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El marxismo y la cuestión de la especie (Renzo Llorente, 2012)

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Renzo Llorente es profesor de Filosofía en Saint Louis University (Madrid) y es autor de numerosos artículos sobre filosofía política, ética aplicada y filosofía latinoamericana. Su artículo «El marxismo y la cuestión de la especie» fue publicado en el número 125 de la «Revista Viento Sur», en noviembre de 2012, (pags. 59-67).

La publicación de este artículo en RespuestasVeganas.Org no implica necesariamente estar de acuerdo con todas y cada una de las ideas expresadas por su autor; sin embargo, considero interesante su publicación por la aportación que puede hacer al movimiento abolicionista por los Derechos Animales (derecho a la salud y a la vida).




Como es sabido, Marx afirmaba que la liberación del proletariado traería consigo una “emancipación universal” (Marx, 1982, p. 501; cf. pp. 499-500), la cual suele identificarse con un mundo en el que ha sido eliminada toda expresión de explotación, dominación y opresión (o al menos las manifestaciones sistémicas de estos males). Si bien esta tesis de Marx ha sido discutida y criticada en repetidas ocasiones(1), tanto por los detractores del marxismo como por los que pertenecen a grupos oprimidos distintos del proletariado, muy pocas personas parecen haber reparado en la exclusión implícita de los animales no humanos de la esperada emancipación universal. Millones de animales no humanos son sometidos a la explotación, dominación y opresión, y por tanto sería de esperar que ellos también se beneficiaran de una emancipación universal, entendida en el sentido marxista. Aun así, dentro de la tradición marxista son contados las y los teóricos que han reconocido la necesidad de replantear la noción de “emancipación universal” a fin de que abarque también la liberación de los animales no humanos(2). De hecho, por lo general las y los marxistas han mostrado incomprensión, indiferencia o incluso cierto desprecio hacia el movimiento por la liberación animal(3), a pesar de manifestar simpatía y solidaridad hacia otros movimientos sociales que también han surgido y se han consolidado durante las últimas décadas (por ejemplo, el movimiento ecologista, el movimiento feminista o el movimiento por la liberación de los gays y lesbianas).

En este ensayo presento algunas consideraciones que respaldan la tesis de que las y los marxistas deben reconocer y defender las necesidades de animales no humanos que sufren formas de opresión, explotación y dominación diseñadas y sostenidas por seres humanos. Si mis argumentos están en lo cierto, los marxistas deberían incluir la liberación animal entre sus reivindicaciones, y deberían hacerlo por las mismas razones que los llevan a comprometerse con la liberación de la clase trabajadora y otros grupos oprimidos(4).

Contrariamente a lo que muchos tienden a creer, existen varias afinidades fundamentales entre el marxismo y el movimiento por la liberación animal, como Ted Benton ya observó hace casi dos décadas, en su libro Natural Relations (Relaciones Naturales). ¿Cuáles son estas afinidades? Veamos algunas de ellas brevemente y empecemos con los paralelismos más obvios, pero importantes, entre estas dos tradiciones.

Podemos constatar, en primer lugar, uno de los paralelismos más llamativos entre la liberación animal y el marxismo en el hecho de que las estructuras y los métodos de explotación, dominación y opresión sistemáticas a las que se enfrentan los dos movimientos son extraordinariamente parecidos. Consideremos, por ejemplo, una de las principales preocupaciones de quienes abogan por la liberación animal: el sistema de cría y gestión de los animales conocido comúnmente como “la granja industrial”. La motivación que lleva a quienes se interesan por el bienestar de los animales a condenar las granjas industriales se centra en los innumerables daños que sufren los animales criados en estas condiciones, los cuales generalmente incluyen severas limitaciones al desarrollo, funcionamiento y comportamiento normales de los animales, así como formas de tratamiento que tienden a producir un dolor físico agudo, las más de las veces sin ninguna posibilidad de alivio. Aunque las críticas a las granjas industriales centradas en estos males se entienden fácilmente, no se suele apreciar el gran parecido entre estas críticas –sobre todo cuando se exponen con detalle– y las denuncias de las y los marxistas con respecto a la organización del trabajo en una típica fábrica capitalista. Pero resulta que, como señala Benton muy acertadamente,

gran parte del contenido del contraste de Marx entre una vida humana llena o emancipada y una existencia deshumanizada y enajenada puede también aplicarse al análisis de las condiciones impuestas por regímenes de cría intensiva (es decir, el sistema que rige las “granjas industriales”) en el caso de los animales no humanos (Benton, 1993, p. 59; traducción propia).

No es sorprendente, por tanto, que muchas categorías analíticas marxistas también se presenten como las herramientas más adecuadas para fundamentar una condena de las granjas industriales.

Otro importante paralelismo entre el marxismo y el movimiento por la liberación animal se debe al hecho de que se utilicen métodos y técnicas muy similares para ocultar y mantener tanto el maltrato de los animales encerrados en las granjas industriales como la opresión de los trabajadores bajo el capitalismo. Es decir, existe un parecido evidente con respecto a los métodos o técnicas que dificultan una posible concienciación acerca de las injusticias inherentes en nuestro sistema actual de producción de alimentos y los que se emplean para ocultar las injusticias presentes en el sistema capitalista de producción de mercancías y de provisión de servicios. Al analizar el capitalismo críticamente, las y los marxistas deben bregar con la complejidad del proceso de producción y distribución, así como con las técnicas de marketing y con los mecanismos ideológicos que impiden apreciar los daños padecidos -un ambiente laboral insalubre, una remuneración inadecuada, una ausencia total de autonomía laboral, una división del trabajo opresora, una estructuración rígida de las rutinas ocupacionales, etc.- en la creación de muchos de los bienes y servicios que disfrutamos y cuya disponibilidad damos por sentada. Del mismo modo es evidente, tal como afirma Benton en un artículo escrito en colaboración con Simon Redfearn, que

las formas institucionales y las imágenes difundidas por las campañas de marketing de la industria cárnica conspiran para asegurar que el proceso desaparece en el producto’ de modo aún más decisivo que en el caso de todos los demás productos de consumo. Los consumidores de carne cada vez más frecuentemente adquieren dicho producto en formas altamente procesadas, envuelto de tal modo que no evocan para nada su naturaleza de cadáver de animal muerto (Benton y Redfearn, 1996, p. 47; traducción propia).

Una tercera similitud básica entre el marxismo y la liberación animal tiene que ver con sus respectivas pretensiones emancipatorias y el radicalismo de sus planteamientos frente a la sociedad actual. Con respecto a las pretensiones emancipatorias de la liberación animal, cabe destacar que, al igual que ocurre en el caso del marxismo, se suele afirmar que la liberación animal trasciende los intereses seccionales de un grupo oprimido y serviría a su vez para eliminar otras formas de opresión, a saber, algunas formas de opresión humana. En palabras de Peter Singer, “La liberación de los animales es, también, la liberación de los humanos” (Singer, 1999, p. 25). La “liberación” a la que Singer alude en este pasaje tiene que ver con el beneficio que recibirían los seres humanos desnutridos como consecuencia de la adopción universal del vegetarianismo, dado el derroche masivo generado por el presente sistema de producción de carne. Pero afirmar que la liberación animal traería consigo la liberación humana también ha sido interpretado en términos de una liberación gustativa, en el sentido de que poner fin a la dependencia psicológico-cultural de una dieta basada en el consumo de carne posibilitaría la aparición de nuevos gustos y apetitos, al tiempo que nos impulsaría a satisfacerlos. Por otro lado, hay quienes sostienen que la liberación animal acarrearía una especie de liberación humana también en la medida en que la inclusión de (al menos algunos) animales dentro de la comunidad moral y el debido reconocimiento de nuestras obligaciones morales para con ellos nos permitiría alcanzar una mayor coherencia ética y realzaría así nuestro calibre moral(5).

Respecto al radicalismo del movimiento “animalista”, la consecución de la liberación animal supondría una transformación radical de nuestras sociedades por la redefinición de la comunidad moral que conlleva. Como ha señalado Steven Sapontzis, “los animales forman el grupo más extensa y completamente explotado en la tierra. Por tanto, liberar a los animales tendría el mayor impacto en nuestras vidas de cualquier movimiento de reforma moral hasta ahora” (Sapontzis, 1987, p. 197; traducción propia). La tesis de Sapontzis no supone ninguna exageración: un cambio profundo en el estatus moral que otorgamos a muchos tipos de animales no humanos y la correspondiente redefinición de nuestros deberes hacia ellos provocaría, sin duda alguna, una transformación radical en numerosísimas costumbres, leyes, instituciones, etc. Sin ir más lejos, la adopción generalizada del vegetarianismo exigiría unos cambios muy considerables en nuestro estilo de vida personal, por no hablar de la extensa reestructuración socioeconómica que tal medida haría necesaria.

Este radicalismo es, dicho sea de paso, una de las razones por las que mucha gente percibe la liberación animal como un movimiento vagamente amenazante y hasta subversivo, lo cual nos recuerda la inquietud que la perspectiva de una revolución socialista produce incluso entre algunas de las personas que más se beneficiarían de ella. Es más, es probable que un compromiso con la liberación animal, acompañado de la adopción del vegetarianismo moral que normalmente conlleva, suscite aún más hostilidad e incomprensión entre los demás (o sea, entre los que no comparten este compromiso) que, por ejemplo, una defensa de un punto de vista ultra-izquierdista ante los que tienen una postura muy conservadora. Aunque hay, seguramente, varias razones que explican esta actitud hacia los que han abrazado la causa de la liberación animal, quizá la más decisiva tenga que ver con el cuestionamiento de identidad cultural que el compromiso con la liberación animal conlleva. No olvidemos que comprometerse con la causa de la liberación animal obliga a repensar y modificar varias actividades, tales como las comidas, que por lo general se consideran “pre-políticas” y moralmente neutrales; las exigencias de los defensores de la liberación animal tienden a ser percibidas, por tanto, como especialmente alienantes: ellos parecen poner en duda y politizar algunas de la actividades y relaciones que forman la base de nuestros vínculos más básicos con familiares y amigos. Y huelga decir que ello no puede dejar de afectar a dichos vínculos.

Lo que acabo de describir son, a mi entender, las afinidades y semejanzas más destacables entre el marxismo y la liberación animal en un plano un tanto superficial, o en todo caso en el plano práctico y político. Pero existe también una afinidad normativa entre el marxismo y la liberación animal a un nivel mucho más fundamental –es decir, en un orden teórico–, la cual explica la naturaleza de la condena de la dominación, explotación y opresión que es común a los dos movimientos. Esta afinidad consiste principalmente en un compromiso con el igualitarismo radical. En el caso de la liberación animal, este compromiso se plasma en la afirmación del principio de igual consideración de intereses.[1]

Dicho principio nos obliga a “otorgar el mismo peso moral a los intereses relevantemente similares de individuos diferentes” (DeGrazia, 1998, p. 163; traducción propia). Es decir, si suscribimos el principio de “igual consideración de intereses” y algunos intereses similares de individuos distintos se ven afectados de la misma manera (teniendo en cuenta las diferencias entre los portadores de dichos intereses), debemos conceder a estos intereses la misma consideración. Así pues, según este principio el interés de dos individuos en evitar cierto dolor o sufrimiento, por ejemplo, debería recibir la misma consideración, aunque uno de estos individuos no sea un ser humano. Por tanto, si se somete a dos seres a niveles de dolor que constituyen, dadas sus capacidades respectivas, grados comparables de sufrimiento o zozobra, el mal moral del dolor infligido debería ser considerado el mismo en los dos casos(6).

Está claro, en fin, que se debe considerar el principio de “igual consideración de intereses” la expresión de un igualitarismo radical, puesto que este principio nos obliga a tener presentes los intereses de todos los seres afectados por un acto o una práctica, independientemente de la especie a la que pertenezcan. Por consiguiente, en la medida en que este principio sirve como fundamento para la liberación animal, cabe afirmar que la base moral de este movimiento reside en un igualitarismo radical.

En cuanto al marxismo, el compromiso con una forma de igualitarismo radical es también fundamental, si bien menos explícito. Se puede apreciar, por ejemplo, en el conocido pasaje del Anti-Dühring en el que Engels aclara que la “supresión de las clases” constituye “el contenido real de la exigencia proletaria de igualdad” (Engels, 1968, p. 96; cursiva en el original). La desaparición de las clases constituiría una forma de igualitarismo radical, ya que, además de ofrecer una igualdad mucho más profunda que la que encontramos en los otros modelos estándares de igualdad política y social, dicho orden social seguramente no dejaría de producir una “igualdad de condición” parecida a la que convencionalmente está asociada precisamente con el término igualitarismo radical. Pero hay otro pasaje de la obra de Marx y Engels que también expresa el compromiso marxista con un igualitarismo radical y que además formula dicho compromiso de manera que resulta más o menos equivalente al principio de “igual consideración de intereses”. Este pasaje aparece en la Crítica del Programa de Gotha y constituye una de la más conocidas consignas de Marx: “¡De cada cual, según sus capacidades; a cada cual, según sus necesidades!” (Marx, 1971, p. 24)(7). La semejanza de este principio con el de “igual consideración de intereses” es muy llamativa, y lo es más aún una vez que reconocemos que las “necesidades”, en el sentido de la consigna de Marx, pueden interpretarse como “intereses esenciales generales”(8). Por lo tanto, insistir en que el trato que alguien recibe se debe determinar en función de sus necesidades equivale a decir, en la práctica, que el trato que recibe debe determinarse en función de ciertos intereses que tiene. Como, además, es de suponer que Marx y Engels defienden la misma consideración para todos –el único procedimiento coherente en una sociedad en la que las divisiones de clase han sido suprimidas–, el principio enunciado por Marx viene a significar aproximadamente lo mismo que el de “igual consideración de intereses”, el cual es, como acabamos de ver, precisamente el principio que suelen invocar los animalistas al exigir una mayor consideración para con el bienestar de los animales.

Como he tratado de demostrar en las líneas anteriores, existen muchas afinidades básicas, y hasta fundamentos normativos similares, entre el marxismo y la liberación animal. Si es así, ¿cómo explicar el hecho de que por lo general las y los marxistas no se tomen en serio las pretensiones del movimiento por la liberación animal?

Si hay muchas razones que llevan a la gran mayoría de las y los marxistas a desatender la causa de la liberación animal, la más decisiva, sin lugar a dudas, es la misma razón por la cual la mayoría de las personas, sea cual sea su inclinación política, continúa mostrando indiferencia o desdén hacia este movimiento: a saber, una adherencia más o menos consciente al especismo[2]. En su sentido más amplio, el especismo se refiere a cualquier discriminación en función de la especie. Es decir, practicamos el especismo siempre que tratamos los intereses de otras especies (o los de miembros determinados de otras especies) con menos consideración que la que damos a similares intereses humanos y por la sencilla razón de que los portadores de aquellos intereses no son seres humanos. (Cuando se trata de intereses que los seres humanos no tienen, el especismo se refleja en la tendencia a desatender estos intereses completamente o a otorgarles sólo la más mínima consideración.)

Si es cierto que el especismo explica la indiferencia hacia la liberación animal en el caso de la mayoría de las y los marxistas, nos deberíamos plantear dos interrogantes: ¿Es el especismo moralmente defendible?; y: ¿Hay algún componente del marxismo que lo obligue a abrazar el especismo?

Con respecto a la primera pregunta, me limitaré a decir que considero el especismo filosóficamente insostenible y que una justificación coherente del especismo aún está por aparecer(9). En cuanto a la segunda pregunta, parece evidente que no existen elementos esenciales al marxismo que lo condenen a una postura especista, ya nos centremos en cuestiones en mayor o menor grado prácticas y políticas o bien nos ocupemos de consideraciones más fundacionales. No hay ninguna razón práctica o política porque no existen conflictos de interés esenciales entre las víctimas de la opresión de clase y los animales no humanos oprimidos. Dicho crudamente, la defensa de los intereses de los animales no perjudica los intereses de la clase obrera, dado que no tiene que afectar negativamente a los intereses económicos de dicha clase, ni supone un impedimento para la consecución de sus objetivos políticos, ni sirve para reforzar la estabilidad estructural del capitalismo(10).

En lo que respecta a la teoría, hay menos razón aún para pensar que el marxismo presupone o implica alguna aceptación del especismo. Ello es así porque un materialismo consecuente –y máxime un materialismo asentado en una explicación evolutiva del desarrollo de los seres humanos– es incompatible con el supuesto de una oposición radical entre los seres humanos y todas las demás especies, el cual suele ser una premisa esencial del especismo. Hay, además, otra razón, vinculada a la orientación moral del marxismo que he comentado antes, para suponer que el marxismo no tiene que basarse en ningún tipo de especismo y es que, como subraya Benton, “para el principio socialista de justicia distributiva (plasmada en la famosa consigna de la Crítica del Programa de Gotha)…no existe un obstáculo ontológico para su extensión más allá de las fronteras de las especies” (Benton, 1993, p. 212; traducción propia). Del mismo modo que aplicar este principio únicamente a un sexo, a una raza, a un grupo étnico, etc. sería basar su aplicación en criterios moralmente arbitrarios, también sería arbitrario restringir su aplicación según criterios de especie, o sea, restringir su aplicación a los seres humanos. Entonces, si consideramos el principio “¡De cada cual, según sus capacidades; a cada cual, según sus necesidades!” un componente esencial del marxismo y este principio no implica ninguna forma de discriminación en función de la especie, se puede concluir que no hay ningún motivo para que ni el marxismo ni la concepción de sociedad comunista que este movimiento reivindica tengan una orientación especista. Por lo demás, si de la sociedad comunista se trata, merece la pena recordar que el propio Engels sostiene que el establecimiento de una sociedad sin clases facilitará u operará un notable progreso moral (Engels, 1968, p. 83)(11). Pues bien, si el progreso moral exige la superación del especismo (por ser moralmente insostenible) y la sociedad comunista habrá de generar progreso moral, es de esperar que el conjunto de preceptos que sustituya una moralidad sesgada por la influencia de las divisiones de clase estará exento del especismo que ha caracterizado casi todos los códigos y actitudes morales a lo largo de la historia humana.

En este breve artículo me he planteado aclarar algunas de las afinidades, tanto teóricas como prácticas, entre el marxismo y el movimiento por la liberación animal, y de esta manera ayudar a impulsar un acercamiento del primero al segundo. Si se produce este acercamiento y el marxismo integra en su postura política un compromiso con los animales explotados y oprimidos, se podrá afirmar con más razón aún que la liberación que el marxismo promete se aproxima a una liberación verdaderamente universal.





ARGUMENTO: “El número de muertes no aumenta la gravedad de un hecho”

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RESUMEN:¿Qué es el dilema del tranvía? ¿tienen valor las vidas de las personas? ¿es peor elegir que mueran más personas que elegir que mueran menos? Éstas son algunas de las preguntas a las que aquí voy a responder.

La axiología es la rama de la Filosofía que se encarga de estudiar el valor. Debemos respetar a los demás porque cada uno de ellos es éticamente valioso en sí mismo, es decir, porque tiene valor intrínseco, esto implica no elegir hacerles un mal mediante una omisión. Si valoramos a un ser sintiente más que 0 entonces con más razón deberemos valorar la vida de dos seres sintientes equivalentes. Dar más valor a un mayor número de seres sintientes equivalentes no significa que no se deba respetar a quienes son menos.

Palabras clave: axiología, cuantificación ética, dilema del tranvía

1. A priori tenemos el deber de prestar auxilio. En un artículo anterior demostré que existe una relación causa-efecto entre lo que se elige no hacer y las consecuencias de dicha omisión, por lo tanto a priori tenemos el deber de prestar auxilio.[1] Prestar auxilio no es una opción personal, es una obligación ética. Por ejemplo, si un tranvía circula fuera de control por una vía y va a atropellar a unas personas atadas a la vía entonces a priori tenemos el deber de accionar la palanca que desviará el tranvía a otra vía en la que no hay nadie. Si no desviáramos el tranvía entonces seríamos responsables de las consecuencias de dicha omisión. A partir de esta idea, que se asume en este artículo, voy a tratar el tema de la cuantificación del valor del número de personas.

2. El dilema del tranvía es uno de los dilemas más importantes de la Ética, pues muestra claramente la diferencia entre un marco normativo «deontologista» y un marco normativo consecuencialista. El dilema del tranvía, ideado por Philippa Foot (1920-2010), nos presenta el siguiente dilema: «Un tranvía corre fuera de control por una vía. En su camino se hallan cinco personas atadas a la vía por un filósofo malvado. Afortunadamente, es posible accionar una palanca que encaminará al tranvía por una vía diferente, por desgracia, hay otra persona atada a ésta. ¿Debería pulsarse el botón?». En el dilema del tranvía sólo sabemos el número de personas que hay atadas a las vías, desconocemos cualquier otra información sobre ellas que pudiera modificar su valor como unidad[2]; de esta manera sólo se tienen en cuenta dos cosas: (a) el papel que juegan las omisiones en la Ética, y (b) la cuantificación del valor del número de personas. Como también somos responsables de las consecuencias de las omisiones entonces debemos elegir el mal menor. El mal menor es que mueran el menor número de personas, por lo tanto debemos accionar la palanca para que el tren atropelle a la persona que está en la otra vía.


Dilema del tranvía: ¿Matarías a una persona para salvar cinco? (Link)

3. Las personas que dicen que no tenemos el deber de prestar auxilio defienden que es una opción personal elegir salvar la vida a 1 persona o no salvar a nadie, por lo tanto también defienden que no tenemos la obligación ética de salvar la vida al mayor número de personas. Para comprender esto que acabo de decir podemos plantear un dilema al que llamaremos «el dilema de los dos tranvías» y que es el siguiente: «Dos tranvías, A y B, corren fuera de control por dos vías paralelas. Un filósofo malvado ha atado a una persona en la vía por la que circula el tranvía A y ha atado a cinco personas en la vía por la que circula el tranvía B. Afortunadamente, existe un botón A que detiene al tranvía A y un botón B que detiene al tranvía B. Por desgracia, el sistema sólo permite detener un tranvía al mismo tiempo. ¿Tenemos la obligación ética de pulsar el botón B para salvar al mayor número de personas?». Las personas que rechazan el deber de prestar auxilio responderán que no existe la obligación ética de salvar al mayor número de personas, pues consideran que es éticamente correcto elegir no salvar la vida a las personas, es decir, matarlas por omisión.[2]

4. Algunas personas que rechazan el deber de prestar auxilio dicen que es tan éticamente incorrecto matar directamente a una persona como matar directamente a X personas. Por ejemplo, en un artículo titulado «El dilema del tren» (otro blog del autor del blog Filosofía Vegana) se lee lo siguiente: «Cada persona, por el hecho de ser persona, tiene el mismo valor moral intrínseco que cualquier otra. Así que no se pueden "sumar" personas como si fueran números. Cinco [5] tiene mayor valor matemático que uno [1]; pero no tiene mayor valor moral. Las personas no son números; son individuos que poseen un valor inherente que no puede [debe] ser violado para nuestro beneficio o para beneficio de otros. El principio del valor intrínseco de la persona es la base de la moral (...) los números son relevantes para las matemáticas pero no son argumentos morales a la hora de establecer decisiones correctas». Por lo tanto estas personas consideran que es éticamente igual de incorrecta una acción que mata a 2 personas, que una acción que mata a 10000 personas o a X personas (ver imagen adjunta). El error de estas personas es que realmente no reconocen el valor intrínseco de cada ser sintiente porque niegan la individualidad: sólo tienen en cuenta la acción que se origina en el sujeto (por ejemplo, el acto de matar), no las consecuencias (cada persona muerta). Por ejemplo, dos personas, Ana y Borja, tienen dos valores intrínsecos: el valor intrínseco de Ana y el valor intrínseco de Borja; por lo tanto afirmar que no existe ninguna diferencia a nivel ético entre una acción que asesina a Ana y una acción que asesina a Ana y también a Borja, implica negar el valor intrínseco de Borja, limitándose a condenar el «asesinato de alguna persona», sin tener en cuenta el valor intrínseco de cada persona concreta asesinada. La negación del valor intrínseco individual es la razón por la que estas personas sólo juzgan éticamente las acciones de los agentes éticos[3] y no la muerte de personas en sí misma (sea cual sea la causa que acabó con dicho valor intrínseco), por eso no consideran un problema ético que mueran 2 personas por la caída de un rayo o que seis millones de niños mueran cada año por falta de medicinas, pues recordemos que, erróneamente, estas personas rechazan el deber de prestar auxilio[2].

5. Algunas personas que aceptan el deber de prestar auxilio dicen que elegir salvar la vida al mayor número de personas es una discriminación arbitraria hacia quienes pertenecen al grupo minoritario. Asimismo, consideran que elegir realizar una acción que salva la vida a menos individuos que a más es una discriminación arbitraria contra quienes pertenecen al grupo mayoritario. Por lo tanto, dicen, que «si hay que elegir entre salvar a un grupo de individuos o salvar a otro entonces no hay que tener en cuenta el número de individuos que componen cada grupo, sino tirar una moneda al aire para que mediante el azar no se discrimine arbitrariamente a nadie». Este argumento falla al aplicar el Principio de Igual Consideración de Intereses, pues elegir salvar a más personas que a menos es una discriminación, pero no es arbitraria[4]. Por ejemplo, sería una discriminación arbitraria no permitir el acceso al cine a las personas que van solas y permitírselo a quienes van acompañados, pues ello no es relevante para comprar una entrada y ver una película. Asimismo, es una discriminación elegir salvar a más personas que a menos personas o elegir salvar a menos personas que a más personas, pero no es arbitrario, pues la Ética defiende la salud y la vida de las personas y por lo tanto no es arbitrario salvar al mayor número de ellas.



Richard Stallman nos habla sobre elegir el menor mal (Link)




ARGUMENTO: "El veganismo es una moda, ya se les pasará..."

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RESUMEN:¿El veganismo es una moda? Ésta es la pregunta a la que aquí voy a responder.

Afirmar que el veganismo es una moda demuestra un gran desconocimiento, pues el veganismo fue creado en el año 1944 por Donald Watson y desde entonces no hace más que crecer. Quienes dicen que el veganismo es una moda suelen ser antropocentristas que dirán que respetar a los humanos no es una moda, sino un deber ético (o un deber religioso). El antropocentrismo está rebatido porque el deber ético no se origina en la especie humana, sino en los intereses, por eso la Ética es sensocentrista. El veganismo es poner en práctica la Ética, y eso no es una moda.

Palabras clave: moda

Algunas personas dicen que «el veganismo es una moda, ya se les pasará...». Según este argumento, respetar a quienes no son humanos es una cuestión de gustos que, igual que ha aparecido, desaparecerá o «pasará de moda». De esta manera intentan quitar importancia al veganismo, al pretender interpretarlo como algo pasajero, superficial, sin fondo. Afirmar que el veganismo es una moda demuestra un gran desconocimiento, pues el veganismo fue creado en el año 1944 por Donald Watson[1] y desde entonces no hace más que crecer. Quienes dicen que el veganismo es una moda suelen ser antropocentristas que dirán que respetar a los humanos no es una moda, sino un deber ético (o un deber religioso[2]). El antropocentrismo está rebatido porque el deber ético no se origina en la especie humana[3], sino en los intereses[4], por eso la Ética es sensocentrista.[5] El veganismo es poner en práctica la Ética, y eso no es una moda. Quienes están en contra de la Ética y del veganismo intentarán manipularlo para convertirlo en una moda (vanidad), en un estilo de vida (estilismo), o en mirar por la propia salud (egoísmo), y para lograrlo desviarán la atención hacia los objetos para ignorar a los seres sintientes. Para luchar contra esa manipulación es importante que no enfoquemos el veganismo en los objetos, sino en el derecho a la salud y a la vida de los demás seres sintientes. Por ejemplo, los veganos no rechazamos el consumo de carne «porque es carne» (por asco o por salud), sino «porque asesinan para obtenerla»[6]; y de igual manera, los veganos no rechazamos el consumo de prendas de piel «porque son piel de animales» (por moda), sino «porque asesinan para obtenerla».[7] Así con todo.



Huellas Cantabria - Lo que hay que comprender (Link)

Si un ser sufre, no puede existir justificación moral para rehusar tomar ese sufrimiento en consideración. No importa la naturaleza del ser, el principio de igualdad requiere que su sufrimiento se considere igual al sufrimiento semejante de cualquier otro ser... Es probable que llegue el día en que el resto de la creación animal pueda adquirir aquellos derechos que jamás se le podrían haber negado a no ser por obra de la tiranía.
Jeremy Bentham




NOTICIA FALSA: "Sonia Sae está matando a su zorro vegano"

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Desgraciadamente otra vez ha vuelto a ocurrir. Los medios de desinformación antropocentristas han vuelto a difundir una noticia falsa con el objetivo de crear un escándalo contra el veganismo. No es de extrañar, pues el periodismo antropocentrista defiende el maltrato animal, incluido el asesinato.

Esta vez las víctimas de la prensa antropocentrista han sido Sonia Sae, una chica vegana que defiende los Derechos Animales, y Jumanji, un zorro del desierto o fénec (Vulpes zerda) que convive con ella desde 2014.

El origen de la «noticia»

El origen de la noticia falsa fue un post de Facebook de una tal Alice Natanya Moore, en el que decía que Jumanji estaba siendo maltratado por Sonia porque le estaba alimentando de manera vegana. Posteriormente Alice borró dicho post, así lo reconoció: «Mi post previo fue eliminado pero eso no me detendrá a la hora de denunciar esto».

Jumanji tiene alergia al polen. Esta alergia se manifiesta durante las estaciones de polinización vegetal (primavera/verano) y desaparece cuando ésta termina (otoño/invierno).

La prensa antropocentrista ha usado UNAS FOTOS DE HACE 3 AÑOS, en las que se ve a Jumanji en mal estado de salud porque está con alergia, para hacerlas pasar como fotos actuales, asociándolas a su alimentación vegana y a que Sonia «le fuerza o somete» a comer así.

Como podrás ver en las publicaciones que subo, Jumanji tiene todo su pelo y las difamaciones que se han hecho son mentira. Toda esta 'bola' que ha empezado con una publicación que una niña hizo en Facebook queriendo hacerme daño e inventándose todo lo que se le ocurriese, cogiendo fotografías de la alergia que Jumanji tuvo en 2015 y escondiendo las fechas de dichas fotografías. —Sonia Sae

Por si no fuera poco, resulta que en esas fotografías de 2015 Jumanji comía carne.

Una avalancha de idiotas contra Sonia Sae

La noticia falsa ha tenido como consecuencia que una avalancha de idiotas y de violentos, a los que siempre manipulan y engañan, se lanzarán a insultar a Sonia, a la que incluso han amenazado de muerte. Sonia, para evitar el acoso de tanto indeseable, decidió hacer privada su cuenta de Instagram:

Mi instagram es privado en este momento debido a todas las amenazas de acoso y muerte que he estado recibiendo. He estado lidiando con mucha ansiedad debido a esta situación. Es por eso que estoy dudando en hacer una presentación aquí o no. Imagine que una persona toma fotos de 3 años de una alergia que su bebé tiene en primavera/verano y comienza una mentira viral que muchas páginas comparten sin verificar la verdad. ¿Cómo te sentirías?  —Sonia Sae

Sonia Sae demuestra que Jumanji está sano y feliz

La Realidad es que Jumanji se encuentra muy sano y feliz, pero esto no les gusta para una noticia, pues refuta los prejuicios antropocentristas. En el siguiente vídeo de su canal de Youtube, así como en su Facebook, Sonia Sae nos muestra el buen estado de salud de Jumanji y lo feliz que se siente viviendo junto a ella y su gato.


I'm that girl who feeds her fox vegan. The truth about Jumanji (Link)

La alimentación vegana del zorro Jumanji

En otro artículo expliqué que la ciencia afirma que los animales omnívoros y carnívoros pueden estar sanos con una alimentación vegana si ésta incluye los nutrientes que necesitan en la proporción adecuada[1], por eso existen piensos veganos en el mercado. De esta manera evitamos que unos seamos asesinados para alimentar a otros. Sonia está alimentando a Jumanji con un pienso vegano para gatos de la marca AMÌ (ver imagen). Este pienso contiene nutrientes que necesitan los carnívoros y que no se encuentran en los vegetales, por ejemplo taurina sintética. Sonia afirma que el peso de Jumanji está en 1,3 kg a 1,4 kg, que es un peso normal para un zorro fénec, y que Jumanji «está en buena forma, sus pruebas de sangre son buenas, está sano, juguetón y no ha mostrado signos de malnutrición a lo largo de alrededor de tres años». Cualquiera que tenga ojos y vea los vídeos actuales de Jumanji verá a un animal con un buen pelaje, con muchísima energía y feliz. Así estaba Jumanji el 7 de marzo de 2018:




Los idiotas de la secta de «lo natural»

Algunos idiotas, para profundizar en su estupidez, dicen que «el zorro Jumanji está sano con una alimentación vegana, pero esa alimentación no es natural para él, va contra la naturaleza».

Cuando estas personas afirman que «existe lo "no natural"» usan la falacia de la naturaleza, pues la Realidad es que lo «no natural» no existe, es un concepto religioso; la Realidad es que todo es natural.[2] Apoyándose en dicha falacia, usan otra: la falacia de apelación a la naturaleza, según la cual «lo "natural" es bueno y lo "no natural" es malo», sin embargo ésta es una asociación absurda que también forma parte del sistema normativo de muchas religiones.[3]

La hipocresía antropocentrista

Los antropocentristas aparentan que les preocupa la salud y la vida de Jumanji, sin embargo rechazan el derecho a la salud y a la vida de quienes no son humanos, ¿se puede ser más hipócrita?... Dicen que les preocupa la salud de Jumanji, pero no les preocupa la salud de otros animales que serían matados por él y que una alimentación vegana puede evitar.

Los antropocentristas tienen muchos prejuicios, pues desde que nacieron han sido adoctrinados para que los tengan. Como muestra de su ignorancia y maldad, incluso han creado una petición de recogida de firmas para que el Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) separe a Sonia y a Jumanji, a pesar de lo trágico que sería para ambos. Como dije, realmente no les importan los demás animales, sino sólo seguir imponiéndonos sus absurdas creencias que causan tantísimo sufrimiento y matanzas.

Los defensores de la Ética apoyan a Sonia Sae

Desde aquí envío un gran aplauso para Sonia Sae, ella es una gran defensora de los Derechos Animales que está luchando contra los prejuicios y contra la estupidez. Al margen de las diferencias que todos tenemos, toda persona ética (vegana) debe apoyar a Sonia Sae en estos momentos tan desagradables que está viviendo.

Estoy profundamente agradecida por todo el apoyo que he estado recibiendo y quiero dar las gracias a toda la gente que me ha mandado mensajes preguntando educadamente por la salud de Jumanji sin acosarme ni amenazarme con matarme.  —Sonia Sae


Iré actualizando el artículo con más información relevante que encuentre. A continuación dejo algunos artículos sobre el tema:

"Sonia Sae and Jumanji the fennec fox"
https://www.glassbrick.co/captivity/sonia-sae-and-jumanji-the-fennec-fox/



Vota por el veganismo en Premios 20Blogs 2018

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Otro año más llegan los Premios 20Blogs. Este año 2018 se celebra la XII edición de este concurso internacional de blogs que organiza el periódico 20Minutos. He decidido apuntar al blog Respuestas Veganas en el concurso, no sin dificultades. Participo en la categoría Solidario, que está dedicada para blogs que tratan temas de «igualdad, defensa de los valores sociales, éticos, morales…». Sí, el respeto, defender el derecho a la salud y a la vida de todos los seres sintientes encaja en esa categoría, pero respetar a los demás seres sintientes no es solidaridad, ni caridad, ni una opción personal (opcionales), sino un deber ético: es una obligación a priori.[1]



Los premios

Un trofeo para el mejor blog de cada una de las 19 categorías. Los 19 ganadores serán elegidos por el jurado de los Premios 20Blogs. Los blogs más votados de cada categoría entrarán de forma directa en la final de la categoría.

Un trofeo y un premio de 5000 euros para el mejor blog de todas las categorías. Será elegido por los miembros del jurado de los Premios 20Blogs. El ganador se compromete a ser bloguero en el periódico 20Minutos.

Difícil ganar, pero el veganismo debe estar ahí

Como puede leerse en las bases del concurso, el poder de decisión está en los miembros el jurado, que también tienen sus prejuicios. Sin embargo, considero importante obtener muchos votos para, al menos, hacer visible este blog y el veganismo, lo cual es posible si me ayudáis difundiendo mi participación en el concurso y si me dáis vuestro voto.

Sé que es difícil, pero si gano el premio al mejor blog entonces donaré los 5000 euros del premio a la causa del veganismo: donaciones a santuarios, impresión de folletos de veganismo, etc. Todo contrastado con facturas y transferencias bancarias que haré públicas.

Y eso es todo, compañeros. Ahora todo depende de vuestro apoyo. Las votaciones comenzarán el lunes 26 de marzo de 2018 y terminarán el 11 de abril de 2018. Creo que podréis votar por RespuestasVeganas.Org pulsando aquí.


Si tengo nueva información actualizaré este artículo. Gracias por estar ahí y por tu apoyo.



MALTRATO: Producción de leche animal

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Quien dice que «los humanos deben ser respetados porque son humanos» no está dando ninguna razón, está defendiendo una ética hueca, pues ya sabemos que «los humanos son humanos», «los blancos son blancos» y los «hombres son hombres». La razón por la que un humano debe ser respetado es porque tiene una conciencia[1] gracias a la cual puede sufrir y disfrutar, y por lo tanto tiene intereses respecto a dichas experiencias que deben ser éticamente considerados. Quienes no son humanos deben ser respetados exáctamente por esta misma razón. Discriminar a alguien porque es una determinada especie es especismo[2]. El especismo es una discriminación arbitraria que sigue el mismo patrón que siguen todas las discriminaciones arbitrarias, como lo son el racismo, el sexismo, etc.





DAIRY IS SCARY! The industry explained in 5 minutes (Link) (subtitulos en español)


1. Introducción a la explotación láctea

La leche es una secreción producida por las glándulas mamarias de las hembras de los mamíferos. La principal función de la leche es la de nutrir a los hijos hasta que son capaces de digerir otros alimentos.

Los humanos comenzaron a explotar a animales no humanos para robarles su leche hace unos 11.000 años, especialmente en oriente medio, y las primeras víctimas fueron las vacas y las cabras. Posteriormente, entre el año 9000 y 8000 a. C., se explotó o las ovejas por su leche, y posteriormente se fue explotando a animales de otras especies. Actualmente el animal más explotado por su leche es la vaca, pero también se explota a cabras y ovejas, búfalos, camellos, yeguas, alces, cerdos, llamas, etc. para extraerles leche.

La leche contiene microorganismos dañinos para el ser humano, por eso es tratada mediante varios procedimientos antes de ser comercializada: pasteurización, UHT, esterilización, etc.

2. Los mamíferos producen leche porque han parido

Algunas personas creen que existen vacas que siempre producen leche, pero esto no es cierto. Las glándulas mamarias de las vacas, igual que ocurre con las glándulas mamarias de las mujeres, sólo producen leche cuando han parido. Para asegurarnos de que esto es así le preguntamos vía mail a Antonio Callejo Ramos, profesor titular del Dto. de Producción Animal de la E.U.I.T. Agrícola (Universidad Politécnica de Madrid)[3]:

Pregunta: Buenos días, no soy alumno de su universidad, tan sólo quisiera hacerle una pregunta si me permite, tal vez la considere una tontería pero le agradecería enormemente que me aportara alguna información sobre el tema pues estoy bastante confundido. ¿Una vaca produce siempre leche o para que ésta la genere es necesario siempre que haya sido fecundada? Muchísimas gracias.

Respuesta: Para que una hembra mamífera de leche es preciso que haya sido fecundada, haya completado la gestación y, por tanto, haya parido. La diferencia entre especies está en que algunas de ellas tienen muchas dificultades para salir nuevamente en celo y quedar gestantes mientras dura la lactación. Otras, en cambio, como la vaca, puede salir en celo algunas semanas después del parto y, si queda gestante, coinciden la lactación consecuencia del parto anterior con la gestación de un nuevo ternero. Espero haber resuelto tus dudas.

Unos días antes del parto, la glándula mamaria de la vaca comienza a producir leche para poder alimentar al ternero que ésta parirá. La glándula mamaria tiene su pico de producción de leche a los dos meses después del parto, tras lo cual la producción de leche comienza a descender. Para que la producción de leche no disminuya, se vuelve a violar a la vaca para que vuelva a parir y que así el parto aumente la producción de leche nuevamente. Antes de parir, la vaca pasa por un «período de secado», unos días en los que se deja reposar la glándula mamaria.


3. Confinamiento y ordeño

Por lo menos la mitad de los 10 millones de vacas criadas para ser ordeñadas en Estados Unidos viven en granjas industriales en condiciones que les causan un enorme sufrimiento. Las vacas lecheras destinadas a la producción industrial de leche son confinadas dentro de corrales o establos de ordeño con suelo de cemento, donde son ordeñadas por máquinas dos, o incluso tres veces al día, produciendo cuatro veces y media más de leche que la que producirían para alimentar a sus terneros. Las máquinas para ordeño generalmente les provocan cortes y heridas que no ocurrirían si el ordeño fuese manual. Estas heridas promueven el desarrollo de mastitis, una infección bacterial dolorosa. Más de 20 clases diferentes de bacterias causan la infección, que se propaga fácilmente de una vaca a la otra y si no es controlada, puede provocar la muerte. En algunos casos, las máquinas para ordeño también producen descargas eléctricas como consecuencia de fugas de voltaje, causándoles a las vacas un gran malestar, miedo, daños en el sistema inmunológico y, en algunos casos, la muerte. Según el artículo "Stray Voltage Killing U.S. Dairy Cows", de Jack Anderson y Dale Van Atta, publicado el 9 de agosto de 1989 en The Washington Post, es posible que sólo una granja pierda varios cientos de vacas al año debido a las fugas de voltaje.

Muchos productores utilizan una variedad de drogas, como la hormona de crecimiento bovino (BGH por sus siglas en inglés); antibióticos y hasta tranquilizantes, para poder influenciar la productividad y el comportamiento de las vacas.

4. Violación vaginal y anal de las vacas

La inseminación artificial se utiliza con las vacas desde la década de 1940. Habitualmente se ha usado la prostaglandina para provocar el celo de la vaca cuando el productor quiere que ésta sea inseminada. La inseminación artificial más utilizada en bovinos es la recto-vaginal, la cual consiste en introducir una de la manos por el recto con la finalidad de sujetar el cuello del útero mientras que se introduce una pipeta de esperma por la vagina.


Violación anal y vaginal de vacas (Link)

El esperma se conserva en distintos recipientes como ampollas, pellets o pajuelas y se congela antes de ser empleado. La inseminación artificial permite a los explotadores obtener un número mucho más importante de descendientes de un toro que por reproducción natural. Los donantes utilizados para la inseminación son toros seleccionados que tienen calidades particularmente interesantes para el explotador, y la utilización de la inseminación artificial le permite un mejor aprovechamiento del macho, mejoras genéticas, aumentar la fertilidad o evitar la transmisión de enfermedades venéreas a la vaca. Una de las consecuencias de la insiminación artificial son los prolapsos anales.

5. Separación de madre e hijo

Los terneros no le resultan beneficiosos a la industria láctea porque se beben la leche, por eso son separados de su madre y destinados a reposición (a sustituir a las vacas asesinadas) o a engorde. Los terneros clasificados para engorde son enviados a granjas intensivas de engorde para la producción de carne de ternera. Como mamíferos que son, las vacas tienen un instinto maternal muy fuerte, y por ello sufren enormemente cuando se las separa de sus hijos, pudiéndose escuchar sus lamentos durante días. Se han dado casos de vacas que han llevado acabo actos asombrosos para juntarse con sus terneros, una de ellas anduvo durante 7 millas para poder reunirse con su hijo después de que éste fuera vendido en una subasta[4]. Separar a un ternero de su madre le ocasiona un sufrimiento difícilmente imaginable.



Para la producción de cualquier tipo de leche, incluida la leche ecológica, se separa a los hijos de sus madres y estos suelen acabar en el matadero. En (este vídeo) podemos ver cómo separan a una oveja de su cordero.

6. Matanza de terneros

Los terneros que paren las vacas explotadas por su leche son asesinados a los 6 meses de edad en los mataderos y sus cadáveres son llamados "carne de ternera". Otros terneros, los que se explotan para producir carne llamada "vitela" o "babybeef", corren aún peor destino. La industria de la carne de ternera es una rama de la industria láctea, así lo explica Peter Singer:

"Como hemos visto, la industria de la carne de ternera es una rama de la industria láctea. Los productores deben asegurarse de que las vacas lecheras queden preñadas cada año para que sigan produciendo leche. Las crías son separadas de sus madres al nacer, una experiencia que es tan dolorosa para la madre como es aterrorizante para el ternero. La madre frecuentemente calma su angustia llamando constantemente y mugiendo durante días luego de que le han sacado a la cría. Algunas terneras serán criadas con lecheras sustitutas para eventualmente formar parte de las filas de vacas lecheras, cuando una vez alcanzada la edad de alrededor dos años puedan producir leche. Otros terneros serán vendidos con una o dos semanas de edad y serán criados para "bifes" en engordaderos. Los restantes son vendidos a productores de carne de ternera, quienes cuentan con la industria láctea para que la dieta con la que se alimenta a estas crías los mantenga anémicos". Peter Singer, Liberación Animal


El lado más secreto de la industria láctea (Link)

7. Descorne (dehorning) de los terneros que serán futuras vacas "lecheras"

Descornar es el proceso de extracción de los cuernos o del tejido sensible de los cuernos de los cráneos de las vacas utilizando hierros candentes, químicos cáusticos, cuchillas o sierras de mano (ver galería de imágenes). La mayoría de las vacas que son explotadas por su leche están descornadas. El Departamento de Agricultura de Estados Unidos informó en 2010 que “más de nueve de cada diez granjas lecheras practican el descuerne”. Los trabajadores descuernan a las vacas para que no se lastimen entre ellas o a los humanos como resultado de la angustia emocional y de las condiciones frustrantes que les obligan a soportar en las granjas industriales – que incluyen ser hacinadas en áreas de estar con miles de otros animales, obligadas a vivir entre sus propios desechos, inseminadas por la fuerza y transportadas al matadero una vez que su producción de leche disminuye.

Los animales a menudo luchan violentamente y tienen que ser sometidos durante este procedimiento doloroso, el cual frecuentemente se realiza sin anestesia o analgésicos y provoca dolor intenso que dura horas y puede incluso convertirse en crónico.

Una manera de descornar (a veces llamado en inglés “debudding”) implica quemar o arrancar el tejido de los cuernos de los cráneos de los becerros jóvenes antes de que sus cuernos se desarrollen. Este procedimiento es extremadamente doloroso y traumático para los becerros jóvenes, que a menudo solo tienen unas pocas semanas de vida. Los granjeros destruyen los brotes de los cuernos en los becerros con un hierro al rojo vivo, que es presionado con firmeza en el cráneo del animal donde crecerían sus cuernos, provocando una nube de humo mientras su carne es quemada.

Otra manera de descornado se realiza en las vacas que ya han desarrollado cuernos. Los granjeros amputan los cuernos, que ya están adheridos al cráneo de la vaca a través de nervios y vasos sanguíneos, usando sierras, cables afilados o “guillotinas” para descornar. Las heridas causadas por esta amputación dolorosa pueden tomar hasta tres meses o más para sanar.




El descornado, un secreto de la industria lechera (Link)

A pesar de que algunas empresas han comenzado a criar vacas que nacen sin cuernos, la única manera de estar seguro de no apoyar el sufrimiento de las vacas es dejar de comprar y comer productos lácteos. (Fuente: petalatino.com)

8. Flameado de ubre en vacas

Los productores de leche afirman que la depilación de las ubres de la vaca es un proceso vital para mejorar la limpieza de la ubre, reduciendo el número de bacterias en la misma. Para evitar la depilación manual de las ubres, los granjeros practican el flameado de ubre, es decir, queman los pelos de las ubres con fuego.

Las ubres de las vacas son quemadas para «eliminar la suciedad que queda impregnada en los pelos de la ubre de la vaca, muchas veces a causa del barro o el propio estiércol. Pese a limpiar la ubre antes del ordeño, siempre quedan restos en los pelos, por tanto gracias a esta sencilla técnica, esta dificultad es corregida», expresa Felipe Figueredo al periódico Color ABC.
(Vídeo 1 - Vídeo2 - Vídeo3)

9. Matanza de vacas y de fetos

Las vacas tienen una esperanza de vida de 20 a 40 años. A un granjero o una empresa no le interesa tener una vaca que no produce la suficiente leche. Cuando las vacas son explotadas para que produzcan leche son enviadas al matadero cuando comienzan a tener problemas de salud (infertilidad, mastitis, etc) o desciende la producción de leche ("vacas secas"); eso suele suceder cuando tienen de 4 a 6 años de edad. Los intereses de cualquier animal explotado siempre son desconsiderados en favor de los intereses de quien le explota, por ello no podemos hablar seriamente de que los animales son respetados hasta el día en que estos dejen de ser criados para que los humanos podamos obtener de ellos un beneficio[4].

A veces, las vacas llegan al matadero embarazadas. Un artículo publicado por el British Cattle Veterinary Association revela que 150.000 vacas embarazadas son enviadas al matadero cada año. Al menos 40.000 de estas vacas se encuentran en las últimas etapas de su embarazo. El 90% de las vacas que van al matadero son vacas "lecheras" y la mayoría de los agricultores no se dan cuenta que están embarazadas. En una encuesta de la AVC, el 50,9% pensaba que la vaca no estaba embarazada y el 27,3% dijo que no lo sabía. La infertilidad se citó como la razón más común para el sacrificio de un animal, seguido de la mastitis (una inflamación dolorosa de las ubres muy común en las vacas lecheras) y luego la vejez. Algunas vacas se están enviando al matadero pensando que son infértiles, cuando en realidad están embarazadas. Los animales que son enviados al mercado, son pesados antes de matarlos y el agricultor es compensado por kilo. Si la vaca está embarazada, el agricultor recibirá dinero extra.



Vaca "lechera" preñada es degollada junto a su hijo (Link)

"A veces, cuando estas criaturas están colgando en la línea desangrándose, se puede ver a los terneros dando patadas dentro de los vientres de sus madres. Yo, como veterinario, sólo tenía que mirar, no hacer nada y quedarme callado. Me rompió el corazón y me sentí como un criminal, así que dejé el Servicio de Higiene de la Carne y el país."Gabriele Meurer MRCVS, un ex cirujano veterinario oficial en los mataderos del Reino Unido

10. Algunas investigaciones

- En noviembre de 2016, Le Monde, uno de los más reputados periódicos de Francia, se hizo eco de prácticas habituales en el mayor matadero público de vacas en Limoges (Francia). Un trabajador de la línea de sacrificio de animales del matadero reveló a la organización de protección animal L214 prácticas cotidianas aberrantes que son ocultadas a los consumidores: vacas en la última etapa del embarazo son rutinariamente sacrificadas y los fetos, extraídos de sus entrañas, arrojados a la basura.



- En julio de 2012, la organización por los derechos animales EligeVeganismo presentó la investigación "Huérfanos de la leche: la industria de los lácteos en Chile", mostrando la explotación animal de la industria láctea en Chile, pero podría ser en cualquier otro lugar. Recorrieron las granjas de pequeños y medianos productores hasta el plantel más moderno de sudamérica, para mostrar el horror al que sistemáticamente son sometidos los protagonistas de la producción de lácteos. Una vida de constante privación, sometimiento, maternidad truncada e hijos arrebatados que nadie debería ignorar. Isabel Collao, de EligeVeganismo, fue entrevistada en CNN Chile respecto a dicha investigación.




ALTERNATIVAS ÉTICAS A LOS PRODUCTOS LÁCTEOS


1. Introducción a las alternativas lácteas.
2. Cómo sustituir la leche.
3. Cómo sustituir el queso.
4. Cómo sustituir la mantequilla.
5. Cómo sustituir la nata.
6. Yogures, natillas y flanes sin lácteos
7. Helados sin lácteos


1. Introducción a las alternativas lácteas

Podemos estar sanos[5] y fuertes[6] sin consumir productos lácteos. El calcio que necesitamos lo podemos obtener del reino vegetal y de productos enriquecidos en calcio, como la leche de soja (leed etiquetas).

2. Cómo sustituir la leche animal

Generalmente podemos sustituir la leche de vaca por leche de almendras, leche de soja, de arroz, de avena, etc. tanto en los cafés, tés, cereales etc. Lo cierto es que podemos utilizar cualquier variedad de estas leches vegetales siendo algunas de ellas (como la de soja) facilísimas de conseguir en la mayoría de los supermercados.

Veamos además como sustituir la leche de vaca en otros platos:

a) Para salsas saladas, bechamel, cremas de verduras, etc. utilizar leche de soja "sosa" (que no sea azucarada ni con aromas a vainilla, etc.). Se elabora la salsa o la crema como de costumbre simplemente sustituyendo un ingrediente por otro. Vïsita nuestra sección de salsas y cremas.

b) Para batidos y batidos de frutas utilizar leche de soja, arroz, avena o coco, no importa si son dulces o si tienen chocolate siempre y cuando los sabores combinen bien. Pincha aquí para visitar a nuestra sección de batidos.

c) Para postres y postres preparados (natillas de sobre, postres cremosos, crema catalana, etc.) utilizar cualquiera de las leches mencionadas anteriormente, aunque si se quiere un sabor tradicional hay que evitar las que tengan sabores especiales.

Los productos lácteos son fácilmente sustituibles por alternativas vegetales. Existen productos de leche de soja. Otras leches o jugos vegetales son: la leche de almendras, leche de avena, leche de arroz, etc. El diccionario de la Real Academia de la Lengua Española (RAE) recoge la acepción «leche vegetal» de la siguiente manera: «3. f. Jugo blanco obtenido de algunas plantas, frutos o semillas. Leche de coco, de almendras», por lo que es totalmente correcto hablar así.

3. Cómo sustituir el queso

Cada día existen más sustitutos del queso en diferentes establecimientos veganos y herbolarios. Por ello, podemos encontrar cualquier variedad de queso en versión vegana… desde parmesano hasta mozzarella.

En el caso de que no tengamos acceso a estos sustitutos, aquí van algunas ideas para sustituir el queso en nuestras recetas favoritas.

a) Sustituye el queso fresco por tofu firme.

b) Puedes hacer queso de untar con tofu blando, un par de cucharadas de zumo de limón y sal (puedes añadirle alguna hierba, como orégano o albahaca).

c) En las pizzas pon tofu en lonchas finas por encima, lo mismo puedes hacer con las lasañas o otros platos de pasta. Visita nuestra sección de pizzas pinchando aquí.



Video sobre cómo hacer pizzas con queso vegano Vegan Gourmet (Link)


El tofu no intenta imitar a los quesos de origen animal, el tofu es un producto que existe hace milenios y que se elabora a partir de la soja. El queso animal puede ser sustituido por quesos vegetales como Cheezly de Redwood Foods, Scheese, Follow Your Heart, Vegourmet, etc.

d) Algunas levaduras de cerveza tienen un olor y sabor muy semejante a varios tipos de queso, puedes añadirlas a tus platos junto con anacardos molidos. o simplemente espolvorear la levadura por encima de las pastas, tostadas etc. Además, si añadimos levadura de cerveza a una bechamel elaboraremos una salsa con un sabor muy parecido al queso.

4. Cómo sustituir la mantequilla

La mantequilla puede ser sustituida por margarina 100% vegetal: Flora, LandKrone, Pure, etc.

5. Cómo sustituir la nata

En muchas tiendas de alimentación natural o herbolario podemos encontrar tetra-bricks de nata de soja o avena para cocinar. Es una crema espesa ideal para platos de pasta, postres, batidos, para el café, etc. También se puede preparar cociendo a fuego medio durante 1 hora 1/2 litro de leche de soja junto con 1 cucharada de margarina vegetal y sal o azúcar.

Actualmente se comercializa en herbolarios y tiendas veganas nata de soja montada en bote además de una variedad que podemos montar nosotros mismos idéntica a la nata proveniente de leche de vaca. Con ellas podemos preparar tartas y decorar crepes, batidos, cafés, etc.

Si no tienes acceso a ninguna de estas alternativas, sustituye la nata o crema de leche por leche de soja o de coco. También puedes mezclar, para los bizcochos, un poco de leche de soja con alguna mermerlada o sirope (chocolate, vainilla, caramelo, fresa…) y batirlo.

6. Yogures, natillas y flanes sin lácteos

Hay varias marcas de yogures 100% vegetales de muchos sabores (natural, fresa, frutas del bosque, frutos secos…). También podemos encontrar natillas y postres ya preparados sin productos animales en herboristerías o bien adquirir los sobres en cualquier supermercado listos para preparar en casa con leche de soja o de algún cereal. Visita nuestra sección de repostería pinchando aquí.

Los yogures de leche pueden ser sustituidos por yogures vegetales de soja (Savia, Sojasun, etc.

7. Helados sin lácteos

Existen supermercados y heladerías que venden helados veganos de diferentes sabores. Solo es cuestión de mirar la etiqueta o de preguntar si tienen helados sin lácteos. Si los helados tienen trazas de leche eso sólo es importante para los alérgicos, no para los veganos. Los helados veganos suelen estar hechos a base de soja o de frutas y su sabor es idéntico al de los helados convencionales.

Podemos elaborar nuestros propios helados en casa si compramos una heladera. Además congelando uno o varios plátanos pelados enteros y batiéndolos después junto con nuestros ingredientes favoritos, ya sean leche de soja, frutas, chocolate, azucar etc. conseguiremos elaborar un helado delicioso y del sabor que queramos.


La leche de una madre es para su hijo, respétales.





Documental "Gurean"

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El día 23 de marzo de 2018 se estrenó el documental «Gurean. El uso de animales en las fiestas de Euskal Herria». Se proyectó a las 16:00 horas en los cines Trueba de San Sebastián (España), y la entrada fue gratuita. Después de la Semana Santa será proyectado en otras ciudades de Euskal Herria, y en junio lo colgarán en Internet. De momento sólo el trailer es de acceso público.


El documental Gurean dura 40 minutos y contiene una recopilación de miles de horas de vídeo grabadas durante 4 años, algunas de ellas a escondidas. Está narrado en lengua vasca, pero cuenta con subtítulos en español, en inglés y en francés. Ha sido realizado por la asociación Askekintza para denunciar el antropocentrismo (la idea de que sólo los humanos son personas)[1] y su consecuente especismo (discriminar a quienes son de otras especies)[2].

Gurean muestra el maltrato al que son sometidos innumerables animales no humanos en las fiestas populares que se celebran por toda Euskal Herria: corridas de toros, encierros, el arrastre de piedras por bueyes y caballos, el juego de la oca de Lekeitio, la sokamuturra, los campeonatos de caza y pesca, etc.

Página oficial del documental Guren: http://www.askekintza.org/gurean/es.php


GUREAN - Trailer Ofiziala (Subs: ESP, FR, ENG) (Link)



ARGUMENTO: “Esterilizar/castrar sin consentimiento es éticamente incorrecto”

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RESUMEN:¿Cuál es la diferencia entre esterilizar y castrar? ¿qué es el consentimiento informado? ¿es éticamente incorrecto esterilizar/castrar a alguien sin su consentimiento? ¿cuáles son las consecuencias de elegir no esterilizar/castrar a perros y gatos? Éstas son algunas de las preguntas a las que aquí vamos a responder.

El argumento del consentimiento se desentiende de las consecuencias que las omisiones tienen para los intereses de las personas, es decir, considera éticamente correcto el asesinato por omisión, lo cual está rebatido en un artículo anterior. Somos responsables de las consecuencias de elegir «no hacer nada», por eso también somos responsables de las consecuencias de elegir no esterilizar/castrar. Esterilizar y castrar son acciones éticamente incorrectas porque frustran intereses/derechos, pero son elecciones que tienen consecuencias menos malas que elegir no esterilizar/castrar. Las consecuencias de no esterilizar/castrar son ampliamente conocidas por las protectoras de animales: millones de camadas que acaban sufriendo y muriendo por enfermedades, desnutrición, atropellados, maltratados, etc., es decir, intereses son frustrados y derechos son violados, por esta razón todas las protectoras promueven la esterilización/castración de animales.

Palabras clave: castración, control poblacional, esterilización

Algunas personas no saben qué es la esterilización. La esterilización sólo evita que se produzca un embarazo, pero no interfiere en los ciclos hormonales de la hembra ni en las gónadas (ovarios y testículos). Por ejemplo en la vasectomía en machos y la ligadura de trompas en hembras, dejan intactos los ovarios y los testículos, pues en la operación sólo se extrae una porción de conducto deferente en los machos y de las trompas de falopio en las hembras, impidiendo que los óvulos lleguen a los cuernos uterinos de la hembra y que el semen llegue a la uretra del macho. Tras la esterilización, el macho seguirá marcando y realizando otros comportamientos territoriales y/o sexuales, y la hembra seguirá teniendo sus «celos» de forma normal, pero el embarazo no podrá producirse. En la esterilización existe un porcentaje bajo de «curación»: si el cuerpo es suficientemente regenerador, repondrá las zonas extirpadas a lo largo de unos años, pudiendo volver a haber riesgos de embarazo no deseado. Este hecho es más frecuente en seres humanos debido a su longevidad.

Algunas personas no saben qué es la castración. La castración consiste en la extirpación de los testículos en el caso de los machos, y en la ovariohisterectomía (extirpación de ovarios y útero) en el caso de las hembras (vulgarmente llamado «vaciado»). Con menos frecuencia, las hembras son castradas mediante la ovariectomía (extirpación de ovarios), dejando el útero intacto, pero no suele recomendarse porque extirpar el útero evita posibles riesgos de infecciones como las piometras y tumores uterinos.

Algunas personas dicen que «hacer algo a alguien sin su consentimiento informado es éticamente incorrecto y por lo tanto no debemos hacerlo». Por ejemplo, en este artículo y comentarios del blog Filosofía Vegana(1) podemos leer lo que dicen dichas personas. Es cierto que esterilizar/castrar a alguien sin su consentimiento es éticamente incorrecto porque frustramos sus intereses[1], pero la conclusión «por lo tanto no debemos hacerlo» es errónea porque si estimamos que no esterilizar/castrar tendrá peores consecuencias entonces deberemos esterilizar/castrar.[2] Las consecuencias estimadas son más importantes que si hay consentimiento o no. Por ejemplo, los bebés quieren seguir viviendo, pero si elegimos no operarles porque no nos han dado su consentimiento y mueren debido a ello entonces seremos la causa intencional por la que esos bebés murieron; como es menos malo rajarlos para operarlos a que mueran entonces debemos operarlos. En cambio, si el consentimiento fuera más importante que las consecuencias estimadas entonces no deberíamos dar medicinas ni operar a animales no humanos ni a algunos humanos (fetos sintientes, bebés, algunos enfermos, humanos en estado inconsciente, etc.) porque no nos han dado su consentimiento. Lo mismo ocurriría con los humanos que pueden darnos su consentimiento, pero que aunque les informemos no comprenden lo que les vamos a hacer. Asimismo, un humano adulto que va a ser atropellado tampoco nos ha dado su consentimiento para que le empujemos con el objetivo de salvarle la vida, por lo que, según el argumento del consentimiento, lo éticamente correcto sería elegir «no hacer nada» y que le atropellaran. Como vemos, quienes dan prioridad al consentimiento sobre las consecuencias estimadas consideran éticamente correcto matar a los demás por omisión[2], por eso se desentienden de las consecuencias que tiene no esterilizar/castrar. El consentimiento sólo es éticamente relevante cuando una persona bien informada es capaz de analizar la Realidad y de expresar coherentemente cuales son sus intereses, en tal caso su decisión deberá ser respetada a priori (eso incluye el suicidio y la eutanasia[3]), excepto si estimamos que respetar su decisión tendrá peores consecuencias para el avance hacia un mundo ético.

Algunas personas dicen que «la esterilización no se realiza para beneficiar al paciente, sino para beneficiar a otros, por lo tanto no debería hacerse». Según este argumento, cuando hablamos de «consecuencias menos malas» sólo nos referimos a «consecuencias menos malas para el sujeto al que le hacemos algo éticamente incorrecto». Por eso consideran que «la esterilización no se debe hacer para evitar las consecuencias de la sobrepoblación». Otras personas que usan este argumento dirán que «la esterilización/castración mejora la salud del paciente», creando un debate entre ellos. Sin embargo, perjudicar a alguien para beneficiar a otros está éticamente justificado si se estiman consecuencias menos malas para avanzar hacia un mundo mejor que si no se le perjudica. Por ejemplo, si alguien está disparando a otros, está éticamente justificado detenerle como sea si se estiman consecuencias menos malas que dejándole disparar. Esto también es aplicable a inocentes, como ocurre con la esterilización/castración, porque al final lo que importan son las consecuencias. Esterilizar/castrar a gatos y perros evita el sufrimiento y muerte de otros gatos y perros porque evita la sobrepoblación, por lo tanto debemos evitar que dichos animales se reproduzcan.

Algunas personas reconocen que debemos elegir el mal menor, pero dicen que «esterilizar/castrar tiene peores consecuencias que no hacerlo». Las malas consecuencias a las que se refieren estas personas es el mal rato que pasan al ser esterilizados/castrados, tras la operación algunos engordan y no pueden tener hijos. En cuanto a que no podrán tener hijos, eso da igual porque mantienen relaciones sexuales por placer, no porque quieran tener hijos. Todas las asociaciones protectoras de animales defienden la esterilización/castración, pues décadas de experiencia han demostrado que elegir no esterilizar/castrar tiene como consecuencia que los intereses y derechos de millones de animales no humanos sean frustrados y violados: camadas que acaban sufriendo y muriendo por enfermedades, por desnutrición, por atropellos, por maltrato, etc., lo cual es mucho peor a que los animales sean esterilizados o castrados, por eso debemos esterilizar/castrar. Además, la esterilización/castración tiene las siguientes consecuencias beneficiosas para los pacientes:

- Desaparece el celo, por lo que dejan de sufrir nerviosismo, de marcar y de maullar, evitando molestias al vecindario y el rechazo social. Sin celo desaparecen las huidas de hogar. En machos se evitan comportamientos agresivos y/o territoriales, como peleas con otros machos para aparearse con hembras en celo o posibilidad de escaparse en busca de alguna, con lo que ello supone. Gracias a ello, no es necesario que estén completamente encerrados.
- En hembras se previenen en un alto porcentaje (sobre todo cuanto más joven se realice la castración) la aparición de tumores de mama (los más frecuentes en perras geriátricas) y se ponen fin a patologías como embarazos psicológicos, piometras, quistes ovaricos, mastitis, infeciones uterinas y un largo etcétera.
- En machos se previene el cáncer de testículos, problemas de próstata, además de la presentación de adenomas en las región anal, ya que son problemas totalmente hormono-dependientes. También se previene el contagio de leucemia o sida felino.


Algunas personas reconocen que esterilizando/castrando se evitan peores consecuencias que no haciéndolo, pero dicen que «el problema no es reproductivo, sino de recursos». Dicen que la sociedad no debe esterilizar/castrar, sino que la solución al sufrimiento y muerte de animales es dejar que crezcan las poblaciones y dedicar cada vez más tiempo y recursos económicos a prestar auxilio a todos los animales que lo necesitan (alojamiento, alimentación, gastos médicos, etc.), lo cual queda rebatido por la realidad: los animales nacidos en la actualidad no son ayudados de dicha manera porque no es posible. Además, si no controlamos la natalidad entonces las poblaciones serían cada vez mayores en un mundo con recursos limitados, incluido para los humanos.





MALTRATO: Zoofilia y bestialismo

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Algunas personas dicen que «los humanos deben ser respetados porque son humanos», lo cual es hacer uso de la falacia de petición de principio que caracteriza al antropocentrismo.[1] Al usar dicha falacia no se da un razón para respetar a los humanos, pues ya sabemos que «los humanos son humanos», que «los blancos son blancos» y que «los hombres son hombres». La razón por la que los humanos deben ser respetados es porque cada uno de ellos tiene una conciencia[2] en la cual siente y tiene INTERESES. A partir de dichos intereses se origina el deber ético de respetarles.[3] Quienes no son humanos deben ser respetados exactamente por esta misma razón. Discriminar a alguien porque pertenece una determinada especie es especismo.[4] El especismo es una discriminación arbitraria que sigue el mismo patrón que siguen todas las discriminaciones arbitrarias (sexismo, racismo, etc.): no se centran en si un ser es alguien, sino en las características de ese alguien para discriminarle y usar la violencia contra él por ser diferente.

Diferencia entre la zoofilia y el bestialismo

Es habitual que las palabras «zoofilia» y «bestialismo» se usen como sinónimos, pero realmente no lo son y significan cosas muy diferentes. Según la RAE, la zoofilia (del griego ζῷο, «animal» y φιλία, «amistad», zoon, «animal», y philia, «afinidad») es el amor no sexual hacia los animales no humanos. En cambio, el bestialismo (del latín Bestĭa e -ismus, y este del gr. -σμός) es mantener relaciones sexuales entre humanos y animales no humanos. Resumiendo, la zoofilia es amor no sexual entre humanos y animales no humanos, y el bestialismo son prácticas sexuales entre humanos y animales no humanos. Debido a la confusión existente, no parece recomendable usar la palabra zoofilia con su verdadero significado, pues en esta sociedad de desinformados y de demagogos podrían creer erróneamente que defendemos el bestialismo. Por eso es mejor decir que amas a tu amigo (o hijo adoptivo) no humano y punto.

Algunas personas dicen que «no hay nada éticamente incorrecto en practicar el bestialismo», sin embargo a continuación explicaré por qué estas personas están equivocadas.

Introducción a la Historia del bestialismo

En la década de 1940, Alfred C. Kinsey (1894-1956) realizó un cuestionario a 20.000 estadounidenses y el 8% de hombres y el 3,5% de mujeres respondieron que en alguna ocasión mantuvieron prácticas sexuales con un animal no humano. De las mujeres que respondieron afirmativamente, 3 de cada 4 respondieron que el animal no humano era un perro, y lo habitual era tocar y masturbar al animal, o le lamían los genitales; la penetración era poco frecuente. Las mujeres que tienen sexo con toros o carneros tiene más de mito que de realidad. En las áreas rurales, un 50% de hombres respondieron afirmativamente.

En el siglo XX, la bestialidad se procesaba con regularidad en Austria, quedando ésta plasmada en los registros judiciales. Lo más habitual era hombres que mantenían relaciones vaginales con vacas y terneros, y con menos frecuencia con yeguas, potros y cabras y muy raramente con ovejas o cerdos.

Según investigaciones del zoólogo Desmond Morris, las chicas se sienten más atraídas por montar a caballo que los niños porque «sentarse con las piernas sobre un caballo rítmicamente movible indudablemente tiene un trasfondo sexual». Dekkers está de acuerdo con esta observación, y agrega que «el caballo es el consuelo ideal para la gran injusticia que sufren las chicas por naturaleza, de despertar sexualmente años antes que los niños de su clase, que aún juegan con sus sets de trenes...».

Midas Dekkers, autor del libro «Dearest Pet: On Bestiality» (1994), proporciona datos sobre la Historia del bestialismo y sugiere que el bestialismo es más frecuente en las zonas rurales debido a que la ideología conservadora de estos[5] les prohíbe mantener relaciones sexuales antes del matrimonio y el bestialismo es la manera que tienen de satisfacer una parte de sus intereses. Esta idea coincide con los datos recopilados por Alfred C. Kinsey en la década de 1940 en EEUU, cuando un 50% de hombres de las zonas rurales afirmaba haber tenido prácticas sexuales con animales no humanos. Todo esto es paradójico, pues algunos defensores del conservadurismo cultural acusan a los defensores de los Derechos Animales de defender el bestialismo (ver imagen adjunta). Sin embargo, la Realidad es lo contrario que estos dicen: el bestialismo está muy presente entre los conservadores, como ellos mismos reconocen en las encuestas. Es en las zonas rurales donde viven la mayoría de animales no humanos esclavos que son explotados para beneficio humano, y que son violados por sus explotadores, ya sea para que se reproduzcan o para obtener placer con ellos.

En marzo de 2001, el filósofo Peter Singer publicó en la revista Nerve un ensayo titulado «Heavy petting» en el que consideraba que no es éticamente incorrecto que un humano tenga relaciones sexuales con animales no humanos si no existe crueldad hacia el animal no humano.[1] En junio de 2001, Sarah Boxer, de la organización PETA, expresó su apoyo a la postura de Singer pero con precauciones[2]: «En su reseña, titulada «Heavy petting», el Sr. Singer señaló que casi todos los tabúes sobre el sexo no procreativo (tabúes contra la homosexualidad, el sexo oral, la anticoncepción y la masturbación) han desaparecido. Sin embargo, una notable excepción sigue en pie: el tabú sobre el sexo con animales. (...) La persistencia del tabú con el bestialismo, escribió, refleja la ambivalencia de los seres humanos sobre los animales. Sabemos que somos como ellos, pero creemos que somos mejores, y lo que queremos es diferenciarnos, eróticamente y de todo lo demás de los animales». En diciembre de 2006, en una entrevista, Singer dijo que «no apoya tener sexo con animales» porque tener sexo con otros humanos es «más divertido»[3]. Peter Singer cree que aunque el sexo entre sujetos de especies diferentes no es normal ni «natural», no constituiría una transgresión de nuestro estatus como seres humanos, porque los seres humanos son animales, más específicamente, grandes simios.

Holanda comenzó a tramitar su ley contra el bestialismo en 2007, después de que el diario nacional Algemeen Dabglad alertara de que esta país producía el 80% de películas de zoofilia.

En 2008, la organización sueca Djurrätts Alliansen (Alianza de los Derechos Animales) se manifestó en una protesta contra las práctica del bestialismo.

El sexo con animales, el bestialismo, una parafilia sexual que no suele figurar en los códigos penales europeos, tan sólo está prohibido en Reino Unido, Alemania y en Holanda desde el 1 de febrero de 2010. Por esa fecha, EEUU aún permitía el bestialismo en ocho de sus estados. En Reino Unido se condena con un máximo de dos años de cárcel «la penetración del pene humano en animales y viceversa».

En febrero de 2010, José Valle, entonces portavoz de la organización Igualdad Animal, mostró su rechazo al bestialismo[4]: «Debería valorarse como una violación infantil. Los niños tampoco dan su consentimiento. Y una gallina, evidentemente, tampoco va a ofrecerlo" (...) "Quienes conviven con un animal saben que tienen intereses, dolores, preferencias. En muchos casos los cachorros son manipulados para que tengan relaciones sexuales con humanos y se dejen tocar. No se comprende el daño que se les puede infligir».

En noviembre de 2012, Alemania se estaba planteando prohibir el sexo con animales y castigarlo con multas de hasta 25.000 euros. La medida se debatiría en la comisión de Agricultura del Parlamento y podría ser votada en el pleno del Parlamento a mediados de diciembre. Aunque la práctica de la zoofilia no está castigada desde su despenalización en 1969, sí está castigada la producción y distribución de zoofilia.

En el bestialismo no hay un consentimiento informado

Primeramente debe quedar claro que las prácticas sexuales entre sujetos de especies diferentes no son éticamente incorrectas porque son entre especies diferentes, sino por otras razones. Por ejemplo, sería éticamente correcto mantener relaciones sexuales con visitantes extraterrestres si fueran acordadas entre humanos adultos y extraterrestres adultos.

A pesar de la fuerza física y de la agilidad de algunos de ellos, los animales no humanos tienen mentes con una capacidad de razonamiento similar a la de bebés o niños pequeños[1] y muchos de los aparatos sexuales de los animales no humanos no están adaptados para mantener relaciones sexuales con humanos. No es posible que un humano establezca un acuerdo informado con un animal no humano porque los humanos no pueden informar a los animales no humanos y los animales no humanos no pueden dar su consentimiento para aceptar los riesgos que existen en toda práctica sexual. En este sentido, el bestialismo es similar a lo que ocurre con los humanos menores de edad, por lo que podemos clasificar el bestialismo como un tipo de pederastia.

Además, en el caso de humanos menores de edad, debe tenerse en cuenta que estos se encuentran en un plano de desigualdad de poder respecto a los humanos adultos, pues dependen de sus progenitores, no se valen por sí solos en la sociedad. Las relaciones sexuales deben darse en un plano de igualdad entre personas adultas, sin ningún tipo de coacción por medio.

La coacción en el bestialismo

Los seres sintientes tenemos interés en que no nos coaccionen. Cuando nos coaccionan frustran ese interés y por lo tanto nos hacen algo éticamente incorrecto. Cuando alguien está coaccionado tiene intereses que realmente no quisiera tener. Satisfacer los intereses de alguien coaccionado es éticamente incorrecto. Se coacciona a otros sexualmente cuando se les suministran drogas sexuales que cambian sus intereses, y por lo tanto realmente son violaciones sexuales. Por ejemplo, en España, entre el 17 y el 20% de las violaciones a mujeres se comete bajo efectos de alcohol o drogas, pero el Código Penal no lo tipifica como agravante para el agresor. En muchos juicios, de hecho, se ha usado como atenuante aprovechando la «amnesia parcial» de la víctima. Esto es similar a usar sustancias para despertar deseo sexual a animales no humanos.

El único caso de bestialismo que podría considerarse éticamente correcto

El único caso de bestialismo en el que no habría frustración de intereses sería aquel en el que un humano adulto desnudo es inesperadamente abordado por un animal no humano que quiere mantener relaciones sexuales con él y el humano se quedara quieto porque le gustara eso. Aunque personalmente me repugne, racionalmente no encuentro nada éticamente incorrecto en ese caso. Sí sería éticamente incorrecto promocionar el bestialismo difundiendo la grabación de lo sucedido en dicho caso, o decir a otros «lo bueno que le pareció» esa experiencia. Este caso de bestialismo descrito es una situación tan poco probable que creo que jamás ocurrió en la Historia.




ARGUMENTO: "No está bien comer sangre, pero está bien comer carne"

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RESUMEN:¿Qué religiones prohíben comer sangre? ¿al comer carne se come sangre? Éstas son algunas de las preguntas a las que aquí voy a responder.

Algunas religiones como el Judaísmo y los Testigos de Jehová basándose en la Torá (y en la Biblia), y el Islám basándose en el Corán, prohíben en sus libros sagrados comer sangre. Aunque dichas personas dicen que desangrando a los animales no comen sangre, lo cierto es que el cuerpo contiene millones de capilares que llegan a todas las células del cuerpo y en ellos siempre permanece sangre. Por tanto al comer carne se come sangre. No existe ningún estudio científico que diga que al salar la carne ésta queda completamente sin sangre: aunque a la carne se la ponga a salar, en ella siempre queda algo de sangre que el judío se come. Por lo tanto quienes siguen las religiones mencionadas no deberían comer carne.

Palabras clave: capilares, halal, kosher, sangre

La mayoría de las religiones intentan fundamentar las normas éticas en la supuesta existencia de un «ser sobrenatural». Teniendo en cuenta que todo lo existente es naturaleza y natural[1], vemos que nos encontramos frente a la definición de un absurdo: un ser que no es, es decir, que no existe. Dicho supuesto «ser sobrenatural» no está demostrado empíricamente[2] y su supuesta existencia no puede ser demostrada racionalmente[3]. Además, incluso suponiendo la existencia de dicho «ser», el bien y el mal existen antes que él, y no tenemos el deber ético de obedecer a nadie[4].

Algunas personas no saben qué es la sangre. Tal y como define medlineplus: «La sangre es tejido vivo formado por líquidos y sólidos. La parte líquida, llamada plasma, contiene agua, sales y proteínas. Más de la mitad del cuerpo es plasma. La parte sólida de la sangre contiene glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas». Todos esos elementos circulan por las arterias, venas y capilares de los animales.

Algunas religiones prohíben comer sangre. Por ejemplo, los judíos y los testigos de Jehová afirman que no debemos comer sangre porque lo ordena un «dios» en el Antiguo Testamento: (Génesis 9:3-4), (Levítico 3:17), (Levítico 7:22-27), (Levítico 17:10-15) y (Deuteronomio 12:13-16). Y en el caso de los testigos de Jehová, dicen que no debemos comer sangre porque lo ordena un «dios» en el Nuevo Testamento (libros desde la aparición de Jesús de Nazaret) en (Hechos 15:28-29). Por otro lado, los musulmanes afirman que no debemos comer sangre porque lo ordena un «dios» en el libro Corán. El rechazo a comer sangre lleva a los judíos, a los testigos de Jehová y a los musulmanes a rechazar la ingestión de morcillas, pues éstas se elaboran con sangre, pero comen carne porque dicen que «cuando se desangra al animal su carne deja de contener sangre». Los Testigos de Jehová, intentando ser coherentes, también rechazan que les hagan transfusiones de sangre. A continuación enumero las citas religiosas en las que se ordena que no se debe comer sangre:



Algunas religiones prohíben comer grasa animal. En la Biblia se prohíbe comer grasa animal en (Levítico 3:17) y en (Levítico 7:22-27). En cuanto a la ingestión de grasa animal, los Testigos de Jehová no hacen caso a lo que pone en la Biblia. En cuanto a los judíos, algunos de ellos dicen que sólo están prohibidas las grasas que se encuentran alrededor de los órganos vitales y del hígado, en cambio otros judíos dicen que solamente puede comerse la carne de los cuartos delanteros de los animales.


Algunas personas dicen que «al comer carne no se come sangre». En el caso de los judíos, dicen que «asesinar a los animales mediante el método kósher elimina toda la sangre contenida en la carne». Los testigos de Jehová dicen que «si, después de degollar a los animales no humanos en el matadero, se lava la carne con agua entonces se elimina toda la sangre». En el caso de los musulmanes, asesinan a los animales no humanos mediante el método halal, pues dicen que «toda la sangre se elimina mediante con un único corte, rápido y profundo realizado mediante un cuchillo limpio y bien afilado, de las arterias carótidas (llevan la sangre del corazón al cerebro), las venas yugulares (llevan la sangre del cerebro al corazón), la tráquea y el esófago, permaneciendo intacta la médula espinal». Sin embargo, gracias a la ciencia médica conocemos la existencia de venas, arterias y capilares que recorren el cuerpo de todos los animales, a través de las cuales circula la sangre para llevar oxígeno y nutrientes a todas y cada una de las células del cuerpo. Es imposible eliminar totalmente la sangre de la carne de un animal debido a la gran cantidad de capilares que existen, por ello, aunque el animal haya sido desangrado, siempre quedan restos de sangre en dichos pequeños y numerosos conductos. Por lo tanto al comer carne se come sangre y estas personas contradicen las normas de su religión.

Algunas personas que reconocen que desangrar a un animal no es suficiente para eliminar toda su sangre, dicen que «al poner la carne a salar se elimina toda la sangre que contiene». Un ejemplo de esto son los judíos, que ponen la sangre a salar y ésta es llamada carne kósher; en cambio para los judíos no hay ninguna prohibición de comer sangre de peces ¿por qué? porque sí, porque lo dice el dios Jehová. La Realidad es que estas personas no citan ningún estudio científico que afirme que salar la carne elimina completamente la sangre. La Realidad es que aunque a la carne se la ponga a salar, en ella siempre queda un poco de sangre que el judío se come.

Algunos religiosos reconocen que la Realidad es que para no comer sangre no se debe comer carne y actúan coherentemente con sus creencias. Recordemos que todos los animales, incluidos hombre y mujer, eran vegetarianos estrictos en el Paraíso descrito en Génesis (Génesis 1:29-31). El «dios» que menciona la Biblia, suponiendo que la Biblia no fuera alterada, dio la orden de comer carne a quienes, tuvieron que comerla por supervivencia tras el diluvio que en ese mismo libro se menciona, pero a pesar de ello «dios» les dijo claramente que no comieran sangre. Si el «dios» de la Biblia sabía que toda carne tiene sangre (se supone que «dios» sabe todo porque es «el Creador» de todo), es obvio que su mensaje no era un dogma, sino un mensaje que se comprendería en el futuro. Es decir, «dios» dio una enseñanza adaptada a un contexto temporal que, a día de hoy, con el avance de la ciencia y con el retroceso de la ignorancia, podemos comprender mejor. Tal vez, ésta sea la razón de la siguiente cita bíblica en la cual se perdona a quien, actuando de buena fe, hace el mal debido a su ignorancia y por lo tanto no se reprocha nada a sí mismo, pero en cambio se culpabiliza a quien a pesar de sus dudas come carne, pues no obra de buena fe:

«Lo mejor es no comer carne ni beber vino ni hacer nada que pueda escandalizar a su hermano. Guarda para ti, delante de Dios, lo que te dicta tu propia convicción. ¡Feliz el que no tiene nada que reprocharse por aquello que elige! Pero el que come a pesar de sus dudas, es culpable porque obra de mala fe. Y todo lo que no se hace de buena fe es pecado». (Romanos 14:21-23)

La Iglesia Adventista del Séptimo Día, es quizá la única iglesia cristiana que en la actualidad promueve y practica el vegetarianismo a nivel masivo entre sus fieles, incluido el vegetarianismo estricto. Ellen G. White (1827-1915) fue una de los fundadoras de la Iglesia de los Adventistas del Séptimo Día. El vegetarianismo y otras enseñanzas de salud de los adventistas se deben a sus esfuerzos. Ella creía que el cuerpo humano representa el templo de «dios» y que por lo tanto no debe ser maltratado. Los adventistas llegan a vivir una media de entre 8 y 10 años más que quienes no son adventistas.





Documental "Dominion" (Chris Delforce, 2018)

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Hoy 29 de marzo de 2018 se estrenó a nivel mundial «Dominion», un documental escrito y dirigido por Chris Delforce. «Dominion» muestra y denuncia la esclavitud y el maltrato al que los animales no humanos están sometidos por el dominio de los humanos en varios áreas: mascotas, vida salvaje, investigación científica, entretenimieno, vestimenta y alimentación. Una sociedad ética podría evitar el maltrato mediante la práctica del veganismo.


El documental «Dominion» se anunció en octubre de 2015 para ser financiado mediante crowdfunding, recaudando más de 19.000 dólares, además de las donaciones de organizaciones animalistas, como una subvención del instituto de protección de animales Voiceless en diciembre de 2015.

«Dominion» utiliza imágenes del documental Lucent (2014), el cual se centró principalmente en la industria australiana de cría de cerdos. Las imágenes del documental «Dominion» han sido grabadas en investigaciones realizadas por la organización Aussie Farms Repository en Australia. También se incluyen imágenes grabadas con drones. «Dominion» está coproducido por Shaun Monson (director del documental Earthlings), Animal Liberation TM, Animal Liberation Victoria y otras organizaciones. La narración corre a manos de Roodney Mara y Joaquin Phoenix, y la música es de Asher Pope.

«Dominion» será proyectado en Barcelona y en Madrid próximamente. De momento en Internet sólo está el trailer.

Web oficial: http://dominionmovement.com


Dominion (2018): Official Trailer - Australian documentary (Link)

A continuación comparto una entrevista en inglés realizada por la web Plant Based News a Chris Delforce, director de "Dominion".


Will you watch dominion? The Latest Vegan Film. Our Interview w/ Director Chris Delforce (Link)




ARGUMENTO: "Dios no prohíbe comer carne a los mormones"

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RESUMEN:¿Quiénes son los mormones? ¿Qué dice la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días sobre comer carne? ¿Qué ordena dios que coman los mormones? Éstas son algunas de las preguntas a las que aquí voy a responder.

En la sección 89 (versículos 10-17) del texto «Doctrina y Convenios» pone que a «dios» no le complace que los mormones coman carne, excepto «en tiempo de carestía y hambre extremada». Por lo tanto, los mormones que no viven en la carestía ni en una situación de hambre extrema no deberían comer carne, sino comer «hierba», fruta, frutos y granos, como indica «dios», es decir, seguir una alimentación sin productos de origen animal.

Palabras clave: Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, mormones

1. Todas las religiones están rebatidas. La mayoría de las religiones intentan fundamentar las normas éticas en la supuesta existencia de un «ser sobrenatural». Teniendo en cuenta que todo lo existente es naturaleza y natural[1], vemos que nos encontramos frente a la definición de un absurdo: un ser que no es, es decir, que no existe. Dicho supuesto «ser sobrenatural» no está demostrado empíricamente[2] y su supuesta existencia no puede ser demostrada racionalmente.[3] Además, incluso suponiendo la existencia de dicho «ser», el bien y el mal existen antes que él, y no tenemos el deber ético de obedecer a nadie.[4] Las normas éticas (deber ético) se originan en los intereses de los seres sintientes[5], no en la obediencia a «seres poderosos».

2. Algunas personas no saben quiénes son los mormones. La «Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días», originalmente llamada «La Iglesia de Jesucristo», fue fundada por el estadounidense Joseph Smith (1805-1844) el 6 de abril de 1830, en el oeste de Nueva York. Esta organización también se conoce como iglesia mormona (apodo derivado del «Libro de Mormón») o iglesia SUD, si bien dichos nombres no son autorizados por la organización y no recomiendan su uso.​ Sus miembros son usualmente llamados «mormones», si bien ellos prefieren autodenominarse «santos de los últimos días». Esta Iglesia actualmente posee más de 15 millones de miembros, el 46% de ellos en Estados Unidos y Canadá, y el 38% en América Latina. Sus libros sagrados distintos de la Biblia, así como algunas de sus doctrinas personales y prácticas, son objeto de duras críticas por parte de diversas denominaciones protestantes y católicas más cercanas al cristianismo tradicional e histórico.

3. Algunas personas dicen que «los mormones no tienen prohibido comer carne». Es habitual encontrarse con mormones que comen carne, incluso diariamente. Sin embargo, entre los documentos que consideran parte de su doctrina se encuentra la «Doctrina y Convenios de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días» que según los mormones «contiene revelaciones dadas a José Smith el Profeta con aditamentos de sus sucesores en la presidencia de la Iglesia», es decir, consideran este texto como «palabra de dios». En la Sección 89, (versículos 10-17) del texto «Doctrina y Convenios» pone que a «dios» no le complace que los mormones coman carne, pero pone unas excepciones: excepto «en temporadas de invierno, o de frío, o hambre» y líneas después endurece dicha restricción, limitando el consumo de carne a «tiempo de carestía y hambre extremada». Lo lógico es que los mormones obedezcan la norma más restrictiva: sólo comer carne «en tiempo de carestía y hambre extremada», pues en temporada de invierno y con frío no tiene por qué haber carestía y hambre extrema. Todo esto se refuerza porque «dios» dijo que no le complace que los mormones coman carne. Por lo tanto, los mormones que no viven en la carestía ni en una situación de hambre extrema no deberían comer carne, sino comer «hierba», fruta, frutos y granos, es decir, seguir una alimentación sin productos de origen animal.

Sección 89 de «Doctrina y Convenios de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días»:

10 Y además, de cierto os digo que Dios ha dispuesto toda hierba saludable para la constitución, naturaleza y uso del hombre:

11 Cada hierba en su sazón y cada fruta en su sazón; todas estas para usarse con prudencia y acción de gracias.

12 Sí, también la carne de las bestias y de las aves del cielo, yo, el Señor, he dispuesto para el uso del hombre, con acción de gracias; sin embargo, han de usarse limitadamente;

13 y a mí me complace que no se usen, sino en temporadas de invierno, o de frío, o hambre.

14 Se ha dispuesto todo grano para el uso del hombre y de las bestias, como sostén de vida; no solamente para el hombre, sino para las bestias del campo, las aves del cielo y todo animal silvestre que corre o se arrastra sobre la tierra;

15 y a estos Dios los ha hecho para el uso del hombre, solo en tiempo de carestía y hambre extremada.

16 Todo grano es bueno para alimentar al hombre, así como también el fruto de la vid; lo que produce fruto, ya sea dentro de la tierra, ya sea arriba de la tierra;

17 sin embargo, el trigo para el hombre, el maíz para el buey, la avena para el caballo, el centeno para las aves, los puercos y toda bestia del campo, y la cebada para todo animal útil y para bebidas moderadas, así como también otros granos.

Al fin y al cabo, el plan original del «dios» judeo-cristiano era un Paraíso vegano (Génesis 1:29-31). Lo que ocurrió después del Paraíso fue a causa de desobedecer a «dios».[6]

Y continuó diciendo: «Yo les doy todas las plantas que producen semilla sobre la tierra, y todos los árboles que dan frutos con semilla: ellos les servirán de alimento. Y a todas la fieras de la tierra, a todos los pájaros del cielo y a todos los vivientes que se arrastran por el suelo, les doy como alimento el pasto verde». Y así sucedió. Dios miró todo lo que había hecho, y vio que era muy bueno. Así hubo una tarde y una mañana: este fue el sexto día. (Génesis 1:29-31)


El deontologismo

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La palabra «deontología» (del griego δέον, -οντος déon, -ontos 'lo que es necesario', 'deber' y -logía 'conocimiento', 'estudio') deriva de las palabras «deon» (deber) y «logos» (ciencia), por lo tanto, la deontología es la ciencia o estudio del deber, por el deber mismo.

El dentologismo es un marco normativo cuyo objetivo es decirnos las acciones que debemos hacer o que no debemos hacer. La ciencia que estudia el deber se llama lógica deóntica. Uno de los representantes históricos del deontologismo es Inmanuel Kant (1724-1804) y su deontologismo kantiano. Como explicaré a continuación, el deontologismo está manipulado.

Algunas profesiones tienen su propio «código deontológico», el cual son normas que, independientemente de que sean correctas o incorrectas, son tomadas como los límites dentro de dicha profesión.


La Aventura del Pensamiento. Capítulo 07. Immanuel Kant. (Link)


Está muy extendido asociar el deontologismo a una idea errónea sobre la Realidad

Comúnmente se cree que el deontologismo da prioridad al respeto de unas normas sobre las consecuencias. Debido a ello se asocia al deontologiso con la idea de que «ningún fin justifica medios éticamente incorrectos», popularmente conocida como «el fin no justifica los medios». Esto ocurre debido a un profundo error, ampliamente extendido, que asocia al deontologismo con la siguiente idea errónea: «no existe una relación causa-efecto entre lo que se elige no hacer y lo que ocurre debido a dicha omisión», por eso estas personas creen que si eligen «no hacer nada» entonces no tienen nada que ver con lo que ocurre.

Sin embargo, la Realidad es que sí que existe una relación causa-efecto entre las omisiones y lo que ocurre.[1] Por lo tanto es posible elegir hacer daño a otros mediante omisiones, razón por la cual también debemos tener en cuenta las omisiones a la hora de elegir cómo debemos actuar éticamente.


El fin y los medios (kantismo vs utilitarismo) (Link)
(Lo que plantea Max Weber en este vídeo realmente es consecuencialismo, pues cuando se elige no violar la norma es porque se estiman peores consecuencias violándola)


El deontologismo se convierte en consecuencialismo

Al reconocer que existe una relación causa-efecto entre lo que se elige no hacer y lo que ocurre debido a dicha omisión, se reconoce que quedarnos quietos también puede ser éticamente incorrecto. De esta manera el deontologismo deja de estar separado de las consecuencias y se convierte en consecuencialismo. Por lo tanto debemos elegir hacer el mal menor (a ser posible ninguno), es decir, un fin justo puede justificar medios éticamente incorrectos si mediante ellos se estiman consecuencias menos malas que si no se usan dichos medios. El ejemplo más claro de esto es la defensa ante una agresión.[2] Por lo tanto la Ética son normas que se deben respetar a priori, pues su cumplimiento depende de las consecuencias estimadas.[3]

Las artimañas de quienes no aceptan el consecuencialismo

Algunos deontologistas no aceptan que el dentologismo se convierte en consecuencialismo y usan la doctrina del doble efecto. La doctrina del doble efecto viene a ser un consecuencialismo disfrazado de purismo que utiliza una supuesta buena intención en las acciones para desentenderse de las consecuencias de éstas cuando conviene, sobretodo para defender la propiedad privada y el capital.[4]

Otros deontologistas, para no reconocer que el deontologismo es consecuencialista, añaden arbitrariamente las excepciones a la norma en parte de la misma norma, para poder decir que «así no violan la norma». Por ejemplo, dicen que «no se debe mentir» sería una norma general, pues tiene un sentido amplio, en cambio, «no se debe mentir, excepto para proteger la vida de un inocente» sería una norma más particular, pero que aspira a ser una norma universal. De esta manera creen que evitan decir que «un fin justo (proteger la vida de un inocente) justifica medios éticamente incorrectos (mentir)». En su ensayo «El prescriptivismo universal», R.M. Hare (1919-2002) lo explica de la siguiente manera:

No hay que confundir la universalidad con la generalidad (Hare, 1972, pág. 1 ss.). El principio que implica un enunciado de «debe» puede ser muy específico, complejo y detallado, quizás demasiado complejo para expresarlo en palabras. No tiene que ser muy general y simple. Por ello, las críticas a la universalizabilidad, según las cuales nos hace esclavos de reglas muy simples, no dan en el blanco. Por poner un ejemplo que causó problemas a Kant: mis principios morales no tienen que ser tan generales como «nunca digas mentiras»; pueden ser más específicos, como «nunca digas mentiras excepto cuando es necesario para salvar una vida inocente, y excepto cuando ..., y excepto cuando ...» (Kant, 1797).   (Hare, 1995)

Sin embargo, las excepciones deben estar éticamente justificadas, no es suficiente con añadir una excepción y decir que ésta «es una norma universal». Por ejemplo, la norma «no se debe matar a los demás, excepto si te caen mal», no está fundamentada en nada por sí misma, aunque supuestamente sea una norma «universal». Por lo tanto podemos concluir que la Realidad es que un fin justo (proteger la vida de un inocente) justifica medios éticamente incorrectos (mentir).

La Regla de Oro de la Ética es «A priori, los intereses no deben ser frustrados», la cual es la norma deontologista esencial que gracias al «A priori» tiene en cuenta las consecuencias estimadas, es decir, se convierte en una norma consecuencialista.[3] Es arbitrario añadir a una norma universal sólo las excepciones que uno quiera, pues las excepciones no dependen de las creencias de cada uno, sino de las consecuencias estimadas para avanzar hacia un mundo ético, es decir, hacia un mundo en el que los intereses no sean frustrados.

Para avanzar hacia un mundo ético, en el que los intereses de los seres sintientes no sean frustrados, debemos practicar el veganismo.




ARGUMENTO: "El veganismo es la doctrina de que el hombre debe vivir sin explotar a animales"

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RESUMEN:¿Qué es el veganismo? ¿qué es un vegano? ¿qué es el canibalveganismo? Éstas son las principales preguntas a las que aquí se debe responder.

La palabra «vegano» aparece por primera vez en el nº1 del fanzine «The Vegan News» (Noticias Veganas), publicado en noviembre de 1944 por Donald Watson (1910-2005). Donald Watson no creó el veganismo por salud, sino por Ética, para diferenciarse del lactovegetarianismo. Donald Watson define el veganismo como la práctica ética consistente en respetar a los demás seres sintientes (sensocentrismo). El veganismo incluye el respeto a los humanos porque los humanos también son seres sintientes. Quien sigue la práctica del veganismo es vegano. Toda ampliación de la definición veganismo es arbitraria, por eso la definición de veganismo de Donald Watson no debe ser ampliada, sino precisada coherentemente.

Palabras clave: doctrina, Donald Watson, especismo, vegano, veganismo



1. La palabra «vegano» fué inventada en 1944 por Donald Watson.La palabra «vegan» (vegano en español) aparece por primera vez en la Historia en el nº1 del fanzine «The Vegan News» (Noticias Veganas), el cual fue escrito por Donald Watson (1910-2005) en noviembre de 1944. Donald Watson acuñó el término «vegano» para diferenciarse de los lactovegetarianos. La razón por la que Watson hizo esto fue porque el término «vegetariano» es ambiguo, pues no deja claro si se refiere a un vegetarianismo estricto/puro (alimentación que no contiene productos de origen animal), o si se refiere al lactovegetarianismo (alimentación que incluye lácteos), o si se refiere a otras variantes del vegetarianismo. Sin embargo, es importante tener claro que Donald Watson no creó el veganismo por salud, sino para poner en práctica la idea ética de respetar a los demás seres sintientes, por eso en dicho fanzine dice lo siguiente: «la innegable evidencia de que la producción de dichos alimentos [productos lácteos] implica crueldad y explotación de la vida sintiente desarrollada. La excusa de que no es necesario matar para obtener productos lácteos ya no es sostenible». Además, como es lógico, Donald Watson no rechazaba sólo la crueldad y la explotación en el ámbito de la alimentación, sino en todos los ámbitos (vestimenta, ocio, experimentación, etc.), por eso éste también dice: «Podemos ver claramente como nuestra civilización actual está basada en la explotación de animales de la misma manera que las civilizaciones del pasado estuvieron fundadas en la explotación de esclavos [humanos]». Por lo tanto, Donald Watson defendió la idea ética de respetar a los demás seres sintientes, diferenciándolos de las cosas, idea que se llama «sensocentrismo»[1] y a poner esta idea ética en práctica la llamó «veganismo». En 1947, el Congreso nº.11 de la Unión Vegetariana Internacional insistía en que es la Ética la que llevó a Donald Watson a crear el veganismo, el cual incluye a los seres humanos: «Si el ideal vegano de no-explotación fuera adoptado masivamente entonces se produciría la mayor revolución pacífica jamás conocida en la historia, aboliendo las actividades injustas y sustituyéndolas por unas nuevas y mejores tanto para los intereses de los seres humanos como para los [intereses] de los demás animales».

2. No es suficiente inventar un término ético y definirlo pues, sobretodo en Ética, debe ser una definición precisa y coherente, no absurda. Una buena definición expresa en muy pocas palabras un conocimiento, mostrando sus elementos fundamentales. Donald Watson define el «veganismo» como «poner en práctica la idea ética de respeto hacia los demás seres sintientes» (por eso Watson dice que rechaza la explotación y la matanza de estos), lo cual parece bastante acertado, pero podemos darle una mayor precisión. Podemos dar precisión a la definición de «veganismo» si definimos «explotación» como «obligar por la fuerza o por la coacción a que alguien haga algo»; y también podemos dar precisión dejando claro que matar a alguien es éticamente correcto sólo si dicha persona nos da su consentimiento y no está coaccionada[2]; y aún precisamos más si decimos que tampoco debemos matar a los demás por omisión[3]. Acabo añadir precisión a la definición de «veganismo», sin ampliar su definición con ideas ajenas éste.

3. Algunas personas distorsionan el veganismo que creó Donald Watson diciendo que «el veganismo no se refiere a respetar a los seres sintientes, sino sólo a que los humanos respeten a los animales no humanos». A estas personas las llamaré canibalveganos. En 1951 un tal Leslie J. Cross escribió un artículo titulado «Veganismo definido» en el que dice: «La palabra 'veganismo' significará la doctrina de que el hombre debe vivir sin explotar a otros animales», refiriéndose sólo a los animales no humanos y añadiendo otras ideas extravagantes. Algunos se han adherido a dicha «definición caníbal» de veganismo. Por ejemplo, en el artículo titulado «El veganismo se refiere a los animales no humanos» se puede leer lo siguiente: «El veganismo significa rechazar la explotación de los animales no humanos. Por eso, cualquier persona que rechace como principio esta explotación es vegano, sin importar cuál sea su relación con los humanos». Sin embargo, ser «animal no humano» es éticamente irrelevante[4], pues lo éticamente relevante son los seres sintientes. Por ejemplo, las esponjas son animales no humanos, pero al carecer de sistema nervioso no son seres sintientes. Según dicho artículo, maltratar a los humanos (incluido matarles) no contradice el veganismo, pero viola «los principios éticos básicos», sin embargo unos «principios éticos básicos» que sólo se refieren a los humanos no son principios porque no son universales. Los canibalveganos pretenden separar al veganismo de la Ética, como si por sí mismo el veganismo fuera «otra ética» («doctrina» lo llaman) y una práctica al mismo tiempo. Ante dicha objeción, algunos «caníbalveganos» contestan diciendo que: «el feminismo sólo se refiere a las mujeres, pero considera que también debe respetarse a los hombres; y el veganismo sólo se refiere a los animales no humanos, pero considera que también debe respetarse a los humanos», lo cual son afirmaciones contradictorias. Y no, el feminismo no se refiere sólo a las mujeres, sino a considerar por igual los intereses[5] de los hombres y de las mujeres (desde la perspectiva femenina). Además, los canibalveganos confunden la práctica de evitar, en la medida de lo posible, hacer daño a los demás seres sintientes (veganismo) con la idea antiespecista de considerar por igual los intereses de los humanos y de quienes no son humanos. El antiespecismo no se refiere sólo a quienes no son humanos, sino a considerar por igual intereses iguales[5] de los seres sintientes, independientemente de su especie.  El veganismo no es «respetar a los animales no humanos», sino respetar a los demás seres sintientes, humanos y no humanos. Matar a humanos es éticamente incorrecto, contradice la ideología vegana.

El 3 de abril de 2018, Nasim Aghdam, una mujer vegana y youtuber, se enfadó con Youtube por recibir menos visitas a los vídeos de su canal, les acusó de filtrar sus vídeos, y decidió ir a la sede de Youtube en Silicon Valley (San Bruno, EEUU) para vengarse. Hirió a cuatro personas con un arma de fuego y después se suicidó. El veganismo rechaza lo que Nasim hizo, por lo tanto es absurdo atacar al veganismo por este tipo de hechos éticamente incorrectos.


Youtuber asesina (Link)

4. Los canibalveganos dicen que «sólo pueden ser veganos los humanos». Según esta idea, si en un futuro visitan la Tierra seres sintientes no humanos (no estoy afirmando que existan) entonces estos alienígenas no podrían ser considerados veganos aunque practicaran el veganismo y la Ética en la que el veganismo se basa, pues según los caníbalveganos «el veganismo sólo se refiere a cómo deben relacionarse los humanos con los animales no humanos», lo cual demuestra que dicha definición es arbitraria. Y si intentan corregir lo anterior diciendo que el «veganismo sólo se refiere a cómo deben relacionarse los agentes éticos con quienes no son agentes éticos»[6] entonces los niños pequeños no serían veganos aunque lo practicasen y el caníbalveganismo dejaría de considerar los cuerpos de los niños como un ingrediente vegano, pues los niños no son agentes éticos.

5. Algunos canibalveganos van más allá y dicen que «existe una ampliación del veganismo que dice que el veganismo es esencialmente una doctrina de libertad» o lo que les viene en gana. Por si no fuera poco el problema de que algunas personas estén difundiendo una definición errónea de veganismo, algunas de ellas amplían dicha definición añadiéndola ideas que no tienen nada que ver con el veganismo, haciéndolo cada vez menos entendible y más manipulado. Por ejemplo, en el artículo de Luis Tovar titulado «La definición del veganismo» se enlaza una charla que la tal Leslie Cross dió en 1955, en la que ésta pretende introducir en el veganismo la falacia de la libertad[7], tan usada por la derecha liberal y por la pseudoizquierda, diciendo: «El veganismo es esencialmente una doctrina de libertad», y que Tovar asume como «la ampliación del veganismo». Tovar también añade a la definición de veganismo un «principio abolicionista», según el cual los veganos que no somos «deontologistas», sino consecuencialistas (nos llama «utilitaristas») no somos abolicionistas (lo cual es falso, pues nuestro objetivo es la abolición), y dice que somos «neobienestaristas» para así denostarnos. Parece ser que Tovar sí que tiene potestad para modificar definiciones, los demás no, por eso dice: «necesitamos respetar los significados de los términos. Si alguien no está de acuerdo con la definición establecida de veganismo, puede inventarse libremente su propio término». La definición de «veganismo» fue dada por Donald Watson en 1944 y es: poner en práctica la idea ética de respetar a los demás seres sintientes. Si alguien amplía la definición de veganismo con ser anti-vacuna, anti-soja, comer comida cruda o lo que sea, eso no es el veganismo, sino otro tipo de práctica añadida al veganismo por la razón que sea: será un vegano anti-vacunas, un vegano anti-soja, un vegano crudívoro, etc., pero no será cierto que quien no asume esas otras prácticas no es vegano. Toda ampliación de la definición de veganismo es arbitraria, por eso la definición de veganismo de Donald Watson no debe ser ampliada, sino precisada coherentemente, como hago en el presente artículo.



ARGUMENTO: “Debemos alimentarnos según lo que describe la cadena alimenticia”

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RESUMEN:¿Existe una pirámide alimentaria? ¿tenemos la obligación de hacer lo que la pirámide alimentaria describe? Éstas son algunas de las preguntas a las que aquí voy a responder.

Realmente no existe una «pirámide» alimenticia, sino cadenas alimenticias. Cada cadena trófica o alimenticia describe el proceso de transferencia de sustancias nutritivas (energía) a través de las diferentes especies de una comunidad biológica. No se puede deducir ningún deber a partir de lo que las cadenas alimenticias describen porque al deducir conclusiones prescriptivas (deberes) a partir de premisas descriptivas (hechos) se usa la falacia lógica. Si la conclusión falaz de que debemos alimentarnos según lo que describen las cadenas alimenticias fuera cierta entonces deberíamos dejar que otros seres vivos se alimenten de nuestra sangre, que parásitos nos parasitasen, etc. Lo que debemos hacer es comportarnos de manera ética, independientemente de lo que las cadenas alimenticias describan.

Palabras clave: cadena alimenticia, cadena trófica, nivel trófico, pirámide alimenticia, poder

Algunas personas dicen que «existe una pirámide alimenticia». Una cadena trófica, comúnmente llamada cadena alimenticia o alimentaria, describe el proceso de transferencia de sustancias nutritivas (energía) a través de las diferentes especies de una comunidad biológica, donde cada individuo se alimenta del nivel trófico precedente y es alimento del siguiente, según lo cual cada especie está situada en un nivel trófico, según su tipo de alimentación. Existe una red trófica formada por numerosas cadenas alimenticias. A veces se representan las cadenas tróficas como una pirámide, como podemos ver en la siguiente imagen. Realmente no existe una «pirámide» alimenticia, sino cadenas alimenticias, pudiendo haber hasta seis o siete niveles tróficos de consumidores, rara vez más, formando no sólo cadenas alimenticias basadas en la predación o captura directa, sino también en el parasitismo, el mutualismo, el comensalismo y la descomposición. La idea de que los humanos deben alimentarse según lo que la cadena alimenticia describe tiene relación con el error de representar las cadenas alimenticias como una pirámide, en la que quienes están en su cima tienen supuestamente el poder, el derecho y la obligación de explotar y matar a quienes están por debajo de ellos en dicha pirámide. Incluso entre los mismos humanos, unos se creen en la cima de una pirámide y abusan de otros humanos, y fomentan entre sus víctimas la admiración hacia los depredadores, en lo que viene a ser un ejemplo de hegemonía cultural.


Troy McClure, "La carne y tú, compañeros de la libertad" (Link)

Algunas personas no saben que las cadenas alimenticias no son fijas, sino que cambian debido a la evolución biológica. Si una especie animal herbívora evoluciona porque algunos de sus miembros decidieron comer carne entonces dicha especie cambiaría su puesto en la cadena alimentaria, «subiendo un nivel». También puede ocurrir lo contrario, por ejemplo, los osos panda son animales carnívoros que han evolucionado para comer sólo bambú, pasando a ser consumidores primarios. Los humanos también pueden decidir ocupar otros niveles tróficos, alimentándose de la manera que ellos quieran, son libres para hacerlo. Si la mayoría de humanos decidieran ser consumidores primarios, es decir, ser vegetarianos estrictos entonces la cadena alimentaria sería actualizada para describir esta nueva realidad, pues esa es su función, no decirnos lo que debemos hacer.

Algunas personas dicen que «los humanos deben comportarse hacia quienes no son humanos según nos lo describe la cadena alimenticia». Como la cadena alimenticia describe que los humanos se alimentan de quienes no son humanos entonces estas personas dicen que «es éticamente correcto que los humanos exploten y maten a quienes no son humanos para alimentarse». Este argumento queda inmediatamente rebatido porque la cadena alimenticia DESCRIBE el flujo de nutrientes más frecuente entre especies de seres vivos, pero no dice cómo éstos DEBEN comportarse, pues el deber ético es asunto de la Ética, no de la Ecología. Llegar a conclusiones normativas a partir de premisas descriptivas es hacer uso de la falacia lógica.[1] El deber ético se origina en los intereses de los seres sintientes.[1]

Algunas personas que se dan cuenta de que es falaz el argumento según el cual debemos comportarnos como describe la cadena alimenticia, dicen que «los humanos deben comer carne para evitar unas malas consecuencias». Generalmente dicen que la mala consecuencia es que se rompería el equilibrio de la naturaleza. La realidad es que comer carne tiene malas consecuencias para quienes son comidos y que si los humanos siguen una alimentación vegana no rompen ningún «equilibrio de la naturaleza» porque no existe ningún «equilibrio».[2] Otras veces estas personas afirman que la mala consecuencia de seguir una alimentación vegana es enfermar, pero la ciencia de la nutrición afirma que la alimentación vegana equilibrada es sana en todas las etapas de la vida.[3].

Quien dice que «debe suceder aquello que describe la cadena alimentaria» no lo acepta cuando ésta describe que otros se alimentan de él. Durante miles de años, los humanos y sus antepasados fueron presas de leopardos, leones y de otros grandes depredadores. Este hecho cambió paulatinamente cuando los humanos pudieron defenderse de manera efectiva, modificando la «pirámide» alimenticia de aquellos tiempos.  Actualmente, los seres vivos que se alimentan de sangre (hematofagia) y de carne humana ocupan un nivel superior respecto a los humanos en la cadena alimentaria. Por lo tanto, quien defiende que debe suceder aquello que indica la cadena alimentaria está defendiendo que los mosquitos deben alimetarse de la sangre humana y que los humanos deben ser parasitados. Esta idea no es coherente con una ética racional, pues la realidad es que ninguna persona, humana o no humana, quiere que se frustre su interés de seguir viviendo sin sufrimiento. Los siguientes seres vivos son hematófagos: arador de la sarna, chinche, garrapata, jején, ladilla, lamprea, mosquito, piojo, pulga, sanguijuela, tábano, tenia, vampiro, etc. Además, hay que tener en cuenta que la mayor parte de los transmisores (vectores) de virus y bacterias son insectos hematófagos, debido a su contacto directo con la circulación sanguínea. A continuación enumeramos algunos seres vivos que ocupan una posición superior respecto a los humanos en la cadena alimentaria:






ARGUMENTO: “Consumir suplementos alimenticios es malo”

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RESUMEN:¿Qué son los suplementos alimenticios? ¿son saludables los suplementos? Éstas son algunas de las preguntas a las que aquí vamos a responder.

No existe lo «no natural», por eso es absurdo decir que «lo 'no natural' es malo». Lo malo es lo que perjudica a nuestra salud en contra de nuestro interés. De todas maneras, la vitamina B12 se produce industrialmente mediante fermentación bacteriana, un proceso similar al que se utiliza para la producción de vino, cerveza, yogures, pan, etc.

Palabras clave: suplementos

1. Algunas personas dicen que «la alimentación vegetariana estricta necesita que se incorpore un suplemento de vitamina B12 para que sea sana, por lo tanto eso quiere decir que es una alimentación incompleta». En un artículo anterior explicamos que quienes siguen una alimentación vegetariana estricta deben consumir un suplemento de vitamina B12 para garantizar sus necesidades de dicha vitamina, así como también se les recomienda a quienes no son vegetarianos, especialmente a los mayores de 50 años[1]. Los mamíferos herbívoros que viven en el campo obtienen vitamina B12 mezclada con los pastos que ingieren y ésta es absorbida por fermentación intestinal para ser depositada en sus músculos, tal y como la obtenían los antepasados humanos. Culturas humanas originarias obtenían vitamina B12 comiendo con las manos, manteniendo un contacto con la tierra y las plantas del campo. Este aporte fue disminuyendo con la aparición de las mesas, sillas y utensilios de comer, y seguramente también con la fumigación. Lo mismo les ha terminado ocurriendo a los mamíferos herbívoros que están estabulados en las granjas intensivas, a los cuales se les incorpora vitamina B12 y otros suplementos en la comida.

2. Algunas personas dicen que «no debemos consumir suplementos porque eso "no es natural", es "anti natural", es "contra natura", y eso significa que es éticamente incorrecto». Estas personas usan la falacia de la naturaleza cuando dicen que los suplementos no son naturales, pues lo «no natural» no existe, todo lo existente es natural[2]. Basándose en la falacia de la naturaleza, usan la falacia de apelación a la naturaleza, según la cual lo «no natural» es malo y éticamente incorrecto[3] y por eso concluyen que no debemos consumir suplementos. Pasando por alto las dos falacias que usan estas personas, incluso la vitamina B12 sería «natural» según la errónea concepción de la Realidad que tienen estas personas, pues producir vitamina B12 mediante síntesis química requiere de 70 etapas de reacción, lo cual es muy costoso, por eso la vitamina B12 se produce industrialmente mediante fermentación bacteriana, tal y como se produce el yogurt, el pan, la cerveza, el vino, etc. Es irracional oponerse a comer productos fermentados. Por otro lado, diariamente estas personas consumen numerosos productos que llevan vitaminas y minerales añadidos, por lo tanto también se están suplementando. Si una persona ya consume productos suplementados ¿qué problema hay en consumir un pequeño suplemento de vitamina B12 que va a ayudar a salvar la vida de otros seres sintientes?

3. Algunas personas dicen que «no debemos comer suplementos porque son medicamentos». Estas personas creen que todo lo que tiene forma de pastilla es un medicamento y que, como ellos supuestamente están muy sanos, no lo necesitan. Algunas de estas personas, luego no tienen reparo en comer caramelos, chicles, etc. Pueden comer una barra de pan, pero parece que la miga de pan con forma de pastilla les parece algo malo y no la quieren comer. El suplemento de vitamina B12 no es un medicamento sino una vitamina producida por fermentación bacteriana a la que se le da la forma de una pastillita para que sea más cómodo consumirla y para medir mejor las dosis.

4. Algunas personas dicen que «no debemos consumir suplementos porque no son sanos». Para que una alimentación ética sea sana se deben comer frutas, verduras, legumbres, cereales, frutos secos, semillas y un suplemento de vitamina B12 o bien alimentos enriquecidos con dicha vitamina. En el caso de que por nuestro ritmo de vida, o por dejadez, no tengamos una buena alimentación y suframos carencia de algún nutriente, podemos optar por tomar suplementos hasta que dicha carencia sea resuelta. El uso de suplementos es sano mientras no exista un exceso de consumo de nutrientes, pues eso puede producir una intoxicación. Recordemos que incluso el consumo de agua puede ser tóxico si se toma en exceso, produciendo una hiperhidratación. Lo importante en una alimentación ética es estar sano, por lo tanto debemos tomar suplementos si fuera necesario para ello. Morir por no consumir un suplemento alimentario sería irracional. A continuación menciono algunos casos en los que se recomienda el uso de suplementos:

- El Instituto de Medicina de Estados Unidos (IOM) ha recomendado a todos los adultos mayores de 50 años (sean o no sean vegetarianos) que ingieran suplementos de B12 o alimentos enriquecidos con dicha vitamina, para cubrir sus necesidades. [1][2]

- Suplementos para proteger la salud de la mujer embarazada y de su hijo:
https://www.mscbs.gob.es/biblioPublic/publicaciones/recursos_propios/infMedic/docs/vol34n4_Suplementos.pdf
https://kellymom.com/ages/tandem/mom-vitamins/
https://kellymom.com/nutrition/vitamins/vitamins/
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/10569217





Huevos "fertilizados" y refugiados

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Hoy me encontré esta foto en Twitter... ¡Qué dolor de ojos produce! 🙈


Homo sapiens antropocentrista en el año 2018

En la foto aparece un animal de la especie Homo sapiens sosteniendo una hoja arrancada de un cuaderno en la que está escrito lo siguiente:

«If fertiliced eggs are "people" and refugees aren't, we have a problem.»

Traducción: «Si los huevos fertilizados son "personas" y los refugiados no lo son, tenemos un problema.»🙈


A continuación voy a responder brevemente a este sujeto humano, es decir, a esta persona humana.

1º) Los óvulos de ave fecundados no son personas, de igual manera que los óvulos humanos fecundados tampoco lo son. La subjetividad aparece en un cerebro funcional, y dicho suceso es bastante posterior a la fecundación del óvulo. Por eso es éticamente correcto, y por tanto vegano, matar a embriones que no tienen un cerebro funcional[1].

2º) Nadie que yo sepa, excepto esta persona de la foto, dice que «los humanos refugiados no son personas». Dicha afirmación es absurda porque los refugiados tienen cerebros funcionales. Como los refugiados tienen cerebros funcionales entonces son sujetos, lo mismo que son sujetos las vacas, los perros, las ovejas, lo cerdos, etc. Los sujetos sentimos y tenemos intereses: somos seres sintientes. Los seres sintientes tenemos derecho a la salud y a la vida, por lo tanto debemos ser respetados.

3º) Realmente se tiene un problema cuando se intenta ridiculizar al movimiento por los Derechos Animales poniendo en la boca de éste ideas absurdas como «los huevos fertilizados son personas», lo cual es una falacia del hombre de paja:

La falacia del hombre de paja, o falacia del espantapájaros, es una falacia que consiste en caricaturizar los argumentos o la posición del oponente, tergiversando, exagerando o cambiando el significado de sus palabras (del oponente) para facilitar un ataque lingüístico o dialéctico.

Y el problema se agrava cuando se utiliza dicha falacia del hombre de paja para, indirectamente, intentar presentar al movimiento por los Derechos Animales como enemigo de los refugiados y negador del hecho de que los refugiados son personas... Esta rastrera manera de manipular retrata la falta de razón, de sensibilidad y de Ética propias del antropocentrismo[2].

Para terminar esta nota, comparto una foto en la que aparecen personas no humanas, concretamente personas de la especie Gallus gallus domesticus, que actualmente están siendo víctimas de un genocidio sistemático para obtener huevos y carne

Personas no humanas de la especie Gallus gallus domesticus


Entrevista a Respuestas Veganas (Lidia Velázquez, noviembre 2018)

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Hace pocos días, contactó conmigo Lidia Velázquez, una estudiante de 2º de Periodismo en la Universidad Rey Juan Carlos (URJC), que me solicitaba una entrevista para un reportaje sobre veganismo. A continuación comparto con vosotros la entrevista.

A priori, los seres sintientes debemos ser respetados.

Hola, me llamo David y llevo el blog Respuestas Veganas.

- ¿Cree que socialmente está mal visto llevar un estilo de vida vegano? Si es así, ¿a qué cree que se debe esto?

Siempre digo que el veganismo no es un estilo de vida, como puede serlo ser heavy o ser culturista, sino que el veganismo es poner en práctica la Ética: respetar a los demás.

Socialmente están mal vistos ciertos comportamientos como la falta de educación, la agresión, etc. El veganismo no se encuentra entre esos comportamientos. Creo que hay muchas personas no veganas que ven con buenos ojos el veganismo, pero no dan el paso porque no le prestan atención, no lo consideran algo importante en su día a día. También es cierto que existen algunas personas no veganas a las que parece molestarlas que alguien sea vegano, incluso conozco casos de discriminación en el trabajo y en colegios. Por citar un caso, el 29 de septiembre de 2017 se suicidó Louie Tom Fenton, un niño de 12 años acosado en el colegio por ser vegano, es decir, acosado por vegafobia. Es importante saber que la vegafobia existe, pero nuestro foco debe estar puesto en quienes no son humanos, que son las principales víctimas de un genocidio en toda regla.

- ¿Cómo puede luchar por los derechos de los animales una persona que no quiera llevar una dieta vegana?

Es importante diferenciar entre derechos éticos y derechos legales. Por ejemplo, los prisioneros en campos de concentración nazis tenían derecho ético a la salud y a la vida, sin embargo en Alemania no tenían derecho legal a la salud ni a la vida. Los derechos éticos se basan en el derecho a la salud y a la vida, pues sin ese derecho no pueden existir otros derechos. De nada sirve llamar a algo «derecho a» si está permitido ética y legalmente que te agredan y asesinen cuando quieres ejercer ese «derecho a».

El derecho ético a la salud y a la vida se tiene porque se tiene interés en seguir viviendo y a vivir sin sufrimiento, y eso es como la gravedad: existió, existe y siempre existirá. En cambio, el derecho legal a la salud y a la vida depende de lo que ponga escrito en un papel y puede ser cambiado mediante la autoridad del Estado (o mediante la autoridad de la tribu, de una asamblea, etc.).

Cuando defendemos los derechos de los animales estamos defendiendo esencialmente el derecho ético a la salud y a la vida que todos los animales tenemos, como seres sintientes que somos. Tenemos el deber ético de respetar el derecho ético a la salud y a la vida de los demás, y por lo tanto el derecho a que los demás nos respeten.

Además, el derecho ético a la salud y a la vida debe ser protegido legalmente mediante una ley de Derechos Animales (nótense las mayúsculas) que asimismo contenga otros derechos que se derivan lógicamente del mismo. En mi blog tengo una «Declaración Universal de Derechos Animales (sensocentrista)» en la que enumero los derechos legales que deben ser aprobados.

Las personas podemos defender ideas, pero lo coherente es que esas ideas las llevemos a nuestra práctica diaria. Defender el derecho a la salud y a la vida de los demás es una idea perfecta, pero no es coherente con pagar para que les asesinen por el placer de un sabor. Sin embargo, es cierto que dentro de esa incoherencia se pueden hacer cosas para que menos animales no humanos sufran y sean maltratados. A esa persona le diría que puede participar en concentraciones y en manifestaciones contra el maltrato animal (tauromaquia, caza, pesca deportiva, circos con animales, zoológicos, etc.), puede firmar peticiones online, puede hacerse socio de ONGs animalistas o veganas, puede hacer donaciones puntuales, o afiliarse a PACMA; también puede prestar ayuda a animales en perreras, en santuarios, o a animales que se encuentra. Incluso se puede defender el veganismo sin ser vegano. Todas estas acciones ayudan a los demás animales, pero son contrarrestadas al pagar para que asesinen a un animal. Una alimentación vegana es fácil de adoptar, lo más difícil creo que son las relaciones sociales, pero eso es superable cuando se tiene una personalidad fuerte.

- ¿Considera que hay una desinformación general en lo referente al veganismo?

La situación hoy en el siglo XXI es muy diferente a la del siglo pasado. En 17 años ha aumentado muchísimo la difusión del veganismo, es conocido por casi todos como una práctica ética que consiste en que se debe respetar a los demás animales. Sin embargo muchas personas siguen desinformadas y con miedos: que si la vitamina B12, que si proteína animal, que si «el césped también siente», etc. y que son más escusas que otra cosa. Entre los veganos también hay desinformación respecto a cuestiones éticas, es decir, al ser veganos hacen lo éticamente correcto, pero en muchos casos las razones que dan para ser veganos no son precisas y arrastran errores que tenían antes de ser veganos. Eso es lo que yo percibo en general.

- Políticamente hablando, ¿cuál es el primer objetivo por conseguir en España respecto a los animales? ¿cree que es posible conseguirlo en un corto periodo de tiempo?

El primer objetivo político es ilegalizar aquellas prácticas que hacen apología al uso de la violencia contra los animales no humanos, como lo son la tauromaquia, la caza y la pesca deportiva. Dichas actividades buscan insensibilizar al ser humano ante el sufrimiento ajeno, haciéndole partícipe de él. Si una persona está convertida en una especie de psicópata, es más difícil que evolucione éticamente. Después añadiría el ocio de maltrato animal como los circos con animales, los zoológicos, los hipódromos, etc. En cuanto a productos de maltrato animal podemos seguir por las prendas de piel, etc. Seguramente lo más difícil de prohibir será la carne, la leche y los huevos, pero mientras la mayoría de la sociedad no sea vegana no se podrá ilegalizar, como es lógico. Por eso son tan importantes las organizaciones veganas que intentan que más personas se unan al veganismo, ellas hacen un activismo pre-político: un activismo ético. No sabría dar una fecha para los logros. Algunos maltratos ya se están prohibiendo, como los circos con animales, pero falta mucho aún. La situación es al mismo tiempo ilusionante y desesperanzadora porque los veganos quisiéramos que todo cambiase más deprisa.

- ¿Cuál sería su propuesta para que haya más conciencia antiespecista en la sociedad española?

Mi propuesta es diferente a la de otras organizaciones, y consiste en rechazar aquellos conceptos que indirectamente sostienen ideológicamente al especismo. Por ejemplo, conceptos que hacen mucho daño al razonamiento como: el concepto de «no natural» (pero todo es natural), el concepto de «equilibrio de la naturaleza» (idea bíblica), el concepto de «libertad» (para imponer normas disimuladamente), el concepto de «valor» que se confunde con el concepto de «respeto», el concepto de «humano» cuando no tiene en cuenta la heterogeneidad dentro de la especie (falacia ecológica), el concepto de «razonar» (todos los animales razonamos en menor o en mayor grado), y otras ideas erróneas que operan independientemente del debate sobre el veganismo, pero que tienen consecuencias desastrosas para el razonamiento ético. En mi blog estudio estos temas.

- ¿Considera que hablar de igualdad entre la especie humana y resto de especies en una sociedad es una utopía?

La Regla de Oro de la Ética es: «a priori, los intereses no deben ser frustrados». Eso quiere decir que el universo idílico sería un universo sin seres sintientes, pero como la Realidad no es así entonces un universo idílico sería un universo sin violencia en el que todas las interacciones entre nosotros los seres sintientes fueran por cooperación y por auxilio. Incluso entre humanos, acabar con la violencia parece una utopía, pero eso no convierte a la violencia en éticamente correcta. La Ética nos señala una utopía hacia la que debemos avanzar, aunque nunca lleguemos a ella. Un mundo con menos violencia es un mundo mejor para todos, y eso incluye a quienes no son humanos. Es muy hipócrita intentar acabar con la violencia entre humanos al mismo tiempo que se defiende la violencia contra quienes pertenecen a otras especies: o estás en contra de la violencia o estás a favor, no hay término medio. El mal es mal, su término medio también es mal.

- ¿Qué consejo le daría a una persona que no termina de dar el paso hacia el veganismo?

Al veganismo se llega con unos cuantos pasos. Cada vez más personas dan pasos hacia el veganismo porque es el camino éticamente correcto. Un paso es no asistir a circos con animales y promover su ilegalización. Otro paso es estar en contra de la tauromaquia, otro paso es estar en contra de la caza. Otro paso es no comprar productos de piel. Y se darán más pasos rechazando el resto de maltratos. Un gran paso es no comprar «alimentos» de origen animal. Todo suma. Le daría el consejo de ver de principio a fin documentales como Earthlings, Matadero, y otros tantos. Le diría que empatice con esos sujetos peludos, que también son seres sintientes que tienen emociones y sentimientos, que juegan, que se alegran y se entristecen, que sufren y que quieren disfrutar de sus vidas. Cada uno de ellos es alguien con su propia personalidad, no algo. Poco a poco o de golpe, cada humano es distinto, pero le aconsejaría que comience a hacer dar pasos por los demás animales, el paso que prefiera, pero que avance.

Gracias por concederme esta entrevista.



ARGUMENTO: "Siempre se hizo así, es una tradición, por tanto debe ser respetada"

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RESUMEN:¿Qué es una tradición? ¿todas las tradiciones son éticamente correctas? ¿qué es el conservadurismo? Éstas son algunas de las preguntas a las que aquí voy a responder.

La apelación a la tradición (también llamada argumentum ad antiquitatem o apelación a la práctica común) es una falacia lógica que consiste en afirmar que si algo se ha venido haciendo desde antiguo, entonces es que está bien seguir haciéndolo, por ejemplo cuando alguien dice que «matar animales es éticamente correcto porque se ha hecho siempre así». Sin embargo, decir eso es una falacia porque lo éticamente correcto no tiene nada que ver con cuánto tiempo se lleva haciendo algo, sino con el respeto. Matar a humanos también se ha hecho siempre, pero eso no lo convierte en éticamente correcto. Sabemos que algo es éticamente incorrecto cuando no respeta a los demás. Matar a quien quiere seguir viviendo es no respetarle.

Palabras clave: apelación a la tradición, conservadurismo, conservadurismo cultural, costumbre, derechismo conservador, ritual, tradición


Una persona reaccionaria es aquella que es partidaria de conservar los valores políticos, sociales y morales tradicionales, generalmente religiosos, y se opone a reformas o cambios que representan un progreso ético en la sociedad. De manera despectiva, los conservadores suelen llamar «progres» a quienes defienden el progreso ético en la sociedad, es decir, a los progresistas. En el siguiente vídeo podemos ver a conservadores opinando contra el progreso ético, estos se volverán reaccionarios ante cualquier progreso social.


Conservadurismo cultural en Jordania (Link)

1. Algunas personas afirman que «NUESTRAS tradiciones son éticamente correctas, pero las tradiciones de otras culturas son éticamente incorrectas». A dicho argumento se le conoce como «apelación a la tradición» y está asociado al conservadurismo (ético-cultural y político), muy asociado con las religiones. La apelación a la tradición (también llamada argumentum ad antiquitatem o «apelación a la práctica común») es una falacia lógica que consiste en afirmar que «si algo se ha venido haciendo desde antiguo, entonces es éticamente correcto y debe seguir haciéndose». Sin embargo, que algo se venga haciendo desde hace mucho tiempo no implica que sea éticamente correcto. Tal y como dice Isaac Bashevis Singer (1902-1991): «La gente dice con frecuencia que los humanos siempre han comido carne, como si ésta fuera una justificación para continuar la práctica. De acuerdo con esta lógica, no deberíamos tratar de evitar que la gente mate a otra gente dado que esto también ha sucedido desde el comienzo de los tiempos». Una tradición no es éticamente correcta porque sí. Podemos saber si una tradición es éticamente incorrecta observando si viola la Regla de Oro de la Ética («A priori, los intereses no deben ser frustrados») y en qué medida la viola[4].


Lo normal y los nuevos paradigmas (Link)

2. La apelación a la tradición está estrechamente relacionada con la falacia de la naturaleza y ésta a su vez está relacionada con el argumento de apelación a la naturaleza. Quienes usan la apelación a la tradición suelen asociar la tradición con lo «normal», lo «normal» con lo «natural»[10], y finalmente asocian lo «natural» con el bien, con lo éticamente correcto y con el deber[11]. Este tipo de razonamiento conservador está muy presente en las religiones.

3. Algunas personas afirman que «TODAS las tradiciones son éticamente correctas». Algunas veces la «apelación a la tradición» se utiliza para justificar cualquier tradición, defendiendo de esta manera el relativismo ético. Por ejemplo, en un escrito de 1906, William Graham Sumner (1840-1910) apeló al relativismo ético usando el argumento de la tradición: «La forma “correcta” es la forma que emplearon los antepasados y que ha sido transmitida. La tradición es su propia justificación. No se la somete a verificación por la experiencia. La idea de lo correcto está en las costumbres tradicionales, no fuera de ellas ni tiene un origen independiente y que se introduce para probarlas. En las costumbres tradicionales, lo que es, es lo correcto, y así es porque son tradicionales, y de este modo contienen en sí mismas la autoridad de los espíritus ancestrales. Cuando llegamos a las costumbres tradicionales, estamos al final de nuestro análisis». Sin embargo, en otro artículo rebatí el relativismo ético al demostrar que el bien y el mal existen objetivamente[9]. Esto quiere decir que existen tradiciones éticamente correctas y tradiciones éticamente incorrectas, es decir, existen tradiciones que se deben permitir y tradiciones que se deben prohibir.


Matrix, Grandes Diálogos (Link)





ARGUMENTO: “Debemos extinguir a los animales domésticos”

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RESUMEN:¿Debemos extinguir a los animales domésticos? Éstas son algunas de las preguntas a las que aquí voy a responder.

Todo lo existente es naturaleza y natural, incluidas las relaciones que los humanos establecen con los animales domésticos. También esta relación está normalizada, pero aunque no estuviera normalizada eso no implicaría que fuera éticamente incorrecta. Toda dependencia de ayuda es temporal, pues está limitada por la duración de la vida. La dependencia no es mala per se, no es éticamente incorrecta, lo éticamente incorrecto es que no nos ayuden cuando dependemos de otros. Los animales domésticos pueden vivir sanos y felices con la ayuda de los humanos, y no hay nada malo en dicha dependencia. Por lo tanto, no tiene sentido plantear la extinción de los animales domésticos, pues estos pueden tener vidas felices junto a los humanos. Los animales domésticos no prefieren vivir de manera salvaje, ni sería lo mejor para ellos. No existe ninguna razón para extinguir a los animales domésticos, excepto si una raza presenta problemas congénitos de salud que heredará su descendencia.

Palabras clave: animales domésticos, dependencia, extinción

En otro artículo demostré que para salvar la vida a los animales domésticos que hay en las perreras debemos adoptarles, no comprarles[1].

El veganismo es poner en práctica una idea ética: respetar a los demás seres sintientes. Respetar a los demás implica respetar el derecho a la salud y a la vida, y por lo tanto los intereses de los demás en general[2].

1. Algunas personas dicen que «los animales domésticos (perros, gatos, vacas, cerdos, gallinas, etc.) pueden ser felices viviendo con los humanos, pero deberíamos extinguirlos porque ese tipo relación no es "natural" o "normal"». Por ejemplo, Gary Francione en su artículo «“Pets”: The Inherent Problems of Domestication» dice lo siguiente: «Podemos hacerlos felices en un sentido, pero la relación nunca puede ser "natural" o "normal". No pertenecen a nuestro mundo, independientemente de lo bien que los tratamos». Sin embargo, todos los seres sintientes pertenecemos al mismo mundo: el planeta Tierra, el mundo de nosotros los seres sintientes. Además, en otro artículo ya demostré que todo lo existente es naturaleza y natural[3], incluidas las relaciones que los humanos establecen con los animales domésticos. Además, la convivencia entre humanos y animales domésticos es normal, pues está normalizada, y aunque esta relación fuera un hecho minoritario, es una falacia decir que «lo no normal o minoritario es éticamente incorrecto»[4].

2. Algunas personas dicen que «deberíamos extinguir a los animales domésticos (perros, gatos, vacas, cerdos, gallinas, etc.) porque dependen de la ayuda de los humanos». Por ejemplo, Gary Francione en su artículo «“Pets”: The Inherent Problems of Domestication» dice que la dependencia es éticamente incorrecta y por ello dice que los animales domésticos deben extinguirse: «Los animales domésticos dependen de nosotros para todo lo que es importante en sus vidas: cuándo y si comen o beben, cuándo y dónde duermen o se alivian, si reciben afecto o ejercicio, etc. Aunque se podría decir lo mismo acerca de los niños humanos, un abrumador número de niños humanos maduran para convertirse en seres autónomos e independientes». Si depender de la ayuda de otros fuera éticamente incorrecto entonces no deberíamos reproducirnos para no crear individuos dependientes. Algunas personas responden a esto diciendo que«los años de dependencia de ayuda en la etapa infantil son temporales», sin embargo toda dependencia de ayuda es temporal, pues está limitada por la duración de la vida. En la etapa infantil somos más dependientes de otros (nos alimentan y dan agua, nos dicen que debemos dormir, etc.) y puede ser muy satisfactoria, por lo tanto la dependencia no es mala per se, no es éticamente incorrecta, lo éticamente incorrecto es que no nos ayuden cuando dependemos de otros. Ser dependiente de la ayuda de otros no implica ser maltratado por acción u omisión, así como «ser independiente» no implica ser respetado ni poder defenderse satisfactoriamente en todos los casos. Nuestro deber ético es ayudar a quienes necesitan nuestro auxilio[5], pero Francione rechaza el derecho de auxilio, y realmente es por esta razón por la que rechaza la existencia de animales domésticos que dependen de la ayuda de sus tutores.

3. Algunas personas dicen que «debemos extinguir a los animales domésticos mediante la esterilización». Lo curioso es que algunas de las personas que dicen esto son «deontologistas», como en el caso de Gary Francione. Según el «deontologismo», un fin ético no justifica usar un medio éticamente incorrecto. Sin embargo, Francione apoya la esterilización sin consentimiento en su artículo «Animal Rights and Domesticated Nonhumans»: «Hay algunos defensores que piensan que los "derechos de los animales" significan que los no humanos tienen algún tipo de derecho a reproducirse, que es un error esterilizar a los no humanos. Si esa visión es correcta, entonces estaríamos moralmente comprometidos a permitir que todas las especies domesticadas continúen reproduciéndose indefinidamente. No podemos limitar este "derecho de reproducción" solo a perros y gatos. Además, no tiene sentido decir que hemos actuado inmoralmente en la domesticación de animales no humanos, pero ahora estamos comprometidos a permitirles que sigan reproduciéndose. Cometimos un error moral al domesticar a los no humanos en primer lugar; ¿Qué sentido tiene perpetuarlo?». Es decir, Francione dice que como supuestamente hicimos algo éticamente incorrecto (domesticar) entonces está justificado hacer algo éticamente incorrecto (esterilizar)[6] con el fin de corregir nuestro error. Esto demuestra una vez más que los «deontologistas» como Francione sólo son «deontologistas» cuando les interesa, o para criticar a quienes somos consecuencialistas.

4. Excepto las razas con problemas congénitos, no existe la necesidad de extinguir a los animales domésticos y es contraproducente. En diciembre de 2011, se publicó el libro «Zoopolis: A Political Theory of Animal Rights», cuyos autores, Sue Donaldson y Will Kymlicka, defienden que el necesario cese total de la explotación animal no tendría que suponer necesariamente la extinción de los animales domésticos. Solo en el caso de algunas razas de animales domésticos mal diseñadas por los humanos, sus individuos presentan problemas de salud congénitos; en estos casos no debería permitirse que estos individuos se reprodujeran, para evitar que su descendencia padezca el mismo sufrimiento. Sabemos perfectamente que la existencia de animales domésticos facilita que los humanos comprendan emocionalmente que deben respetarles. La extinción de los animales domésticos tendría como consecuencia la eliminación de los fuertes lazos emocionales que los humanos mantienen con ellos, lo cual dificultaría el avance de la empatía humana hacia quienes no son humanos.

5. Algunas personas dicen que «no deberíamos extinguir a los animales domésticos (perros, gatos, vacas, cerdos, gallinas, etc.), sino soltarlos en el campo para que se asilvestren».Los animales domésticos pueden tener vidas plenas junto a los humanos, no prefieren vivir de manera salvaje, ni sería lo mejor para ellos. Muchos podrían acabar de nuevo en perreras, morir de enfermedades, hambre sed, frío o ser atropellados y producir un accidente de tráfico. Independientemente de las consecuencias que produjera dicha «reinserción» (es un abandono), las condiciones de vida de un animal doméstico abandonado son peores que las condiciones de vida que puede tener viviendo junto a humanos en un lugar adecuado a sus necesidades. Debemos habilitar espacios para que los animales domésticos puedan satisfacer sus intereses de movimiento, de relación con otros animales de su propia especie, de alimento, de medicinas, etc.




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