Para quien no vé más allá de esta ética egoista, no existe la moralidad producto de la sociedad, sino sólo los propios intereses y aquellas situaciones favorables o desfavorables a tener en cuenta para que los propios intereses sean satisfechos. Esto supone reconocer la existencia de la dicotomía bueno/malo, correcto/incorrecto, deseable/indeseable, aceptable/inaceptable, etc. para uno mismo.
Un ejemplo que muestra que lo bueno y lo malo existen a nivel subjetivo se puede ver en el sentido del gusto. Cuando saboreamos algo que nos gusta decimos que está bueno, y cuando saboreamos algo que no nos gusta decimos que está malo, pues no satisface nuestro interés.
- El interés de que no se frustren nuestros intereses básicos es un interés universal y, por lo tanto, nos ayuda a saber qué es el bien y qué es el mal. Nadie tiene el interés de que se frustren sus propios intereses, pues eso es contradictorio: los intereses no pueden ser autofrustrados. Por lo tanto, existe un interés que está presente en todos los individuos sintientes, es decir, un interés universal y éste es el interés de que no se frustren los propios intereses. Por lo tanto, no nos equivocamos si afirmamos que cuando se frustra un interés se produce un mal al sujeto y cuando se satisface un interés se produce un bien al sujeto.
Es irracional que un sujeto afirme que quien le perjudica por egoísmo actúa de manera racional[7], pues le está produciendo un mal. Quien perjudica a otro individuo hace el mal, aunque saque provecho haciéndoselo.
- Existe una jerarquía de intereses. Los individuos sintientes poseen infinidad de intereses, pero no todos los intereses son igual de importantes: unos intereses son más importantes que otros. Sabemos qe cuando los seres sintientes comienzan su existencia todos tienen unas necesidades biológicas: una nutrición adecuada, agua, protegerse de frío y calor, etc. y el interés de satisfacer dichas necesidades para no sufrir y para poder seguir viviendo, pues son condiciones necesarias para poder disfrutar. Sin vida no puede haber disfrute, y con sufrimiento tampoco.
Los intereses más importantes se llaman intereses básicos, y son los intereses que vienen por defecto en todos los seres sintientes, es decir, sólo podemos saber que no se tienen si se dice lo contrario. Los intereses básicos son tres: el interés de seguir viviendo, el interés de evitar el sufrimiento y el interés de disfrutar:
- Interés en seguir viviendo: Si alguien muere entonces desaparecen sus intereses. Mientras alguien está vivo existe la posibilidad de que satisfaga sus intereses. Si no estuviéramos vivos entonces no podríamos satisfacer ningún interés (conseguir un objetivo). Por lo tanto, la vida es condición necesaria para que otros intereses puedan satisfacerse.
Ejemplo: si un agente moral, de manera voluntaria y meditada, tiene el interés de beber un vaso con cianuro potásico entonces también tiene el interés de vivir para poder realizar dicha acción. Justo cuando dicho individuo tiene el vaso en sus manos y se lo bebe es cuando se demuestra a sí mismo y a los demás que no tiene el interés de segir viviendo y, por lo tanto, no se frustra ningún interés básico al realizar dicha acción, pues su interés es morir de esa manera (no de otra).
"Nadie puede desear ser feliz, obrar bien y vivir bien, si no desea al mismo tiempo ser, obrar y vivir, esto es, existir en acto."Baruch Spinoza, Ética (Parte IV; proposición XXI)
“De todos los derechos, el primero es el de existir. Por tanto, la primera ley social es aquella que garantiza a todos los miembros de la sociedad los medios para existir.” Maximilien Robespierre, 1792
- Interés de evitar el sufrimiento: Una vida de continuo dolor y sufrimiento carece de sentido, pues no se podría disfrutar. En algunas ocasiones es necesario que se frustre el interés de no sentir dolor o de no sufrir para que no se frustre el interes de seguir viviendo.
Ejemplo: existen humanos que, en ocasiones, no tienen el interés de evitar el dolor, se les llama sadomasoquistas. Los sadomasoquistas no frustran ningún interés fundamental cuando, sin ser coaccionados y de manera meditada, se producen dolor o daño a sí mismos de la manera en que quieren que eso ocurra, pues ese es su interés.
- Interés de disfrutar de la vida: Existen muchas maneras de satisfacer el interés de disfrutar: leyendo, haciendo deporte, hablando con otros, viajando, etc., son intereses que van apareciendo a lo largo de la vida.
Ejemplos: Si nos anestesian y nos amputan las extremidades sin producirnos dolor frustran nuestro interés de disfrutar de la vida de determinadas maneras (paseando, corriendo, haciendo deporte, etc.). Cuando nos encarcelan frustran nuestro interés de disfrutar de libertad de movimiento en un área más extensa que el que nos permite la cárcel.
Posteriormente, algunos intereses básicos pueden dejar de estar presentes en el inviduo en determinados momentos, por ejemplo, cuando alguien decide suicidarse o solicita la eutanasia[8], cuando consume tóxicos (tabaco, alcohol, ...) que perjudican su salud, etc., pero el interés universal siempre existe.
Dado que un interés es querer que ocurra algo, es imposible lógicamente y en la práctica que alguien tenga el interés de frustrar uno de sus propios intereses porque se llega a una contradicción, es decir: un interés no puede ser autofrustrado. Por ejemplo, querer que ocurra X y que no ocurra X es contradictorio, así como también es contradictorio actuar contra nosotros mismos para impedir que actuemos de una determinada manera. Por lo tanto, nadie quiere que frustren su interés.
Otro caso diferente sería tener el interés de que otras personas frustren uno de nuestros intereses en una determinada situación en la que pierde el control sobre sí mismo. Esto sí que es posible. Por ejemplo, a alguien le ocurre que cuando está en casa come sin parar, lo cual afecta a su salud, y puede tener el interés de que otras personas frustren dicho interés (poniendo un candado en el armario, etc).
En la siguiente cita el relativista ético William Graham Sumner (1840-1910), miembro de la sociedad secreta Skull and Bones, niega los Derechos Humanos apelando a la ley natural del más fuerte:
"Ante el tribunal de la naturaleza el hombre no tiene más derecho a la vida que una serpiente de cascabel, no tiene más derecho a la libertad que todos los animales salvajes, su derecho a la búsqueda de la felicidad no es más que una licencia para mantener la lucha por la existencia..."William Graham Sumner, "Earth-hunger, and other essays" p. 234.
«sostener que a partir de toda proposición que afirme que "la realidad tiene esta naturaleza" podamos inferir o confirmar una proposición que afirme "esto es bueno en sí", equivale a cometer la falacia naturalista» George Edward Moore, Principia Ethica
La mentalidad relativista y escéptica suele llevar al nihilismo ético, idea según la cual el bien y los valores directamente no existen, y todo está permitido:
"Mi ashram [comunidad de seguidores de un gurú] no hace distinción entre lo demoníaco y lo divino... Enfatizar la moralidad es degradante, es in-humano, es dañino."Rajneesh (Osho)
Pirrón de Elis (360 – 270 a. C.) fue un gran viajero que conoció muchas culturas con los ejércitos de Alejandro Magno, hecho que le hizo dudar de la existencia de verdades morales evidentes. Aunque es posible identificar rasgos escépticos entre los sofistas y en la escuela de Megara, se le considera el primer filósofo escéptico, y cuya doctrina sirvió de inspiración a la escuela conocida como pirronismo fundada por Enesidemo en el siglo I a. C.. Dado que la información que nos llega a través de los sentidos son aparentes, no hay ninguna razón para afirmar que una aserción es más verdadera que la contraria. La única postura coherente será pues, suspender el juicio (epoché) y no decir nada (aphasía). Pirrón deriva pues en una ética de la impertubabilidad: como nada sabemos con certeza, todo debe sernos indiferente, y ninguna opinión tiene por qué perturbar nuestro ánimo. Cabe destarse que por vías diferentes, Pirrón aborda a una ética similar a la estoica, aunque esta tenga una base dogmática. El pirronismo tiene una clara intención moral e intenta responder a los mismos problemas que el estoicismo y el epicureísmo. Podría decirse que la pretensión de Pirrón es que sólo un escéptico puede aspirar a la felicidad en tanto y en cuanto puede abstraerse de las angustias de la vida.
Según Nietzsche, en un principio se le llamó "bueno" a las acciones de los poderosos y "malo" a las acciones de los débiles, pero luego la plebe invirtió los valores.
Aquellas concepciones también pueden derivar en el convencionalismo ético: dado que no es posible conocer ninguna verdad en esta materia, el bien y lo justo resultan puramente de los acuerdos que se hagan al respecto en la sociedad. Asimismo, a partir del escepticismo y relativismo axiológicos puede pasarse al pragmatismo como doctrina acerca del valor de la verdad, en la cual lo bueno y lo justo vienen a ser sólo lo que resulta útil, sea al individuo, sea al grupo social.
La moral responde a un interés de regular con normas o leyes las acciones humanas, mientras que la llamada Ética o filosofía moral responde a un interés por reflexionar sobre las normas o leyes existentes[9]. Tenemos entonces que la Ética es como la "filosofía de la moral", siendo la moral el conjunto de normas para vivir de una sociedad o cultura, y la Ética el planteamiento del origen y validez de esas normas.
Un cierto comportamiento que es considerado moralmente correcto dentro del código moral de un grupo humano A, puede ser considerado moralmente incorrecto en el contexto del código moral de un grupo humano B, esta peculiaridad es un hecho descriptivo conocido como relativismo cultural.
"La moral difiere en cada sociedad, y es un término conveniente para referirse a costumbres aprobadas por la sociedad."Ruth Benedict, Patterns of Culture (1934)
Ante tales hechos, la Ética aparece como una crítica universalista de los sistemas morales relativos al contexto, en un intento por unificar normativamente la moral de manera universal, es decir, absoluta. Por contra, tal variabilidad de códigos morales en diferentes lugares es lo que llevó a los sofistas de la antigua Grecia a defender el relativismo moral o ético, es decir, a afirmar que el bien y el mal no son hechos absolutos sino relativos a la interpretación del sujeto o a convenciones sociales/culturales. Protágoras fue un sofista del siglo V a. C. que afirmaba cosas como:
"Sobre cualquier tema se pueden mantener con igual valor dos tesis contrarias entre sí"; "Justo e injusto es para cada comunidad (pólis) aquello que ella tiene por tal y que, por razón de ello, eleva a ley"; "Porque las cosas que les parecen justas y bellas a cada pólis, lo son también para ella, mientras las crea tales"; "El hombre es la medida de todas las cosas, de las que son en cuanto son, y de las que no son, en cuanto no son"; "lo que me parece a mí cualquier cosa, tal es ella para mí, y tal como te parece a ti, tal es para ti".
Platón fue uno de los primeros filósofos que se enfrentaron a los sofistas:
La ausencia de normas se llama anomía, es decir, "todo vale". La anomia implica la falta de normas que puedan orientar el comportamiento de los individuos, pero el relativismo moral no significa "todo vale" sino "todo lo aceptado en mi cultura vale" o "todo lo legal vale". Esto es debido a que aunque una regla de conducta y su justificación sea relativa a un contexto cultural, esto no significa que en cualquier contexto sea aplicable cualquier regla. Un relativista puede criticar u oponerse a cualquier regla de conducta que considere criticable, ya sea en su propia cultura o en casa ajena, es por lo tanto subjetivista. La diferencia con el objetivista es que el relativista asume su etnocentrismo. No se siente necesariamente obligado a ser tolerante. La relación entre ámbitos culturales heterogéneos en unos aspectos será colaborativa y en otros competitiva. Los criterios para valorar esa relación dependen de cada cultura particular. Un representante de dicho relativismo es Richard Rorty.
La doctrina del relativismo moral también se enseña explícitamente en los escritos del taoísmo. Chuang-tzu menosprecia a los que aceptan las distinciones morales declarando que "deben ser estúpidos o estar errados"[9]. En los escritos de Chuang-tzu podemos leer que Chuang-tzu afirma lo siguiente[10]: "A su manera todas las cosas son buenas... la generosidad, la rareza, el engaño y la anormalidad. El Tao los identifica a todos como uno".
El relativismo ético o relativismo moral postula que cada quien tiene que tener por bien lo que considera subjetivamente que es bueno para él, sin tener que someterse a unos criterios objetivos que, a fin de cuentas, serían extraños a las capacidades de su propia libertad. Según el relativismo ético, los valores serían algo privado, incluso puras referencias sentimentales e irracionales. El relativismo ético defiende que no hay valores o criterios de actuación comunes para todos los hombres, es decir, que no hay verdades absolutas, aunque cuando el relativismo afirma que "no hay verdades absolutas" se contradice porque en dicha afirmación ya estaría contenida una verdad absoluta.
"Mientras se cree en alguna verdad no se cree en uno mismo. Se es un servidor, un hombre de fe". (...) "Las verdades son frases, maneras de hablar, palabras". Max Stirner
Relativismo ético en la postmodernidad
El relativismo ético es la base filosófica que promueve la injusticia mundial, pues al sostener que no existe una verdad absoluta que guíe el comportamiento humano y social (el deber ser), entonces la libertad se convierte en un valor mayor que la justicia, hecho que favorece al poder económico, en el llamado "Mercado del Libre Comercio". El poder económico queda entonces libre para seguir enriqueciéndose a costa de otros, aprovechándose de los vacíos legales en cuestión de derechos del trabajador, derechos humanos, derechos animales, leyes ambientales, etc. pues según ellos todo es relativo y no hay que construir unas leyes universales que limiten la libertad.
En el pensamiento económico contemporáneo, los dos representantes más afamados de la escuela liberal, Ludwig von Mises y Friedrich von Hayek han hecho profesión expresa de relativismo ético. De tal modo impugnaron la posibilidad de estimar los precios como justos o injustos, y también los salarios, y en general, la posibilidad de valorar como justo o como injusto el contenido de las relaciones económicas; asimismo rechazaron toda posibilidad de una política económica que orientara de algún modo la economía en función de las necesidades del hombre, porque estimaron que no existe un concepto objetivo de "necesidad humana", sino que todo se reduce a los deseos, variables de individuo a individuo.
El movimiento de la Nouvelle Droite (nueva derecha) francesa, representada por Alain Benoist y Guillaume Faye profesa que la unidad del género humano es sólo biológica, y que por ende no hay normas ni ideales que deban ser comunes para todos los seres humanos. En un artículo de estos autores, publicado en la revista Éleménts, órgano del referido movimiento cultural, leemos:
"El hombre universal no existe. Existe sí una unidad zoológica que es la especie humana, pero nosotros pensamos que el hombre no se puede definir esencialmente por sus características biológicas (...) El hombre es un ser cultural. Y en el aspecto cultural no hay paradigma común a toda la humanidad".
En diversos documentos de la UNESCO se sustenta también el relativismo ético. Así, en el conocido libro "Aprender a ser", de Edgard Faure y colaboradores, se dice que la educación debe conducir al hombre de modo que "ninguna creencia, convicción, ideología, visión del mundo, hábitos y costumbres, sea erigida por nadie en modelo o regla válida para todos los tiempos, todos los tipos de civilización y todas las formas de existencia".
El pensamiento débil es un concepto acuñado por Gianni Vattimo confluyente con el movimiento intelectual más genérico de la postmodernidad, muy influyente en las décadas de 1980 y 1990. Su perspectiva es en cierto modo relativista, y valora especialmente la multiculturalidad. El pensamiento débil comparte algunos rasgos con la deconstrucción (Jacques Derrida), en cuanto a la libertad de interpretación no sujeta a una lógica muy cerrada. También está presente en la crisis de las ideologías de finales del siglo XX, considerándose a veces como elemento intelectual del eclecticismo político de la llamada tercera vía (Anthony Giddens). Según el propio Vattimo, el pensamiento débil se definiría:
"Frente a una lógica férrea y unívoca, necesidad de dar libre curso a la interpretación; frente a una política monolítica y vertical del partido, necesidad de apoyar a los movimientos sociales trasversales; frente a la soberbia de la vanguardia artística, recuperación de un arte popular y plural; frente a una Europa etnocéntrica, una visión mundial de las culturas"Vattimo, El pensamiento débil
Objetividad y subjetividad
La objetividad puede ser compartida, nos une porque puede ser verificada por todas las subjetividades. Por ejemplo, un lenguaje objetivo, es decir, sin dobleces, permitiría entendernos correcta y rápidamente, lo cual resultaría en una mayor organización. Existen a quienes no les interesa que la sociedad se organice.
La subjetividad no puede ser compartida, separa porque no puede ser verificada por todas las subjetividades. Por ejemplo, un lenguaje subjetivo, es decir, con significados ocultos como ocurre en la poesía, no permite entendernos ni correcta ni rápidamente, todo lo contrario, aisla a cada individuo en su interpretación particular y egocéntrica del mensaje original.
LA MORAL COMO ESTRUCTURA PSICOBIOLÓGICA
Toda persona se plantea el problema de lo que debe o no debe hacer. La conciencia moral es un hecho que forma parte de nuestra estructura psicobiológica (la moral como estructura); nuestros actos se califican como buenos o malos, morales o inmorales de acuerdo con el deber que impone la conciencia[11]:
Una de las funciones de la conciencia moral es la de formular juicios sobre lo que debemos hacer o tenemos que rechazar. Lawrence Kohlberg, psicólogo contemporáneo y discípulo de Jean Piaget, estudió el desarrollo de la conciencia partiendo del análisis de los juicios morales, especialmente a partir de los razonamientos que todos formulamos ante dilemas morales. Kohlberg llega a la conclusión que si bien las normas morales o los valores de una cultura pueden ser diferentes de los de otra, los razonamientos que los fundamentan siguen estructuras o pautas parecidos. Todas las personas seguimos —defiende— unos esquemas universales de razonamiento y, vinculados a la propia psicológica, evolucionamos de esquemas más infantiles y egocéntricos a esquemas más maduros y altruistas.
Pero, como ya dijimos, no solo es cuestión de la propia conciencia, a priori sabemos que para quien es víctima de una acción de otro individuo es indiferente que su agresor tenga o no conciencia y que disfrute o no agrediéndole, el hecho objetivo de partida es que existe una víctima que está sufriendo una experiencia física subjetiva negativa, es decir, una mala experiencia. A partir de este hecho objetivo se plantea la cuestión sobre su relevancia ética y moral, es decir, tendremos que preguntar al individuo ético y a la sociedad si el sufrimiento es un hecho moralmente relevante, sin caer en la hipocresía discriminatoria. Si el sufrimiento es moralmente relevante, que lo es, entonces se evitará producir un daño innecesario a individuos sintientes.
INTERESES UNIVERSALES
Existen muchos tipos de intereses, a veces al ignorar los intereses de otro individuo podemos estar yendo contra ellos. Por ejemplo, alguien podría tener el interés de comerse a alguien (de la especie que sea) porque le parece que su carne es riquísima, porque le gusta y le proporciona un enorme placer, pero ese interés sería contrario al interés universal de querer seguir viviendo de quien va a ser su banquete. Todo ser vivo sintiente tiene el interés en conservar su vida, sin la cual ningún otro interés tiene lugar. El segundo interés universal sería el de evitar el sufrimiento, que va ligado al de disfrutar de la vida. Para el animal sintiente su vida es importante y dañarla es sentido por él como algo malo.
"Los intereses de otras personas deben importarnos por la misma razón por la que nos importan nuestros propios intereses; porque sus necesidades y deseos son comparables a los nuestros."James Rachels, Introducción a la Filosofía moral
Establecer que nuestros intereses son más importantes que los intereses de los demás sin dar razones es una discriminación arbitraria. En base a estos intereses comunes y debido a que vivimos en sociedad ya podemos y hasta debemos construir una ética universal que vaya más allá de la moral, en el sentido de que no dependa de lo que a nosotros como individuos o cultura nos parezca más o menos valioso, sino de lo que a todos, como seres sintientes, nos resulta primordial.
Y... ¿por qué debemos? muy simple, porque ello nos interesa a todos, ya que de esta forma, nuestros intereses primordiales, no quedarán expuestos al capricho de intereses particulares ajenos, simplemente porque se nos puedan imponer por la fuerza (la ley natural del más fuerte.
Viviendo en sociedad, es decir, viviendo de acuerdo a unas normas de convivencia, no tienen cabida las conductas egoistas que no respetan los intereses universales de los humanos que en ella conviven y es por ello que éstas están penadas por la ley.
Sam Harris en TED: "la ciencia puede ser la respuesta a las cuestiones morales"
DERECHOS UNIVERSALES
"Antes del fin del siglo XVIII el hombre no existía."Michel Foucault
El Derecho es el orden normativo e institucional de la conducta humana en sociedad inspirado en postulados de justicia, cuya base son las relaciones sociales existentes que determinan su contenido y carácter. En otras palabras, son conductas dirigidas a la observancia de normas que regulan la convivencia social y permiten resolver los conflictos intersubjetivos.
Existen dos maneras de entender la procedencia del derechos: el derecho positivo (del positivismo) y el derecho natural (iusnaturalismo).
El concepto de derecho positivo está basado en el positivismo, corriente de pensamiento jurídico que considera al derecho como una creación del ser humano. El hombre crea el derecho, las leyes (siendo estas la voluntad del soberano) crean Derecho. Por el contrario, el iusnaturalismo o Derecho natural, dice que el derecho estaba en el mundo previamente, y el ser humano se limita meramente a descubrirlo y aplicarlo en todo el sentido de la palabra.
Es un hecho material que todos los animales tenemos el interés básico de no ser dañados, en cambio, los derechos no tienen una realidad material sino que son acuerdos moralistas. Los derechos surgen como una forma de defender intereses de acuerdo a una moralidad determinada. Quienes defienden el interés a no ser dañados de unos pero no defienden el interés a no ser dañados de otros están aplicando una discriminación moral arbitraria, es decir, irracional; por ejemplo, defender los Derechos Humanos y no defender los Derechos Animales es un posicionamiento arbitrario que obedece al placer y no a la razón.
La Declaración Universal de los Derechos Humanos fue escrita el 10 de diciembre de 1948, después de los acontecimientos producidos por la Segunda Guerra Mundial (1945) y es moralista (todas las normas y prohibiciones lo son) pues se posiciona moralmente otorgando derechos a todos los animales humanos, aunque no sean unas normas respetadas en todos los paises.
En el siguiente escrito José Antonio Marina nos habla sobre la fundamentación y la naturaleza de los derechos humanos:
"El ser humano estaba dotado de propiedades reales, pero ahora estamos hablando de una posibilidad que ha sido concebida, inventada y parcialmente realizada por la humanidad. Gracias al hombre ha aparecido en el universo una flor rara y vulnerable: el derecho. Como todos los proyectos creadores, éste también tiene que atenerse a determinadas constricciones. Es imposible construir sin comprobar la consistencia del terreno, escribir sin reglas sintácticas, lanzar aviones sin combustible, construir puentes sin conocer la resistencia de materiales. Ahí aparecen los deberes. Son el envés de los derechos. Son las torres y los cables de los que cuelga el puente y que permiten al puente su vuelo suspendido. [...]
Ya lo saben: si los derechos fueran propiedades reales, como lo son las fuerzas físicas, la estructura de la materia, la dinámica química, funcionarían con independencia de lo que los humanos hiciéramos. Pero nada de esto sucede. Los derechos son un proyecto de humanidad mantenido en alto esforzadamente, y no cobijaría a nadie si no estuviese mantenido por alguien. Los derechos no tienen una existencia independiente en no sé qué brillantísimo cielo platónico: son una insegura tienda de campaña que protege a los hombres sólo mientras alguien sostiene las lonas levantadas. Los derechos, como los aviones, sólo se mantienen en vuelo mientras el motor continúa funcionando. Los deberes son el combustible de ese avión. Sin embargo, vivimos el mediodía de los derechos y el crepúsculo de los deberes. Reivindicamos sin responsabilizarnos, lo que parece tan incongruente como querer ascender a una montaña deslizándose sobre esquíes."(Marina, J.A., Crónicas de la Ultramodernidad, Ed. Anagrama, Barcelona, 2000, págs 239-241)
Entre los Derechos Humanos caben destacar para el tema que estamos tratando los siguientes artículos que son los 4 derechos básicos que pedimos los defensores de los animales para quienes no pertenecen a la especie animal homo sapiens:
Artículo 3: Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona. Artículo 4: Nadie estará sometido a esclavitud ni a servidumbre, la esclavitud y la trata de esclavos están prohibidas en todas sus formas. Artículo 5: Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes. Artículo 6: Todo ser humano tiene derecho, en todas partes, al reconocimiento de su personalidad jurídica.
Aceptar dichos Derechos Animales sería el resultado de aceptar socialmente el posicionamiento ético del veganismo, llegando a ser entonces el respeto a los derechos animales tan "puro moralismo" como lo es hoy el respeto a la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
CRÍTICAS ACTUALES A LA UNIVERSALIDAD[12]
La noción de cultura de los derechos humanos aparece en los años 90 promovida por la UNESCO y se ha impuesto en torno a la celebración del 50 aniversario de la Declaración Universal celebrado en 1998.
Desde hace ya algunos años se contesta la universalidad de los derechos humanos por motivos de índole académica pero sobre todo por razones políticas. Es necesario sin embargo decir que existen dos grandes tipos de argumentos en contra de la universalidad: los que vienen de la filosofía moral y los que tienen su origen en la antropología cultural.
Por lo que se refiere a la filosofía moral, la universalidad de los derechos humanos es dificilmente conciliable con el relativismo ético mayoritariamente imperante en las democracias de corte occidental. Resulta así incoherente defender la validez universal de principios éticos en el terreno de los derechos básicos y, sin embargo, poner sistemáticamente en tela de juicio esos mismos valores éticos cuando se trata de resolver los llamados problemas de sociedad: manipulaciones genéticas, homosexualidad, minorías, aborto...
La antropología cultural, por su parte, ha criticado también los derechos humanos considerándolos parte de la ideología occidental colonial y como una imposición cultural occidental derivada del etnocentrismo que nos ha caracterizado y/o nos caracteriza.
El conflicto entre los derechos universales y el anarquismo El anarquismo, como teoria politica y movimiento social perteneciente al pensamiento socialista, nunca ha dicho que "todo vale". Anarquía significa "ausencia de lideres, amos, dirigentes o autoridades" que decidan por todos e impongan normas universales. Los anarquistas utilizan la autogestión, el federalismo, el asamblearismo, el horizontalismo, pero la verdad moral no es cuestión de lo que quiera la mayoría sino que es independiente del número de personas que la siguen.
El anarquismo rechaza la idea de Derechos Universales debido a que al ser universales se necesita de una autoridad centralizada para defenderlos prohibiendo y castigando las acciones que los violen, lo cual choca con dicha ideología política.
CURIOSIDADES
Narra el profesor Peter Kreeft cómo un día, en una de sus clases de Ética, un alumno le dijo que la moral era algo relativo y que como profesor no tenía derecho a imponerle sus valores. "Bien –contestó Kreeft, para iniciar un debate sobre aquella cuestión-, voy a aplicar a las clases tus valores, no los míos: como dices que no hay absolutos, y que los valores morales son subjetivos y relativos, y como resulta que mi conjunto particular de ideas particulares incluye algunas particularidades muy especiales, ahora voy a aplicar ésta: todas las alumnas quedan suspendidas". Todos quedaron sorprendidos y protestaron de inmediato diciendo que aquello no era justo. Kreeft, continuando con aquel supuesto, le argumentó: "¿Qué significa para ti ser justo? Porque si la justicia es sólo mi valor o tu valor, entonces no hay ninguna autoridad común a ti y a mí. Yo no tengo derecho a imponerte mi sentido de la justicia, pero tampoco tú a mí el tuyo. Sólo si hay un valor universal llamado justicia, que prevalezca sobre nosotros, puedes apelar a él para juzgar injusto que yo suspenda a todas las alumnas. Pero si no existieran valores absolutos y objetivos fuera de nosotros, sólo podrías decir que tus valores subjetivos son diferentes de los míos, y nada más".
Relativismo en la modernidad
Tras los genocidios de humanos perpetrados durante la Segunda Guerra Mundial por intolerantes regímenes totalitarios, el 10 de diciembre de 1948 se escribió la Declaración Universal de Derechos Humanos. Paralelamente a este hecho, el relativismo ético recibió un gran impulso como postura de tolerancia ante la diversidad cultural y se impulsa el multiculturalismo. Estos hechos fueron aprovechados por el liberalismo para rechazar las "intolerantes" leyes que regulan la economía pero, paradógicamente, el relativismo ético y los Derechos Humanos son incompatibles. Así lo ha afirmado la Comisión Mundial de Cultura y Desarrollo:
"En un mundo en el que el relativismo es verdadero, ni siquiera el relativismo puede afirmarse, porque si el relativismo cognitivo es un sinsentido, el relativismo moral es trágico. Sin la afirmación de principios absolutos, la Comisión no podría formular recomendación alguna, y ningún discurso racional podría existir". A. Fernandez, Nuestra diversidad creativa, 1997, pp. 58-59, 2000
CITAS
- "Una mentira es una mentira, incluso si todo el mundo la cree. La verdad es la verdad, aunque nadie la crea."David Stevens
- "¿Tu verdad? No, la Verdad, y ven conmigo a buscarla. La tuya, guárdatela". Antonio Machado
- "Dos cosas me llenan la mente con un siempre renovado y acrecentado asombro y admiración por mucho que continuamente reflexione sobre ellas: el firmamento estrellado sobre mí y la ley moral dentro de mí". Immanuel Kant, Crítica de la razón práctica
- "La cobardía pregunta... ¿es seguro? La conveniencia pregunta... ¿es políticamente aceptable? La vanidad pregunta... ¿es popular? Pero la conciencia pregunta... ¿es lo correcto? Y llega una hora en la que la persona debe tomar una posición que ni es segura, ni es políticamente correcta, ni es popular, pero debe hacerse porque es la correcta."Martin Luther King
(0) Quienes existimos no tenemos el «interés en vivir», pues ya estamos vivos, sino que tenemos el interés en seguir viviendo. (1) Sobre el daño constituido por la muerte, algunos estudios de importancia son Thomas Nagel, “Death,” Noûs 4 (1970): 73–80; Jeff McMahan, The Ethics of Killing: Problems at the Margins of Life (Oxford: Oxford University Press, 2002); y John Broome, Weighing Lives (Oxford: Oxford University Press, 2004). (2) RespuestasVeganas.Org: la palabra "bueno" puede ser sustituída por otras palabras similares que implican una actitud de aceptación hacia algo. La palabra "malo" puede ser sustituída por otras palabras similares que implican una actitud de rechazo hacia algo.
(-) Rechazo <--- Indiferencia ---> Aceptación (+)
(3) RespuestasVeganas.Org: El relativismo moral se diferencia del relativismo cultural en que éste último tan sólo describe el hecho de que existen culturas con diferentes códigos morales, en cambio el primero postula que no exista una ética universal pues considera que la ética es relativa a cada individuo. (4) El interés de que no se frustren los intereses es un interés transversal, es decir, es un interés que está implícito en todos los intereses.
Realistas morales: David Brink, John McDowell, Peter Railton, Geoffrey Sayre-McCord, Michael Smith, Terence Cuneo, Russ Shafer-Landau, GE Moore, John Finnis, Richard Boyd, Nicholas Sturgeon, Thomas Nagel, Derek Parfit, etc.
- Harris, Sam. The Moral Landscape (El paisaje moral). - Derek Parfit - "On what matters". - Ronald Dworkin - "Justice for Hedgehogs" ("Justicia para erizos"). - David Owen Brink, "Moral Realism and the Foundations of Ethics". Cambridge Studies in Philosophy, 1989. - Kohlberg, L. "From Is to Ought: how to commit the naturalistic fallacy and get away with it in the study of moral development. En: Essays on moral development. Vol 1: The philosophy of moral development." San Francisco: Harper and Row, 1984.
Antes de dar una respuesta al artículo de Luis y al estudio, es importante tener en cuenta que respondo a antropocentristas. El antropocentrismo es una ideología irracional según la cual «los humanos deben ser respetados porque son humanos»[1], por eso los antropocentristas discriminan arbitrariamente a quienes no son humanos, en lo que se ha venido a denominar como «discriminación especista»[2], por eso los antropocentristas tratan a quienes no son humanos como si sólo fueran trozos de carne. En cambio, los antropocentristas rechazan matar a humanos para comer su carne aunque se demostrara que fuera más sano hacerlo.
Es un error llegar a la conclusión de que un tipo de alimentación no es sana basándose en la mala puesta en práctica de ese tipo de alimentación. Para saber si un tipo de alimentación es sana se debe seguir de manera correcta y comprobar los resultados en la salud. Una alimentación sana puede ser seguida de manera incorrecta por múltiples razones: por falta de información, por falta de preocupación por la propia salud, por problemas económicos, etc. La alimentación vegetariana estricta está avalada por la gran mayoría de estudios científicos sobre nutrición, por esta razón las más grandes asociaciones de nutricionistas profesionales, así como instituciones gubernamentales, avalan públicamente dicha alimentación[3]. Sin embargo, de vez en cuando aparece un estudio que afirma que la alimentación vegetariana estricta no es sana, como el que voy a analizar a continuación.
El estudio se basó en las respuestas dadas en la encuesta de salud austriaca «AT-HIS 2006/07», realizada en 2006, 8 años antes. El AT-HIS forma parte de la Encuesta Europea de Entrevistas de Salud (E-HIS). 15474 individuos, de 15 años o más, fueron interrogados en entrevistas personales asistidas por computadora. De los 15474 entrevistados sólo un 0,2 % eran vegetarianos puros o estrictos (practicantes de la llamada «dieta vegana»), lo cual equivale a sólo 31 personas. Los 31 vegetarianos puros fueron mezclados en un mismo grupo llamado «vegetarianos» junto con 125 ovolactovegetarianos y con 187 «vegetarianos comedores de peces»^@#!, haciendo un total de 343 personas, ¿esto es serio?:
«Mientras que el 0,2% de los entrevistados eran vegetarianos puros (57,7% mujeres), el 0,8% reportó ser vegetarianos consumiendo leche y huevos (77,3% mujeres) y 1,2% vegetarianos consumiendo pescado y/o huevos y leche (76,7% mujeres). El 23,6% informó combinar una dieta carnívora con gran cantidad de frutas y verduras (67,2% mujeres), 48,5% para comer una dieta carnívora menos rica en carne (60,8% mujeres) y 25,7% una dieta carnívora rica en carne (30,1% mujeres). Dado que los tres grupos de dieta vegetariana incluyeron un número relativamente pequeño de personas (N = 343), se analizaron como un grupo de hábitos alimentarios. Por otra parte, dado que el grupo vegetariano era el más pequeño, decidimos emparejar cada uno de los vegetarianos (1) con un individuo de cada grupo de hábitos alimentarios (dieta carnívora rica en frutas y Vegetales (2), dieta carnívora menos rica en carne (3) y carnívora rica en carne (4)).»
Nadie nos asegura que el emparejamiento no se hizo eligiendo a los sujetos no «vegetarianos» que tuvieran el mejor estado de salud, subiendo la media del estado de salud de dicho grupo.
Después del emparejamiento, el número total de sujetos usados para el análisis fue de 1320, habiendo 330 sujetos en cada uno de los 4 grupos: grupo vegetariano, grupo carnívoro rico en frutas y verduras, grupo carnívoro menos rico en carne y grupo carnívoro rico en carne. 13 sujetos del grupo «vegetarianos» no fueron incluidos en los análisis, ya que no se pudieron emparejar con un sujeto del mismo sexo, edad y SES de un grupo de hábitos alimenticios diferente, ¿alguno de ellos era vegetariano puro? No se dice. Recordemos que en la encuesta sólo había 31 vegetarianos puros.
El mismo estudio indica al final que los resultados son limitados por numerosas razones:
«Las posibles limitaciones de nuestros resultados se deben al hecho de que la encuesta se basó en datos transversales. Por lo tanto, no se pueden hacer declaraciones si la mala salud de los vegetarianos en nuestro estudio es causada por su hábito dietético o si consumen esta forma de dieta debido a su peor estado de salud. No podemos afirmar si existe una relación causal, sino describir asociaciones determinadas. Además, no podemos dar ninguna información sobre las consecuencias a largo plazo de consumir una dieta especial ni sobre las tasas de mortalidad. Por lo tanto, se necesitarán estudios longitudinales adicionales para fundamentar nuestros resultados. Otras limitaciones incluyen la medición de los hábitos alimenticios como una variable autodeclarada y el hecho de que a los sujetos se les preguntó cómo describirían su comportamiento alimenticio, sin darles una definición clara de los diversos grupos de hábitos alimenticios. Sin embargo, una asociación significativa entre el hábito alimenticio de los individuos y su peso y conducta de consumo de alcohol es indicativo de la validez de la variable. Otra limitación se refiere a la falta de información detallada sobre los componentes nutricionales (por ejemplo, la cantidad de carbohidratos, colesterol o ácidos grasos consumidos). Por lo tanto, se necesitan estudios más profundos sobre los hábitos nutricionales y sus efectos sobre la salud entre los adultos austriacos. Otros estudios deberían investigar la influencia de los diversos hábitos alimenticios sobre la incidencia de diferentes tipos de cáncer. Según nuestro conocimiento, este es el primer estudio realizado en Austria para analizar las diferencias en términos de hábitos alimentarios y su impacto en la salud. Admitimos que el gran número de participantes hizo necesario mantener las preguntas simples, para cubrir la gran muestra. En general, consideramos que nuestros resultados son de interés específico y contribuyen al conocimiento científico existente, a pesar de algunas limitaciones en cuanto a causas y efectos.»
A pesar de lo limitado del estudio, en el resumen no lo indican y en él parece que están muy seguros de que:
«nuestros resultados mostraron que una dieta vegetariana se asocia con una salud más pobre (mayor incidencia de cáncer, alergias y trastornos de salud mental), una mayor necesidad de cuidado de la salud y una peor calidad de vida. Por lo tanto, los programas de salud pública son necesarios para reducir el riesgo para la salud debido a factores nutricionales.»
Para hacer «estudios» así, mejor no hacerlos...
He traducido el estudio con Google Translator. Comparto la traducción con vosotros:
ESTUDIO: Nutrición y Salud - La Asociación entre Comportamiento Alimentario y Varios Parámetros de Salud: Un Estudio de Muestras Comparadas
Resumen
Los estudios basados en la población han demostrado consistentemente que nuestra dieta tiene una influencia en la salud. Por lo tanto, el objetivo de nuestro estudio fue analizar las diferencias entre los diferentes grupos de hábitos alimentarios en términos de variables relacionadas con la salud. La muestra utilizada para este estudio transversal se tomó de la encuesta de entrevista de salud austriaca AT-HIS 2006/07. En un primer paso, los sujetos fueron emparejados de acuerdo a su edad, sexo y estado socioeconómico (SES). Después del emparejamiento, el número total de sujetos incluidos en el análisis fue 1320 (N = 330 para cada forma de dieta vegetariana, dieta carnívora rica en frutas y verduras, dieta carnívora menos rica en carne y dieta carnívora rica en carne). Se realizaron análisis de varianza para controlar los factores de estilo de vida en los siguientes dominios: salud (autoevaluación de la salud, deterioro, número de afecciones crónicas, riesgo vascular), atención médica (tratamiento médico, vacunas, controles preventivos) y calidad de vida. Además, las diferencias en cuanto a la presencia de 18 condiciones crónicas se analizaron mediante tests de Chi-cuadrado. En general, el 76,4% de todos los sujetos eran mujeres. 40,0% de los individuos eran menores de 30 años, 35,4% entre 30 y 49 años y 24,0% mayores de 50 años. El 30,3% de los sujetos tenían un SES bajo, 48,8% uno medio y el 20,9% tenían un SES alto. Nuestros resultados revelaron que una dieta vegetariana se relaciona con un BMI más bajo y un consumo de alcohol menos frecuente. Por otra parte, nuestros resultados mostraron que una dieta vegetariana se asocia con una salud más pobre (mayor incidencia de cáncer, alergias y trastornos de salud mental), una mayor necesidad de cuidado de la salud y una peor calidad de vida. Por lo tanto, los programas de salud pública son necesarios para reducir el riesgo para la salud debido a factores nutricionales.
Introducción
Nuestra dieta tiene un impacto en nuestro bienestar y en nuestra salud. Los estudios han demostrado que una dieta vegetariana se asocia con una menor incidencia de hipertensión, problemas de colesterol, algunas enfermedades crónicas degenerativas, enfermedad arterial coronaria, diabetes tipo II, cálculos biliares, accidente cerebrovascular y ciertos tipos de cáncer [1 - 7]. Una dieta vegetariana se caracteriza por un bajo consumo de grasas saturadas y colesterol, debido a una mayor ingesta de frutas, verduras y productos integrales [3, 4, 8]. En general, los vegetarianos tienen un índice de masa corporal más bajo [1,4,5,7,9-12], un mayor nivel socioeconómico [13], y un mejor comportamiento de salud, es decir, son más activos físicamente, beben menos alcohol y fuman menos [9, 13, 14]. Por otro lado, los efectos en la salud mental de una dieta vegetariana o una dieta mediterránea rica en frutas, verduras, productos de grano entero y los peces son divergentes [9, 15]. Por ejemplo, Michalak y col. [16] informan que una dieta vegetariana se asocia con una elevada prevalencia de trastornos mentales. Se ha demostrado que una pobre ingesta de carne está asociada con menores tasas de mortalidad y mayor esperanza de vida [17], y una dieta que permite pequeñas cantidades de carne roja, pescado y productos lácteos parece estar asociada con un riesgo reducido de enfermedad coronaria, así como la diabetes tipo 2 [18]. Además, la evidencia relativa a tasas más bajas de cáncer, enfermedades del colon, incluyendo cáncer de colon, las quejas abdominales y la mortalidad por todas las causas es, sin embargo, inconsistente [5 - 7, 19 - 22].
No sólo es la ingesta de ciertos nutrientes, como la carne roja, asociada con un mayor riesgo para la salud [18, 23 - 26], la ingesta de calorías altas también desempeña un papel crucial [23, 27]. Por otra parte, parece haber pruebas de que los factores de estilo de vida como la actividad física puede ser más crucial en la reducción de las tasas de enfermedad que los hábitos alimentarios individuales [20, 28 - 29]. Mientras que, en general, las dietas basadas en plantas, como las dietas vegetarianas, parecen estar asociadas con un cierto beneficio para la salud, un menor riesgo de contraer ciertas enfermedades crónicas [30], y la capacidad de mejorar la salud [31-32]. Dietas vegetarianas monótonas incluyen el riesgo de déficits nutricionales [2,18,19,30,33]. Baines et al. [9] informan que los vegetarianos toman más medicamentos que los no vegetarianos.
En resumen, una serie de estudios han demostrado que las dietas vegetarianas y las dietas con poca ingesta de carne se asocian con tasas de mortalidad más bajas para ciertas enfermedades. Sin embargo, la investigación sobre los hábitos alimenticios en Austria es bastante escasa y se centra principalmente en factores genéticos [33-36]. Por lo tanto, el objetivo de este estudio fue investigar las diferencias de salud entre los diferentes grupos de hábitos alimentarios entre los adultos austríacos.
Métodos
Diseño del estudio y población de estudio.
La muestra para este estudio transversal se tomó de la encuesta de entrevista de salud austriaca (AT-HIS) que se desarrolló desde marzo de 2006 a febrero de 2007 [37]. El AT-HIS es una encuesta estandarizada que se realiza a intervalos regulares en Austria (actualmente cada ocho años). Los sujetos incluidos en la encuesta forman una muestra representativa de la población austríaca. Fueron elegidos del registro central de población y se distribuyeron a través de las diferentes regiones geográficas de Austria. El AT-HIS forma parte de la Encuesta Europea de Entrevistas de Salud (E-HIS, http://www.euhsid.org), una importante encuesta de alta calidad. Las entrevistas fueron llevadas a cabo por lanceros libres contratados por la Austrian Statistic Agency. Para asegurarse de que todas las entrevistas se llevaron a cabo de la misma manera, los entrevistadores tuvieron que participar en un día de capacitación donde se les instruyó sobre cómo llevar a cabo la encuesta. Se realizaron mediciones de tiempo, análisis de no respuesta y análisis de diálogos de errores para asegurar la consistencia entre los entrevistadores. Además, todos los entrevistadores fueron supervisados por supervisores de campo. En general, 15474 individuos, de 15 años o más, fueron interrogados en entrevistas personales asistidas por computadora (CAPI, 54,7% mujeres, tasa de respuesta: 63,1%).
Mientras que el 0,2% de los entrevistados eran vegetarianos puros (57,7% mujeres), el 0,8% reportó ser vegetarianos consumiendo leche y huevos (77,3% mujeres) y 1,2% vegetarianos consumiendo pescado y/o huevos y leche (76,7% mujeres). El 23,6% informó combinar una dieta carnívora con gran cantidad de frutas y verduras (67,2% mujeres), 48,5% para comer una dieta carnívora menos rica en carne (60,8% mujeres) y 25,7% una dieta carnívora rica en carne (30,1% mujeres ). Dado que los tres grupos de dieta vegetariana incluyeron un número relativamente pequeño de personas (N = 343), se analizaron como un grupo de hábitos alimentarios. Por otra parte, dado que el grupo vegetariano era el más pequeño, decidimos emparejar cada uno de los vegetarianos(1) con un individuo de cada grupo de hábitos alimentarios (dieta carnívora rica en frutas y Vegetales(2), dieta carnívora menos rica en carne(3) y carnívora rica en carne(4)).
Proceso de coincidencia
En un primer paso, se identificaron los sujetos que consumían una dieta vegetariana (N = 343). Todos los vegetarianos se clasificaron de acuerdo a su sexo, edad (en grupos de edad que abarcan 5 años, por ejemplo, de 20 a 24 años) y el nivel socioeconómico (SES). Cada uno de esos vegetarianos fue emparejado con un sujeto que consumía una dieta carnívora rica en frutas y verduras, un individuo que comía una dieta carnívora menos rica en carne y un sujeto que consumía una dieta carnívora rica en carne. Sólo 96,2% de los vegetarianos fueron incluidos en los análisis, ya que no todos correspondieron a un sujeto del mismo sexo, edad y SES de un grupo de hábitos alimenticios diferente. Por lo tanto, el número total de sujetos analizados fue de 1320 (de los cuales 330 vegetarianos, 330 sujetos consumían una dieta carnívora rica en frutas y verduras, 330 individuos comían una dieta carnívora menos rica en carne y 330 sujetos consumían una dieta carnívora rica en carne). Cada grupo de hábitos alimentarios se estableció de acuerdo con las características demográficas mostradas en la Tabla 1.
Aprobación ética
El estudio se llevó a cabo de conformidad con los principios establecidos en la Declaración de Helsinki. No se incluyeron ni menores ni niños en el estudio. El consentimiento informado verbal fue obtenido de todos los sujetos, testificados y formalmente registrados. El Comité de Ética de la Universidad Médica de Graz aprobó el procedimiento de consentimiento, así como la condonancia de este estudio (EKnumber: 24-288 ex11 / 12).
Variables y Mediciones
Las entrevistas cara a cara se realizaron cuestionando a los sujetos sobre sus características sociodemográficas, comportamiento relacionado con la salud, enfermedades, tratamientos médicos y también aspectos psicológicos.
La variable independiente en este estudio fue el hábito dietético de los individuos. En cuanto al comportamiento alimenticio, a los encuestados se les dio una lista de seis hábitos dietéticos diferentes y se les preguntó cuál describía mejor su comportamiento alimenticio (1 = vegano, 2 = vegetariano comiendo leche / huevos, 3 = vegetariano comiendo pescado y / = Dieta carnívora rica en frutas y verduras, 5 = dieta carnívora menos rica en carne, 6 = dieta carnívora rica en carne).
Los participantes describieron su hábito dietético, sin que los entrevistadores dieran una definición clara de las diversas categorías de comidas. Dado que, en general, sólo el 2,2% de todos los participantes consumieron una dieta vegetariana, estos individuos fueron analizados como un grupo de hábitos alimentarios. Se creó una escala que reflejaría la ingesta de grasa animal para cada hábito dietético (1 = dieta vegetariana, 2 = dieta carnívora rica en frutas y verduras, 3 = dieta carnívora menos rica en carne, 4 = dieta carnívora rica en carne).
Dado que la edad, el sexo y el nivel socioeconómico de los sujetos tienen una influencia sobre la salud [38 - 41], coincidimos con los sujetos de acuerdo a estas variables con el fin de controlar su influencia. El SSE de los sujetos (entre 3 y 15) se calculó utilizando las siguientes variables: ingresos netos equivalentes, nivel de educación y ocupación. El ingreso equivalente neto se calculó sobre la base de una escala de equivalencia proporcionada por la OCDE [42], y dividido por quintiles. El nivel de educación se mide por una variable ordinal, distinguiendo entre (1) educación básica (hasta 15 años), (2) aprendizaje/escuela vocacional, (3) educación secundaria sin diploma, (4) educación secundaria con diploma, Y (5) educación universitaria. La ocupación de los sujetos se diferenció en los cinco niveles siguientes: (1) trabajador no cualificado, (2) aprendiz/trabajador calificado, (3) trabajo independiente/intermedio, (4) trabajo calificado/académico, (5). Para verificar la combinación de variables que sirvieron para calcular el SES, se calcularon las correlaciones con las diferentes variables. Ellos oscilaron entre r = 0,70 y r = 0,80.
El índice de masa corporal (IMC) y los factores de estilo de vida (actividad física, tabaquismo y consumo de alcohol) se incluyeron como covariables en todos los análisis. El IMC se calculó dividiendo el peso de una persona en kilogramos por el cuadrado de su altura en metros (kg / m2) [43]. El ejercicio físico se midió utilizando la versión corta del Cuestionario Internacional de Actividad Física (IPAQ), un instrumento autodeclarado que solicita una estimación de la actividad física semanal total (caminar, actividad de intensidad moderada y vigorosa) realizada durante el último semana. La versión corta del IPAQ no discrimina entre la actividad física de ocio y no de ocio. La puntuación MET total se calculó ponderando los minutos informados por semana dentro de cada actividad mediante una estimación de gasto de energía MET asignada a cada categoría [44]. El comportamiento de fumar se midió como el número de cigarrillos fumados por día. El consumo de alcohol fue encuestado como el número de días en los que se consumió alcohol durante los últimos 28 días.
Las variables dependientes que se centraban en la mala salud incluían la salud autoperceptable, que variaba de 1 (muy buena) a 5 (muy mala) y de deterioro a la salud, que variaba de 1 (muy deteriorado) a 3 (no deteriorado). También se evaluó la presencia de 18 enfermedades crónicas específicas (asma, alergias, diabetes, cataratas, tinnitus, hipertensión, infarto cardíaco, apoplejía, bronquitis, artritis, dolores sacrospinos, osteoporosis, incontinencia urinaria, úlcera gástrica o intestinal, Enfermedad mental (trastorno de ansiedad o depresión) y cualquier otra condición crónica). Cada condición se codificó como presente (1) o ausente (0). Se calculó una puntuación total de la frecuencia mediante la suma de las condiciones crónicas presentes (0-18, índice de suma). Además, se calculó una puntuación de riesgo vascular sumando las variables hipertensión arterial, nivel de colesterol en sangre mejorado, diabetes y tabaquismo (0-4, índice de suma). Cada variable se codificó como presente (1) o ausente (0).
Se creó una variable dependiente de la atención de salud como el índice de suma del número de médicos consultados en los últimos 12 meses (0-8, índice de suma). Cada uno de los 8 tratamientos médicos (médico de cabecera, ginecólogo, urólogo, dermatólogo, oftalmólogo, internista, ortopedista y otorrinolaringólogo) fue codificado como "consultado" (1) o "no consultado" (0). El número de vacunas se analizó mediante el cálculo de un índice de suma combinando 8 vacunas diferentes (gripe, tétanos, difteria, poliomielitis, FSME, neumococo, hepatitis A y B, 0-8, índice de suma). Cada vacunación se codificó como presente (1) o ausente (0). Además, la atención preventiva se analizó mediante el cálculo de un índice de suma de las variables "controles preventivos", "mamografía", "control de la glándula prostática" y "prueba Papanicolaou" (0 -4, índice de suma). Cada variable se codificó como presente (1) o ausente (0). La variable dependiente relativa a la calidad de vida se midió utilizando la versión corta del WHOQOL (WHOQOL-BREF) [45]. Se calcularon cuatro puntuaciones de dominio (salud física, salud psicológica, relaciones sociales y medio ambiente). Estas puntuaciones del dominio oscilaron entre 4 y 20.
Análisis estadístico
En un primer paso, los sujetos con diferentes hábitos alimenticios (dieta vegetariana, carnívora rica en frutas y verduras, dieta carnívora menos rica en carne, dieta carnívora rica en carne) se compararon según su sexo, edad y SES. Las diferencias en los factores de estilo de vida (IMC, puntuación MET total, número de cigarrillos fumados por día y consumo de alcohol en las últimas cuatro semanas) entre los diferentes grupos de hábitos alimentarios se calcularon mediante análisis de varianza multivariante.
Para analizar las diferencias entre los grupos de hábitos alimenticios, se calcularon análisis de varianza multivariante para los tres dominios: (1) salud (salud autoinformada, deterioro por problemas de salud, número de afecciones crónicas, riesgo vascular) ), (3) calidad de vida (salud física y psicológica, relaciones sociales y medio ambiente). Para analizar el sesgo de los factores de estilo de vida que afectan la salud, se calcularon los análisis de varianza, controlando las variables de estilo de vida mencionadas (IMC, actividad física, hábito de fumar y consumo de alcohol).
En el ámbito de la "salud", las dos variables "salud autoinformada" y "deterioro debido a problemas de salud" se evaluaron originalmente utilizando una escala ordinal. Por lo tanto, controlamos los resultados utilizando pruebas no paramétricas (Kruskal Wallis Test). Dado que los resultados fueron los mismos, sólo se informan los resultados de los análisis de varianza.
Además, se calcularon las pruebas de Chi-cuadrado para las 18 afecciones crónicas antes mencionadas, con el fin de establecer cuál se produce significativamente más a menudo, dependiendo de la forma de nutrición.
Resultados
Características de los participantes y diferencias en el estilo de vida entre los grupos de hábitos alimentarios
En total, se analizaron los datos de 1320 individuos (330 en cada grupo de hábitos alimentarios). Cada grupo de hábitos alimenticios se estableció de acuerdo con las características demográficas mostradas en la Tabla 1. En general, el 23,6% de todos los sujetos eran varones y 76,4% mujeres. El 40,0% de los individuos eran menores de 30 años, 17,8% entre 30 y 39 años, 17,6% entre 40 y 49 años, 9,4% entre 50 y 59 años, 8,4% entre 60 y 69 años, 4,4% entre 70 y 79 años , Y 2.4% que 80 años o más viejo. El 30,3% de los sujetos tenían un SES bajo (tenían un puntaje SES de # 6), 48,8% un medio (SES entre .6 y # 10) y 20.9% tenían un SES alto (SES.10).
Nuestro análisis multivariado sobre el estilo de vida mostró un efecto principal significativo para el hábito dietético de los individuos (p = .000), lo que demuestra que los diferentes grupos de hábitos alimentarios difieren en su comportamiento general de salud. Sin embargo, los resultados de los análisis univariados mostraron que los grupos de hábitos alimentarios sólo difieren en cuanto a su IMC y su consumo de alcohol.
En cuanto al IMC: los vegetarianos tienen el IMC medio más bajo (M = 22,9), seguido por los sujetos comiendo una dieta carnívora menos rica en carne (M = 23,4), rica en frutas y verduras (M = 23,5) y rica en carne (M = 24,9). Los comedores de carne pesada difieren significativamente de todos los demás grupos en términos de su IMC (p = .000).
En cuanto al ejercicio físico: no se encontró diferencia significativa en la puntuación MET total entre los diversos grupos de hábitos alimentarios (p = .631).
Con respecto al comportamiento de fumar: el número de cigarrillos fumados por día no difirió entre los diferentes grupos de hábitos alimenticios (p = .302).
Con respecto al consumo de alcohol: Los sujetos que siguen una dieta vegetariana (M = 2,6 días en los últimos 28 días) o una dieta carnívora rica en frutas y verduras (M = 3,0 días) consumen alcohol significativamente menos que aquellos que consumen una dieta carnívora menos rica en carne (M = 4,4 días) o rica en carne (M = 4,8 días; p =, 000).
Diferencias de salud entre los grupos de hábitos alimentarios
En el dominio de la salud, el análisis multivariado de varianza mostró un efecto principal significativo en el hábito alimentario de los individuos (p = .000). En general, los vegetarianos están en un estado de salud más pobre en comparación con los otros grupos de hábitos alimentarios. En cuanto a la salud autoinformada, los vegetarianos difieren significativamente de cada uno de los otros grupos, hacia una salud más pobre (p = 000). Además, estos sujetos reportan mayores niveles de deterioro por trastornos (p = 0,002). Los vegetarianos también reportan más enfermedades crónicas que aquellos que comen una dieta carnívora menos rica en carne (p = .000, Tabla 2). Significativamente más vegetarianos sufren de alergias, cáncer y enfermedades mentales (ansiedad o depresión) que los otros grupos de hábitos alimentarios (Tabla 3). Los sujetos que comen una dieta carnívora rica en carne suelen reportar incontinencia urinaria (p = 0,023). No se encontraron diferencias entre los individuos que consumían diferentes formas de dieta en cuanto a su riesgo vascular (p = .150, Tabla 2).
Diferencias en el cuidado de la salud entre los grupos de hábitos alimentarios
Nuestro análisis multivariado sobre el cuidado de la salud ha demostrado un efecto principal significativo en los hábitos alimenticios (p = .000) y confirmó que, en general, los sujetos con un menor consumo de grasa animal muestran peores prácticas de atención sanitaria. Los vegetarianos y los sujetos que comen una dieta carnívora rica en frutas y verduras consultan a los médicos con más frecuencia que aquellos que comen una dieta carnívora menos rica en carne (p = 0,003). Por otra parte, los vegetarianos son vacunados con menos frecuencia que todos los demás grupos de hábitos alimenticios (p = 0,005) y hacen uso de controles preventivos con menos frecuencia que los sujetos comiendo una dieta carnívora rica en frutas y verduras (p = 0,033; Tabla 2).
Diferencias en la calidad de vida entre los grupos de hábitos alimenticios
En cuanto a la calidad de vida, el principal efecto del análisis multivariado de varianza no mostró diferencias significativas entre los grupos de hábitos alimentarios (p = 0,291). Los resultados obtenidos en el análisis de varianza univariante, sin embargo, revelaron que los vegetarianos tienen una menor calidad de vida en los dominios de '' salud física '' (p = .026) y '' ambiente '' (p = .037) que Sujetos que consumen una dieta carnívora menos rica en carne. Por otra parte, los vegetarianos tienen una menor calidad de vida en relación con las "relaciones sociales" que los individuos que comen una dieta carnívora rica en frutas y verduras, o aquellos con una dieta carnívora menos rica en carne (p = 0,043). Todos los resultados se muestran en la Tabla 4.
Discusión
En general, nuestros hallazgos revelan que los vegetarianos reportan peor salud, siguen tratamiento médico con más frecuencia, tienen peores prácticas preventivas de salud y tienen una calidad de vida inferior. En cuanto a la variable "comportamiento alimenticio", intentamos generar una variable que reflejara la ingesta de grasa animal (1 = vegetariana, 2 = dieta carnívora rica en frutas y verduras, 3 = dieta carnívora menos rica en carne, 4 = carnívora Dieta rica en carne). El IMC medio de los sujetos se acopla en una progresión casi lineal con la cantidad de ingesta de grasa animal. Esto está en línea con estudios previos que muestran que los vegetarianos tienen un índice de masa corporal más bajo [1,4,5,7,9-12].
Nuestros resultados han demostrado que los vegetarianos reportan condiciones crónicas y peor salud subjetiva con más frecuencia. Esto podría indicar que los vegetarianos en nuestro estudio consumen esta forma de dieta como consecuencia de sus trastornos, ya que a menudo se recomienda una dieta vegetariana como un método para controlar el peso [10] y la salud [46]. Lamentablemente, la ingesta de alimentos no se midió con más detalle, p. La ingesta calórica no estaba cubierta. Por lo tanto, serán necesarios más estudios para analizar más detalladamente la salud y su relación con diferentes formas de hábitos alimentarios.
Al analizar la frecuencia de enfermedades crónicas, encontramos tasas de incidencia de cáncer significativamente más altas en vegetarianos que en sujetos con otros hábitos alimenticios. Esto está en línea con los hallazgos anteriores, informando que las pruebas sobre las tasas de cáncer, las quejas abdominales y la mortalidad por todas las causas en los vegetarianos es bastante incoherente [5 - 7, 19 - 22]. La mayor incidencia de cáncer en los vegetarianos en nuestro estudio podría ser una coincidencia, y es posible que esté relacionado con factores distintos a la cantidad general de ingesta de grasa animal, como el comportamiento consciente de la salud, ya que no se encontraron diferencias en el comportamiento de fumar y la actividad física en Austria Adultos como se informó en otros estudios para otros países [9, 13, 14]. Por lo tanto, en Austria se necesitarán más estudios para analizar la incidencia de los diferentes tipos de cáncer y su asociación con factores nutricionales con mayor profundidad.
Varios estudios han demostrado que los efectos en la salud mental de una dieta vegetariana son divergentes [9, 15, 16]. Los vegetarianos en nuestro estudio sufren significativamente más a menudo de trastorno de ansiedad y / o depresión. Además, tienen una peor calidad de vida en términos de salud física, relaciones sociales y factores ambientales.
Por otra parte, el uso de la atención de la salud difiere significativamente entre los grupos de hábitos alimentarios en nuestro estudio. Los vegetarianos necesitan más tratamiento médico que los sujetos que siguen otra forma de dieta. Sin embargo, esto puede ser debido al número de condiciones crónicas, que es mayor en los sujetos con una dieta vegetariana.
Entre los puntos fuertes de nuestro estudio se encuentran: el gran tamaño de la muestra, la concordancia por edad, sexo y antecedentes socioeconómicos, y la medición estandarizada de todas las variables. Otros puntos fuertes de nuestro estudio incluyen considerar la influencia de los factores de peso y estilo de vida en la salud, por ejemplo el ejercicio físico y el hábito de fumar.
Las posibles limitaciones de nuestros resultados se deben al hecho de que la encuesta se basó en datos transversales. Por lo tanto, no se pueden hacer declaraciones si la mala salud de los vegetarianos en nuestro estudio es causada por su hábito dietético o si consumen esta forma de dieta debido a su peor estado de salud. No podemos afirmar si existe una relación causal, sino describir asociaciones determinadas. Además, no podemos dar ninguna información sobre las consecuencias a largo plazo de consumir una dieta especial ni sobre las tasas de mortalidad. Por lo tanto, se necesitarán estudios longitudinales adicionales para fundamentar nuestros resultados. Otras limitaciones incluyen la medición de los hábitos alimenticios como una variable autodeclarada y el hecho de que a los sujetos se les preguntó cómo describirían su comportamiento alimenticio, sin darles una definición clara de los diversos grupos de hábitos alimenticios. Sin embargo, una asociación significativa entre el hábito alimenticio de los individuos y su peso y conducta de consumo de alcohol es indicativo de la validez de la variable. Otra limitación se refiere a la falta de información detallada sobre los componentes nutricionales (por ejemplo, la cantidad de carbohidratos, colesterol o ácidos grasos consumidos). Por lo tanto, se necesitan estudios más profundos sobre los hábitos nutricionales y sus efectos sobre la salud entre los adultos austriacos. Otros estudios deberían investigar la influencia de los diversos hábitos alimenticios sobre la incidencia de diferentes tipos de cáncer. Según nuestro conocimiento, este es el primer estudio realizado en Austria para analizar las diferencias en términos de hábitos alimentarios y su impacto en la salud. Admitimos que el gran número de participantes hizo necesario mantener las preguntas simples, para cubrir la gran muestra. En general, consideramos que nuestros resultados son de interés específico y contribuyen al conocimiento científico existente, a pesar de algunas limitaciones en cuanto a causas y efectos.
Conclusiones
Nuestro estudio ha demostrado que los adultos austriacos que consumen una dieta vegetariana son menos saludables (en términos de cáncer, alergias y trastornos de salud mental), tienen una calidad de vida inferior y también requieren más tratamiento médico. Por lo tanto, se requiere un programa fuerte y continuo de salud pública para Austria para reducir el riesgo para la salud debido a factores nutricionales. Por otra parte, nuestros resultados hacen hincapié en la necesidad de estudios adicionales en Austria, para un análisis más profundo de los efectos sobre la salud de los diferentes hábitos alimenticios.
RESUMEN: ¿Es racional que lo que haríamos si nos enfrentáramos a un dilema lo hagamos cuando realmente no existe tal dilema? ¿valorar menos la vida de un ser sintiente que la vida de otro es una razón que justifique no respetarlo? Éstas son algunas de las preguntas a las que aquí voy a responder.
La vida de los seres sintientes tiene diferente valor, tanto subjetiva como objetivamente. Es muy raro que en la realidad nos enfrentemos a un dilema en el que sólo tengamos la opción de salvar la vida a un ser sintiente o salvársela a otro; lo habitual es que existan alternativas que permitan salvar la vida a ambos. Sin embargo, si dicho dilema existiera se deberá salvar la vida que se considera más valiosa, excepto si se estiman peores consecuencias. Lo habitual es que no exista dicho dilema, por lo tanto al valorar menos la vida de alguien no se infiere lógicamente que no se le deba respetar. Aunque valoremos más la vida de un ser sintiente que la vida de otro, a priori, debemos respetarlos a todos, según establece la Regla de Oro de la Ética: a priori, los intereses no deben ser frustrados.
Palabras clave: confusión respeto-valor
Algunas personas nos ponen ante dilemas del siguiente tipo: «si estuvieras en una situación extrema en la que tuvieras que elegir entre salvar la vida a un humano o a un perro, ¿a quién salvarías?». Es muy raro que en la realidad nos enfrentemos a un dilema en el que sólo exista la opción de salvar la vida a un ser sintiente o salvársela a otro; lo habitual es que existan alternativas que permitan salvar la vida a ambos. En otro artículo demostré que la vida de los seres sintientes no tiene el mismo valor, ni subjetiva ni objetivamente[1]. Alguien puede considerar que, subjetiva u objetivamente, la vida de un determinado humano es más valiosa que la vida de un perro, y por lo tanto si sólo puede salvar la vida a uno de los dos entonces salvará al humano. Asimismo, en otra situación extrema, alguien puede considerar que la vida de un determinado humano es más valiosa que la vida de otro humano y por lo tanto elegirá salvar al humano cuya vida considera que es más valiosa. Hasta aquí todo es lógico: a priori, se debe elegir salvar la vida que se considera más valiosa, excepto si se estiman consecuencias menos malas salvando la vida que se considera que tiene menos valor. El error de razonamiento aparece cuando se confunde el valor con el respeto. Por ejemplo, se confunde el valor con el respeto al decir que «es éticamente correcto matar a los perros porque la vida de un perro es menos valiosa que la vida de cualquier humano». Algunos veganos también son víctimas de la confusión respeto-valor, por eso dicen que «la vida de todos los seres sintientes es igual de valiosa»: creen que si dos vidas tienen un valor diferente entonces eso implica que sea éticamente correcto matar a quien es considerado menos valioso. La confusión respeto-valor está muy extendida. Debemos darnos cuenta de que al valorar menos la vida de alguien no se infiere lógicamente que no se le deba respetar. Si no nos enfrentamos a un dilema de salvar vidas entonces el valor de la vida de los seres sintientes no tiene relación con el respeto que les debemos. Aunque valoremos más la vida de un ser sintiente que la vida de otro,a priori, debemos respetarlos a todos, según establece la Regla de Oro de la Ética: a priori, los intereses no deben ser frustrados[2].
RESUMEN: ¿El derecho de un individuo a que respeten sus intereses básicos supone la obligación por parte de un agente ético de evitar que este individuo sea matado si ello no tiene unas consecuencias peores? Éstas son algunas de las preguntas a las que aquí vamos a responder.
No es coherente defender teóricamente el derecho de auxilio al mismo tiempo que no se defiende teóricamente la intervención en la naturaleza para evitar la depredación cuando ésto sea posible y no traiga consecuencias peores.
Palabras clave: Palabras clave: depredación, derecho de auxilio
Tener el deber de evitar la depredación es una consecuencia lógica de reconocer que a priori tenemos el deber de prestar auxilio a los demás. En un artículo anterior demostré que existe una relación causa-efecto entre lo que alguien elige no hacer y lo que ocurre debido a dicha omisión[1]. Por lo tanto si la salud/vida de alguien depende de que le ayudemos entonces a priori tenemos el deber de ayudarle, así como tenemos el deber de no matarle directamente, excepto si estimamos que ayudándole habrá peores consecuencias (por ejemplo, morir junto a él). Aceptar el derecho de auxilio implica que a priori tenemos el deber de ayudar a quien es víctima de una agresión, aunque la víctima no sea de nuestra misma especie, si no seremos especistas[2]. Es decir, a priori tenemos el deber de evitar la depredación. Albert Einstein en su obra «Mis creencias» ya aludió a la necesidad de superar la «fase depredadora» del desarrollo humano (manejando la teoría de Thorstein Veblen) en su intento de imaginar una sociedad verdaderamente pacífica. En 1974, Thomas Auxter argumentó en su ensayo «The Right Not to be Eaten» que los animales salvajes tienen el derecho a no ser comidos. En el siguiente vídeo aparecen animales depredando a otros.
Algunas personas usan argumentos secundarios para rechazar el deber de prestar auxilio a quienes no son humanos. Estos argumentos secundarios son utilizados para desviar el debate hacia otros temas, evitando así responder a la cuestión de si tenemos el deber de ayudar a los demás, que ya demostré que tenemos[1]. Básicamente utilizan estos argmentos secundarios:
(a) Decir que rechazar la depredación es una idea absurda, pero sin demostrar por qué es absurda. En cambio, algunos autores, como Mark Sagoff, Francesco D'Agostino y Carl Cohen, dicen que la razón por la que rechazar la depredación es una idea absurda es porque al salvar a unos se mata a otros. Por ejemplo, Francesco D'Agostino comenta lo siguiente[1]: «Si los animales tienen valor intrínseco y diferenciado, y nosotros los hombres (agentes morales) somos los destinatarios del deber de defenderlos, se sigue de ello que deberíamos percibir también el deber de intervenir para impedir la violencia natural entre ellos (como por ejemplo la del lobo que ataca a la oveja), que constituye indudablemente una amenaza al menos para el valor intrínseco del animal que sucumbe. La consecuencia es manifiéstamente absurda, aunque sólo fuera porque defendemos la vida de la oveja a costa de privar al lobo de su alimento y, por lo tanto, de su derecho a la vida». Sin embargo, no hay nada absurdo en evitar que alguien mate a otro.
(b) Usar el argumento del agente, es decir, afirmar que «sólo son éticamente incorrectas las acciones de agentes éticos y por lo tanto no tenemos el deber de evitar las agresiones que cometen animales no humanos». Por ejemplo, Tom Regan defiende este argumento en su libro «The Case for Animals Rights» (1983)[2]. El argumento del agente ya lo rebatí en otro artículo[3].
(c) Usar el argumento de «la naturaleza depredadora», es decir, afirmar que «depredar es natural, por lo tanto es bueno y éticamente correcto». Por ejemplo, la organización Responsible Policies for Animals, Inc. (RPA) defiende dicho argumento[3]: «El movimiento de derechos de los animales no trata de proteger a los animales no-humanos contra los efectos de otros animales no-humanos que forman parte de la vida natural de los ecosistemas naturales -tales como la depredación natural. Ellos tienen por objeto proteger a los animales no-humanos contra los daños causados por los seres humanos -peleas de animales instigadas por humanos, la alimentación de los animales criados o capturados mediante otros animales en cautiverio en violación de sus derechos, y así sucesivamente- la injusticia humana es la causa relevante de todos esos daños». Podemos observar que este argumento mantiene alguna relación con el argumento anterior (b). Sin embargo, el argumento de «la naturaleza de los seres» ya lo rebatí en otro artículo[4];
Algunas personas reconocen que a priori tenemos el deber de prestar auxilio, pero dicen que ayudar tendría unas consecuencias peores que si no ayudamos. Por ejemplo, Peter Singer en su libro «Liberación Animal» (1975) dice que no deberíamos evitar la depredación porque estima que probablemente eso acarrearía nefastas consecuencias. No obstante, seguidamente muestra sus dudas al respecto y considera que cierto tipo de intervención podría ser aceptable, siempre que pudiésemos calcular de forma fiable las consecuencias. No intervenir para evitar la depredación ya tiene consecuencias. Para eliminar la depredación se debería conocer en profundidad la ecología e intervenir de una manera que no cause otros problemas, pero aunque exista la posibilidad de que se deriven consecuencias negativas de una acción, eso no implica que la postura más ética sea necesariamente rechazar la intervención. Decidir no hacer nada es también una manera de actuar que tiene consecuencias en los animales, en la medida en que no se contribuye a modificar la situación actual. Por ejemplo, hay médicos que prescriben tratamientos sin la total seguridad de que dichos tratamientos funcionarán, pero consideran que el hecho de que el enfermo siga con su enfermedad es algo negativo. Lo mismo ocurre con personas enfermas que, desesperadas por curar su enfermedad, ponen toda su esperanza en seguir tratamientos que podrían perjudicarlas. Por lo tanto, debemos intervenir cuando creamos que las consecuencias derivadas de la intervención van a ser menores que las consecuencias de la no intervención. No está claro que intentar evitar la depredación produciría un problema mayor, ello depende del conocimiento científico y de la tecnología de la que dispongamos. En la actualidad, el problema de la depredación es de difícil solución, pero en un futuro, cuando existan los conocimientos y la tecnología suficientes, se podrían aplicar medidas que contribuyeran a reducir el sufrimiento sin consecuencias indeseadas. No deberíamos cerrarnos a este objetivo porque eso nos impediría desarrollarlo para el futuro. Es importante estudiar con detenimiento esta cuestión y reconocer que la depredación es un problema práctico, seguramente el más complicado de todos para acabar con la injusticia. Veamos cuáles son las graves consecuencias de las que nos advierten algunas personas en el caso de evitar la depredación:
Algunas personas reconocen que a priori tenemos el deber de prestar auxilio, pero dicen que si impedimos que un depredador mate entonces morirá de hambre. Este argumento es muy curioso porque se posiciona en el lado del agresor en lugar de en el lado de la víctima. Es cierto que si impedimos a un carnívoro que mate entonces éste morirá de hambre, pero también es cierto que si no le impedimos que mate entonces morirán sus víctimas, que son más de una. Como es menos malo que elijamos que muera uno a que elijamos que mueran más de uno (las víctimas de éste)[5] entonces a priori deberíamos impedirle matar. Sin embargo, impedir que alguien mate no implica que no tenga derecho a alimentarse para estar sano y seguir viviendo. Podemos alimentar a los animales carnívoros y omnívoros con cadáveres, carne cultivada[6], o combinar lo anterior con un pienso vegano específico[7].
Algunas personas reconocen que a priori tenemos el deber de prestar auxilio, pero dicen que evitar la depredación rompería el «equilibrio de la naturaleza». En un artículo anterior demostré que no existe ningún «equilibrio de la naturaleza», sino una realidad cambiante mediante la evolución de las especies[8].
Algunas personas dicen que es imposible evitar la depredación. La dificultad para poner fin a la depredación no rebate la Ética, sino que es un hecho que dificulta la posibilidad de vivir en un mundo sin víctimas de la violencia. Es muy diferente decir que la depredación es éticamente correcta -que no lo es-, que decir que es imposible evitarla. Asimismo, también existe la violencia entre humanos, pero no por ello vamos a considerar que no podemos concebir una realidad en la que idealmente los humanos no sean víctimas de la violencia, ni mucho menos la existencia de individuos que usan la violencia contra otros justifica la violencia contra inocentes. La existencia de la depredación no es una razón que justifique el consumo de productos de origen animal. Practicando el veganismo dejamos de apoyar la explotación y la matanza y, por tanto, dejamos de contribuir a que se añada más injusticia a la ya existente entre los animales no humanos. Algunas ideas para reducir la depredación son las siguientes:
- Crear zonas de protección."Una manera de impedir que unos animales sufran muertes horribles a manos de otros es poner a todos los animales vulnerables (o, si no, a todos los depredadores) en una especie de confinamiento protectivo, por así llamarlo" (Nussbaum, Martha C., Las fronteras de la justicia, Barcelona: Paidós, 2006, p. 373)
- Usar de piensos veganos. Desde hace años, algunos animales no humanos omnívoros y carnívoros que conviven con humanos, generalmente perros y gatos, están siendo alimentados con piensos veganos[7], por lo que podemos afirmar que ya estamos avanzando hacia una cultura que rechaza de manera práctica la depredación. En un futuro, dichos piensos podrían ser sustituídos o complementados con carne cultivada[6], en el caso de que fuera necesario.
- Poner un collar con una campanilla en el cuello de los depredadores. Entre noviembre de 2010 y octubre de 2011, investigadores de la Universidad de Georgia realizaron una investigación colocando cámaras de video suplidas por National Geographic a 60 gatos domésticos en la ciudad de Athens, GA. En las más de 2.000 horas de video capturado se muestra cómo los gatos hogareños matan animales en sus salidas del hogar. Más del 30% de los felinos estudiados eran cazadores efectivos y mataban un promedio de 2 presas por semana, con una predilección por los lagartos, las aves y los mamíferos pequeños. La mayoría de los cadáveres de su caza no son llevados al hogar. Evet Loewen, uno de los dueños participantes, quedó tan horrorizado con el pietaje de su gata Ursa que casi abandona el grupo de investigación. Luego, Loewen ató una campana al cuello su mascota para eliminarle la ventaja de la sorpresa y controlar sus impulsos.
- Educar a los depredadores. Animales depredadores pueden nacer y educarse junto a sus posibles presas, siendo alimentados con piensos veganos y/o con carne cultivada. A esto se le puede añadir la esterilización de los animales carnívoros más agresivos y la reproducción de quienes son más sociables con otras especies, promoviendo así la selección natural en este sentido, tal y como demostró el experimento Belyaev.
- Extinguir a los depredadores.David Pearce ha sugerido el uso de los llamados contraceptivos de depósito en carnívoros, mediante los cuales los animales predadores rápidamente desaparecerían por falta de reproducción, y se gestionarían las poblaciones de los animales «de presa» mediante formas más selectivas de contracepción de depósito[9]. Actualmente se están intentando extinguir especies de virus (viruela) y de animales (el Dracunculus medinensis o gusano de Guinea) cuando muchos humanos pueden ser afectados negativamente por ellas.
En los libros Génesis e Isaías de la Biblia se habla sobre una situación pasada y futura en la que todos los animales vivieron y vivirán en armonía, sin depredación:
Origen vegano:
- "Y continuó diciendo: «Yo les doy todas las plantas que producen semilla sobre la tierra, y todos los árboles que dan frutos con semilla: ellos les servirán de alimento. Y a todas la fieras de la tierra, a todos los pájaros del cielo y a todos los vivientes que se arrastran por el suelo, les doy como alimento el pasto verde». Y así sucedió. Dios miró todo lo que había hecho, y vio que era muy bueno. Así hubo una tarde y una mañana: este fue el sexto día". Génesis 1:29-31
Futuro vegano:
- "El lobo vivirá con el cordero, el leopardo se echará con el cabrito, y juntos andarán el ternero y el cachorro de león, y un niño pequeño los guiará. La vaca pastará con la osa, sus crías se echarán juntas, y el león comerá paja como el buey. Jugará el niño de pecho junto a la cueva de la cobra, y el recién destetado meterá la mano en el nido de la víbora. No harán ningún daño ni estrago en todo mi monte santo, porque rebosará la tierra con el conocimiento del Señor como rebosa el mar con las aguas."Isaías 11:6-9
- "El lobo y el cordero pacerán juntos, el león comerá paja como el buey y la serpiente se alimentará de polvo: No se hará daño ni estragos en toda mi Montaña santa, dice el Señor". Isaías 65:25
"Que todo lo que tenga vida sea liberado de padecimientos."Buda Gautama
"El Dios Bueno no puedo crear este mundo sino Lucifer". Pensamiento cátaro
[1] D'Agostino, Francesco. Bioética. Estudios de Filosofía del Derecho, Madrid: Ediciones Internacionales Universitarias, p. 194. [2] Regan, Tom. The Case for Animals Rights, Berkeley: University of California Press, 1983, p. 357. [3] rpaforall.org - Animal Rights and Responsible Policies for Animals
- Hills, Alison, “Utilitarianism, Contractualism and Demandingness”, Philosophical Quarterly, 60 (239), 2010, 225-242. - Holtug, Nils, “Equality for Animals”, in Ryberg, Jesper; Petersen, Thomas S. & Wolf, Clark (eds.), New Waves in Applied Ethics, Basingstoke: Palgrave Macmillan, 2007, 1-24. - Jamieson, Dale, “Rights, Justice, and Duties to Provide Assistance: A Critique of Regan’s Theory of Rights”. Ethics, 100 (2), 1990, 349-362. - Mill, John Stuart, “On Nature”, in his Nature, The Utility of Religion and Theism, London: Rationalist Press, 1904 [1874], 7-33.
RESUMEN:¿Es posible dar derechos legales/jurídicos a quien no es humano? ¿es necesario comprender qué es un derecho y reclamarlo legalmente para tener derechos legales/jurídicos? ¿es necesario tener obligaciones y responsabilidades para tener derechos legales/jurídicos? Éstas son algunas de las preguntas a las que aquí vamos a responder.
Los humanos pueden dar derechos legales a quienes no son humanos de la misma manera que se los dan a quienes son humanos: escribiéndolos sobre un papel y convirtiéndolos en derechos legales, pero algunas personas dicen que eso no debe ocurrir. Sin embargo, para tener derechos legales no es necesario comprender qué es un derecho, ni tener obligaciones y responsabilidades y tampoco es necesario tener la capacidad de emprender acciones legales para hacerlos valer. Existen millones de humanos, los mal llamados «casos marginales», que no comprenden qué es un derecho, que no tienen obligaciones ni responsabilidades y que tampoco tienen la capacidad de emprender acciones legales para hacerlos valer, y sin embargo se les protege mediante derechos legales: bebés, menores de edad, humanos con diversidad funcional intelectual significativa, humanos con enfermedades degenerativas del cerebro, etc. Para tener derechos legales sólo es necesario tener derechos éticos, y no sólo los humanos los tienen.
Algunas personas no conocen la diferencia entre derechos éticos y derechos legales. Estas personas hablan de «derechos», pero mezclan los «derechos éticos» con los «derechos legales», sin embargo no es lo mismo. Un derecho ético es un interés reconocido éticamente por tener una importancia relevante. Por ejemplo, el derecho esencial a la salud/vida remarca que, a priori, tenemos el deber de evitar que se atente contra la salud y la vida de las personas, independientemente de que dicho derecho esté o no esté reconocido legalmente. En cambio, un derecho legal es una ley que, mediante la amenaza del castigo[1], protege unos determinados intereses. Es un hecho que podemos dar derechos legales a cualquier ser sintiente (e incluso se les han concedido a «personas no físicas»): escribiéndolos sobre un papel e incorporándolos a la legislación. Por ejemplo, la Declaración Universal de los Derechos Humanos es una ley de ámbito internacional cuya finalidad es proteger socialmente unos determinados intereses humanos. Sin embargo algunas personas dicen que, aunque podamos otorgar derechos legales a quienes no son humanos, no debemos hacerlo.
Algunas personas dicen que «tener derechos legales» significa «estar protegido legalmente». Las leyes que «protegen» a quienes no son humanos, por ejemplo aumentando el tamaño de la jaula donde están presos o aturdiéndoles antes de matarles en el matadero, no son derechos legales. Las cosas, como una obra de arte, pueden ser protegidas legalmente, pero no tienen derechos legales, pues los derechos los tienen las personas jurídicas. La legislación antropocentrista considera, contradicendo la realidad, que quienes no son humanos son cosas que pueden ser poseídas, por lo cual estos carecen de derechos legales, pues los derechos legales los tiene el propietario sobre su propiedad. Ésta es la razón por la que hay leyes que «protegen» a quienes no son humanos, pero no hay leyes que les otorgen derechos legales. Un derecho legal fundamental es el derecho a la salud/vida. A diferencia de una obra de arte, los humanos no están simplemente protegidos por la ley, sino que tienen derechos legales, es decir, son considerados legalmente como personas, y en eso mismo consiste reclamar derechos legales para quienes no son humanos. En el siguiente video podemos ver una presentación de Gary L. Francione sobre Derecho Animal.
"Tal vez se nos podría objetar que nosotros defendemos que cada humano y cada animal tengan los mismos derechos, que los pollos tengan derecho al voto y que los cerdos tengan derecho a recibir clases de baile; pero obviamente nosotros no decimos esto. Lo que estamos diciendo es que esos animales y los seres humanos comparten un mismo derecho moral básico. El derecho a ser tratado con respeto.» —Tom Regan, extracto de su discurso en el Royal Institute
Algunas personas dicen que «quien no comprende qué es un derecho no puede emprender acciones legales para hacerlos valer, y por lo tanto no debe tener derechos legales». Como quienes no son humanos no comprenden qué es un derecho entonces, según estas personas, ello implica lógicamente que no deben tener derechos legales. Asimismo, según dicho argumento, tampoco deberían tener derechos legales los mal llamados «casos marginales», es decir, los millones de humanos que no comprenden qué es un derecho: bebés, menores de edad, humanos con una diversidad funcional intelectual significativa, humanos con enfermedades degenerativas del cerebro, etc.[2]. Sin embargo, podemos comprobar que la legislación protege a dichos humanos con derechos legales, aunque no comprendan qué es un derecho. Quienes no son humanos deberían ser igualmente protegidos por la ley.
Algunas personas dicen que quien no asume obligaciones y responsabilidades no debe tener derechos legales. Por ejemplo, Roger Scruton en su libro «Animal Rights and Wrongs» dice lo siguiente: «si los animales tienen derechos, entonces han de tener también deberes, cosa que evidentemente no ocurre. Supongamos que se promulga una ley para garantizar los derechos de los pollos: ¿cómo lograríamos que el zorro cumpliese su deber de abstenerse de comérselos? Si se pudiera hacer cumplir tan absurda ley, la consecuencia sería que los zorros, depredadores por naturaleza, morirían de hambre. Llevado el argumento a sus últimas consecuencias, su falsedad resulta patente». Si para tener derechos legales fuera necesario asumir obligaciones y responsabilidades entonces millones de humanos, los mal llamados «casos marginales», no deberían tener derechos legales: bebés, menores de edad, humanos con una diversidad funcional intelectual significativa, humanos con enfermedades degenerativas del cerebro, etc. Para tener derechos legales sólo es necesario tener derechos éticos, y los derechos éticos los tienen todos aquellos seres que tienen una conciencia[3]. La conciencia permite sufrir y disfrutar, y por lo tanto tener intereses respecto a dichas experiencias que deben ser éticamente considerados[4].
Parece cierto que quienes no son humanos no pueden asumir obligaciones ni responsabilidades, pero el hecho es que se les exigen obligaciones y si no las cumplen se les castiga, casi siempre con la muerte. Así lo explica JF Cuéllar en su blog:
«Los humanos obligan a los animales a que cumplan las leyes; sobre todo, aquellas destinadas a garantizar la vida y las propiedades de las personas. Así pues, cuando un tiburón, por ejemplo, ataca a una persona, o cualquier animal roba alimentos o destroza propiedades, se les considera responsables de esos actos y son condenados a muerte; tanto él, como todos los de su especie, que estén por los alrededores. Cuando un humano muere a causa de un cable eléctrico no protegido, nadie responsabiliza al cable ni lo condena a muerte. Un cable no puede ser responsable de nada; al parecer, un animal sí. Los animales domésticos tienen aún más obligaciones: los perros de caza tienen la obligación de cazar, las vacas de superar un mínimo de litros de leche, los caballos de carreras de ganar. Y en todos los casos, cuando un animal de este tipo no cumple sus obligaciones, el castigo es la muerte. En España, todos los años mueren ahorcados cientos de galgos porque, han dejado de cumplir su obligación de ser los mejores cazando liebres. Si responsabilizamos a los animales de sus actos y los condenamos, nada menos que con la muerte, por dejar de cumplir con sus obligaciones, también deberíamos reconocerles sus derechos.»
El hecho de que depredadores violen los derechos éticos de sus presas es una dificultad para proteger dichos derechos mediante derechos legales, pero no impide que les sean reconocidos. La solución a la depredación pasa por buscar la manera de evitar dichas agresiones[5], mientras tanto millones de ellos serían protegidos de las agresiones que los humanos comenten sistemáticamente contra ellos en granjas y en mataderos.
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En esta entrada partimos aceptando que discriminar moralmente a otro individuo sólo por el hecho de pertenecer a otra especie es un criterio tan arbitrario como la raza, el genéro, etc.[1]. También hemos aceptado que el argumento de los casos marginales rebate la idea de que existe algún criterio no definicional y de cumplimiento empíricamente comprobable que sea satisfecho por todos los seres humanos y solo por ellos[2]. Para ser vegano no es necesario que los animales no humanos tengan derechos jurídicos.
A veces se usa la palabra "persona" como sinónimo de "humano", pero ese no es su único significado. La palabra "persona" también se utiliza en el ámbito ético y en el ámbito jurídico. En el ambito ético, una persona es aquel individuo que tiene derechos morales (derechos éticos), por lo tanto le debemos respeto moral (no lo debemos dañar); por ejemplo, el debate sobre el aborto en humanos, trata sobre en qué momento el cigoto humano se convierte en persona. En el ámbito jurídico, una persona física es aquel individuo que tiene derechos jurídicos, y una persona jurídica es una institución (empresa, Estado, etc.) creada por una o más personas físicas para cumplir un objetivo social que puede ser con o sin ánimo de lucro. Por lo tanto, es posible que puedan haber personas morales que carecen de derechos jurídicos.
El derecho más fundamental es el derecho a la integridad, el cual consiste en tener derecho a no ser objeto de lesiones, de tortura o de muerte a manos de otros. Algunas personas dicen que los animales no humanos no pueden ser personas físicas (persona perro, persona cerdo, persona pájaro, persona atún, etc.), es decir, dicen que no podemos darles derechos jurídicos por alguna de las siguientes razones:
- Los animales no humanos no son parte en el contrato de reciprocidad en el que se basa la ética de los humanos. Como algunas personas consideran que los animales no humanos no son "racionales", por lo tanto, no pueden entender ni cumplir un contrato en el que se incluyen deberes, obligaciones y derechos. A esta postura se la conoce como contractualismo, y es una corriente de la filosofía política y del derecho que se originó en el siglo V a.C. En la obra importante más antigua de la filosofía moral de la tradición occidental, La República de Platón (427-347 a.C.), encontramos la siguiente visión de la ética:
"[Glaucón, dirigiéndose a Sócrates] Escucha ahora cuáles son, como anuncié al principio, la naturaleza y el origen de la justicia. Se dice que es un bien en sí cometer la injusticia y un mal el padecerla. Pero resulta mayor mal en padecerla que bien en cometerla. Los hombres cometieron y sufrieron la injusticia alternativamente; experimentaron ambas cosas, y habiéndose dañado por mucho tiempo los unos a los otros, no pudiendo más los débiles evitar los ataques de los más fuertes, ni atacarlos a su vez, creyeron que era un interés común impedir que se hiciese y que se recibiese daño alguno. De aquí nacieron las leyes y las convenciones. Se llamó justo y legítimo lo que fue ordenado por la ley. Tal es el origen y tal es la esencia de la justicia, la cual ocupa un término medio entre el más grande bien, que consiste en poder ser injusto impunemente, y el más grande mal, que es el no poder vengarse de la injuria que se ha recibido."Platón, La República, Libro II, 359-369.
Como teoría política, el contractualismo es posiblemente una de las más influyentes de los últimos trescientos años, configurando, en mayor o menor grado, la estructura actual de los distintos estados y naciones. Filósofos contemporáneos como John Rawls (1921-2002) y David Gauthier han utilizado la teoría contractualista para justificar la exclusión de los animales no humanos de la esfera de la Ética, o al menos de su núcleo. Y por lo tanto, también han rechazado la posibilidad de que los animales no humanos tengan derechos jurídicos. La razón que da es que los animales no humanos, al no ser racionales, no son capaces de hacer un contrato en este sentido: "Los animales no pueden ser objeto de derechos porque no son agentes activos en el mundo jurídico". Juan Ignacio Pérez (Uhandrea)
Una variante del argumento contractualista contra los derechos animales es cuando se especifica que los animales no humanos no pueden tener derechos porque no pueden asumir deberes y obligaciones hacia los animales que depredan. Por ejemplo, Roger Scruton en su libro Animal Rights and Wrongs dice:
"si los animales tienen derechos, entonces han de tener también deberes, cosa que evidentemente no ocurre. Supongamos que se promulga una ley para garantizar los derechos de los pollos: ¿cómo lograríamos que el zorro cumpliese su deber de abstenerse de comérselos? Si se pudiera hacer cumplir tan absurda ley, la consecuencia sería que los zorros, depredadores por naturaleza, morirían de hambre. Llevado el argumento a sus últimas consecuencias, su falsedad resulta patente". Roger Scruton, Animal Rights and Wrongs
- Los animales no humanos sólo pueden tener derechos si se les obliga a trabajar. Gustavo Bueno, dice que para tener derechos jurídicos hay que ser un esclavo[1]:
"para otorgar derechos humanos a los simios habría que comenzar por exigirles obligaciones muy concretas: por ejemplo, la obligación de trabajar, de cumplir una función social que justificase la retribución que recibirían de la sociedad humana, en la medida en que fueran recibidos como personas integrantes de esa sociedad. Sólo de este modo podrían reclamar sus derechos. Pero, ¿acaso los simios estarían dispuestos a asumir tales obligaciones? ¿No preferirían, como los orangutanes de Borneo, fingir que no son personas para no tener que asumir obligaciones, y la burocracia que ellas conllevan, «para evitar que los hombres los hicieran trabajar»?"Gustavo Bueno
A veces, las personas que rechazan que los animales no humanos tengan derechos jurídicos terminan diciendo que, en lugar de crear leyes que den derechos jurídicos a los animales no humanos (derecho a la vida, etc.), podemos crear una serie de leyes sobre obligaciones de los humanos hacia los animales no humanos que regulen el trato hacia ellos, su explotación, etc.
(ii)Diferencia entre derecho moral y derecho jurídico. Hay que diferenciar el derecho moral del derecho jurídico(2). Todos los animales sintientes tienen derechos morales porque tienen intereses -los intereses más fundamentales son el interés de vivir, el interés de evitar el dolor y el interés de disfrutar de la vida- que les convierten en pacientes morales. En cuanto a derechos jurídicos, las actuales legislaciones especistas consideran que los animales no humanos son propiedades -igual que ocurrió anteriormente con esclavos, negros, mujeres y niños-, por lo cual carecen legalmente de derechos jurídicos, ya que los derechos los tiene el propietario sobre su propiedad.
Quienes defendemos los derechos de los animales somos abolicionistas, es decir, queremos que las leyes cambien para que los animales no humanos dejen de ser considerados propiedades y entonces se les puedan dar derechos jurídicos fundamentales (derecho a la vida, derecho a no ser maltratado, etc.):
"Reconocer hoy los derechos de los negros y de las mujeres es sencillo. Lo difícil es haberlo hecho a su debido tiempo". Ángel Plastino
2. Desde el punto de vista ético:
(iii)Existen humanos que no pueden asumir deberes ni obligaciones pero a los que se les han dado derechos. Los animales no humanos, como ocurre con los niños, son pacientes morales porque pueden ser perjudicados, pero no son agentes morales. No se deduce del hecho de que los animales no son agentes morales que no puedan tener derechos. Hay dos tipos de derechos: los derechos de autonomía y los derechos de bienestar. Los humanos adultos sanos tienen los dos, los animales no humanos tienen sólo derechos de bienestar, los más importantes de los cuales son el derecho a la vida y a no ser maltratado.
Existen miembros de la especie humana que no pueden asumir deberes ni obligaciones pero se les han dado derechos:
- Bebés y niños. - Disminuídos psíquicos graves. - Algunos enfermos
Los mencionados tampoco entienden qué es un derecho ni pueden exigirlo, pero tenemos el deber de respetarlos porque son pacientes morales a los que les hemos dado derechos, como también son pacientes morales los animales no humanos:
"La crítica al contractualismo tiene como principal punto la problemática de que, de acuerdo con él, algunos seres humanos estarían imposibilitados de tener derechos, pues no serían aptos al contrato por razones de incapacidad de expresión o de comunicación". Valéria Barbosa,El concepto de humanidad en las ciencias sociales, pág. 220
"Cualquiera que atribuye derechos a los bebés o a los humanos con incapacidades intelectuales debe estar dispuesto a atribuir derechos a seres que no pueden entender el concepto. Los agentes morales, quienes actúan, son los que necesitan entender el concepto. Aquellos a quienes atribuimos los derechos no necesitan entender estos conceptos". Peter Singer, 2006
"Históricamente, el predicado de la justicia no se ha aplicado a los animales no humanos, sólo entre agentes morales que sean capaces de quejarse y tener un sentido de lo justo. Debemos preguntarnos qué ocurre con los pacientes morales, con aquellos que no tienen un sentido de la justicia, como un becerro o un niño, o un discapacitado psíquico. Al infringirles un sufrimiento gratuito estamos cayendo en una opción moralmente execrable". Pablo de Lora, Doctor en Derecho. Profesor de Filosofía del Derecho en la UAM.
(iv) Los derechos de los animales pueden ser defendidos desde posiciones contractualistas.Una perspectiva contractualista que es favorable a los derechos de los animales no humanos es la desarrollada por Mark Rowlands, profesor de filosofía en la Universidad de Miami, en su libro Animal Rights. A Philosophical Defence[2]. Rowlands se basa en la "posición original" de John Rawls. Según Rawls, un contrato no puede acordar una consideración igual a cada uno de los contractuantes, cualquiera que sea su poder o sus capacidades, si no es negociado a partir de una posición de igualdad, la llamada "posición original". Los contractuantes están en posición de igualdad en razón de un aspecto particular ligado a sus conocimientos: ellos están acompañados de un "velo de ignorancia" para ser imparciales:
"Nadie conoce su plaza en la sociedad, su clase o su estatuto social, sus ventajas naturales y sus capacidades naturales, su inteligencia, su fuerza, etc. (…) Los principios de justicia están escogidos detrás de un velo de ignorancia. Así se asegura que nadie es aventajado o desaventajado en la escogencia de los principios por el azar natural o las contingencias de las circunstancias sociales."(John Rawls, Teoría de la justicia, Fondo de Cultura Económica, 1995, cap. I, 3)
Desde el punto de vista contractualista defendido por Rowlands, la moralidad de la crianza y la matanza (sacrificio) de animales para los alimentos, depende de la racionalidad de la escogencia que nosotros haríamos detrás el velo de la ignorancia (Rowl., 148):
"Si ignorábamos que íbamos a ser humanos o presa animal de los humanos, la escogencia racional sería seguramente optar por un mundo donde el vegetarismo sería una práctica humana generalizada y donde por consecuencia, no habría ninguna crianza industrial. Lo que nosotros arriesgamos de perder en tanto que humanos es seguramente sin conecuencia, comparada a lo que nosotros arriesgaríamos de perder en tanto que vaca, cerdo o cordero. (…) En consecuencia, la escogencia racional debe ser optar por un mundo donde el vegetarismo sería moralmente obligatorio para los humanos."(Rowl. 149-150)
(v)Se discrimina a los animales no humanos por su especie (especismo), no por sus cualidades. Claramente puede verse que a los animales no humanos no se les dan derechos simplemente porque son animales no humanos, es decir, por una discriminación arbitraria conocida como especismo[3], pues:
- Los animales no humanos son pacientes morales, no son agentes morales y no tienen derechos. - Bebés humanos, niños, disminuidos psíquicos graves, etc. son pacientes morales, no son agentes morales y tienen derechos sólo por el hecho de pertenecer a la especie humana.
3. Desde el punto de vista legislativo:
(vi)Aunque los animales no humanos depredadores no respeten a otros animales eso no impide que les podamos dar derechos.
Primeramente indicar que, no todos los animales no humanos son depredadores, por ejemplo, las vacas, las ovejas, etc.
Los animales no humanos no son agentes morales, tal y como ocurre con bebés, niños, disminuidos psíquicos graves, dementes, seniles, etc. por ello no podemos exigirles que sigan nuestros valores éticos porque no los entienden, no tienen deberes. Los animales no humanos no entienden lo que es un derecho, somos nosotros los humanos adultos sanos quienes lo entendemos y quienes sabemos que los animales no-humanos son pacientes morales que deben ser moralmente considerados y respetados. Tenemos que ser conscientes de que la Naturaleza es un sistema cruel pues en ella algunos animales (depredadores) se ven forzados a asesinar a otros animales (presas) para poder sobrevivir[4], es una realidad abrumadora pero que podemos afrontar haciendo lo que esté a nuestro alcance, no negando el respeto a los demás porque sean de una u otra especie animal. Respetemos a quienes nosotros podemos respetar, es decir, seamos responsables con nuestra condición de agentes morales, y luego ya veremos si podemos o no intervenir en la Naturaleza para evitar la depredación.
(vii)Quien tiene derechos jurídicos se dice que es una persona. A veces se usa la palabra "persona" como sinónimo de "humano", pero ese no es su único significado. Cuando alguien tiene derechos se dice que es una persona jurídica, no es necesario ser un humano para que así sea. Por ejemplo, las empresas son personas desde el punto de vista legal y jurídico (personas no físicas). Los animales no humanos, al igual que los humanos, también pueden ser personas físicas si se les dan derechos que sean acordes a sus características físicas: persona perro, persona cerdo, persona pájaro, persona atún, etc.
Diferencia entre deberes y obligaciones
- Deber: Estar obligado a algo por la ley divina, natural o positiva.
- Obligación: Aquello que alguien está obligado a hacer. || 2. Imposición o exigencia moral que debe regir la voluntad libre. || 3. Vínculo que sujeta a hacer o abstenerse de hacer algo, establecido por precepto de ley, por voluntario otorgamiento o por derivación recta de ciertos actos. || 4. Correspondencia que alguien debe tener y manifestar al beneficio que ha recibido de otra persona.
MARY ELLEN WILSON Y LOS DERECHOS ANIMALES
Tras la muerte de sus padres, Mary Ellen Wilson (1864–1956) fue enviada a un horfanato y posteriormente tuvo varios padres adoptantes.
En 1874, una asistenta social de la iglesia que se llamaba Etta Wheller, descubrió por casualidad la situación de Mary, esta niña de diez años estaba sufriendo malos tratos severos por parte de sus padres adoptivos.
Etta, en unión de trabajadores sociales de la iglesia, recorrió todos los juzgados de la ciudad de Nueva York, y cuando intentaba denunciar el caso de maltrato, recibía siempre la misma respuesta: "Los niños se consideran propiedad de sus padres, y el trato de los padres hacia los niños son un asunto privado y sólo les incumbe a ellos".
En esa época, no existía ninguna ley que penase las torturas, el maltrato, el abuso y la explotación hacia los niños, pero por suerte para Mary, sí existía legislación para proteger a los animales que se encontraban en las mismas circusntancias que ella.
Etta y Henry Bergh, el líder de la ASPCA, la Sociedad Americana para la Prevencion de la Crueldad en los Animales, decidieron colaborar y denunciar el caso de maltrato usando la legislación que tenían en sus manos, la única forma posible de salvar a Mary, apoyándose en que la niña pertenecía al reino animal.
Algunas de las declaraciones de Mary en el Juzgado fueron terribles, y días después, gracias a la propuesta de Henry Bergh, basándose en la legislación sobre los derechos animales, se dictó una sentencia condenatoria en defensa de una niña, por primera vez en la historia y gracias al presidente de una organización por los derechos animales.
Así, Mary fue liberada de los maltratos de sus padres adoptivos y un año después, a raíz de estos hechos, se fundó la primera asociación de derechos de los niños, la Sociedad Americana para la Prevencion de la Crueldad con los niños.
El 17 de mayo de 2013, el gobierno de India en nombre del Ministro de Medioambiente y Bosques, en una circular titulada "Policy on establishment of dolphinarium - Regarding" dijo lo siguiente respecto a los delfines: "Los cetáceos son, en líneas generales muy inteligentes y sensibles. Científicos que han investigado el comportamiento de los delfines han sugerido que la inusualmente alta inteligencia, en comparación con otros animales, significa que los delfines se debe considerar como personas no humanas; y como tales deben de tener sus derechos específicos. Es moralmente inaceptable mantenerlos en cautiverio para fines de entretenimiento."
ESTRATEGIAS PARA LOGRAR LA ABOLICIÓN DE LA ESCLAVITUD ANIMAL
Existen discrepancias entre veganos sobre cómo llegar a la abolición de la esclavitud animal cuando en el camino hacia ella se nos presentan medidas bienestaristas, es decir, leyes que supuestamente mejoran las condiciones de vida de los animales sintientes pero que les siguen explotando, asesinando y considerando propiedades mercantiles de los humanos[8].
(1) RespuestasVeganas.Org: los animales no-humanos son considerados esclavos de los humanos, como anteriormente fueron esclavos humanos de otras razas y etnias. (2) RespuestasVeganas.Org: cuando esclavos, negros, mujeres, niños, discapacitados, dementes, etc. no tenían derechos jurídicos, tenían derechos morales, solo que estos derechos no estaban contemplados en la legislación. Igualmente, los animales no-humanos tienen derechos morales, sólo que estos no están contemplados en la legislación. (3) RespuestasVeganas.Org: hay que tener presente que la abolición de la esclavitud no significa la desaparición de aptitudes discriminatorias como el especismo, el racismo, etc. Por ello, el antiespecismo, el antiracismo, etc. seguirán estando vivos después de la concesión de derechos jurídicos para los animales no-humanos. (4) RespuestasVeganas.Org: las leyes de los Derechos Humanos y de los Derechos Animales se imponen mediante una autoridad centralizada que las protege y que castiga a quien no las respeta, lo cual es incompatible con el rechazo a la autoridad y con el rechazo al castigo que se defiende desde posiciones anarquistas. Desde RespuestasVeganas.Org defendemos los Derechos Humanos y queremos una ley de Derechos Animales. (5) RespuestasVeganas.Org: un agente moral es quien tiene responsabilidad sobre el resultado de sus acciones. Los animales no-humanos no son considerados agentes morales porque no se les considera responsables de sus acciones. Esto vendría a ser similar a lo que ocurre con los humanos que son menores de edad. Por otro lado, los animales no-humanos y los humanos son pacientes morales porque pueden ser afectados por nuestras acciones.
[1] Bueno, Gustavo. Por qué es absurdo «otorgar» a los simios la consideración de sujetos de derecho. El Catoblepas, número 51, mayo 2006, página 2. [2] ROWLANDS Mark, [Rowl], Animal Rights. A Philosophical Defence, Palgrave, 1998. Ética Práctica, 2nd ed., Ariel, Barcelona, 1984, 1988, 1991, 1995 (otras edición español por Cambridge University Press, 1995).
- proyectogransimio.org -> La idea consiste básicamente, en otorgar parte de los derechos básicos de los que, actualmente solo gozan los seres humanos: el derecho a la vida, a la libertad y a no ser maltratados ni física ni psicolócamente. La aplicación legislativa del Proyecto Gran Simio rompería la barrera entre la especie humana y las demás.
Entrevista realizada por Biman Basu, publicada en «Anil Aggrawal's Internet Journal of Book Reviews». Volume 2, Number 1, January - June 2003. La entrevista original en inglés puede consultarse en Animal Friends Croatia. Traducción al español realizada por Vegetarianismo.net.
Charles Patterson, un erudito y profesor de historia, que en su niñez perdió a su padre en la guerra contra los nazis en Europa, se sintió profundamente conmovido por la situación de las víctimas de las atrocidades nazis en Alemania. Pero fue mucho después cuando vio un paralelismo entre la explotación y matanza de los animales en la sociedad moderna y el Holocausto, lo que le llevó a escribir «Eternal Treblinka: Our Treatment of Animals and the Holocaust».
-¿Qué te ha llevado a elegir este tema para el libro?
Me llevó mucho tiempo reconocer los paralelismos entre el Holocausto nazi y la explotación y matanza de los animales. Las semillas de mi interés en la Segunda Guerra Mundial y el Holocausto fueron sin duda plantadas cuando yo era un niño. Mi padre, a quien nunca llegué a conocer, se fue de casa para luchar contra los nazis en Europa, pero nunca regresó. Mucho tiempo después me di cuenta de que mi intenso interés por la Segunda Guerra Mundial y el Holocausto puede haber sido mi manera de buscar a mi padre muerto y sentirme conectado a él.
Mientras hacía mi doctorado en religión e historia en la universidad de Columbia en Nueva York, me hice amigo de una refugiada judía alemana que había estado traumatizada con la experiencia de vivir como adolescente en la Alemania nazi durante seis años. Su historia me conmovió profundamente, así que leí y tomé cursos sobre el Holocausto para aprender más.
Después cuando me convertí en profesor de Historia y busqué, sin poder encontrarlo, un libro sobre el Holocausto y sus antecedentes que fuera accesible a mis alumnos, escribí mi primer libro para llenar ese hueco, Anti-Semitism: The Road to the Holocaust and Beyond (Antisemitismo: el camino al Holocausto y más allá). El verano después de esta publicación asistí al Instituto Yad Vashem para la Enseñanza del Holocausto en Jerusalén. De vuelta a los Estados Unidos me convertí en crítico de libros y películas para Martyrfom and Resistence, el periódico más antiguo dedicado al Holocausto, ahora publicado por la Sociedad Internacional Yad Vashem.
Mi concienciación sobre el ámbito de la explotación y matanza de los animales en la sociedad moderna ha sido un descubrimiento mucho más reciente. Crecí y pasé la mayor parte de mi vida adulta ageno al grado en que la sociedad humana está construida sobre la institucionalización de la violencia hacia los animales. Durante mucho tiempo no se me ocurrio desafiarlo o incluso preguntarme al respecto. El difunto activista contra el SIDA y por los derechos animales Steven Simmons describe la actitud que hay detrás de la explotación animal del siguiente modo: "Los animales son víctimas inocentes de la forma de ver las cosas en el mundo que asegura que algunas vidas tienen más valor que otras, que los poderosos tienen derecho a explotar a los que no tienen poder y que los débiles deben ser sacrificados por el bien de la mayoría". Una vez que me di cuenta de que esa era la misma actitud detrás del Holocausto, empecé a ver las conexiones que son el tema de Eternal Treblinka.
- Cuando citas a Steven Simmons, ¿no crees que la misma regla se aplica al reino animal -que los débiles son sacrificados por los más poderosos, principalmente para comida? Después de todo, los carnívoros matan y se comen al animal más debil. ¿Qué hay de malo en que los humanos hagamos lo mismo?
El mundo natural es en verdad un lugar peligroso para los animales, más ahora que los humanos están invadiendo sus hábitats para explotarles y matarles por todo el mundo. Sin embrago, de manera distinta a los depredadores carnívoros que están programados para comportarse del modo en que lo hacen para sobrevivir, los seres humanos tienen muchas opciones. Podemos elegir entre el bien y el mal, la bondad y la crueldad, y tenemos para escoger una gama mucho más ámplia de comida (por lo menos los afortunados). La gente que ve la violencia en el reino animal y encuentra allí una justificación para la violencia humana tienden a ver terror y crueldad en todos lados - en todos lados excepto en sus corazones. Toma por ejemplo a Adolf Hitler. En la medida de que él creía que el poder te da el derecho y que los fuertes merecen heredar la Tierra, tenía un desprecio absoluto por la filosofía vegetariana de la no-violencia y ridiculizaba a Gandhi. En tanto que su creencia más básica era que la naturaleza está gobernada por la ley de la lucha, era un gran fan de los animales depredadores. Quería que los jóvenes alemanes se hicieran como ellos, de modo que pudieran ser brutales, autoritarios, temerarios y crueles ("El joven que crezca en mi fortaleza atemorizará al mundo"). No quería que fueran débiles, bondadosos ni compasivos. "La luz de la libertad, maravillosa bestia de presa debe una vez más brillar en sus ojos", dijo. "Quiero que mi juventud sea fuerte y bella".
- ¿Has tenido alguna experiencia de primera mano de los campos alemanes de concentración, o te basas en la experiencia de unos pocos supervivientes?
Dachau, el primer campo de concentración alemán fue abierto antes de que yo naciera, yo era sólo un pequeño chico americano que vivía en Nueva Bretaña, Connecticut, cuando los alemanes estaban exterminando judios, gitanos y otras personas que ellos consideraban "sub-humanos". Si me preguntas si yo alguna vez he presenciado las atrocidades nazis o un campo de concentración alemán, la respuesta es no. Tampoco he estado nunca dentro de un matadero.
- ¿Qué te hace pensar que el trato humano a los animales puede estar conectado con el trato bestial de los prisioneros en los campos de exterminio de Hitler?
Esa es una manera interesante de construir la pregunta: nuestro trato a los animales es "humano" (suena a "humanitario"), mientras que el trato nazi a sus víctimas era "bestial" (animal). Trata de reformular la pregunta intercambiando los adjetivos: "¿Qué te hace pensar que nuestro bestial trato a los animales puede estar conectado con el trato humano de los prisioneros en los campos de exterminio de Hitler?".
Para responder a tu pregunta (como quiera que esté formulada): los paralelismos entre la explotación y matanza de los animales y la explotación y matanza de los humanos es obvia, pese a que debo reconocer que me tomó muchos años verlo.
El sacrificio moderno e industrializado de humanos y animales empieza con la matanza de animales en los mataderos de Chicago a principio de los años 20 del siglo XX. En sus memorias, el industrial Henry Ford dice que cogió la idea para la cadena de montaje que usó para fabricar sus automóviles de una visita que hizo a un matadero de Chicago cuando era joven. Allí observó y se admiró de la eficiencia con que la cadena de montaje iba matando a los animales y los troceaba en piezas de carne para consumo humano.
El antisemitismo de Ford y su éxito empresarial le hicieron muy popular en la Alemania nazi. Hitler le llamó su "heroe" y difundió sus textos antisemitas por Alemania. El método de la cadena de montaje que procesaba seres humanos en los campos de la muerte alemanes fue tan eficiente y efectivo como el método de la cadena de montaje para procesar animales en los mataderos americanos. En mi libro dedico un capítulo (cap. 5) a discutir las características similares entre los centros de exterminio alemanes y norteamericanos.
- ¿Estarías de acuerdo en que cazar para comer ha sido una parte de la vida humana normal desde tiempos inmemoriales y que las "cadenas de montaje" de los mataderos de animales se hacen en algunos paises sólo para cubrir el incremento de demanda?
Sin comentarios.
- ¿Estarías de acuerdo con que lo que pasó en la Alemania nazi no fue un comportamiento humano normal, sino el resultado de la conducta aberrante de un pequeño grupo de individuos poderosos?
No, no estoy de acuerdo. Desafortunadamente la guerra, el genocidio y el asesinato en masa son "comportamientos humanos normales" porque suceden con mucha regularidad. Puedes ver la historia ya sea como periodos de paz interrumpidos por la guerra o como periodos de guerra, conflicto y violencia interrumpidos por momentos de calma e intermedios. Como historiador veo las agresión humana, la arrogancia, la violencia y el conflicto como gran parte del corazón de la historia de la humanidad. Es más "normal" de lo que a muchos de nosotros nos gustaría admitir porque nosotros los humanos encontramos dificil abandonar determinadas ilusiones sobre nosotros mismos. Evitamos mirar de frente a la verdad de quiénes somos y lo hacemos porque tenemos miedo de que pueda transtornarnos.
La evidencia de la historia nos muestra los actos crueles y monstruosos que los humanos son capaces de hacer, tanto colectiva como individualmente. Por esto es que para mí el Holocausto no es únicamente "el comportamiento aberrante de un pequeño grupo de individuos poderosos". Sino que fue una vívida y dolorosa demostración de lo que somos capaces. Los grandes crímenes de dimensiones genocidas están siempre al acecho bajo la superficie de la historia humana esperando a suceder porque ya les está pasando todo el tiempo a los animales que explotamos. El escritor y premio Nobel Isaac Bashevis Singer escribio que, en lo que respecta a los animales, todos somos nazis. Para los animales es un "eterno Treblinka".
- En la medida de que los humanos aún matan animales para comer y los usan para una serie de experimentos científicos, ¿piensas que lo sucedido en la Alemania nazi puede volver a pasar?
Definitivamente. La industrialización de la matanza en masa de seres inocentes no acabó en 1945; simplemente volvió a la "eterna" explotación y matanza de animales, que sirven como modelo e impulso para la opresión y violencia humana. Mientras haya mataderos, el potencial de Treblinka y Auschwitz estará siempre presente. Como el filósofo judio alemán Theodor Adorno dijo: "Auschwizt empieza cuando alguien mira a un matadero y piensa: sólo son animales".
- ¿Crees que los no vegetarianos forman parte de la violencia contra los humanos?
Sí. La crueldad institucionalizada contra los animales alimenta las atrocidades que la gente se infringe unos a otros provocando la dureza de corazón que las hace posibles. Esa es verdaderamente la tesis de mi libro: primero los humanos explotan y matan a los animales; entonces tratan a otras personas como animales y les hacen lo mismo. Hay un capítulo en mi libro (cap. 2) sobre cómo insultar a otros como animales - ratas, cerdos, perros, monos, gusanos, bestias, etc. - es siempre el preludio de su explotación y destrucción.
- En tu opinión ¿puede el vegetarianismo eliminar la violencia humana?
Lo dudo, pero ojalá pueda ayudar a reducirla. En tanto que nos perdonamos la matanza de los animales en la presunción de que los poderosos (nosotros) tenemos derecho a explotar a los indefensos (ellos) continuaremos con la violencia y la destrucción los unos contra los otros. Adolf Hitler dijo "Quién no tiene el poder pierde el derecho a la vida". Es irónico que a pesar de que perdió la guerra su punto de vista fascista ha salido triunfante. La civilización humana opera bajo la creencia de que como las vacas, las ovejas, los cerdos, las gallinas y otros animales no pueden defenderse, no tienen derecho a la vida. Por lo tanto, pensamos que somos libres de hacerles lo que queramos. Ciertamente lo más importante que podemos hacer para ayudarles es no comérnoslos. Es lo menos que podemos hacer, mantener los mataderos lejos de nuestra boca.
Aquí iré enlazando entrevistas interesantes relacionadas con el movimiento por los Derechos Animales. Compartirlas no implica que esté de acuerdo con todo lo que en ellas se dice.
Fecha
Entrevistado
Entrevistador
Título de la entrevista
Link
12/2010
Óscar Horta
Eduardo Robredo
“No existe ningún argumento que justifique las posiciones especistas”
Aunque está claro que millones de europeos eligen estilos de vida vegetarianos e incluso más compran productos alimenticios vegetarianos, actualmente no hay estadísticas fiables sobre este tema. La European Vegetarian Union (EVU) solicita a la Comisión Europea que lleve a cabo encuestas a través de Eurostat u otras autoridades adecuadas para obtener cifras fiables sobre las personas y sus opciones de estilos de vida, así como sobre el mercado de productos vegetarianos.
Datos 2050
Mundo: Según una investigación sueca, en 2050 la gran mayoría de la población mundial será vegetariana debido al aumento demográfico y a la escasez del agua. (Fuente: tvanimalista.com, 2012)
Italia: De acuerdo a las previsiones de la relación Italia Eurispes 2011, en el 2050 habrá 30 millones de italianos vegetarianos, lo que significará uno de cada dos italianos. (Fuente: tvanimalista.com, 2012)
Datos 2016
España: En febrero de 2016 la consultora de innovación Lantern publicó el estudio «The Green Revolution» en el que, a partir de 2000 encuestas telefónicas, llegó a la conclusión de que en España hay un 6,3 % de «flexitaranos», un 1,3 % de vegetarianos y un 0,2 % de veganos. Es decir, que en España hay alrededor de 3,6 millones de personas (un 7,8 % del total) que no comen carne o apenas la comen. Según este estudio, la mayoría de los que optan por basar su dieta en productos vegetales alegan razones éticas hacia los animales (57 %), de sostenibilidad (21 %) o de salud (17 %). Una de cada 10 mujeres españolas es veggie (flexitariana, vegetariana o vegana). (Fuente: cadenaser.com)
México: En 2016 Nielsen publicó un estudio global sobre Salud y Percepciones de Ingredientes en el que México aparece como el país con más vegetarianos de Latinoamérica: 19% de los encuestados se declara vegetariano, 15% flexitariano (mínimo consumo de carne) y 9% vegano, superando a países como Brasil y Perú que se han quedado en el segundo y tercer lugar. Para llegar a estos resultados, Nielsen encuestó a 30 mil personas en 63 países diferentes a través de internet. Además un significativo número de mexicanos llevan dietas que implican un mínimo de consumo de carne o que la excluyen por completo. A diferencia de otros países de Latinoamérica, México es también el país donde más personas han declarado seguir las dietas anteriormente mencionados motivados por convicciones personales. Según una encuesta del Gabinete de Comunicación Estratégica un 36% de los mexicanos que dejaron de comer carne lo hicieron por respeto a los animales. (Fuente: igualdadanimal.org)
México: En 2016 el blog veganpolice.com.mx realizó el «1er Censo Vegano en México 2016», al que se apuntaron 3316 veganos mejicanos para conocer más sobre ellos.
Alemania: El 12 de abril de 2016 Mintel publicó su estudio «Vegetarian meals and meal centres increased seven-fold in Germany between 2011-2015». Según dicho estudio, en el periodo 2011-2015 se ha producido un crecimiento del 633% en productos vegetarianos y un crecimiento de un 1800% en productos veganos. Un 16% de los jóvenes de entre 16 y 24 años se declaran vegetarianoss y un 31% afirman que han incorporado más comidas vegetarianas durante el mismo año. (Fuente: igualdadanimal.org, mintel.com)
Costa Rica: La web Comunidad Vegana de Costa Rica hace el primer censo de veganos en dicho país mediante un formulario online. 574 veganos se apuntaron a dicho censo.
Datos 2015
México: El 28 de diciembre de 2015, según Ana Ortega, representante en México y administradora de la campaña de The Humane League, aseguró que el 1% de la población de la ciudad mexicana de La Paz (Baja California Sur) es vegetariana, de ellos el 60% son mujeres y el 40%, hombres. (Fuente: bcsnoticias.mx)
España: El 16 de agosto de 2015, un artículo titulado «Veganos, la nueva revolución» mencionaba estimaciones no oficiales según las cuales se calculaba que había unos 40.000 veganos en España. Había más de 315 establecimientos censados como veganos, muchos abrieron durante la crisis y comenzaban a ver resultados.
- En 2015, se habla de que el activista Gary Yourofsky ha conseguido que la población vegana de Israel pase del 5% al 13%. [Fuente: metro.co.uk]
Los números increibles del Veganismo, la fiesta se acaba. El Vegano Cordobes (Link) "Les juro que se me caian las lagrimas cuando vi esto, este video lo subi en agosto del 2015, hace unos 10 meses, en ese momento los canales de YT veganos eran 215.000, hoy solo por estar al pedo verifique nuevamente... HAY 356.000 CANALES VEGANOS EN YOUTUBE, 140.000 EN 10 MESES, los paleo crecieron de 13.000 a 19.000... los estamos cagando tan a palos que es abuso ya." (Fuente: Facebook de elveganocordobes)
Datos 2014
Israel: El 13 de octubre de 2014 se celebró en Tel Aviv el festival «Vegan Fest» que contó con una asistencia de 15000 humanos. Según Imri Paz, organizador del festival: «Con el 4% de israelíes que se declaran veganos, (Israel) es el país más vegano del mundo», dice Omri Paz, organizador del festival «Vegan Fest».[0]
España: En 2011, la web vegetariana Happy Cow (Vaca Feliz) tenía una lista de 353 restaurantes vegetarianos o veganos en España. En 2014, la cifra de restaurantes es de 686, un aumento del 94%. Durante el mismo período, el número de este tipo de restaurantes en el Reino Unido ha aumentado en un 60%, de 842 a 1344.
Países escandinavos: En marzo de 2014, la mayor organización por los derechos animales de los países escandinavos, Djurens Rätt, encargó una encuesta a Demoskop y el resultado fue que el 10% de la población noruega se declaraba vegetariana o vegana, especialmente los más jóvenes. En los últimos 5 años el número de vegetarianos suecos se ha incrementado en un 4%. El 37% de los encuestados no vegetarianos dijo que su interés por la compra de la comida vegetariana había aumentado en el último año, y la creciente demanda de comida vegetariana es notable en todas partes.
EEUU: En marzo de 2014, los datos de consumo de carne en EEUU muestran una caida de más del 12% desde 2007.
Israel: En enero de 2014, en este artículo se hablaba de una estimación de 200.000 veganos en Israel, de una población de 8 millones. En 2013 el 4% de la población de Israel se convirtió en vegetariano y el 5% en vegano, que se añaden al 4% que ya eran vegetarianos o veganos antes de 2013, lo que significa un total de 13% de la población vegetariana o vegana, aproximádamente un millon de israelíes del total de 12 millones. La investigación también muestra que el 18% de la población de Israel ha reducido el consumo de productos lácteos y el 23% ha reducido el consumo de carne (Fuente: periódico GLOBOS).
Datos 2013
EEUU: En 2013, un informe publicado por Public Policy Polling señalaba que un 6% de los estadounidenses son vegetarianos y un 7% son veganos.
Austria: En agosto de 2013, una encuesta realizada por el Empirical Social Studies (IFES) a petición de la organización de derechos animales Verein Gegen Tierfabrik (VGT), indica que en la actualidad el 9% de la población austríaca, que supone un total de 760.000 personas, se alimenta de forma vegetariana o vegana.Dado que en 2005 la cifra de vegetarianos/veganos era del 2,9%, el estudio pone de manifiesto el imparable aumento del vegetarianismo en Austria, que crece en un 300% en tan solo 8 años. Las cifras son especialmente positivas en el caso de la población de entre 19 y 40 años, ya que el porcentaje alcanza el 17% del total de personas en este rango de edad.[10]
Alemania: En junio de 2013, dos artículos publicados por el canal alemán DW mostraron el continuo y rápido crecimiento del veganismo en Alemania, un 800% en los últimos 3 años. Famoso por su cocina llena de carne, el país cuenta con más de 40 restaurantes dedicados a la cocina vegetariana y 600.000 veganos, ocho veces más que hace tres años. El gran aumento se debe principalmente al márketing positivo sobre el veganismo y a la creciente cantidad de productos del sector.
Italia: Crece al 87,3% el rechazo a la experimentación con animales (Fuente: eurispes.eu).
Mundo: En 2012, un informe publicado por el Worldwatch Institute reveló que la tasa de crecimiento del consumo mundial de carne y la producción ha disminuido en los últimos dos años, a pesar de un aumento en los dos primeros en la última década. El informe indica que la producción de carne ha crecido un 20 por ciento en todo el mundo desde 2001 y global el consumo per cápita de carne ha aumentado en un 15 por ciento desde 1995, con un crecimiento en los países en desarrollo avanzan a un ritmo aún más rápido. Sin embargo, el estudio revela que el consumo per cápita disminuyó en 2011, de 42.5kg a 42.3kg por persona. La disminución se debe en parte a la sequía haciendo subir los precios de alimentación y aumento de casos de enfermedades de los animales en algunas partes del mundo. Otro informe de los proyectos de Rabobank aumento de los precios mundiales de la carne, e indica que los altos precios de conducir a los consumidores a comprar más alimentos de origen vegetal. (Fuente: VegNews)
EEUU: En 2012, el consumo de carne en los Estados Unidos había caído un 12 por ciento desde 2007.
Italia: En 2012, de acuerdo a la Asociación Vegetariana Italiana, Italia es el segundo país, después de la India, por el número de vegetarianos. Se calcula que el 10 por ciento de los y las italianas lo son. Su número, además, está creciendo constantemente. (Fuente: tvanimalista.com, 2012). Según informaba un artículo titulado "Animali. Eurispes: 83% italiani contrario all’uso delle pellicce", el 86,3% de la población italiana se opone firmemente a la vivisección, alegando que el respeto por los animales es mucho más importante que las ventajas o beneficios que los seres humanos podamos obtener de su sufrimiento, según una encuesta realizada por la agencia Eurispes.
Datos 2011
España: En 2011, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) publicó una encuesta titulada «Encuesta Nacional de Ingesta Dietética Española 2011» (ENIDE 2011) en la que se da el dato de 1,5% de españoles que no comen carne ni pescado, es decir, 707.850 españoles practican algún tipo de vegetarianismo, de un total de 47,19 millones de españoles (2011). Se puede consultar el número de personas que no comen carne y pescado en la página 32 del documento PDF mencionado. (Ver en ENIDE)
España: En 2011, la web vegetariana Happy Cow (Vaca Feliz) tenía una lista de 353 restaurantes vegetarianos o veganos en España.
Italia: En 2011, según una encuesta realizada por el Instituto Eurispes (Instituto Eurispes) a nivel nacional en Italia, un 3,1% de las personas encuestadas se declararon vegetarianas. Las personas vegetarianas encuestadas alegan un fuerte sentimiento de respeto por los animales, rechazando su explotación por el ser humano (29,5%) y la motivación de proteger y respetar el medio ambiente (4,5%) a la hora de optar por esta forma de alimentarse. El 76,4% de la población italiana se posiciona en su contra de la caza. De acuerdo a las previsiones, en el 2050 habrá 30 millones de italianos vegetarianos, lo que significará uno de cada dos italianos.[1]
EEUU: En 2011, según una encuesta realizada por Vegetarian Resource Group (VRG) a nivel nacional en EEUU, un 2% de los estadounidenses dicen que son vegetarianos mientras que el 3% dice que son veganos.[2]
Datos 2010
España: En octubre de 2010, según datos de la Asociación Animalista Libera, Galicia (España) cuenta con unos 3200 vegetarianos Galicia (España) cuenta con unos 3.200 vegetarianos, de los que 300 son veganos, es decir, que también prescinden de huevos y lácteos en su dieta.[3]
Mundo: De acuerdo con la organización Mexican Vegan, en el 2010 habían aproximadamente 407 millones de veganos en el mundo.
Datos 2009
Francia: En 2009, según datos del Centro de Información sobre la Carne, en Francia entre el 1% y el 2% de la población son vegetarianos.[4]
Datos 2008
Alemania: En 2008, según la encuesta de consumo de alimentos nacional II en Alemania, un 0,1% de las mujeres y un 0,05% de los hombres son veganos.[5]
Datos 2007
Reino Unido: En 2007, una encuesta realizada en Reino Unido reflejó que entre el 0,25% y el 0,4% de su población es vegana.[6]
EEUU: En 2007, una encuesta realizada en EEUU refleja que entre el 0,2% y el 1,3% de la población es vegana.[7]
Datos 2006
España: En enero de 2009, David Román, presidente de la Unión Vegetariana Española (UVE) estimó, en base a una encuesta realizada en 2006 por un estudio de mercado elaborado por una marca alimentaria, que el número de veganos en España podría estar en torno a los treinta mil[8]:
"En España, a diferencia de lo que sucede en otros países, no existen datos oficiales relativos a la población vegetariana. Las cifras que maneja la Unión Vegetariana Española (UVE) se remontan a 2006 y se corresponden con lo recogido en un estudio de mercado elaborado por una marca alimentaria, que indicaba que el número de vegetarianos españoles rondaba el 3% de la población total. En un balance posterior, elaborado por los nutricionistas de la UVE, esta suma disminuyó hasta el 0,8% (unas 368.000 personas) tras excluir a aquellos que aún consumiendo pescado o pollo decían formar parte de este colectivo. De ellos se estima que únicamente el 10% sea vegetalista o vegano. "Los más jóvenes con formación media o superior son quienes muestran más interés por el vegetarianismo a causa de la preocupación que sienten por el trato que se da a los animales en la ganadería intensiva". David Roman, presidente de la Unión Vegetariana Española (UVE)
Datos 2002
Canadá: Una encuesta titulada "Tracking nutrition trends VI" realizada por el National Institute of Nutrition reveló que el 4% de los adultos canadienses decían ser vegetarianos. (Fuente: cps.ca)
Datos década 1990-2000
España: En 1993 comienzan los primeros movimientos de veganismo en España.
Suecia: Varios sondeos y una investigación conducida durante los años 1990 puso el porcentaje de residentes suecos que son veganos entre el 0.27% y el 1.6% de la población.[9]
Tom Regan (nacido el 28 de noviembre de 1938 en Pittsburgh, Pennsylvania y muerto el 17 de febrero de 2017) fue un filosofo estadounidense que está especializado en la teoría sobre los derechos de los animales. Regan se graduó de la Thiel College en 1960, recibiendo su maestría en 1962 y su doctorado en 1966 de la Universidad de Virginia. Es profesor emérito de filosofía en la Universidad Estatal de Carolina del Norte, donde enseñó desde 1967 hasta su retiro en 2001.
Regan es autor de cuatro libros sobre la filosofía de los derechos de los animales, incluyendo The Case for Animal Rights (La Causa por los Derechos Animales) (1983), uno de un puñado de estudios que han influido en el moderno movimiento de liberación animal. En estos, afirma que los animales no-humanos son lo que él llama la sujetos-de-una-vida, igual que los humanos lo son, y que, si queremos atribuir valor a todos los humanos independientemente de su capacidad de racionalidad, a continuación, con el fin de ser coherentes, hay que atribuírselo igualmente a los animales no-humanos.
Intervención en la naturaleza
Regan defiende que los individuos con valor inherente tienen derecho a recibir asistencia cuando así lo necesiten, es decir, los humanos deberíamos asistir y ayudar a cualquier individuo que posea valor inherente y sea víctima de injusticias a manos de otros (Regan, 1983, 249). Por contra, Regan defiende que sólo los agentes morales son capaces de violar los derechos de los otros. A partir de ello deduce que como los animales no-humanos no pueden considerarse agentes morales entonces no existiría violación de derechos en los conflictos depredador/presa.
ANÁLISIS DE LA OBRA DE TOM REGAN SOBRE DERECHOS ANIMALES
The Moral Basis of Vegetarianism (Las Bases Morales del Vegetarianismo) (1975)
En 1975, se publicó el libro de Tom Regan titulado The Moral Basis of Vegetarianism (Las Bases Morales del Vegetarianismo), en el cual niega la tesis de quienes manifiestan que matar animales no-humanos es moralmente aceptable si al hacerlo no se les causa dolor. Para Regan, el acto de matar a un animal, aunque se le dispense una muerte indolora, es moralmente condenable, puesto que los animales no-humanos tienen, como los humanos, derecho a la vida, pues también tienen intereses que deben ser protegidos.
No hay nada que justifique que una práctica moralmente censurable en caso de aplicársela a los humanos, no lo sea también en caso de aplicársela a los animales no-humanos; pues si no fuera así entonces todos los humanos, y sólo ellos, deberían poseer una característica moralmente relevante que justificara la diferencia de consideración moral entre humanos y animales no-humanos, pero la evidencia apunta a que dicha característica no existe.
The Case for Animal Rights (La Causa por los Derechos Animales) (1983)
En 1983, se publicó el libro de Tom Regan titulado The Case for Animal Rights (La Causa por los Derechos Animales. Regan, comienza por lo más básico: si queremos otorgarles derechos a los animales entonces hay que comprobar que son conscientes. Para eso desarrolla un Argumento acumulativo para determinar dicha consciencia animal. Este contiene 5 puntos:
- La atribución de conciencia a ciertos animales es parte de la visión del sentido común.
- Especialmente la gente que convive con animales sabe (sentido común) que se puede comunicar con los animales de alguna forma y que existe un mutuo entendimiento aunque sea en mínimo grado.
- La atribución de conciencia a ciertos animales esta en armonía con el uso común del lenguaje (descripciones antropomórficas).
- Es inevitable que al hacer descripciones de los comportamientos de los animales no-humanos, nos refiramos a ellos con un lenguaje comúnmente utilizado para describir a los seres humanos. Lo que a simple vista puede ser visto como antropomorfizar a los animales (otorgarles características humanas a los animales no-humanos), puede a partir de este punto ser visto de otra manera: las características que son utilizadas para describir a los humanos pueden ser utilizadas, sin reparo alguno, para describir a los animales no-humanos porque ambos poseemos comportamientos similares o iguales.
- La atribución de conciencia a los animales no implica o asume que los animales tienen almas inmortales (inmateriales) independiente de convicciones religiosas. Si queremos hacer análisis objetivos respecto de la verdadera naturaleza de los animales no-humanos, debemos dejar todo tipo de fundamentalismos religiosos fuera: ningún tipo de creencia puede justificar, como gran parte de las religiones lo hacen, que se vea al ser humano por sobre los animales, y a estos últimos como meras creaciones al servicio del "hombre". Si existe cierto tipo de religión o grupo religioso pro animales, debe tratarse simplemente como otro grupo en esta causa con un público objetivo especifico.
Cómo se comportan los animales esta directamente relacionado con verlos como seres conscientes. Cuando un perro hambriento abandonado elige entre la basura un hueso en vez de una esponja para lavar los platos esta demostrando que es un ser consciente e inteligente. Lo mismo sucede cuando los ratones sólo sacan el queso de las trampas y huyen rápidamente. En otras palabras, no necesitamos erigir enormes teorías sobre el comportamiento animal. Tan solo necesitamos observarlos detenidamente para darnos cuenta que si poseen consciencia e inteligencia.
Regan argumenta que los animales no humanos son objeto de derechos morales. Su filosofía, el deontologismo, se encuentra en general dentro de la tradición de Immanuel Kant (1724-1804), si bien él rechaza la idea de Kant de que el respeto se debe solo a los seres racionales. Regan argumenta que sistemáticamente atribuimos valor intrínseco, y por lo tanto, el derecho a ser tratados con respeto a los humanos que no son racionales incluyendo a los bebés y a aquellos que sufren discapacidades mentales graves.
El atributo crucial que todos los humanos tienen en común, según él, no es la racionalidad sino el hecho que cada uno tiene una vida que tiene valor para nosotros; en otras palabras, lo que sucede nos importa sin importar que le importe a cualquier otro. En la terminología de Regan, cada uno estamos experimentando ser sujeto-de-una-vida. Regan explica lo que es el sujeto-de-una-vida de la siguiente manera[1]:
"Cada uno de nosotros somos el sujeto que experimenta una vida, una criatura consciente que tiene un bienestar individual que tiene importancia para nosotros cualquiera que sea nuestra utilidad para otros. Queremos, preferimos, sentimos y creemos ciertas cosas, recordamos y esperamos. Y todas estas dimensiones de nuestra vida, incluyendo nuestro placer, dolor, diversión, sufrimiento, satisfacción, frustración, nuestra continuada existencia o nuestra muerte inesperada- todas contribuyen a la calidad de nuestra vida como vivida, experimentada por nosotros como individuos."Tom Regan
Si esto es sin duda la base para atribuir valor inherente a los individuos, para ser consistentes debería atribuirse valor intrínseco y, por tanto, derechos morales, a todos los sujetos-de-una-vida, ya sean humanos o no humanos. El derecho básico que todos los que posean valor inherente tienen, argumenta, es el derecho a no ser tratado simplemente como un medio para los fines de otros.
RespuestasVeganas.Org: la mención de esta persona en RespuestasVeganas.Org no implica necesariamente que compartamos todas y cada una de las cuestiones expresadas por la misma; sin embargo, consideramos interesante su mención por la aportación que puede hacer a la causa del movimiento abolicionista por los Derechos Animales.
- Regan, Tom, (2006): Jaulas Vacías. El Desafío de los Derechos de los Animales, publicado por Fundación Altarriba, Barcelona. ISBN-10: 84-611-0672-5 ISBN-13: 978-84-611-0672-1. - Regan, Tom, (2004): Empty Cages: Facing the Challenge of Animal Rights, publicado por Rowman y Littlefield, Lanham, Maryland. ISBN 0-7425-3352-2, 229 páginas. - Regan, Tom, (2001): Defending Animal Rights, University of Illinois Press. ISBN 0-252-02611-X. - Regan, Tom, (1986): Animal Sacrifices: Religious Perspectives on the Use of Animals in Science. - Regan, Tom, (1983): The Case for Animal Rights, University of California Press. - Regan, Tom, (1982): All That Dwell Therein: Essays on Animal Rights and Environmental Ethics.
- ¿Cuándo empezaste a estar interesado en la causa de los derechos animales?
Desearía poder decir que desde siempre, pero tristemente eso no es verdad. Durante al menos la mitad de mi vida no he tenido conciencia animal, como yo la llamo. Excepto hacia los animales con los que he compartido mi vida, los demás animales podrían muy bien haber sido bloques de madera. Quiero decir, antes en mi vida incluso trabajé como carnicero. Y también como carpintero. Por lo tanto, como digo, los otros animales eran para mí como fueron los bloques de madera con los que trabajé como carpintero.
Lo que cambió mi vida fue leer a Gandhi. Me oponía a la violencia no justificada, por lo que me opuse a la guerra de Vietnam. Gandhi me ayudó a ver que en nuestra cultura hay una guerra no declarada que se libra contra los otros animales. Escribo en profundidad acerca de esta guerra en Empty Cages (Jaulas Vacías). Se libra cada día, detrás de puertas cerradas, en aquellas industrias que convierten a los animales en comida, que los convierten en ropa, que los convierten en competidores, artistas, herramientas. Y la violencia que se les hace (aproximadamente 60 mil millones de animales se matan en el mundo para comida al año, por ejemplo) sencillamente no se puede justificar.
- ¿Qué son los "derechos animales"? (por favor, dime el significado, la filosofía...)
Cuando se trata de derechos fundamentales, los derechos animales no son distintos a los derechos humanos. Toma nuestros derechos (humanos) a la integridad física, la libertad y la vida. Esos derechos comparten tres características importantes. Primero, limitan lo que los demás son moralmente libres de hacer. Moralmente, los demás no son libres de desfigurar mi cuerpo, negarme la libertad o quitarme la vida a su antojo. Su libertad termina donde mis derechos empiezan.
Segundo, nuestros derechos fundamentales tienen un gran peso moral. El respeto por ellos tiene prioridad sobre otros valores importantes. Toma el bien común, por ejemplo. La gente en todas partes debe tener acceso a una atención médica de calidad, independientemente de su clase social, igual que los niños en todas partes deben tener la oportunidad de disfrutar de una educación de calidad, independientemente de su raza. Así que, sí, vamos a trabajar para promover estos y otros aspectos del bien común. Pero jamás al precio de violar los derechos de otros individuos. Pensar de otro modo es avalar el espíritu del nazismo, la idea de que el fin justifica los medios -que es por lo que los nazis creían no estar haciendo nada malo cuando, por ejemplo, experimentaban con niños judíos. Ningún defensor serio de los derechos humanos aceptaría esa idea mostruosa. El respeto por los derechos de los niños debe tener prioridad sobre los esfuerzos en avanzar hacia el bien común.
Tercero, nuestros derechos fundamentales son iguales. Mis derechos no son más que los tuyos. Tus derechos no son más que los mios. Nos diferenciamos en muchos otros sentidos, a este respecto somos iguales.
Por lo tanto, ¿qué queremos decir al hablar de "derechos animales"? Queremos decir que los animales víctimas de esa guerra no declarada a la que me referí antes comparten los mismos derechos fundamentales que nosotros y que sus derechos tienen las mismas tres características que acabo de describir.
- Pero los humanos son diferentes a los demás animales, ¿por qué tienen los mismos derechos fundamentales que nosotros?
Es verdad que muchos humanos difieren de otros animales de muchas maneras. Por ejemplo, muchos humanos son capaces de leer historia y libros de ficción, aprender biología o astronomía, ser responsables de sus actos, entre otras cosas. Sin embargo, no todos los humanos son capaces de estas cosas. ¿Decimos entonces "bueno, entonces estos humanos no tienen derechos, lo que nos legitima a usarlos libremente como simples medios para nuestros fines"? Por supuesto que no. Esos humanos tienen los mismos derechos fundamentales que nosotros, y los tienen por igual.
No puede ser razonable, por tanto, afirmar derechos en el caso de los humanos que no son capaces de, por ejemplo, aprender biología o astronomía, y negar esos mismos derechos a otros animales que tampoco pueden hacerlo. Eso sería un indefendible doble rasero.
Además -y esto es muy importante- todos los humanos y los otros animales de los que he hablado son en un sentido fundamental iguales. No sólo estamos vivos, como las células y los virus, las plantas y las flores. Nosotros estamos en el mundo, conscientes del mundo, y conscientes de lo que nos sucede. Por otra parte, lo que nos pasa nos importa porque determina la calidad de nuestra vida, independientemente de si a alguien más le importa o no. De esta manera fundamental, como digo, esos humanos y aquellos animales son iguales. ¿Cómo entonces podemos razonablemente reclamar derechos para nosotros mismos y negárselos a ellos? Como argumento en Empty Cages (Jaulas Vacias), no podemos hacerlo de manera razonable -lo que por supuesto no significa que no podamos seguir reclamando nuestra singularidad por otros motivos razonables.
- ¿Cuándo empezará la sociedad a abordar esta cuestión?
La gente ha estado hablando de derechos animales desde que tenemos historia escrita. Puede que no usaran las palabras "derechos animales", pero lo que creían viene a ser lo mismo. Así que, por ejemplo, encuentras la idea de que no deberíamos nunca dañar o mutilar a otro animal a nuestro antojo, ni siguiera matarlo para comida: encontramos estas ideas en los escritos de Ovidio y Plutarco, Séneca y Platón, Pitágoras y Porfirio. El hecho de que muy pocas personas saben que estas figuras ilustres estaban del lado de los derechos animales viene a mostrar lo parciales que son nuestros sistemas educativos.
- ¿Cómo ves la evolución de los derechos animales? (ponme algunos ejemplos)
Soy realista. No creo que el mundo adquiera conciencia sobre los animales de un día para otro. Llevará tiempo que las cosas cambien. Pero -y este es un 'pero' muy importante- las cosas ya están cambiando en Brasil, por ejemplo, donde encontramos:
La prohibición de las peleas de gallos (todavía permitidas en mi pais).
Rio de Janeiro prohibe los circos y otros espectáculos que incluyan animales amaestrados (todavía permitido en Raleigh, donde vivo).
La eliminación de la disección y vivisección en escuelas públicas (muy comunes aun en EEUU).
El cierre total de los "espectáculos" de mamíferos marinos (todavía florecientes en los parques temáticos norteamericanos como el Sea World-San Diego).
El fin del uso de las trampas de acero dentadas (aun la trampa preferida de los tramperos norteamericanos).
Estos son logros maravillosos que hablan bien de la capacidad de los brasileños para el cambio.
En Jaulas Vacias represento la opresión de los animales como una enorme pared, que se extiende tan lejos como alcanza la vista. En comparación la Gran Muralla China es una construcción de juguete. Esta Gran Muralla de Opresión no va a derrumbrase mañana. Dicho esto, podemos desmontarla, ladrillo a ladrillo, que es exactamente lo que los defensores de los derechos de los animales de Brasil han estado haciendo. Les mando un saludo, y también a todos los brasileños compasivos.
- ¿En qué ámbitos sufren más los animales? (háblame sobre del toreo, la industria del entretenimiento, el uso de los animales en la ciencia y la industria cosmética...)
Las crueldades son tantas, y el número de animales involucrados tan grande, que es dificil decir qué es lo peor de lo peor. En términos del número de animales, la ganadería es de lejos lo peor. Aproximadamente sesenta mil millones son llevados al matadero cada año. Si los comparamos con el número de toros matados en la corridas de toros, el daño causado a los toros puede parecer de menor importancia.
Pero los números no lo cuentan todo. Mucha gente que come la carne de los animales se les ha enseñado que necesitan hacerlo por motivos nutricionales. De hecho, esto es falso. No necesitamos comer carne animal ni ningún otro producto animal (leche o huevos, por ejemplo) para alcanzar el máximo en salud y vitalidad. Aun así, la salud y la vitalidad son importantes bienes que hay que alentar que la gente persiga. Cuando se trata de la auténtica tortura que los toros tienen que soportar en nombre del "deporte" o el "entretenimiento", bueno, eso es otra historia. No importa cuán adoctrinada pueda estar alguna gente, nadie puede estar tan adoctrinado para creer que torturar toros es necesario para ningún beneficio humano importante. Hay multitud de deportes y formas de entretenimiento que no requieren hacer sufrir a los animales, especialmente hacerlos sufrir para el deleite de espectadores humanos.
Lo que estoy sugiriendo es que la mayoría de la gente que come carne porque creen que es necesario lo hace por ignorancia, mientras que mucha de la gente que disfruta viendo toros torturados lo hacen por sadismo. ¿Qué es peor: hacer a los animales sufrir y morir por ignorancia o por sadismo? Números a parte, sin duda lo último es peor que lo primero.
- ¿Por qué crees que el respeto hacia otros seres es importante para la paz?
El tenedor puede ser un arma de violencia. Esto es lo Gandhi me enseñó hace unos 30 años. Tan cierto hoy como lo era en aquel entonces. ¿Cómo puede haber paz en el mundo antes de que haya paz en nuestra mesa? La misma ignorancia y sadismo, el mismo prejuicio e indiferencia, la misma dedicación sin sentido a la creencia infundada en la superioridad, que lleva a algunos seres humanos a practicar diversas formas de genocidio contra otros humanos, es lo que lleva a la mayoría de los brasileños y norteamericanos a apoyar el genocidio contra otras especies animales. Son males cortados por el mismo patrón. ¿Podemos tú o yo, cualquier persona que lea estas palabras traer paz al mundo cuando amanezca mañana por la mañana? No, por supuesto que no. Lo que cada uno de nosotros puede hacer es llevar la paz a su mesa. Y eso es un comienzo. Desde mi punto de vista, la paz vendrá al mundo persona por persona.
- ¿Qué podemos hacer para fomentar la causa de los derechos animales?
Como acabo de decir, podemos empezar haciendo cambios en la forma en que vivimos nuestras vidas - por ejemplo, la comida que ponemos en nuestro plato. Otra cosa que podemos hacer es investigar qué cosméticos y artículos de aseo han sido experimentados en animales y cuáles no. Casi todos los que dan estos pasos no se pararán ahí. Cuanto más aprendemos sobre cuán horriblemente son tratados los animales, más queremos hacer para ayudarles. Esto nos lleva de manera natural a juntarnos con otros que sienten del mismo modo, que es cómo empezamos a involucrarnos en la promoción de los derechos animales. Y de este modo, como activistas organizados, tenemos efecto sobre las leyes y las políticas públicas. Ninguna persona por sí sola pone fin a los espectáculos de mamíferos marinos en Brasil. Ese es el resultado de mucha gente trabajando junta. Así, ¿qué podemos hacer para fomentar los derechos animales? Primero, podemos trabajar poniendo en orden nuestra propia vida. Segundo, trabajando con otros, podemos intentar hacer lo mismo en nuestra ciudad, región, pais. Esas son dos de las muchas maneras en las que podemos ayudar al avance de los derechos animales donde quiera que vivamos, seamos quien seamos.
Artículo de Tom Regan (1938-2017) (North Carolina State University), 2007. «Derechos animals y etica medioambiental», traducido por José Antonio Méndez Sanz, e incluído en el libro «Herrera Guevara Asunción (ed). De animales y hombres: Studia Philosophica», ediciones de la Universidad de Oviedo, Biblioteca Nueva, p. 117-130. Desde hace varios años, el Departamento de Filosofía de la Universidad de Oviedo publica bienalmente, con el título genérico Studia Philosophica, un volumen con las aportaciones de sus profesores y becarios. Aparece esta edición con ciertas novedades, la más interesante para el lector tal vez sea la división del libro en dos partes, la primera de ellas recoge trabajos sobre un mismo tema, la segunda continua con el proyecto antes mencionado. Aquí el índice de capítulos. Aquí el pdf.
Se suele criticar a veces la postura que defiendo en ética («la consideración de los derechos») por su supuesta incapacidad para abordar asuntos im portantes de ética m edioambiental. Como espero ser capaz de explicar, creo que críticas de este tipo, aunque comprensibles, son débiles. Vista con suficiente perspectiva, la consideración de los derechos establece importantes restricciones a nuestra libertad para explotar o destruir el mundo natural. Ciertamente, a algunos críticos les parece poco. De hecho algunos desprecian la idea misma de derechos individuales, considerando que, en el mejor de los casos, suministra un medioambientalismo superficial, lastrado por modos de pensar anticuados, patriarcales, inadecuado para la tarea de calibrar las honduras de una ecología profunda, biocéntrica. He abordado estos asuntos en otros lugares (véase, por ejemplo, Regan 1991, Regan 1994 y el capítulo 1 de Regan 2001b) y pido permiso para volver a hacerlo aquí. Aquí comienzo con un esbozo de mi modo de entender los derechos morales básicos, una comprensión articulada por primera vez con detenimiento en The Case for Anim al Rights y después ampliada y clarificada en obras más recientes (Regan 1994, 200a, 2001b, 2003.a, 2003b, 2004)(1).
I. DEFINIENDO CARACTERÍSTICAS DE LOS DERECHOS MORALES
Prohibido el paso
Poseer derechos morales es tener un tipo de protección que podemos describir como una señal invisible de «prohibido el paso». ¿Qué prohíbe esta señal? Dos cosas. Primera: los demás no son moralmente libres para hacemos daño; decir esto es decir que los demás no son libres para quitam os la vida o dañar nuestro cuerpo a su antojo. Segunda, los demás no son m oralmente libres para dificultar nuestra libre elección; decir esto es decir que los demás no son libres para limitar nuestra libre elección a su antojo. En ambos casos, la señal de «prohibido el paso» pretende proteger nuestros bienes más importantes (nuestra vida, nuestro cuerpo, nuestra libertad) limitando moralmente la libertad de los demás.
La cosa cambia cuando la gente sobrepasa sus derechos violando los nuestros. Cuando esto sucede, tenemos derecho a contraatacar, incluso si ello entraña causar daños severos al agresor. Sin embargo, el que podamos actuar en defensa propia no ha de entenderse como una autorización general para hacer daño a aquellos que no han hecho nada malo.
Igualdad
Los derechos morales respiran igualdad. Son idénticos para todos sus detentadores, aunque difiramos, como lo hacemos, en muchas cosas. Esto explica por qué a ningún ser humano pueden serle denegados derechos por razones arbitrarias, prejuiciosas o moralmente irrelevantes. Una de estas razones es la raza. Intentar determinar por qué los seres humanos tienen derechos en virtud de su raza es como tratar de endulzar té añadiendo sal. La raza a la que pertenecemos no nos dice nada sobre qué derechos tenemos.
Esto mismo es igualmente válido en el caso de otras diferencias entre nosotros. Los linajes de mi esposa Nancy y el mío provienen de diferentes países; el suyo de Lituania, el mío de Irlanda. Algunos de nuestros amigos son cristianos, otros judíos, otros musulmanes. Otros son agnósticos o ateos. En el ancho mundo por unos pocos verdaderamente ricos hay m ultitud de gente paupérrima. Así están las cosas. Los humanos son diferentes en múltiples aspectos. Es innegable.
Sin embargo, nadie que crea en los derechos humanos pensará que estas diferencias trazan divisiones morales fundamentales. Si la idea de derechos humanos tiene algún sentido, éste no es otro sino que todos los poseemos en la misma medida. Y los poseemos en la misma medida independientemente de nuestra raza, género, creencia religiosa, riqueza relativa, inteligencia o lugar y fecha de nacimiento, por poner un ejemplo.
Triunfo
Todo el que defiende en serio los derechos humanos cree que nuestros derechos tienen mayor peso moral que otros (importantes) valores humanos. Por usar una analogía tomada del juego de cartas que conocemos por bridge, nuestros derechos morales son triunfo. Veámos lo que significa esta analogía. Jugamos una mano. Se dan las cartas. Triunfan corazones. Las tres primeras cartas que se juegan son la reina de picas, el rey de picas y el as de picas. Usted (que juega el último) no tiene picas. Sin embargo, tiene el dos de corazones. Y, dado que pintan corazones, su precioso dos de corazones mata a la reina de picas, mata al rey de picas e incluso mata al as de picas. Así de poderoso es en el juego del bridge el palo que triunfa. La analogía entre el triunfo en el bridge y los derechos individuales en moral debería estar bastante clara. Cuando tomamos una decisión moral hay que considerar muchos valores importantes. Por ejemplo: ¿qué consecuencias tendrá para nuestra propia persona tomar una opción u otra? ¿Qué pasa con nuestras familias, amigos, vecinos y con el resto de la gente? No resultaría difícil ampliar esta lista. Cuando decimos «derechos son triunfo», queremos decir que respetar los derechos de los individuos es el factor más importante que hay que considerar en el (valga la expresión) «juego de la moralidad». Y, en concreto, queremos decir que los beneficios que unos obtengan de la violación de los derechos de otros jamás justifican esta violación.
Respeto
En sentido lato, los derechos que antes hemos mencionado (vida, libertad, integridad corporal) son variaciones de un tema principal, el tema del respeto. Muestro mi respeto hacia ti respetando esos derechos en tu vida. Tú muestras tu respeto hacia mí de idéntica manera. Respecto es el tema principal porque tratarse m utuamente con respeto es precisamente tratarse uno a otro de un modo que respeta nuestros demás derechos.
Por consiguiente, nuestro derecho más fundamental, el derecho que unifica todos nuestros otros derechos, es nuestro derecho a ser tratados con respeto.
II. ¿QUIÉN TIENE DERECHOS MORALES?
Decir qué son derechos morales es una cosa, y explicar por qué nosotros los tenemos y en cambio palos y piedras no, es otra muy diferente. Dadas las limitaciones de espacio, me será imposible ofrecer lo que cabría entender como una explicación completa, aunque no brindar un tosco esbozo de la solución que defiendo, una solución que está muy vinculada a lo que denomino sujeto-de-una-vida.
Sujetos-de-una-vida
Antes hemos señalado alguno de los múltiples modos en que los humanos difirieren unos de otros —por ejemplo, en cuanto a género, raza y etnia. A pesar de nuestras muchas diferencias, hay algunos modos en los que todos los humanos que tienen derechos son lo mismo. No lo digo porque todos pertenezcamos a la misma especie (lo que es cierto, pero no pertinente). Y no lo digo porque todos seamos personas (lo que puede ser pertinente, pero no es cierto). Lo que quiero decir es que somos tal para cual en formas relevantes, formas ligadas a los derechos que tenemos: nuestros derechos a la vida, integridad corporal y libertad.
Veamos. No sólo todos estamos en el mundo, sino que somos conscientes del mundo y, además, conscientes de lo que nos ocurre. Más aún, lo que nos ocurre —sea a nuestro cuerpo, a nuestra libertad o a nuestra vida misma— nos importa porque marca la diferencia en la calidad y duración de nuestra vida tal como la experimentamos, independientemente de que importe o no a alguien. Sean nuestras diferencias las que fueren, éstas son nuestras semejanzas básicas.
No hay una palabra de uso común que nombre este conjunto de semejanzas. «Ser humano» no nos vale (sin ir más lejos: un ser humano m uerto es un ser humano, pero no es consciente del mundo). Tampoco sirve «persona» (los niños son conscientes de lo que les ocurre pero no son personas). Sin embargo, estas semejanzas son lo suficientemente importantes como para demandar un signo verbal propio. Empleo la expresión «sujetode-una-vida» para referirme a ellas. Dado este uso, el autor de estas palabras, Tom Regan, es un sujeto-de-una-vida, y también lo es la gente que lo lee.
¿Qué humanos son sujetos-de-una-vida? Todos aquellos humanos que poseen el conjunto de semejanzas que acabo de mencionar. ¿Y de quién puede tratarse? Bueno: pues de cada uno de los aproximadamente seis mil millones que somos, independientemente de donde vivamos, la edad que tengamos, nuestra raza o genero o clase, nuestras creencias religiosas o políticas, nuestro nivel de inteligencia, y así sucesivamente, independientemente del largo listado de nuestras diferencias.
¿Por qué ser el sujeto-de-una-vida es una idea importante? Porque el conjunto de características que define esta idea nos hace ¡guales a todos nosotros de una manera que hace inteligible nuestra igualdad moral. Esto es lo que tengo en mente.
Lo dicho implica que los sujetos-de-una-vida humanos difieren de muchas maneras. Por ejemplo, unos son genios y otros discapacitados mentales severos: algunos están dotados para la música mientras que otros son incapaces de tararear una melodía sin desafinar.
Estas diferencias son reales e importan. Sin embargo, cuando pensamos el mundo en términos de igualdad moral fundamental, estas diferencias no diferencian. Moralmcnte considerado, un niño mimado que puede tocar los estudios de Chopin con una mano atada a la espalda no es de «más» categoría que un adulto con graves daños mentales que nunca sabrá qué es un piano o quién fue Chopin. Moralmentc no dividimos el mundo de este modo, no ponemos a los Einsteins en la categoría «superior», «por encima» de los «inferiores» Homer Simpsons que en el mundo son. Los menos dotados no existen en orden a los intereses de los más dotados. Comparados con ellos, no son meras cosas que puedan usar como medios para sus fines. Desde el punto de vista moral, cada uno de nosotros es igual porque cada uno de nosotros es igualmente un alguien, no un algo; el sujeto-de-una vida, no una vida sin un sujeto.
Por tanto, ¿por qué es importante la idea de ser el sujetode-una-vida? Porque aclara nuestra mismidad moral, nuestra igualdad moral.
Como sujetos-de-una-vida somos todos iguales porque lodos estamos en el mundo.
Como sujetos-de-una-vida somos todos iguales porque todos somos conscientes del mundo.
Como sujetos-de-una-vida somos todos iguales porque lo que nos sucede nos importa.
Como sujetos-de-una-vida lo que nos ocurre nos importa porque es decisivo para la calidad y duración de nuestra vida.
Como sujetos-de-una-vida no hay ni superior ni inferior, más alto o más bajo.
Como sujetos-de-una-vida todos somos moralmente lo mismo.
Como sujetos-de-una-vida todos somos moralmente iguales.
Huelga decir que lo que antecede no constituye una prueba en sentido estricto de nuestros derechos basada en nuestra subjetividad.
Mi intención ha sido más bien explicar cómo nuestro ser sujetos-de-una-vida aclara (nos ayuda a entender) el sostén de nuestros derechos, especialmente nuestra mismidad moral, nuestra igualdad moral. No debería constituir una sorpresa el que considere que lo que acabo de decir de nuestros derechos no es menos cierto dicho de los derechos de otros animales.
Derechos animales
¿Hay sujetos-de-una-vida que-no-sean-anim ales-hum anos? Claro que sí. Con certeza, todos los mamiferos y aves. Casi con toda probabilidad, todos los peces. ¿Por qué? Porque (por razones que he explicitado por menudo en otros lugares y sobre las que no voy a volver aquí, véase Regan 1983, 2001b, 2003a, 2003b) estos seres satisfacen las condiciones del tipo de subjetividad en cuestión. Como nosotros, están en el mundo, conscientes del mundo, conscientes de lo que les ocurre e im portándoles lo que les ocurre (a su cuerpo, a su libertad, a su vida) independientemente de que a alguien más le preocupe esto o no. Por consiguiente, estos seres participan de los derechos mencionados, incluyendo el derecho de ser tratados con respeto.
Esta conclusión (la de que, como mínimo, estos animales tienen derechos morales básicos) tiene hondas, incluso podríamos decir que revolucionarías, consecuencias. Respetar estos derechos significa (entre otras cosas) algo más que reducir la cantidad de carne que comemos o evitar la tem erá lechal o comer sólo pollo y pescado. Significa el final de la agricultura animal comercial, no importa que sea intensiva o al aire libre. No respetamos los derechos de vacas y cerdos, pollos y gansos, atunesy truchas si acabamos con su vida de modo prem aturo, aunque empleemos m étodos «humanos». Estos animales tienen tanto derecho a la vida como podamos tener nosotros.
III. OBJECIONES DE RAÍZ MEDIOAMBIENTALISTA A LA CONSIDERACIÓN DE LOS DERECHOS
Contra la consideración de los derechos se han formulado varias objeciones de raíz medioambientalista. Debido a las limitaciones de espacio, me veo obligado a considerar únicamente dos(2).
La consideración de los derechos y las relaciones predador-presa
Aunque el foco principal de la consideración de los derechos son los deberes de justicia, hay espacio en esta perspectiva para incluir en ella un deber general de beneficencia, de no limitarse a hacer lo que es justo sino hacer el bien a los demás. Si (según creo) los humanos tenemos deberes de asistencia mutua independientemente de las exigencias de justicia, no hay razón alguna por la que no pueda haber deberes del mismo género en circunstancias en las que están implicados animales. Supongamos, por ejemplo, que un tigre acecha a un niño pequeño. Si espantamos al tigre podemos ser capaces de salvar al niño. Dado que los tigres no son agentes morales en el sentido en que uso esta expresión, no habría a primera vista violación de derechos alguna. Y el caso es que si no hacemos nada, es casi seguro que el niño resulte dañado. ¿Deberíamos intentar evitar este resultado? ¿Tenemos un deber prima facie de intervenir? Es difícil imaginar cómo podríamos defender una respuesta negativa. Asumamos, por consiguiente (lo que considero cierto), que en este caso tenemos un deber prima facie de asistencia.
A continuación, supongamos que el mismo tigre no acecha a un niño sino a un animal salvaje. Y supongamos, de nuevo, que si espantamos al tigre podemos ser capaces de salvar a este animal salvaje. Dado que los tigres no son agentes morales, en el sentido en el que uso esta expresión, no se produciría, a primera vista, violación de derechos alguna. Y el caso es que es prácticamente seguro que el animal salvaje resulte dañado si nosotros no hacemos nada. ¿Debemos tratar de evitar este resultado? ¿Tenemos un deber prima facie de intervenir? Mi respuesta ha sido y sigue siendo: no. A los críticos (por ejemplo, Ferré, 1986) no les llevó mucho tiempo pensar que algo no cuadraba.
J. Baird Callicott, uno de los auténticos pioneros de la ética medioambiental, es una figura representativa al respecto. Como parte de su crítica a la consideración de los derechos, escribe: «Si deseamos proteger el derecho humano a no ser depredado por... animales predadores, debemos proteger el derecho de los animales a no ser depredados por... animales predadores» (Callicott, 1989:45).
Y sin restricciones. Callicott insiste en que la consideración de los derechos está obligada a proteger a todos los animales que puedan servir de presa. Literalmente: «La teoría de Regan sobre los derechos animales entraña una política de exterminio del predador humano, puesto que los predadores, aunque de modo inocente, violan los derechos de sus víctimas» (ibíd.).
Aunque pueda haber algo de verdad en lo que dice Callicott, su diagnóstico es claramente exagerado cuando escribe que «los depredadores, aunque de modo inocente, violan los derechos de sus víctimas». Sólo los agentes morales son capaces de violar derechos, y los animales no humanos no son agentes morales. Por otra parte, resulta obvio que Callicott pasa acríticamente de preguntar qué habría que hacer en casos particulares a qué habría que hacer como política general. Y esto es decisivo. El que todos (me imagino) estemos de acuerdo en que tenemos un deber prima facie de ayudar al niño frente al tigre, no nos compromete lógicamente, en cuanto defensores de los derechos de los niños, con la promulgación de políticas tendentes a erradicar a todos los predadores que en el mundo son. ¿Por qué suponer, entonces, que, dado que los animales depredadores dañan a sus presas, los defensores de los derechos animales deben apoyar la promulgación de tales políticas? Callicott no lo dice. Embadurnar la consideración de los derechos con la brocha gorda de «erradicar la vida salvaje» puede que sea buena retórica, pero no es buena filosofía.
Visto esto, ¿qué dice la consideración de los derechos sobre las relaciones predador-presa? Para empezar, mi posición es diametralmente opuesta a la que me quiere endosar Callicott. En lugar de abogar por una política de intervención masiva en los asuntos de la vida salvaje, lo que tenemos que hacer es, en general,... nada. He aquí lo que pienso y por qué lo pienso.
Desde mi punto de vista (véase The Case, 357, 361)(3), nuestra obligación rectora respecto a los animales salvajes es dejarlos estar. Se trata de una obligación fundada en el reconocimiento de su aptitud para manejar los asuntos del vivir, una aptitud que encontramos tanto en los miembros de las especies predadoras como en los miembros de las especies que sirven de presa. Después de todo, si los miembros de las especies que sirven de presa, incluidos los juveniles, fueran incapaces de sobrevivir sin nuestra ayuda, no existirían tales especies. Y lo mismo cabe decir de los depredadores. En una palabra, honramos la aptitud de los animales salvajes permitiéndoles utilizar sus habilidades naturales incluso en el caso de sus necesidades de competir. Como norma general, no necesitan nuestra ayuda en su lucha por sobrevivir, y no dejamos de cumplir con nuestro deber si optamos por no brindarles nuestra ayuda.
No encontramos idéntica aptitud en los niños pequeños. La pura verdad es que, sin nuestra ayuda, no pueden cuidar de sí mismos y no tienen posibilidad real de sobrevivir, ni en el hogar ni en la naturaleza. Por ello, dejar estar a los niños no es honrar su aptitud. Por regla general, y aunque estén dotados de habilidades supervivenciales (sean estas las que fueren), necesitan nuestra ayuda. Por lo tanto, desde la perspectiva de la consideración de los derechos, no hay la más mínima inconsistencia en reconocer deberes de asistencia a seres humanos, niños humanos incluidos, que no reconocemos en el caso de otros animales, incluidos los salvajes.
Podemos llegar a la misma conclusión por otro camino. A mi entender (véase The Case, 103-109), los animales son capaces de saber lo que desean y actuar con la intención de conseguirlo. Porque tienen esta capacidad, podemos comportamos con ellos de forma paternalista. Dicho de forma grosera (para una explicación más detallada, véase la página 107), intervenir de forma paternalista en sus vidas significa tom ar medidas para evitar que persigan lo que desean porque, en nuestra opinión, permitirles hacer su voluntad iría en contra de sus intereses.
En lo que respecta a nuestras obligaciones para con los animales salvajes, la consideración de los derechos es antipatemalista sin rebozo alguno. Así, he escrito: «La meta de la gestión de la vida salvaje debería ser defender a los animales salvajes en la posesión de sus derechos, dándoles la oportunidad de vivir su propia vida lo mejor que puedan según su buen saber y entender, prescindiendo de la predación humana que responde al nombre de «deporte» [la caza]» (357).
En el caso de los niños pequeños, nuestras obligaciones son distintas. Alguien que dejase niños pequeños en el bosque o en un témpano de hielo con la sana intención de darles la «oportunidad de vivir su propia vida lo mejor que puedan según su buen saber y entender», sería considerado, y con razón, un criminal irresponsable. Del mismo modo que mediante la adopción de una postura antipatemalista solemos actuar, en general, de una manera que respeta los derechos de los animales salvajes, mediante la adopción de una postura paternalista actuamos, en general, de un modo que respeta los derechos de nuestros pequeños. Desde el punto de vista de la consideración de los derechos, ambas posturas muestran idéntico respeto por los derechos de ambos grupos(4).
La consideración de los derechos y las especies amenazadas
Algunos filósofos medioambientalistas (Callicott es representativo) critican la consideración de los derechos porque no puede suministrar una base creíble para gestionar nuestra obligación de preservar especies amenazadas. (Por simplificar, centro mi atención en las especies amenazadas [en cuanto diferentes de las poco comunes]). Si dejamos de lado los excesos retóricos, la lógica de la objeción es sencilla: si la consideración de los derechos no puede suministrar una base creíble para tratar debidamente esta obligación, la consideración de los derechos no es, en última instancia, la mejor teoría. La consideración de los derechos no puede suministrar esto que se le pide. Por consiguiente, en última instancia, no es la mejor teoría.
Aunque creo que este tipo de críticas representa un serio desafío para mi postura, y aunque en la actualidad (y por razones que explicaré más adelante) considero que mi antiguo análisis de las especies amenazadas debería haber sido más amplio, no tengo claro que esta objeción sea tan contundente como sus promotores quieren hacemos creer. Me explico.
La consideración de los derechos restringe los derechos a los individuos. Dado que las especies no son individuos, «la consideración de los derechos no reconoce en ningún caso los derechos de las especies, incluido el de supervivencia» (359). Además, los derechos de los individuos no crecen o menguan dependiendo de lo abundantes o poco comunes que sean las especies a las que pertenecen. Los castores no tienen menos derechos precisamente porque sean más abundantes que los visones, y los rinocerontes negros del África oriental no tienen más derechos que los conejos precisamente porque su número esté disminuyendo. Entonces, ¿de qué manera puede la consideración de los derechos gestionar nuestra obligación de preservar especies amenazadas? Mi respuesta, en el pasado, fue doble.
En primer lugar, tenemos una obligación (prima facie, quede claro) de detener a los agentes morales humanos («promotores comerciales, cazadores furtivos y otras terceras partes interesadas» (360)) cuyas acciones violen los derechos de los animales. En segundo lugar, tenemos la obligación de «detener la destrucción del hábitat natural» que sustenta la vida de estos animales (360). Mi argumentación implica que, si tenemos éxito en el cumplimiento de estas obligaciones, tendremos éxito en el cumplimiento de nuestro deber de proteger a las especies amenazadas.
Un crítico puede responder señalando que la consideración de los derechos no hace justicia a nuestra sensación de que estamos más en deuda con las especies amenazadas que con las abundantes. Más con los rinocerontes negros del África oriental que con los conejos, por ejemplo. Dada su insistencia en la igualdad de derechos, ¿cómo puede dar cuenta la consideración de los derechos de esta intuición? He aquí, en tosco esbozo, la respuesta que defiendo.
Los defensores de la justicia humana utilizan a veces la idea de justicia compensatoria. Un ejemplo clásico tiene que ver con las injusticias cometidas en el pasado contra miembros de determinados colectivos. Por ejemplo, aunque los actuales descendientes de los Sioux Miniconjou que fueron masacrados por el Séptimo de Caballería del ejército de los Estados Unidos de América en Wounded Knee el 29 de diciembre de 1890 no vivían en los tiempos de la masacre, no es una inconsistencia argumentar que se les debe algo (a los descendientes actuales) por lo que sucedió no sólo en Wounded Knee sino también muchos años antes y después. Desde una consideración razonable de la historia, los descendientes actuales han resultado perjudicados por la gran injusticia cometida contra sus predecesores. Por otra parte, y por similares razones, lo que se les debe es algo más de lo que se nos debe a aquellos de entre nosotros que no hemos sido perjudicados del mismo modo. Si no hay otros factores a tener en cuenta, debería hacerse más por ellos, mediante una asistencia compensatoria, que lo que se hace por nosotros.
La consideración de los derechos puede aplicar principios compensatorios a aquellos animales (por ejemplo, al rinoceronte negro del África oriental) cuyo número disminuye de forma alarmante debido a pasados errores humanos (por ejemplo, el furtivismo de nuestros antepasados y la destrucción del hábitat). Aunque los rinocerontes que quedan tengan los mismos derechos fundamentales que los miembros de especies más abundantes (los conejos, sin ir más lejos), es comprensible que para nosotros tenga mayor peso el deber de asistencia debida a los primeros que el mismo deber referido a los últimos. Si es verdad, como creo, que los rinocerontes actuales están en una situación de desventaja debido a los errores humanos cometidos contra sus antecesores, entonces, suponiendo que no hay ninguna otra diferencia a considerar, se debe hacer más por los rinocerontes, mediante una asistencia compensatoria, que por los conejos. Creo que de esta manera la consideración de los derechos puede dar cuenta de nuestra intuición de que nuestra deuda con los miembros de las especies animales amenazadas es mayor que la que tenemos con los miembros de especies más abundantes.
Los críticos de la consideración de los derechos pueden seguir desafiándola incluso después de haberla ampliado yo con mi argumento compensatorio. Pueden poner de relieve, en particular, que la inmensa mayoría de especies amenazadas son plantas e insectos, formas de vida demasiado rudimentarias para ser calificadas de sujetos-de-una-vida. En este caso, y dado que no poseen ningún derecho, nada puede debérseles por motivos de justicia compensatoria. Peor todavía (se argüirá), la continuidad existencial de muchas de estas plantas e insectos no es necesaria para sostener la vida de aquellos animales que son sujetos-de-una-vida. ¿Qué puede decir la consideración de los derechos de nuestra obligación de preservar estas especies amenazadas?
Creo que lo que puede decirse es lo que dije hace tiempo: «La consideración de los derechos», escribía, «no niega, no es contraria al reconocimiento de la importancia de determinados intereses humanos (estéticos, científicos, sacramentales, etc.) [en la preservación de especies amenazadas]» (361) o, por hablar de modo más general, no niega, no es contraria a alentar prácticas que promuevan un mundo biótico a la vez rico, diverso y sosteniblc. Lo que la consideración de los derechos niega, al menos tal y como está articulada a día de hoy, es que plantas e insectos sean sujetos-de-una-vida; y niega también que estas formas de vida hayan mostrado tener derecho alguno, incluido el derecho a la supervivencia. Claro está que podemos hacer grandes esfuerzos para preservar este tipo de vida (es decir, no hay en principio nada malo en hacerlo), basándonos, por ejemplo, en intereses humanos estéticos o sacramentales. Pero que podamos estar dispuestos a hacer esto dista mucho de dejar sentado que plantas e insectos puedan demandamos legítimamente por actuar como lo hacemos.
El número de insatisfechos con las implicaciones medioambientales de la consideración de los derechos, ampliada o no con principios de justicia compensatoria, no se limitará a un puñado de filósofos medioambientalistas, entre los que hay que contar alguno de los más relevantes. Dirán (y de hecho alguno ha dicho*) que las especies tienen un valor inherente. Y también los ecosistemas y la biosfera. Ello explicaría nuestra obligación de salvar especies amenazadas, incluyendo plantas e insectos, y no sólo «difusos mamíferos». A esto sólo puedo replicar (siguiendo el ejemplo del personaje que interpreta Cuba Gooding en la película Jerry Maguire): «¡razónamelo!». No basta conferir un valor inherente (o intrínseco) a especies, a ecosistemas, a la biosfera. Uno espera que se argumente de forma convincente. Y esto es algo que, por razones que he dado en otro lugar (Regan, 1992), no sólo no se ha hecho sino que creo que no puede hacerse.
(1) Este artículo es una adaptación de los capítulos 3 y 4 de «Empty Cages: Facing the Challenge of Animal Rights» y del nuevo prefacio a la segunda edición de «The Case for Animal Rights». [Traducción de José Antonio Méndez Sanz] Reproducido con permiso del autor.
(2) Una omisión significativa es una discusión en torno a la defensa de la caza terapéutica que hace Gary Vamer. Véase su In Nature's Interests?: ¡nterests. A nim al Rights, and Environmental Ethics, New York, Oxford University Press, 1998.
(3) Los núm eros que aparecerán entre paréntesis remiten a la página correspondiente de «The Case for Animal Rights».
(4) En «Environmental in Ethics, Animal Welfarism, and the Problem of Predation: A Bambi Lover’s Respecl for Nature», Ethics and the Environment, 6 (I) (2001 ):42-67, lennifer Everett defiende la consideración de los derechos ante la «crítica predatoria».
BIBLIOGRAFÍA
Callicott, J. Baird, 1989. «Review o f Tom Regan. The Case for Animal Rights.» In Defense of the Land Ethic: Essays in Environmental Phitosophy. Albany: State University of New York Press: 39-48. Ferré, Frederick, «Moderation, Moráis, and Meat.» Inquiry, 29 (4) (1986): 391-406. Regan, Tom, The Case for Animal Rights, Berkeley, University of California Press, 1983. — 1991. «Irreconcilable Differences.» The Thee Generation. Philadelphia: Temple University Press: 125-142. — 1992. «Does Environmental Ethics rest on a Mistake?» The Monist 75 (2): 161-182. — 1994. «The Case for Animal Rights: A Decade’s Passing. A Century of Valué Inquiry: Presidential Addresses of the American Society for Valué Inquiry, ed. Richard T. Hulí (A m sterdam and Atlanta: Rodopi) 439-459. In Regan, 2001a: 39-65. — 2001a. The Animal Rights Debate. With Cari Cohén. Lanham, MD: Rowman and Littlefield. — 2001b. Defending Animal Rights. Urbana and Chicago: University of Illinois Press. 1 Véase, por ejemplo, Holmcs Rolston III, «Environmental Ethics: Duties to and Valúes» in the Natural World. Philadelphia: Temple University Press, 1988. Regan, Tom. 2003a. Animal Rights, Human Wrongs: An ¡ntroduction to Moral Philosophy. Lanham, Boulder, New York, Oxford: Rowman and Littlefield. — 2003b. Empty Cages: Facing the Challenge of Animal Rights. Lanham, Boulder, New York, Oxford: Rowman and Littlefield. — 2004. The Case for Animal Rights. Second edition; with a new Preface. Berkeley: University of California Press.
RESUMEN:¿Qué es un agente ético? ¿qué es un paciente ético? ¿tenemos el deber de prestar auxilio, de manera individual y social, a quien está siendo agredido por un individuo que no es un agente ético? Éstas son las principales preguntas a las que aquí vamos a responder.
Los agentes éticos reconocen que todas las demás personas también tienen intereses y en ese reconocimiento están reconociendo los derechos éticos que todas las personas tienen por el hecho de ser personas y no meras cosas. Si alguien tiene un derecho entonces ese derecho debe ser respetado, independientemente de si quien lo quiere violar es un agente ético o no. Esto es así, porque lo que realmente importa es la persona portadora de derechos, no quien o qué los viola. Por lo tanto, antes de intentar rebatir el argumento llegamos a la conclusión de que el argumento agencial no es coherente con su propia teoría de derecho moral basada en un valor intrínseco. El hecho de que alguien sea o no sea un agente ético tiene importancia para juzgar su carácter y su responsabilidad, pero no para evaluar éticamente las consecuencias que tienen sus acciones. Además, el enfoque agencial viola el principio de igual consideración de intereses al no otorgar a priori el mismo peso a intereses iguales.
Algunas personas no conocen la diferencia ética entre agente y paciente. Se les suele llamar «agente moral» y «paciente moral», pero prefiero llamarles «agente ético» y «paciente ético», pues las morales son objeto de estudio de la Antropología. Los pacientes éticos son aquellos seres que éticamente son diferenciados de las cosas, también llamados «personas». Como expliqué, todos los seres sintientes son pacientes éticos (sensocentrismo)[1]. Sin embargo, no todos los pacientes éticos pueden asumir obligaciones éticas hacia otros, pues no comprenden la Ética. A los pacientes éticos que pueden asumir obligaciones éticas se les llama «agentes éticos», y tienen esas obligaciones porque se les supone la suficiente capacidad de razonamiento para comprender la Ética. Resumiendo: todos los agentes éticos son también pacientes éticos, pero no a la inversa. Hasta donde conocemos, en un sentido fuerte sólo existen agentes éticos de la especie humana, concretamente aquellos humanos adultos que tienen sus capacidades psíquicas en buen estado. Otros pacientes éticos no son considerados agentes éticos en un sentido fuerte, pero sí en un sentido débil, y por lo tanto serían responsables de sus acciones en un menor grado (de ahí la existencia de reformatorios, por ejemplo); esto es así porque no existe una línea que separe claramente a quien es agente ético de quien no lo es, aunque las leyes jurídicas establezcan arbitrariamente una edad que diferencia al adulto del menor.
Algunas personas dicen que para saber si una acción es éticamente correcta o incorrecta no sólo es necesario saber si dicha acción perjudica a una persona, sino que debemos saber si el agresor es un agente ético. Este argumento se llama «enfoque agencial» o «argumento agencial», y es muy defendido por «deontologistas» que también defienden una teoría de derechos éticos fundamentada en un valor intrínseco de quien los tiene. Por ejemplo, por Tom Regan (1938-2017) afirma todos los seres sintientes son sujetos-de-una-vida que tienen un valor inherente o intrínseco, es decir, que las vidas de las personas (pacientes éticos) tienen valor por sí mismas independientemente del valor que otros quieran darlas, lo cual las dota de derechos éticos. Sin embargo, en su libro «Empty Cages: Facing the Challenge of Animal Rights» Tom Regan dice que «sólo los agentes morales son capaces de violar derechos de otros»; algunos veganos también dicen esto[1]. La siguiente tabla muestra los posibles casos de agresiones que podemos encontrarnos y lo que el enfoque agencial defiende en cada uno de ellos:
Agresor
Víctima
Es una acción
Ejemplos
Agente ético
Agente ético
Incorrecta
Un hombre agrede a una mujer; Una mujer agrede a un hombre.
Agente ético
No es agente ético
Incorrecta
Una mujer agrede a un niño; Un hombre agrede a un cerdo.
No es agente ético
Agente ético
Correcta
Un león agrede a un hombre; Un humano demente agrede a una mujer.
No es agente ético
No es agente ético
Correcta
Un perro agrede a un gato; Un león agrede a un niño; Un niño agrede a un hamster; Un niño agrede a otro niño.
Según el argumento agencial, sólo tenemos derechos éticos cuando éstos van a ser violados por un agente ético, pero dejamos de tenerlos cuando van a ser violados por quien no es agente ético, o por una enfermedad(1), etc. Según este planteamiento, los derechos éticos vendrían a ser algo «de quita y pon», pues sólo existirían en un determinado contexto, no intrínsecamente en las personas. El argumento agencial ha sido rechazado por Sapontzis, Fink y Óscar Horta, entre otros. El argumento agencial entra en contradicción con la idea según la cual las personas tienen un valor inherente o intrínseco, pues según el argumento agencial el derecho ético le vendría dado a las personas por los agentes éticos en lugar de por su propio valor inherente o intrínseco. Si alguien tiene un derecho entonces, a priori, ese derecho debe ser respetado, independientemente de si quien lo quiere violar es un agente ético o no, pues lo que realmente importa es la persona portadora de derechos, no quien o qué los viola. Por lo tanto, antes de intentar rebatir el argumento llegamos a la conclusión de que el enfoque agencial no es coherente con su propia teoría de derechos éticos.
El hecho de que alguien sea o no sea un agente ético tiene importancia para juzgar su carácter y su responsabilidad, pero no para evaluar éticamente las consecuencias de sus acciones.Así lo explicaSteve F. Sapontzis:
"El niño quizás sea demasiado joven para reconocer y responder a obligaciones éticas humanas. De todas formas, mientras esto puede influir nuestra evaluación de su carácter y la responsabilidad por sus acciones, no nos lleva a concluir que no hay nada malo en el suplicio que produce al gato. Por citar otro ejemplo, si determinamos que alguien es un delincuente psicótico, es decir, incapaz de distinguir lo correcto de lo erróneo, esto afecta a nuestra evaluación de su responsabilidad por sus acciones y si merece castigo por ellas. Sin embargo, no nos lleva a concluir que no había nada malo en esas acciones".Steve F. Sapontzis, "Predation",Ethics and Animals, 5 (2), 1984, 27-38, p.28.
Por último también podemos decir queel enfoque agencial viola el Principio de Igual Consideración de Intereses al no considerar por igual intereses iguales[2]. Si, según el enfoque agencial, una agresión es éticamente correcta o incorrecta dependiendo del tipo de agresor entonces se discrimina arbitrariamente a las personas que son víctimas de determinados tipos de agresores, en lugar de considerar sus intereses como se hace con las víctimas de otro tipo de agresores.
Algunas personas dicen que «un derecho ético es la suma de un interés y del reconocimiento de dicho interés legítimo por parte de un agente ético». Esta idea también contradice la idea de valor intrínseco. Según estas personas, «un derecho ético es la suma de dos elementos: el intereses de la persona, más el reconocimiento que los agentes éticos hacen de dicho interés legítimo»[2]. La realidad es que los agentes éticos reconocen que todos los seres sintientes tienen intereses legítimos, como el derecho a la salud/vida, y en ese reconocimiento están reconociendo la consideración ética de dichos intereses. Cabe destacar que entre dichos intereses no está sólo «el interés de que un agente ético no frustre nuestros intereses», sino el «interés de que no se frustren nuestros intereses»:
"... lo que importa de verdad es lo que le sucede a la víctima y no tanto quien comete el acto indebido. La muerte de una gacela tras una dolorosa tortura es tan mala para ella si la tortura se la inflinge un tigre como si se la practica un ser humano". (Arteta, Aurelio, Mal consentido. La complicidad del espectador indiferente, Madrid: Alianza Editorial, 2010, pp. 23-24)
El deber de respetar los intereses de otros (los derechos éticos) tienen su origen en la existencia de intereses comunes de las personas[3]. Para que una persona tenga derechos éticos no es necesario que otra persona los reconozca, sino que ese derecho existe en la persona misma. Pongo un ejemplo extremo para que se vea más claro: si en el universo sólo existiera una persona entonces esa persona tendría derechos éticos.
Algunas personas que se empeñan en usar el erróneo argumento agencial hacen uso de la idea de «tutor». El argumento agencial nos lleva a conclusiones incómodas, por ejemplo que no hay nada éticamente incorrecto en que un grupo de niños peguen una paliza a otro niño hasta la muerte, o un perro que mata a otro. Para evitar esta incomodidad, quienes defienden el enfoque agencial a veces se inventan una excepción de tipo contractual cuando dicen que quienes no son agentes éticos pueden tener un «tutor», el cual dicen que es alguien que decide libremente causar o intervenir en la vida de otra persona, humana o no humana. Suelen asumir erróneamente que no existe ningún humano menor de edad que no esté tutelado, pues dicen que «todo menor ha sido parido por un agente ético»(2). Según esta «excepción tutelar», sólo el tutor es responsable de la vida y de las consecuencias de las acciones de quien está bajo su tutela, incluidas las consecuencias producidas cuando el tutor elige «no hacer nada». Además, según esta excepción tutelar y siguiendo con el ejemplo de la paliza, sólo los tutores de los niños son quienes tendrían el deber ético de intervenir para evitar la paliza, pero sólo sobre quien tutelan; los demás agentes éticos podrían observar la paliza tranquílamente, pues no son tutores de ninguno de los niños, y en este caso dicen que sí sería éticamente correcto elegir «no hacer nada». Podemos observar que quienes defienden el argumento agencial sólo hacen una conexión causal entre elegir «no hacer nada» y las consecuencias de dicha omisión cuando quien elige «no hacer nada» es un «tutor», de esta manera se desconectan de la realidad causal cuando ésta no encaja con su planteamiento. La idea de que no somos responsables de las consecuencias de elegir «no hacer nada», seamos o no seamos tutores, ya fue rebatida, pues tanto por acción como por omisión(3) somos responsables de las consecuencias que nuestras acciones y omisiones(1) tienen sobre la vida de los demás[4]; por lo tanto, como todo agente ético a priori debe intervenir para evitar que los derechos de las personas sean violados entonces la excepción tutelar carece de sentido, así como carece de sentido el argumento agencial.
(1) El enfoque agencial encaja con el rechazo al derecho a la salud, y por lo tanto con la defensa de la sanidad privada y el desmantelamiento de la sanidad pública. (2) Se olvidan de que algunos niños son hijos de menores de edad y, por lo tanto a priori no tendrían tutores. También queda la duda de saber qué piensan estas personas sobre una agresión de un niño huérfano a otro niño huérfano, pues en el caso de que el Estado deba hacerse tutor de los niños huérfanos entonces también debe hacerse tutor de los animales no humanos, al menos de todos los que sea posible. (3) La omisión ("no hacer nada" o "estarse quieto") también es una acción, pero usaremos la diferenciación "acción/omisión" por comodidad.
Los genitales son un conjunto de órganos biológicos reproductores, sexuales, hormonales y excretores. Existen dos tipos de genitales: vagina y pene. Lo habitual es que los animales tengamos una vagina o un pene, pero esto no ocurre en el 100% de los casos. Hay quienes no tienen genitales (nacieron sin ellos o los perdieron). También existen algunos casos de personas que nacieron con dos genitales. Por ejemplo, los hermafroditas tienen vagina y pene, otros nacieron con dos vaginas, y otros nacieron con dos penes.
Además de la realidad biológica, existe una realidad psicológica (la conciencia del ser) que es a lo que llamamos «ser alguien», es decir, ser una persona y no una cosa. La comunidad científica reconoce la existencia de conciencia en la especie humana y también en otras especies de animales[1]. Las personas tenemos intereses y es en dichos intereses en los que se fundamentan las normas de la Ética[2]. Lo habitual es que las personas nos identifiquemos con nuestros genitales, pero esto no ocurre en el 100% de los casos. Existen personas que no se identifican con su realidad biológica genital, y por ello solicitan una operación de cambio de sexo: los transexuales. No identificarse con los propios genitales no es una moda porque no se elige, sino que se nace así: se les educa como a niños, pero se sienten niñas, o viceversa. Nadie solicita una operación de cambio de genitales por moda, sino que cuando alguien la solicita es porque realmente se siente como dice. Puede obtenerse más información en la web Chrysallis de la Asociación de Familias de Niños Transexuales, que ha denunciado a «Hazte Oír».
A finales de febrero de 2017 la organización religiosa ultracatólica «Hazte Oír» desató la polémica al poner en circulación un autobús con un mensaje que negaba la existencia de personas transexuales.
El mensaje en el autobús de «Hazte Oír» era el siguiente:
Los niños tienen pene. Las niñas tienen vulva. Que no te engañen. Si naces hombre, eres hombre. Si eres mujer, seguirás siendo mujer.
Vemos que el mensaje de la campaña de «Hazte Oír» ignora la realidad psicológica o conciencia (lo que erróneamente ellos llaman «alma»), pues sólo tienen en cuenta la realidad biológica (los genitales). Es decir, niegan la existencia de personas transexuales, no les importan, y además llaman «mentirosos» a quienes afirman que estos existen.
Sin embargo, la realidad no es como la describe «Hazte Oír», sino que es la siguiente:
Hay algunas niñas que tienen pene. Y se operan para que les construyan una vagina. Hay algunos niños que tienen vulva. Y se operan para que les construyan un pene.
Decir lo contrario sí que es engañar. Como se vé, esencialmente existen dos ideologías: la defensa de la realidad (el pensamiento científico) y la negación de la realidad (el pensamiento mágico o religioso).
Respecto a las letras negras del autobús que dicen que «si naces hombre, eres hombre» y «si eres mujer, seguirás siendo mujer», damos la razón a «Hazte Oír», pues si un hombre nace con vulva, es un hombre, y si una mujer nace con pene seguirá siendo mujer.
Detrás de la descripción errónea de la realidad que hace «Hazte Oír» está la intención de imponer normas religiosas que, por ser normas religiosas, no se fundamentan racionalmente[3]. En el caso que nos ocupa, los religiosos afirman que «es éticamente incorrecto ser transexual». Sin embargo, la realidad es que no hay nada éticamente incorrecto en que quien no se siente identificado con el sexo de sus genitales decida operarse para cambiárselos por otros, pues al hacerlo reduce su sufrimiento y aumenta su disfrute sin frustrar los intereses de los demás. Las personas no deben estar al servicio de la realidad biológica, sino que es la realidad biológica la que debe estar al servicio de las personas. Es decir, lo importante son los intereses de las personas, no los cuerpos o apariencias.
Son los transfóbicos, mediante sus normas religiosas absurdas, los que pretenden frustrar el interés de los demás a hacer lo quieran con su propio cuerpo y los que promueven el rechazo social hacia los transexuales, creando sufrimiento, es decir, creando un mundo éticamente peor.
El autobús del odio: Hazte Oír [Háztelo mirar] (Link)
También existen algunas personas que no se sienten identificadas psicológicamente como hombres (género masculino) ni como mujeres (género femenino), y son clasificados como «género neutro» independientemente de sus genitales, pero de momento voy a dejar el tema aquí.