RESUMEN:¿Qué es la tolerancia? ¿los veganos son intolerantes? ¿debemos ser tolerantes? Éstas son algunas de las preguntas a las que aquí vamos a responder.
Según la Real Academia Española (RAE), en su acepción segunda, tolerar es «Permitir algo que no se tiene por lícito, sin aprobarlo expresamente». Por lo tanto quienes practican el veganismo son en su inmensa mayoría tolerantes, pues permiten que otros practiquen lo que no consideran ni es lícito: explotar y matar a los demás animales. Como ya explicamos, ser radical en una idea o actividad no implica que se piense o se haga algo éticamente incorrecto, sino que dicha idea o actividad se afronta con la máxima seriedad. Aunque el sensocentrismo, y su puesta en práctica mediante el veganismo, sea un posicionamiento ético que rechaza el maltrato y la matanza de raíz, la inmensa mayoría de veganos son por lo general tolerantes con quienes maltratan a los demás animales. Existen actividades que explotan y matan a los demás con las que no se debe ser tolerante: no debemos ser tolerantes con aquellas actividades éticamente incorrectas que están prohibidas legalmente. La mayoría de veganos no son veganos de nacimiento, y tienen familia y amigos que no son veganos. Debemos tener en cuenta las posibles consecuencias de cómo nos relacionamos con los demás, teniendo en cuenta el contexto social y personal en cada caso, para realizar un activismo eficaz, al margen de ser tolerantes o intolerantes. Los activistas veganos intentan concienciar a la población para que cambien por sí mismos. En un futuro, si la gran mayoría de la población es vegana entonces se presionaría democráticamente como, por ejemplo, hoy ocurre con la tauromaquia.
Palabras clave: guerra civil, intolerancia, tolerancia
Según la Real Academia Española (RAE), en su acepción segunda, tolerar es «Permitir algo que no se tiene por lícito, sin aprobarlo expresamente». Por lo tanto quienes practican el veganismo son en su inmensa mayoría tolerantes, pues permiten que otros practiquen lo que no consideran ni es lícito: explotar y matar a los demás animales. Como ya explicamos, ser radical en una idea o actividad no implica que se piense o se haga algo éticamente incorrecto, sino que dicha idea o actividad se afronta con la máxima seriedad. Aunque el sensocentrismo, y su puesta en práctica mediante el veganismo, sea un posicionamiento ético que rechaza el maltrato y la matanza de raíz, la inmensa mayoría de veganos son por lo general tolerantes con quienes maltratan a los demás animales. Existen actividades que explotan y matan a los demás con las que no se debe ser tolerante: no debemos ser tolerantes con aquellas actividades éticamente incorrectas que están prohibidas legalmente. La mayoría de veganos no son veganos de nacimiento, y tienen familia y amigos que no son veganos. Debemos tener en cuenta las posibles consecuencias de cómo nos relacionamos con los demás, teniendo en cuenta el contexto social y personal en cada caso, para realizar un activismo eficaz, al margen de ser tolerantes o intolerantes. Los activistas veganos intentan concienciar a la población para que cambien por sí mismos. En un futuro, si la gran mayoría de la población es vegana entonces se presionaría democráticamente como, por ejemplo, hoy ocurre con la tauromaquia.
Palabras clave: guerra civil, intolerancia, tolerancia
Como ya explicamos, ser radical en una idea o actividad no implica que se piense o se haga algo éticamente incorrecto, sino que dicha idea o actividad se afronta con la máxima seriedad. Por ejemplo, de igual manera que se debe ser radical en considerar éticamente incorrecto el maltrato y matanza de humanos, también se debe ser radical a la hora de considerar éticamente incorrecto el maltrato y matanza de quienes no son humanos[1]. Al igual que ocurre con la palabra «radical», a la palabra «intolerancia» también se la asocia a una connotación negativa: la violencia.
Algunas personas dicen que los veganos son intolerantes porque no sólo rechazan participar en la explotación y la matanza de quienes no son humanos, sino que además algunos intentan convencer a otros para que también practiquen el veganismo, intentan impedir algunas actividades no veganas, o incluso quieren que llegue el día en el que se prohiba legalmente toda explotación y matanza. Algunas de estas personas aún van más lejos y dicen que la actitud intolerante de algunos veganos produce odio, lo cual puede producir una guerra civil de veganos contra no veganos. En base a esto concluyen que si queremos evitar una guerra civil entonces no debemos practicar el veganismo, y quienes ya lo practican deben de dejar de hacer activismo.
Formulamos de forma más clara las premisas y la conclusión del argumento:
Algunas personas dicen que los veganos son intolerantes porque no sólo rechazan participar en la explotación y la matanza de quienes no son humanos, sino que además algunos intentan convencer a otros para que también practiquen el veganismo, intentan impedir algunas actividades no veganas, o incluso quieren que llegue el día en el que se prohiba legalmente toda explotación y matanza. Algunas de estas personas aún van más lejos y dicen que la actitud intolerante de algunos veganos produce odio, lo cual puede producir una guerra civil de veganos contra no veganos. En base a esto concluyen que si queremos evitar una guerra civil entonces no debemos practicar el veganismo, y quienes ya lo practican deben de dejar de hacer activismo.
Formulamos de forma más clara las premisas y la conclusión del argumento:
ARGUMENTO: Veganos intolerantes
(P1) Los veganos son intolerantes con quienes no practican el veganismo.
(P2) Los veganos generan violencia hacia quienes no practican el veganismo.
(C) No debemos practicar el veganismo.
(P1) Los veganos son intolerantes con quienes no practican el veganismo.
(P2) Los veganos generan violencia hacia quienes no practican el veganismo.
(C) No debemos practicar el veganismo.
A continuación vamos a mostrar cómo puede rebatirse este argumento.
Según la Real Academia Española (RAE), en su acepción segunda, tolerar es «Permitir algo que no se tiene por lícito, sin aprobarlo expresamente». Por lo tanto quienes practican el veganismo son en su inmensa mayoría tolerantes, pues permiten que otros practiquen lo que no consideran ni es lícito: explotar y matar a los demás animales. Existen prácticas que explotan y matan a quienes no son humanos que son tolerables porque estimamos claramente que las consecuencias de no tolerarlas serían peores que seguirlas permitiendo. Por ejemplo, si unos activistas impiden que funcione un matadero entonces estimamos que ello no tendrá como consecuencia que dicho matadero deje de funcionar, sino que estimamos que la consecuencia será que quienes lo impiden serán detenidos, multados o encarcelados, los animales serán igualmente matados y dicha acción empeorará la imagen pública del veganismo, sobretodo si agredieron a alguien; por lo tanto llegamos a la conclusión de que es una mejor estrategia ser tolerante con la existencia de mataderos y denunciar públicamente lo que en ellos ocurre, asi como informar de alternativas al consumo de productos y servicios de origen animal, y promover cambios en la legislación para hacer ilegales aquellas actividades que cuentan con gran rechazo o indiferencia social. Sin embargo, existen actividades que explotan y matan a los demás con las que no se debe ser tolerante: no debemos ser tolerantes con aquellas actividades éticamente incorrectas que están prohibidas legalmente. Toda ley jurídica es intolerante con su incumplimiento, por lo tanto toda sociedad es intolerante en mayor o menor grado. Como en el caso del radicalismo, la intolerancia puede ser usada para fines buenos o para fines malos, existen leyes buenas y leyes malas, existe intolerancia buena e intolerancia mala.
La mayoría de veganos no son veganos de nacimiento, y tienen familia y amigos que no son veganos. Generalmente quienes apoyan el maltrato y la matanza de quienes no son humanos siguen las normas que les han impuesto desde niños ya que creen que así están obrando correctamente. Así es como les han educado para vivir y así es como vive la gran mayoría personas con las que se relacionan; sabemos de qué hablamos, pues muchos hemos pasado por esta situación cuando aún no éramos veganos. Debemos tener en cuenta las posibles consecuencias de cómo nos relacionamos con los demás, teniendo en cuenta el contexto social y personal en cada caso, para realizar un activismo eficaz, al margen de ser tolerantes o intolerantes.
El sensocentrismo y su práctica mediante el veganismo promueven el rechazo a la violencia, pues el veganismo es por definición una filosofía práctica pacífica, tal y como Donald Watson (1910-2005), miembro fundador de la Vegan Society (Sociedad Vegana) y creador del veganismo, definió:
A veces se relaciona al veganismo con el pacifismohippie, lo cual explica vídeos como éste, aunque la realidad es que existen veganos con todo tipo de gustos e ideas.
Los veganos no van a provocar ninguna guerra, sino que lo previsible es que cuantos más veganos haya aumentará la disponibilidad de productos veganos y la información social será mayor. El crecimiento del número de veganos aumentará la presión social pacífica sobre quienes apoyan la explotación y la matanza. Cabe la posibilidad de que pudieran darse casos de veganos que debido a su impaciencia por el cambio agredieran a alguien, pero tenemos ejemplos de que estos casos representan un porcentaje despreciable. Por ejemplo, una mayoría de la población española rechaza o es indiferente hacia la tauromaquia, esto ha llevado al movimiento antitaurino a conseguir algunos objetivos usando la democracia, como la prohibición de las corridas de toros en Cataluña, y a ver cercana la consecución de otros; en este contexto podemos comprobar que, al margen de las típicas discusiones e insultos que puedan darse, como ocurre con cualquier tema, hay un mínimo número de casos en los que antitaurinos agreden a taurinos, en cambio es más habitual encontrar casos de taurinos que agreden a antitaurinos. Con el incremento del número de veganos podemos estimar que ocurrirá algo similar. Las típicas discusiones e insultos ocurren en cualquier debate, aunque siempre hay personas que no entran en esos juegos. Los activistas veganos intentan concienciar a la población para que cambien por sí mismos. En un futuro, si la gran mayoría de la población es vegana entonces se presionaría democráticamente como, por ejemplo, hoy ocurre con la tauromaquia.
No llegamos a la conclusión de que no debemos practicar el veganismo, pues es necesario para poner fin al exterminio de los demás seres sintientes.
PREMISA (P1): Los veganos son intolerantes hacia quienes no practican el veganismo

La mayoría de veganos no son veganos de nacimiento, y tienen familia y amigos que no son veganos. Generalmente quienes apoyan el maltrato y la matanza de quienes no son humanos siguen las normas que les han impuesto desde niños ya que creen que así están obrando correctamente. Así es como les han educado para vivir y así es como vive la gran mayoría personas con las que se relacionan; sabemos de qué hablamos, pues muchos hemos pasado por esta situación cuando aún no éramos veganos. Debemos tener en cuenta las posibles consecuencias de cómo nos relacionamos con los demás, teniendo en cuenta el contexto social y personal en cada caso, para realizar un activismo eficaz, al margen de ser tolerantes o intolerantes.
PREMISA (P2): Los veganos generan violencia hacia quienes no practican el veganismo
El sensocentrismo y su práctica mediante el veganismo promueven el rechazo a la violencia, pues el veganismo es por definición una filosofía práctica pacífica, tal y como Donald Watson (1910-2005), miembro fundador de la Vegan Society (Sociedad Vegana) y creador del veganismo, definió:
"El veganismo es una filosofía de vida que excluye todas las formas de explotación y crueldad hacia el reino animal e incluye una reverencia a la vida. En la práctica se aplica siguiendo una dieta vegetariana pura y anima el uso de alternativas para todas las materias derivadas parcial o totalmente de animales."Donald Watson
A veces se relaciona al veganismo con el pacifismohippie, lo cual explica vídeos como éste, aunque la realidad es que existen veganos con todo tipo de gustos e ideas.
Los veganos no van a provocar ninguna guerra, sino que lo previsible es que cuantos más veganos haya aumentará la disponibilidad de productos veganos y la información social será mayor. El crecimiento del número de veganos aumentará la presión social pacífica sobre quienes apoyan la explotación y la matanza. Cabe la posibilidad de que pudieran darse casos de veganos que debido a su impaciencia por el cambio agredieran a alguien, pero tenemos ejemplos de que estos casos representan un porcentaje despreciable. Por ejemplo, una mayoría de la población española rechaza o es indiferente hacia la tauromaquia, esto ha llevado al movimiento antitaurino a conseguir algunos objetivos usando la democracia, como la prohibición de las corridas de toros en Cataluña, y a ver cercana la consecución de otros; en este contexto podemos comprobar que, al margen de las típicas discusiones e insultos que puedan darse, como ocurre con cualquier tema, hay un mínimo número de casos en los que antitaurinos agreden a taurinos, en cambio es más habitual encontrar casos de taurinos que agreden a antitaurinos. Con el incremento del número de veganos podemos estimar que ocurrirá algo similar. Las típicas discusiones e insultos ocurren en cualquier debate, aunque siempre hay personas que no entran en esos juegos. Los activistas veganos intentan concienciar a la población para que cambien por sí mismos. En un futuro, si la gran mayoría de la población es vegana entonces se presionaría democráticamente como, por ejemplo, hoy ocurre con la tauromaquia.
CONCLUSIÓN (C): No debemos practicar el veganismo
No llegamos a la conclusión de que no debemos practicar el veganismo, pues es necesario para poner fin al exterminio de los demás seres sintientes.