PROLEGÓMENO: En esta entrada no es necesario tratar la cuestión del especismo. En esta entrada responderemos a las siguientes preguntas: ¿es éticamente incorrecto matar a alguien incurable que padece un extremo dolor? ¿es éticamente incorrecto matarse a uno mismo? |
Algunas personas, incluidos veganos, dicen que todo tipo de eutanasia y de suicidio es éticamente incorrecto. Primero vamos a explicar la diferencia existente entre ambos actos.
Documental: Eutanasia: ¿piedad o asesinato? (Link)
Una de las primeras menciones al rechazo de la eutanasia aparece en el juramento hipocrático, en teoría escrito por Hipócrates de Cos (460 a.C.-370 a.C.) en el siglo V antes de Cristo. Hipócrates fue un médico de la Antigua Grecia que ejerció durante el llamado siglo de Pericles, y es una de las figuras más destacadas de la historia de la medicina, tanto que muchos autores se refieren a él como el «padre de la medicina». En el juramento hipocrático, muy presente en la ética y la deontología de la práctica médica, puede leerse: "No accederé a pretensiones que busquen la administración de venenos, ni sugeriré a nadie cosa semejante".
Las personas que se oponen a los diferentes tipos de eutanasia y de suicidio dan diferentes razones en contra de ellas. A continuación exponemos cada una de ellas:
- Contra la eutanasia voluntaria o eutanasia activa: quienes se oponen a este tipo de eutanasia suelen ser personas que consideran que "la vida humana es sagrada". Por ello, consideran que es éticamente incorrecto solicitar la eutanasia y realizarla. Una de las instituciones que rechaza la eutanasia voluntaria es la Iglesia católica. Los planteamientos religiosos no los vamos a responder aquí.
- Contra la eutanasia involuntaria o eutanasia pasiva: quienes se oponen a este tipo de eutanasia suelen ser personas que consideran que "la vida de X es sagrada". Quienes se oponen a la eutanasia voluntaria, pero no se oponen a la eutanasia involuntaria, suelen hacer uso de la doctrina del doble efecto de Tomás de Aquino (1224/1225–1274): la intención de la eutanasia pasiva es aliviar el dolor y el sufrimiento, y la muerte adelantada del paciente es una consecuencia prevista, pero no deseada. Los planteamientos religiosos no los vamos a responder aquí.
- Contra la eutanasia no voluntaria: quienes se oponen a este tipo de eutanasia suelen ser personas que consideran que "la vida humana es sagrada". Quienes se oponen a la eutanasia voluntaria, pero en algunos casos no se oponen a la eutanasia no voluntaria, también suelen hacer uso de la doctrina del doble efecto. Los planteamientos religiosos no los vamos a responder aquí.
- Contra el suicidio: Generalmente, no sólo se oponen al suicidio personas que consideran que "la vida humana es sagrada". Otras personas, incluidos veganos, dicen que, en condiciones normales, el interés en conservar la vida es constitutivo al individuo sintiente (lo mismo que el instinto de alimentarnos) y no desaparece nunca (aunque podamos ocultarlo momentáneamente); consideran que si alguien no tiene interés en conservar la vida entonces siempre es debido a una circunstancia motivada por alguna situación anómala (enfermedad, lesión muy grave, depresión, etc.) que impide el normal desarrollo de su vida y de sus intereses. Por ello, dicen que si decidimos matarnos nos discriminamos voluntariamente a nosotros mismos al atentar contra nuestros propios intereses básicos y, por lo tanto, es una acción éticamente incorrecta. Esto que acabamos de exponer, a veces está relacionado con considerar que cualquier actividad mediante la cual alguien perjudica su propia vida (piercings, drogas, etc.) es éticamente incorrecta, pues atenta contra el interés básico de no ser dañado. De momento, éste es el tipo de planteamiento al que vamos a responder en esta entrada.
Formulamos de forma más clara el argumento que utilizan dichas personas. Las premisas y la conclusión serían las siguientes:
RESPUESTA VEGANA:
El presente argumento puede rebatirse de las siguientes maneras:
(i) Debemos evitar que las personas se suiciden coaccionadas por una situación de necesidad. Los animales con sistema nervioso central tienen capacidad para sentir, por lo tanto poseen intereses respecto a dichas experiencias. Entre dichos intereses se encuentran intereses básicos que vienen de serie en todos los individuos sintientes, aunque posteriormente estos intereses pueden ser modificados, excepto el interés de que no se frustren los propios intereses: los intereses básicos no deben ser frustrados. Por ello, debemos hacer lo posible para que nadie llegue a una situación de necesidad que lo lleve a tomar la decisión de suicidarse, pues actuaría coaccionado. Por ejemplo, existen personas que se suicidan debido a que no pueden pagar una deuda; para evitar que se produzcan estas situaciones se deben implantar medidas políticas de control económico que lo eviten.
(ii) Cuando un adulto mentalmente sano y no coaccionado decide acabar con su propia vida no hace nada éticamente incorrecto, pues dicha acción no frustra ningún interés básico: los intereses no pueden ser autofrustrados.
Si un adulto mentalmente sano y no coaccionado decide realizar ciertas acciones que sabe que van a tener como consecuencia su propia muerte entonces eso quiere decir que dicho individuo tiene interés en morir de esa determinada manera, morir así es su objetivo y, por lo tanto, utiliza su interés en vivir como medio para lograrlo.
En la siguiente secuencia decisional podemos ver un ejemplo de suicidio asistido por medio de la ingestión de cianuro potásico, pero también es válido para la eutanasia activa.
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El individuo A en el instante 1 (A1 en la secuencia decisional) está vivo y tiene interés de vivir, interés de beber un vaso de cianuro, interés de morir por beber cianuro, etc. Es decir, el individuo A tiene el interés de vivir para beber un vaso de cianuro con el objetivo final de satisfacer su interés de morir.
El individuo A en el instante 2 se ha bebido un vaso de cianuro, satisfaciendo su interés de beber cianuro, pues tiene interés de morir debido a ello. En el instante 2, mientras el individuo A va acercándose al instante de su muerte -debido al cianuro que tiene en el estómago-, sigue teniendo interés de vivir, no quiere que nadie ni nada frustre ese interés, pues tiene el interés de morir por los efectos del cianuro, no apaleado. El interés de vivir del individuo A en A2 es un medio que utiliza para conseguir satisfacer su interés de morir.
La muerte del individuo A en el instante 3 por los efectos del cianuro no frustró su interés de vivir pues, en este caso, no tenía interés de vivir sino de morir. El individuo A ha conseguido su objetivo sin frustrar los intereses básicos de nadie, por lo tanto, no ha hecho nada éticamente incorrecto. El individuo A en el instante 3 está muerto y, por lo tanto, deja de tener intereses.
Si entendemos que "tener un interés" significa "querer que ocurra algo" entonces es lógicamente contradictorio que alguien afirme "tengo el interés de frustrar mi interés" o "quiero que ocurra lo que no quiero que ocurra". Por ejemplo, si alguien dice "tengo el interés de frustrar mi interés de vivir" entonces se contradice. Un interés se tiene o no se tiene, no se puede tener y no tener al mismo tiempo, es decir, un interés no puede ser autofrustrado. Este principio lógico es imprescindible para fundamental una ética basada en el respeto de intereses.
(iii) Cuando un adulto mentalmente sano y no coaccionado decide perjudicar su propia salud no hace nada éticamente incorrecto, pues no frustra ningún interés básico. Cuando un adulto sano, sin estar coaccionado por nadie ni por nada, y conociendo las consecuencias, decide hacerse daño, por ejemplo, fumando, bebiendo más alcohol de la cuenta, haciéndose un piercing, practicando el sadomasoquismo o suicidándose, no está discriminándose a sí mismo puesto que actúa de acuerdo a su interés y, por lo tanto, actúa de manera éticamente correcta. Podemos decir que dichas acciones perjudiciales para la salud no son virtuosas -es mejor estar sano que no sano-, pero no debemos prohibírlas, pues son éticamente correctas.
Documental: Eutanasia: ¿piedad o asesinato? (Link)
Una de las primeras menciones al rechazo de la eutanasia aparece en el juramento hipocrático, en teoría escrito por Hipócrates de Cos (460 a.C.-370 a.C.) en el siglo V antes de Cristo. Hipócrates fue un médico de la Antigua Grecia que ejerció durante el llamado siglo de Pericles, y es una de las figuras más destacadas de la historia de la medicina, tanto que muchos autores se refieren a él como el «padre de la medicina». En el juramento hipocrático, muy presente en la ética y la deontología de la práctica médica, puede leerse: "No accederé a pretensiones que busquen la administración de venenos, ni sugeriré a nadie cosa semejante".
Las personas que se oponen a los diferentes tipos de eutanasia y de suicidio dan diferentes razones en contra de ellas. A continuación exponemos cada una de ellas:
- Contra la eutanasia voluntaria o eutanasia activa: quienes se oponen a este tipo de eutanasia suelen ser personas que consideran que "la vida humana es sagrada". Por ello, consideran que es éticamente incorrecto solicitar la eutanasia y realizarla. Una de las instituciones que rechaza la eutanasia voluntaria es la Iglesia católica. Los planteamientos religiosos no los vamos a responder aquí.
- Contra la eutanasia involuntaria o eutanasia pasiva: quienes se oponen a este tipo de eutanasia suelen ser personas que consideran que "la vida de X es sagrada". Quienes se oponen a la eutanasia voluntaria, pero no se oponen a la eutanasia involuntaria, suelen hacer uso de la doctrina del doble efecto de Tomás de Aquino (1224/1225–1274): la intención de la eutanasia pasiva es aliviar el dolor y el sufrimiento, y la muerte adelantada del paciente es una consecuencia prevista, pero no deseada. Los planteamientos religiosos no los vamos a responder aquí.
- Contra la eutanasia no voluntaria: quienes se oponen a este tipo de eutanasia suelen ser personas que consideran que "la vida humana es sagrada". Quienes se oponen a la eutanasia voluntaria, pero en algunos casos no se oponen a la eutanasia no voluntaria, también suelen hacer uso de la doctrina del doble efecto. Los planteamientos religiosos no los vamos a responder aquí.
- Contra el suicidio: Generalmente, no sólo se oponen al suicidio personas que consideran que "la vida humana es sagrada". Otras personas, incluidos veganos, dicen que, en condiciones normales, el interés en conservar la vida es constitutivo al individuo sintiente (lo mismo que el instinto de alimentarnos) y no desaparece nunca (aunque podamos ocultarlo momentáneamente); consideran que si alguien no tiene interés en conservar la vida entonces siempre es debido a una circunstancia motivada por alguna situación anómala (enfermedad, lesión muy grave, depresión, etc.) que impide el normal desarrollo de su vida y de sus intereses. Por ello, dicen que si decidimos matarnos nos discriminamos voluntariamente a nosotros mismos al atentar contra nuestros propios intereses básicos y, por lo tanto, es una acción éticamente incorrecta. Esto que acabamos de exponer, a veces está relacionado con considerar que cualquier actividad mediante la cual alguien perjudica su propia vida (piercings, drogas, etc.) es éticamente incorrecta, pues atenta contra el interés básico de no ser dañado. De momento, éste es el tipo de planteamiento al que vamos a responder en esta entrada.
Formulamos de forma más clara el argumento que utilizan dichas personas. Las premisas y la conclusión serían las siguientes:
ESTRUCTURA DEL ARGUMENTO: P1: "Los intereses básicos no deben ser frustrados". P2: "Quien decide matarse frustra su propio interés de vivir". C1: Como P1 y P2 son verdaderas entonces "El suicidio es éticamente incorrecto". |
RESPUESTA VEGANA:
El presente argumento puede rebatirse de las siguientes maneras:
(i) Debemos evitar que las personas se suiciden coaccionadas por una situación de necesidad. Los animales con sistema nervioso central tienen capacidad para sentir, por lo tanto poseen intereses respecto a dichas experiencias. Entre dichos intereses se encuentran intereses básicos que vienen de serie en todos los individuos sintientes, aunque posteriormente estos intereses pueden ser modificados, excepto el interés de que no se frustren los propios intereses: los intereses básicos no deben ser frustrados. Por ello, debemos hacer lo posible para que nadie llegue a una situación de necesidad que lo lleve a tomar la decisión de suicidarse, pues actuaría coaccionado. Por ejemplo, existen personas que se suicidan debido a que no pueden pagar una deuda; para evitar que se produzcan estas situaciones se deben implantar medidas políticas de control económico que lo eviten.
(ii) Cuando un adulto mentalmente sano y no coaccionado decide acabar con su propia vida no hace nada éticamente incorrecto, pues dicha acción no frustra ningún interés básico: los intereses no pueden ser autofrustrados.
Si un adulto mentalmente sano y no coaccionado decide realizar ciertas acciones que sabe que van a tener como consecuencia su propia muerte entonces eso quiere decir que dicho individuo tiene interés en morir de esa determinada manera, morir así es su objetivo y, por lo tanto, utiliza su interés en vivir como medio para lograrlo.
En la siguiente secuencia decisional podemos ver un ejemplo de suicidio asistido por medio de la ingestión de cianuro potásico, pero también es válido para la eutanasia activa.
El individuo A en el instante 1 (A1 en la secuencia decisional) está vivo y tiene interés de vivir, interés de beber un vaso de cianuro, interés de morir por beber cianuro, etc. Es decir, el individuo A tiene el interés de vivir para beber un vaso de cianuro con el objetivo final de satisfacer su interés de morir.
El individuo A en el instante 2 se ha bebido un vaso de cianuro, satisfaciendo su interés de beber cianuro, pues tiene interés de morir debido a ello. En el instante 2, mientras el individuo A va acercándose al instante de su muerte -debido al cianuro que tiene en el estómago-, sigue teniendo interés de vivir, no quiere que nadie ni nada frustre ese interés, pues tiene el interés de morir por los efectos del cianuro, no apaleado. El interés de vivir del individuo A en A2 es un medio que utiliza para conseguir satisfacer su interés de morir.
La muerte del individuo A en el instante 3 por los efectos del cianuro no frustró su interés de vivir pues, en este caso, no tenía interés de vivir sino de morir. El individuo A ha conseguido su objetivo sin frustrar los intereses básicos de nadie, por lo tanto, no ha hecho nada éticamente incorrecto. El individuo A en el instante 3 está muerto y, por lo tanto, deja de tener intereses.
Si entendemos que "tener un interés" significa "querer que ocurra algo" entonces es lógicamente contradictorio que alguien afirme "tengo el interés de frustrar mi interés" o "quiero que ocurra lo que no quiero que ocurra". Por ejemplo, si alguien dice "tengo el interés de frustrar mi interés de vivir" entonces se contradice. Un interés se tiene o no se tiene, no se puede tener y no tener al mismo tiempo, es decir, un interés no puede ser autofrustrado. Este principio lógico es imprescindible para fundamental una ética basada en el respeto de intereses.
(iii) Cuando un adulto mentalmente sano y no coaccionado decide perjudicar su propia salud no hace nada éticamente incorrecto, pues no frustra ningún interés básico. Cuando un adulto sano, sin estar coaccionado por nadie ni por nada, y conociendo las consecuencias, decide hacerse daño, por ejemplo, fumando, bebiendo más alcohol de la cuenta, haciéndose un piercing, practicando el sadomasoquismo o suicidándose, no está discriminándose a sí mismo puesto que actúa de acuerdo a su interés y, por lo tanto, actúa de manera éticamente correcta. Podemos decir que dichas acciones perjudiciales para la salud no son virtuosas -es mejor estar sano que no sano-, pero no debemos prohibírlas, pues son éticamente correctas.
CONCLUSIÓN: Si un individuo decide, sin estar coaccionado por nadie ni por nada, matarse de una determinada manera entonces no frustra su interés de vivir, pues tiene interés de morir de esa determinada manera. Esto también es aplicable a cuando alguien decide libremente dañar su cuerpo o su salud, poniéndose un piercing, fumando, etc. En algunos casos, no permitir a un adulto sano no coaccionado que se quite la vida es lo mismo que torturarle. |