RESUMEN:¿Qué es el vegetarianismo? ¿Adolf Hitler fue vegetariano? si lo fue ¿por qué motivo?... ¿qué tipo de alimentación "vegetariana" llevaba? de ser cierto ¿qué conclusiones éticas se podrían sacar de ello? Éstas son algunas de las preguntas a las que aquí vamos a responder.
Hitler no seguía una alimentación vegetariana, y aunque la hubiera seguido sería tan irrelevante desde el punto de vista ético como sus preferencias sexuales o su abstinencia al tabaco o al alcohol. El veganismo no es un tipo de alimentación sino una filosofía y un estilo de vida que, por ser antiespecista, está basado en el respeto a los demás animales sintientes. Hitler no fue antiespecista ni vegano, ni siquiera humanista. El veganismo no tiene nada que ver con el bienestarismo ni con el ecologismo nacionalsocialista sino con el abolicionismo antiespecista, el cual es incompatible con la explotación y asesinato de animales, sean o no humanos y, por lo tanto, también es incompatible con la ideología nazi.
Palabras clave: vegetarianismo, vegetarianismo de Adolf Hitler
Hitler no seguía una alimentación vegetariana, y aunque la hubiera seguido sería tan irrelevante desde el punto de vista ético como sus preferencias sexuales o su abstinencia al tabaco o al alcohol. El veganismo no es un tipo de alimentación sino una filosofía y un estilo de vida que, por ser antiespecista, está basado en el respeto a los demás animales sintientes. Hitler no fue antiespecista ni vegano, ni siquiera humanista. El veganismo no tiene nada que ver con el bienestarismo ni con el ecologismo nacionalsocialista sino con el abolicionismo antiespecista, el cual es incompatible con la explotación y asesinato de animales, sean o no humanos y, por lo tanto, también es incompatible con la ideología nazi.
Palabras clave: vegetarianismo, vegetarianismo de Adolf Hitler
El vegetarianismo es un tipo de alimentación que excluye la ingestión de carne (y de "pescado"); debido a ello también se le ha llamado ovolactovegetarianismo (y "ovolácteos" a sus practicantes), para diferenciarlo del vegetarianismo estricto o puro, que elimina todo producto de origen animal. El vegetarianismo ha estado muy relacionado con salud y la "ética" religiosas. En 1944, Donald Watson (1910-2005) y otros seis amigo fundan The Vegan Society e inventa la palabra "vegano" para referirse a quien practica el veganismo, consistente en rechazar los productos de origen animal, no sólo en alimentación, sino en todos los ámbitos.
Algunas personas dicen que "Hitler era vegetariano" con la intención de asociar el vegetarianismo con cualidades propias del máximo responsable del genocidio cometido por la Alemania nazi. De este modo, se intenta decir que todo vegetariano sería como Hitler en lo esencial, es decir, en los rasgos relevantes que le definen.
A veces con este argumento también parece que se sugiere que los humanos que comen carne también pueden ser buenas personas, pues consideran que explotar y matar a quien no es humano es éticamente correcto.
Formulamos de forma más clara las premisas y la conclusión del argumento:
Algunas personas dicen que "Hitler era vegetariano" con la intención de asociar el vegetarianismo con cualidades propias del máximo responsable del genocidio cometido por la Alemania nazi. De este modo, se intenta decir que todo vegetariano sería como Hitler en lo esencial, es decir, en los rasgos relevantes que le definen.
A veces con este argumento también parece que se sugiere que los humanos que comen carne también pueden ser buenas personas, pues consideran que explotar y matar a quien no es humano es éticamente correcto.
Formulamos de forma más clara las premisas y la conclusión del argumento:
ARGUMENTO: Los vegetarianos son como Hitler
(P1) Hitler fue un genocida.
(P2) Hitler fue vegetariano.
(C) Los vegetarianos son como Hitler, el vegetarianismo no es lo éticamente correcto.
(P1) Hitler fue un genocida.
(P2) Hitler fue vegetariano.
(C) Los vegetarianos son como Hitler, el vegetarianismo no es lo éticamente correcto.
A continuación vamos a mostrar cómo puede rebatirse este argumento.
Es cierto que Adolf Hitler, como máxima autoridad en la Alemania, ordenó el exterminio a millones de humanos en campos de exterminio. Además, Hitler legalizó la experimentación humana, la cual se realizó con presos políticos.
Hitler no hizo nada para acabar con los campos de concentración y de exterminio de quienes no son humanos, es decir, no luchó contra las granjas ni contra los mataderos. Además, Hitler mantuvo la experimentación animal. La ley de Weimar, aprobada en 1931, indicaba que los médicos primero debían realizar sus experimentos en quienes no son humanos antes de proceder con los humanos. Esta ley nunca fue derogada mientras Alemania estuvo controlada por Adolf Hitler y su "nacionalsocialismo". La experimentación animal fue vista como parte de la "ciencia judía" y la medicina "internacionalista", mostrando una mente mecánica que consideraba la naturaleza como algo a ser dominado, en vez de respetado. Hermann Göring anunció su prohibición el 16 de agosto de 1933, siguiendo los deseos de Hitler, pero el médico personal de Hitler, el Dr. Theodor Morrel, le persuadió, ya que estas medidas iban en contra de los intereses de la investigación alemana, y particularmente la investigación en materia de defensa. La prohibición por lo tanto fue revisada tres semanas más tarde, el 5 de septiembre de 1933, cuando se anunciaron ocho condiciones bajo las cuales las pruebas animales podrían ser llevadas a cabo, con objeto de reducir el dolor y los experimentos innecesarios. Primates, caballos, perros, y gatos fueron acogidos bajo protección especial, y las licencias para realizar vivisecciones serían dadas a instituciones, no a personas individuales. La retirada de la prohibición fue justificada con el aviso: "Es una ley de cada comunidad para que, cuando sea necesario, se sacrifiquen individuos singulares en interés del cuerpo entero".
Una alimentación vegetariana, es simplemente eso, un tipo de alimentación. Si Hitler fue o no vegetariano eso no dice nada acerca de sus creencias éticas. Evidentemente, Hitler no fue vegano, pues el veganismo es una filosofía y un estilo de vida basado en el respeto a los animales sintientes[1], y recordemos que los humanos somos animales sintientes pertenecientes a la especie Homo sapiens, incluidos los judios, los gitanos, y otras colectividades humanas discriminadas y exterminadas por el régimen nazi.
Las conexiones entre las prácticas del régimen nacionalsocialista de Hitler y el maltrato de animales en Estados Unidos son evidentes. Los rituales usados para descuartizar a animales no humanos en mataderos fueron utilizados como modelo para la masacre de humanos durante el holocausto nazi. Esta es la base del libro de Charles Patterson titulado ¿Por qué maltratamos tanto a los animales? Un modelo para la masacre de personas en los campos de exterminio nazis. Pero Patterson va más allá, pues pone de manifiesto una verdad indiscutible, el sufrimiento que los humanos causan a los animales, que a menudo es el mismo que se provoca entre los mismos seres humanos. Y a pesar de todo ello, su mensaje es de esperanza. Su relato no deja a nadie indiferente, por ello es considerado uno de los libros más influyentes del siglo XXI y está traducido a once idiomas.[2]
Isaac Bashevis Singer (1904 - 1991), premio Nobel de literatura en 1978, era hijo y nieto de rabinos y hermano del novelista Israel Joshua Singer. Creció en el barrio judío de Varsovia —rodeado por un recurrente escenario de violencia antisemita en forma de pogroms— donde se hablaba idish. En 1935 y ante el temor de la ofensiva nazi emigró a los Estados Unidos. Singer fue un destacado vegetariano durante los últimos 35 años de su vida, y a menudo incluía temas vegetarianos en su obra. En The Letter Writer, escribió: "En relación con los animales, toda la gente es nazi; para los animales, esto es un eterno Treblinka". Igualmente, en Enemigos, una historia de amor (1972) escribió:
En varias ocasiones Hitler redujo la cantidad de carne en su dieta, principalmente por razones médicas. A veces se redujo mucho, pero la evidencia muestra que él nunca dejó de comer carne por completo en cualquier longitud de tiempo significativo. Por desgracia, muchos consumidores de carne, incluyendo los historiadores, utilizan el término "vegetariano" incorrectamente para describir a alguien que simplemente reduce su consumo de carne. La confusión se agravó por Goebbels, que groseramente exageró "el vegetarianismo de Hitler" con fines propagandísticos[3].
El autor Rynn Berry[4], vegetariano y defensor de los derechos de los animales, mantiene que aunque Hitler redujo la cantidad de carne en su dieta, nunca paró de comer carne completamente durante una cantidad de tiempo significativa. Berry argumenta que muchos historiadores usan el término 'vegetariano' incorrectamente para describir alguien que simplemente reduce su consumo de carne[5].
Según Robert Payne, biógrafo de Adolf Hitler y máximo conocedor del tema, el vegetarianismo de Hitler fue un rumor que creó Goebbels, su ministro de propaganda[6][7]:
HITLER COMÍA HUEVOS:
En el documento 2 "Las mujeres de Hitler. Mujeres alrededor de Hitler" del libro Interrogatorios. El III Reich en el banquillo puede leerse lo siguiente[8]:
Léon Degrelle, general de las SS y amigo de Hitler, escribió: "No soportaba comer carne, porque significaba la muerte de una criatura viva. Sólo toleraba los huevos, porque la puesta del huevo significaba que la gallina había sido conservada en vez de sacrificada".
HITLER BEBÍA LECHE:
En el libro Adolf Hitler, mi amigo de Juventud, escrito por el nacionalsocialista A. Kubicek puede leerse lo siguiente[9]:
HITLER COMÍA CARNE:
Hitler era un apasionado del caviar (hasta que descubrió su precio) y las salchichas, su plato favorito era el Leberknöld, albóndigas de hígado, típico de la cocina austríaca.
Más información en la Wikipedia sobre el vegetarianismo de Adolf Hitler.
El nazismo tenía un fuerte componente ecologista y bienestarista, pero no antiespecista. El amor por la Naturaleza, impulsado por el romanticismo alemán, era una de las bases ideológicas del nacionalsocialismo. Su doctrina se basaba en la ley que reina en la naturaleza de que solo los mas fuertes sobreviven y llevaron esta máxima darwiniana hasta el extremo. Por eso la conservación de la naturaleza y la comunión con ella les daba la posibilidad de ser esa raza superior que creían ser. Por lo cual podemos decir que la base ideológica del nacionalsocialismo tenía un fuerte componente ecologista, muy en la línea con lo que desde 1973 se ha venido a llamar ecología profunda. En su libro El Nuevo Orden Ecológico. El árbol, el animal y el hombre (1992), el filósofo francés Luc Ferry argumenta que la preocupación nazi por el medio ambiente se basa en una estética que une al pueblo alemán en un sentimiento común:
Pero para el nazismo, la importancia de los animales sólo estaba en función de su valor ecológico, por lo tanto, el nazismo defendía un ecologismo especista con base "ariocentrista" (primero los arios, luego los ecosistemas y luego los demás individuos). El nacionalsocialismo incluía fuertes leyes bienestaristas[10], es decir, para qué y cómo los humanos debían explotar y matar a quienes no son humanos, por lo tanto, el régimen nazi no tenía el objetivo de hacer leyes que abolieran el total uso de animales, como piden los defensores de los derechos animales. El nazismo proclamó tres leyes bienestaristas y ecologistas al respecto:
- El 24 de noviembre de 1933, muy poco después del advenimiento del hitlerismo al gobierno del Estado, se proclamó la ley Reichs Tierschutzgesetz (Ley del Reich de Protección de los Animales), y se basaba en una frase pronunciada en un discurso por el recién estrenado canciller y con la que la nueva ley abría su texto al modo de cita: "En el nuevo Reich no debe haber cabida para la crueldad con los animales". Los ideólogos que la redactaron, Giese y Kahler, teorizarían años más tarde sobre este "corpus" legal en su libro El Derecho alemán de la protección de los animales.
- El 3 de julio de 1934, se proclamó la Ley Das Reichsjadgesetz (Ley Limitadora de la Caza), que dice lo siguiente:
La naturaleza salvaje (das Wilde) se define como un «bien cultural» de Alemania, no como algo anterior a cualquier civilización. Recíprocamente, el amor por la naturaleza, rasgo cultural por antonomasia, se presenta como arraigado desde tiempos inmemoriales en la constitución biológica propia de la germanidad:
La ley de 1934 es sin duda la primera que redefine el papel del cazador en términos modernos, según una consideración destinada a una prolongada posteridad, pasa de mero predador a ser uno de los artífices principales de la protección del entorno, incluso de una restauración de la diversidad original, incesantemente amenazada por la uniformización moderna:
La sección sexta de la ley está dedicada a la disposición de las limitaciones del derecho a cazar, limitaciones que no sólo dependen de las exigencias de la seguridad, del orden público, o incluso de la necesaria protección del paisaje, sino también del imperativo «de evitar la crueldad para con los animales». En nombre de este propósito muy valioso para el propio Hitler, determina dos tipos de caza que utilizan trampas dolorosas y quedan prohibidos. La Reichsjagdgesetz constituye así la pieza maestra del dispositivo ecologista nacionalsocialista: con ella el hombre se considera, no ya dueño y poseedor de una naturaleza humanizada y cultivada por sus desvelos, sino responsable de un estado salvaje originario dotado de derechos intrínsecos cuyas riqueza y diversidad ha de preservar eternamente.
- El 1 de julio de 1935, se proclama la Ley Reichsnaturschutzgesetz (Ley de Protección de la Naturaleza), en la que se proponía la institución de "Monumentos Naturales", es decir, "creaciones originales de la naturaleza cuya presentación resulta de un interés público motivado por su importancia y su significación científica, histórica, patriótica...", además se demarcan las "zonas naturales protegidas", verdaderos Parques Nacionales.
Como muestra de estas leyes, cabe citar que se prescribió la manera menos dolorosa de herrar un caballo, así como el modo de cocinar una langosta para evitar que se cocieran vivas, es decir, medidas bienestaristas como las que se promueven en el actual contexto especista. Podemos afirmar que actualmente seguimos viviendo en el bienestarismo nazi.
Argumentar que Adolf Hitler era vegetariano insinuando que quienes practican el vegetarianismo son similares a él es una falacia conocida como falacia de accidente inverso, es una generalización apresurada a partir de un caso particular, un error lógico(1).
Incluso se ha creado una falacia específica sobre este tema. La expresión reductio ad Hitlerum (Reducción a Hitler, falacia del tipo Ad hominem), argumentum ad Hitlerum o argumentum ad nazium fue creada originalmente por Leo Strauss, profesor de la Universidad de Chicago. Reductio ad Hitlerum es una falacia de la forma "Adolf Hitler o el Partido Nazi apoyaban X; por lo tanto X debe ser malo".
Aún si fuera realmente cierto que Hitler fue vegetariano este hecho no confirma nada acerca de la bondad o la maldad inherente al vegetarianismo ni de la bondad o maldad de quienes lo practican. Otra falacia de accidente inverso sería decir: "Hitler amaba a su perro, luego todos los que aman a los perros son nazis", ya que con esta afirmación tampoco se dice nada acerca de la bondad o maldad inherente al amor por los perros ni de la bondad o maldad inherente a quienes practican ese amor. También resultaría fácil en este caso generalizar igualmente sobre la gran cantidad de dictadores y genocidas que se han paseado por la historia de este planeta siendo omnívoros, sin que ello signifique que todos los omnívoros se identifiquen con sus mismas cualidades. Esta sería una buena manera de hacer entender a quien presente esta afirmación con fines espurios lo falaz de su propuesta.
Los agentes éticos realizan acciones debido a unas razones. Una cosa es el agente ético (Hitler, Gandhi, etc.), otra cosa es la acción que se realiza (matar judíos, comer de manera vegetariana, etc.) y otra la razón por la que se realiza dicha acción (por propia salud, por ecologismo, por ética hacia los animales, etc.). Un agente ético al que consideramos que, en general, es éticamente incorrecto (lo que entendemos por ser mala persona) puede realizar una acción éticamente correcta por la razón que sea, pues una acción es éticamente correcta independientemente de quien la realice, por ejemplo, alimentarse respetando a los demás animales.
PREMISA (P1): Hitler fue un genocida
Es cierto que Adolf Hitler, como máxima autoridad en la Alemania, ordenó el exterminio a millones de humanos en campos de exterminio. Además, Hitler legalizó la experimentación humana, la cual se realizó con presos políticos.
Hitler no hizo nada para acabar con los campos de concentración y de exterminio de quienes no son humanos, es decir, no luchó contra las granjas ni contra los mataderos. Además, Hitler mantuvo la experimentación animal. La ley de Weimar, aprobada en 1931, indicaba que los médicos primero debían realizar sus experimentos en quienes no son humanos antes de proceder con los humanos. Esta ley nunca fue derogada mientras Alemania estuvo controlada por Adolf Hitler y su "nacionalsocialismo". La experimentación animal fue vista como parte de la "ciencia judía" y la medicina "internacionalista", mostrando una mente mecánica que consideraba la naturaleza como algo a ser dominado, en vez de respetado. Hermann Göring anunció su prohibición el 16 de agosto de 1933, siguiendo los deseos de Hitler, pero el médico personal de Hitler, el Dr. Theodor Morrel, le persuadió, ya que estas medidas iban en contra de los intereses de la investigación alemana, y particularmente la investigación en materia de defensa. La prohibición por lo tanto fue revisada tres semanas más tarde, el 5 de septiembre de 1933, cuando se anunciaron ocho condiciones bajo las cuales las pruebas animales podrían ser llevadas a cabo, con objeto de reducir el dolor y los experimentos innecesarios. Primates, caballos, perros, y gatos fueron acogidos bajo protección especial, y las licencias para realizar vivisecciones serían dadas a instituciones, no a personas individuales. La retirada de la prohibición fue justificada con el aviso: "Es una ley de cada comunidad para que, cuando sea necesario, se sacrifiquen individuos singulares en interés del cuerpo entero".
PREMISA (P2): Hitler fue vegetariano
Una alimentación vegetariana, es simplemente eso, un tipo de alimentación. Si Hitler fue o no vegetariano eso no dice nada acerca de sus creencias éticas. Evidentemente, Hitler no fue vegano, pues el veganismo es una filosofía y un estilo de vida basado en el respeto a los animales sintientes[1], y recordemos que los humanos somos animales sintientes pertenecientes a la especie Homo sapiens, incluidos los judios, los gitanos, y otras colectividades humanas discriminadas y exterminadas por el régimen nazi.

Isaac Bashevis Singer (1904 - 1991), premio Nobel de literatura en 1978, era hijo y nieto de rabinos y hermano del novelista Israel Joshua Singer. Creció en el barrio judío de Varsovia —rodeado por un recurrente escenario de violencia antisemita en forma de pogroms— donde se hablaba idish. En 1935 y ante el temor de la ofensiva nazi emigró a los Estados Unidos. Singer fue un destacado vegetariano durante los últimos 35 años de su vida, y a menudo incluía temas vegetarianos en su obra. En The Letter Writer, escribió: "En relación con los animales, toda la gente es nazi; para los animales, esto es un eterno Treblinka". Igualmente, en Enemigos, una historia de amor (1972) escribió:
"En su comportamiento para con los animales, todos los hombres son nazis. La vanidad con la que el hombre hace su voluntad con los animales, es vivo ejemplo de las teorías racistas más radicales: El principio de que tener el poder, es tener la razón". Isaac Bashevis Singer, Enemigos, una historia de Amor (1972)
En varias ocasiones Hitler redujo la cantidad de carne en su dieta, principalmente por razones médicas. A veces se redujo mucho, pero la evidencia muestra que él nunca dejó de comer carne por completo en cualquier longitud de tiempo significativo. Por desgracia, muchos consumidores de carne, incluyendo los historiadores, utilizan el término "vegetariano" incorrectamente para describir a alguien que simplemente reduce su consumo de carne. La confusión se agravó por Goebbels, que groseramente exageró "el vegetarianismo de Hitler" con fines propagandísticos[3].
El autor Rynn Berry[4], vegetariano y defensor de los derechos de los animales, mantiene que aunque Hitler redujo la cantidad de carne en su dieta, nunca paró de comer carne completamente durante una cantidad de tiempo significativa. Berry argumenta que muchos historiadores usan el término 'vegetariano' incorrectamente para describir alguien que simplemente reduce su consumo de carne[5].
Según Robert Payne, biógrafo de Adolf Hitler y máximo conocedor del tema, el vegetarianismo de Hitler fue un rumor que creó Goebbels, su ministro de propaganda[6][7]:
"El ascetismo de Hitler jugó un importante papel en la imagen que proyectaba sobre Alemania. De acuerdo con la leyenda ampliamente creída, el nunca fumaba ni bebía, así como tampoco comía carne o tenía nada que ver con mujeres. Solo lo primero fue cierto". Robert Payne
HITLER COMÍA HUEVOS:
En el documento 2 "Las mujeres de Hitler. Mujeres alrededor de Hitler" del libro Interrogatorios. El III Reich en el banquillo puede leerse lo siguiente[8]:
"Éste había prescrito el año anterior la dieta vegetariana de Hitler cuyos componentes solía enviar a la Berghof desde su clínica. La señorita Martiali iba a veces a la cocina a preparar las comidas. Hitler tenía crecientes problemas intestinales y como la ayudante dietética (una medio judía) que le había enviado Mariscal Antonescu(34) estaba ausente, la elección recayó en la señorita Martiali." (...) "La casa que tenía Hitler en Munich, en la Prinzregentenstrasse, estaba al cuidado de un matrimonio apellidado Winter. El marido se encargaba de todos los detalles de la vivienda, de las reparaciones, etcétera, pero el trabajo principal lo hacía la señora Winter, que tenía el cargo de ama de llaves. Hacía mucho que conocía a Hitler. Era de procedencia humilde. Mantenía la casa, de cinco habitaciones, en orden, y cuidaba de Hitler –en lo que no era competencia de los criados de sexo masculino– cuando estaba en la ciudad. Le preparaba comidas sencillas, consistentes sobre todo en huevos, verduras y ensaladas". Documento 2: "Las mujeres de Hitler. Mujeres alrededor de Hitler" del libro Interrogatorios. El III Reich en el banquillo
Léon Degrelle, general de las SS y amigo de Hitler, escribió: "No soportaba comer carne, porque significaba la muerte de una criatura viva. Sólo toleraba los huevos, porque la puesta del huevo significaba que la gallina había sido conservada en vez de sacrificada".
HITLER BEBÍA LECHE:
En el libro Adolf Hitler, mi amigo de Juventud, escrito por el nacionalsocialista A. Kubicek puede leerse lo siguiente[9]:
"Hitler era un verdadero artista en pasar hambre, a pesar de que, cuando se le presentaba la ocasión, gustaba de comer bien. Es cierto que durante su época en Viena casi siempre le faltaba el dinero necesario para ello. Y cuando tenía dinero estaba siempre dispuesto a renunciar a la comida para adquirir una localidad en el teatro. No comprendía los placeres materiales. No fumaba, no bebía y vivía durante días alimentándose sólo de pan y leche". A. Kubicek
HITLER COMÍA CARNE:
Hitler era un apasionado del caviar (hasta que descubrió su precio) y las salchichas, su plato favorito era el Leberknöld, albóndigas de hígado, típico de la cocina austríaca.
Más información en la Wikipedia sobre el vegetarianismo de Adolf Hitler.
El nazismo tenía un fuerte componente ecologista y bienestarista, pero no antiespecista. El amor por la Naturaleza, impulsado por el romanticismo alemán, era una de las bases ideológicas del nacionalsocialismo. Su doctrina se basaba en la ley que reina en la naturaleza de que solo los mas fuertes sobreviven y llevaron esta máxima darwiniana hasta el extremo. Por eso la conservación de la naturaleza y la comunión con ella les daba la posibilidad de ser esa raza superior que creían ser. Por lo cual podemos decir que la base ideológica del nacionalsocialismo tenía un fuerte componente ecologista, muy en la línea con lo que desde 1973 se ha venido a llamar ecología profunda. En su libro El Nuevo Orden Ecológico. El árbol, el animal y el hombre (1992), el filósofo francés Luc Ferry argumenta que la preocupación nazi por el medio ambiente se basa en una estética que une al pueblo alemán en un sentimiento común:
"la belleza como sentimiento y la edad de oro perdida son, esencialmente una naturaleza original, salvaje, pura, virgen, auténtica e irracional, accesible únicamente a través de las vías del sentimiento. Esta naturaleza original se define como tal incluso por su carácter extrahumano. Es exterior al hombre y anterior a él - exterior a su razón matemática y anterior a la aparición de la cultura artificial de la que el desvarío y el orgullo humanos son los únicos responsables". Luc Ferry, El Nuevo Orden Ecológico. El árbol, el animal y el hombre (1992)
Pero para el nazismo, la importancia de los animales sólo estaba en función de su valor ecológico, por lo tanto, el nazismo defendía un ecologismo especista con base "ariocentrista" (primero los arios, luego los ecosistemas y luego los demás individuos). El nacionalsocialismo incluía fuertes leyes bienestaristas[10], es decir, para qué y cómo los humanos debían explotar y matar a quienes no son humanos, por lo tanto, el régimen nazi no tenía el objetivo de hacer leyes que abolieran el total uso de animales, como piden los defensores de los derechos animales. El nazismo proclamó tres leyes bienestaristas y ecologistas al respecto:
- El 24 de noviembre de 1933, muy poco después del advenimiento del hitlerismo al gobierno del Estado, se proclamó la ley Reichs Tierschutzgesetz (Ley del Reich de Protección de los Animales), y se basaba en una frase pronunciada en un discurso por el recién estrenado canciller y con la que la nueva ley abría su texto al modo de cita: "En el nuevo Reich no debe haber cabida para la crueldad con los animales". Los ideólogos que la redactaron, Giese y Kahler, teorizarían años más tarde sobre este "corpus" legal en su libro El Derecho alemán de la protección de los animales.
- El 3 de julio de 1934, se proclamó la Ley Das Reichsjadgesetz (Ley Limitadora de la Caza), que dice lo siguiente:
"El desarrollo bisecular del derecho alemán de la caza ha llegado a un desenlace de una importancia capital para el pueblo y el Reich alemanes. Esta ley no sólo ha permitido superar el estado de dispersión que se reflejaba hasta entonces en veinte leyes regionales diferentes y alcanzar así la unidad jurídica, sino que también se ha impuesto la tarea de conservación de la caza (des Wildes) por cuanto constituye uno de nuestros bienes culturales más valiosos, así como de la educación del pueblo pensando en el amor y la comprensión hacia la naturaleza y de sus criaturas". Ley Das Reichsjadgesetz (Ley Limitadora de la Caza), 3 de julio de 1934
La naturaleza salvaje (das Wilde) se define como un «bien cultural» de Alemania, no como algo anterior a cualquier civilización. Recíprocamente, el amor por la naturaleza, rasgo cultural por antonomasia, se presenta como arraigado desde tiempos inmemoriales en la constitución biológica propia de la germanidad:
"El amor hacia la naturaleza y sus criaturas y el placer de la caza en el bosque y los campos está arraigado en lo más profundo del pueblo alemán. Así, el noble arte de la montería alemana se ha ido desarrollando en el decurso de los siglos adosado a una tradición germánica inmemorial. Hay que preservar eternamente para el pueblo alemán el arte de cazar y la caza como bienes muy valiosos para el pueblo. Hay que hacer más profundo el amor del alemán por su terruño nacional, fortalecer su fuerza vital y facilitarle el descanso al cabo de la jornada de trabajo". Ley Das Reichsjadgesetz (Ley Limitadora de la Caza), 3 de julio de 1934
La ley de 1934 es sin duda la primera que redefine el papel del cazador en términos modernos, según una consideración destinada a una prolongada posteridad, pasa de mero predador a ser uno de los artífices principales de la protección del entorno, incluso de una restauración de la diversidad original, incesantemente amenazada por la uniformización moderna:
"(...) el deber de un cazador digno de este nombre no consiste sólo en dar caza a la presa, sino también en mantenerla y cuidarla para que se produzca y se preserve una situación de la presa más sana, más fuerte y más diversificada en lo que a las especies se refiere". Ley Das Reichsjadgesetz (Ley Limitadora de la Caza), 3 de julio de 1934
La sección sexta de la ley está dedicada a la disposición de las limitaciones del derecho a cazar, limitaciones que no sólo dependen de las exigencias de la seguridad, del orden público, o incluso de la necesaria protección del paisaje, sino también del imperativo «de evitar la crueldad para con los animales». En nombre de este propósito muy valioso para el propio Hitler, determina dos tipos de caza que utilizan trampas dolorosas y quedan prohibidos. La Reichsjagdgesetz constituye así la pieza maestra del dispositivo ecologista nacionalsocialista: con ella el hombre se considera, no ya dueño y poseedor de una naturaleza humanizada y cultivada por sus desvelos, sino responsable de un estado salvaje originario dotado de derechos intrínsecos cuyas riqueza y diversidad ha de preservar eternamente.
- El 1 de julio de 1935, se proclama la Ley Reichsnaturschutzgesetz (Ley de Protección de la Naturaleza), en la que se proponía la institución de "Monumentos Naturales", es decir, "creaciones originales de la naturaleza cuya presentación resulta de un interés público motivado por su importancia y su significación científica, histórica, patriótica...", además se demarcan las "zonas naturales protegidas", verdaderos Parques Nacionales.
Como muestra de estas leyes, cabe citar que se prescribió la manera menos dolorosa de herrar un caballo, así como el modo de cocinar una langosta para evitar que se cocieran vivas, es decir, medidas bienestaristas como las que se promueven en el actual contexto especista. Podemos afirmar que actualmente seguimos viviendo en el bienestarismo nazi.
CONCLUSIÓN (C): Los vegetarianos son como Hitler
Argumentar que Adolf Hitler era vegetariano insinuando que quienes practican el vegetarianismo son similares a él es una falacia conocida como falacia de accidente inverso, es una generalización apresurada a partir de un caso particular, un error lógico(1).
Incluso se ha creado una falacia específica sobre este tema. La expresión reductio ad Hitlerum (Reducción a Hitler, falacia del tipo Ad hominem), argumentum ad Hitlerum o argumentum ad nazium fue creada originalmente por Leo Strauss, profesor de la Universidad de Chicago. Reductio ad Hitlerum es una falacia de la forma "Adolf Hitler o el Partido Nazi apoyaban X; por lo tanto X debe ser malo".
Aún si fuera realmente cierto que Hitler fue vegetariano este hecho no confirma nada acerca de la bondad o la maldad inherente al vegetarianismo ni de la bondad o maldad de quienes lo practican. Otra falacia de accidente inverso sería decir: "Hitler amaba a su perro, luego todos los que aman a los perros son nazis", ya que con esta afirmación tampoco se dice nada acerca de la bondad o maldad inherente al amor por los perros ni de la bondad o maldad inherente a quienes practican ese amor. También resultaría fácil en este caso generalizar igualmente sobre la gran cantidad de dictadores y genocidas que se han paseado por la historia de este planeta siendo omnívoros, sin que ello signifique que todos los omnívoros se identifiquen con sus mismas cualidades. Esta sería una buena manera de hacer entender a quien presente esta afirmación con fines espurios lo falaz de su propuesta.
Los agentes éticos realizan acciones debido a unas razones. Una cosa es el agente ético (Hitler, Gandhi, etc.), otra cosa es la acción que se realiza (matar judíos, comer de manera vegetariana, etc.) y otra la razón por la que se realiza dicha acción (por propia salud, por ecologismo, por ética hacia los animales, etc.). Un agente ético al que consideramos que, en general, es éticamente incorrecto (lo que entendemos por ser mala persona) puede realizar una acción éticamente correcta por la razón que sea, pues una acción es éticamente correcta independientemente de quien la realice, por ejemplo, alimentarse respetando a los demás animales.